Friday, April 13, 2012

Hay alimentos que te ayudan a dormir mejor. ¡Sácales partido! (vidaysalud.