Monday, October 15, 2012

Buenas razones para decirles “¡No!” a las sodas (vidaysalud.com)

 
Si la soda (el refresco) es tu bebida favorita, ¿cuántos vasos tomas a diario, o has intentado disminuir la cantidad que consumes? Si estás atrapado(a) en el dulzor de tus bebidas, aquí te damos buenas razones para abandonarlas y algunas claves para lograrlo con éxito.

“El agua es insípida, no tiene gusto a nada”, me dijo despreocupada Tina, la hija de una amiga durante un almuerzo de domingo. Luego tomó la botella de su soda preferida, llenó su vaso hasta el tope y, ciertamente, he sido yo la que ha quedado preocupada: como Tina, hay muchísimas personas ¿perteneces a este grupo?

Mucha gente está tan habituada a los sabores dulces que quitarle el dulzor a la bebida les resulta una idea imposible de concebir, aunque su cuerpo se los agradecería. Y esto no sólo es cuestión de los niños, los adultos le pueden ayudar a esos paladares mal acostumbrados también. Pero ¿cómo se puede hacer si son los mismos padres quienes no pueden dejar de llevar una soda (refresco) a la mesa, al automóvil, al parque o a esa reunión entre amigos?
En otra oportunidad, un paciente que sufría de obesidad llegó preocupado al consultorio porque le habían dicho que debía abandonar sus sodas para bajar de peso, pero le resultaba imposible. Es más, se ponía de mal humor y discutía con la gente si no tenía su soda, tanto… que pensó que era adicto.

Le expliqué que probablemente no era adicto sino que es un hábito difícil de cambiar. Una razón puede ser que los sabores dulces hacen que el cerebro desprenda ciertos químicos llamados opioides, que hacen que luego tengamos más ganas de consumir dulces. Aunque, hay es cierto que algunos estudios consideran que la cafeína que contienen algunas sodas, puede generar una mínima adicción que dificulte las cosas, si se beben sodas con cafeína y en ese caso es cuestión de dejarlas poco a poco.

Como sea, la tarea puede resultar difícil para cualquiera que esté habituado a consumir sodas, pero no por eso hay que dejar de intentarlo. Las bebidas azucaradas sólo aportan calorías “vacías” al cuerpo, sin proporcionar ningún nutriente. Esto no sólo ayuda al sobrepeso sino que además aumenta las posibilidades de que desarrolles diabetes de tipo 2, debido principalmente al azúcar que contienen y a sus efectos sobre las hormonas. Incluso, hay estudios que indican que las sodas sin azúcar, las que utilizan edulcorantes artificiales han sido vinculadas a un aumento del apetito y una dificultad para perder o mantener el peso deseado.

Además, las sodas pueden dañar a tus dientes. Tanto el azúcar como el ácido carbónico que contienen (incluso las edulcoradas artificialmente) pueden dañar el esmalte dental y causar caries.

Asimismo, ¿sabías que la mayoría de la sodas contiene fósforo y cafeína, dos agentes que se cree contribuyen al desarrollo de una enfermedad que debilita los huesos denominada osteoporosis?

Como si todo esto fuera poco, hay investigaciones que vinculan el consumo de las sodas con enfermedades crónicas de los riñones, el desarrollo del síndrome metabólico (un grupo de trastornos que incluye la presión arterial alta, niveles altos de insulina, el exceso de grasa alrededor de la cintura y el colesterol alto), ataques cardíacos, hígado graso y enfermedades crónicas del hígado.

Por todo esto, lo ideal es volver al agua, que no aporta calorías y es la mejor fuente para mantenerse hidratado. Pero si te resulta desabrida, puedes ir reemplazando tus sodas por otras bebidas más nutritivas. Por ejemplo:
  • Jugos de fruta, pero ten cuidado con los productos comprados, que no tengan mucha azúcar. Lo mejor es hacerlos en casa y controlar la cantidad, sobre todo si deseas perder peso, ya que junto a las vitaminas y los minerales también te proporcionan calorías.
  • Té de cualquier tipo: negro, verde, de hierbas… Todos han demostrado tener niveles elevados de antioxidantes que protegen al cuerpo. Si además estas buscando eliminar la cafeína de tu dieta, lee bien las etiquetas antes de comprar el te y elige productos sin cafeína.
  • Café simple, sin agregarle leche, crema ni almíbar. Esta puede ser una opción ideal para los amantes del café, pero asegúrate de que no incluyan azúcar agregada. Al igual que con el té, también puedes buscar productos sin cafeína.
  • Leche descremada (o baja en grasa) y de soja (soya). La primera es una buena fuente de calcio y ambos tipos son saludables, aunque al igual que con los jugos, es importante que tengas cuidado con la cantidad y las calorías que puedan aportarle a tu dieta.
De todos modos, recuerda que el agua es vida y la recomendación es que tomes entre dos y tres litros por día (de 8 a 10 vasos), dependiendo de tu estilo de vida: tu actividad física, tu dieta y otros factores ambientales como el clima y la altitud del lugar en el que vives.

Para darle un toque de sabor al agua de manera natural, una buena alternativa es agregarle cubitos de fruta fresca (por ejemplo, naranja, uvas o mango) o una frutilla (fresa) congelada, así como ramitas de menta o una rodaja de lima, limón o pepino.

¡Anímate! No tienes por qué dejar todas las sodas de repente.  Lo ideal es ir reemplazándolas poco a poco y, cuando menos te des cuenta, ya estarás liberado(a) del hábito. Luego, de tanto en tanto y si llevas una dieta saludable, no habrá nada malo en agregar un vaso de soda en alguna ocasión especial.

Frustación (Vocabulario)

Frustración

f. Fracaso en una esperanza o deseo:
el hecho de no encontrar trabajo le produce una gran frustración.

Frustración

  • desengaño, revés, error, fallo, malogro, chasco, fiasco, fracaso, desilusión
    • Antónimos: triunfo, logro, acierto

FRUSTRACIONES


Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo, aparece entonces lo que en Psicología llamamos frustración. Que se manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insaciado.

El proceso de madurez no es más que una larga carrera de obstáculos. A lo largo del desarrollo vital nos encontramos con numerosas barreras que impiden o dificultan la realización de nuestros deseos e impulsos.

La auténtica madurez se consigue cuando asumimos nuestras limitaciones. Cuando sabemos convivir con las frustraciones producidas ante acontecimientos insuperables. Cuando nuestras metas y objetivos se asientan sobre un plano real, relegando nuestras fantasías al campo de la ensoñación, sabiendo en todo momento que no somos dioses ni superhombres.

Muchos problemas vienen del mundo de las frustraciones que desencadenan en las personas comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como hacia el interior, transformando al individuo en un ser antisocial o autodestructivo.

Una persona puede sufrir heridas psíquicas como consecuencia de un acontecimiento o situación que influye de forma negativa en su vida. Algunos acontecimientos de la vida pueden marcarnos de manera decisiva ya sea por la intensidad de ese acontecimiento ya sea porque se trate de alguien psicológicamente débil.

Por ejemplo, un desengaño amoroso puede hacer que una persona cambie de actitud respecto a las personas del sexo opuesto, puede producirse un distanciamiento afectivo o cierta desconfianza a la hora de plantearse la posibilidad de una nueva relación de pareja.

Los traumas pueden producirse a cualquier edad, aunque quizá la edad más frecuente sea la infancia y la juventud ya que son los periodos en los que personalidad no se ha configurado aún y cualquier acontecimiento puede influir de forma más decisiva.

Tampoco hay que pensar que determinados acontecimientos, como agresiones, humillaciones, abandono o pérdida, producen traumas de manera inevitable. La misma situación, puede influir de manera muy diferente en dos personas. Por ejemplo un suspenso puede motivar a un muchacho para estudiar más o cambiar su método de estudio, y puede también desmotivar por completo a otro que pierde la confianza en su capacidad para conseguir cosas por sí mismo.

De una experiencia dolorosa, unas personas aprenden, reflexionan y obtienen conclusiones positivas que les hacen por ejemplo más flexibles, tolerantes e incluso fuertes. Otras, sin embargo, se hunden y no ven salida.

SILVIA BAUTISTA
Publicado en MadridSureste, Abril de 1.998

GUÍA PARA EL HOMBRE METAFÍSICO

PARA TU VIDA

1.- La esposa es tu otra mitad, tu compañera. Nada debe anteponerse al cariño y respeto que le debes. Ella debe estar primeo que tú en tus sentimientos, y en todo momento debes pensar que te comprometiste a protegerla para toda la vida.
2.- Dispuesto a vivir por ella y para ella.
3.- Ser tú el esposo de ella, no el hombre de todas.

PARA TU HOGAR

1.- AMOR: Hogar. Sostenerlo es tu deber. Un hogar  sin la presencia del compañero se muere de frío. Tú eres el representante de DIOS allí, donde ÉL te dio la patria potestad. Honra esa elección y cúmplela a cabalidad.
2.- DULZURA: Aunque tu trabajo sea pesado y regreses cansado al hogar, vuelve en busca de un regazo donde te espera el AMOR, y no descargues allí tu ira y tu amargura. Preserva ese lugar sagrado como el oasis para tu descanso.
3.- PUREZA: Es la VERDAD; si hay mentira, no hay PUREZA.

PARA TU VIDA

1.- PACIENCIA: Es la ciencia de la paz.
2.- ORDEN: Planear antes todo lo que hagas.
3.- VIRTUD: Tu actitud da la pauta en el hogar, tanto para la esposa como para los hijos. Trata de merecer el respeto que exiges.

PARA TUS HIJOS

1.- DEDICACIÓN: Desde que abran los ojos hasta que mueran te quitarán el aire que respiras. No es bondad que se los des, es tu deber. Les debes tu amor, tus cuidados, educación, comprensión, les debes todo. Recuerda que lo que se debe, se tiene que pagar.

Fuente: "Metafísica Para La Vida Diaria"

Maslow y la motivación (laguia2000.com)


El psicólogo humanista neoyorkino Abraham Maslow (1908-1970) expuso una teoría sobre las necesidades propias del hombre, organizadas jerárquicamente en forma de pirámide, que van estableciéndose en orden de abajo hacia arriba, de tal modo que satisfaciéndose las necesidades más básicas, el hombre se fija otras nuevas que debe saciar para sentirse realizado.

Las primeras necesidades son las fisiológicas, y una vez logradas, el hombre ambiciona sentirse seguro; obtenido esto va en búsqueda de afectos; más luego anhela el reconocimiento, propio y ajeno, para llegar por último a la autorrealización.

Aplicado esto a la educación, no puede pretenderse que un alumno sienta inclinación por el estudio, por su capacitación y desarrollo personal, si asiste a clases con hambre, con sueño, enfermo, con frío o con calor.

Pero tampoco esto es suficiente, el alumno debe sentirse seguro en la institución escolar, protegido, pues sino se concentrará solo en ese problema, por ejemplo, si las aulas están deterioradas, son riesgosas, si su silla está a punto de dejarlo caer, no podrá concentrarse en aprender.

Luego de resueltas estas necesidades podrá relacionarse con sus pares, crear vínculos, y si logra sentirse parte positiva del grupo, y recibe el estímulo suficiente de sus docentes, y confía en sí mismo, recién podremos decir que esta motivado para su tarea escolar.

Como conclusión: solo aquel que logró estar física y psíquicamente en plenitud, podrá lograr tener deseos de aprender. Los docentes deben estar atentos a todas las necesidades de sus alumnos en general, y de cada uno de ellos en particular, al evaluar por qué no se aprendió.

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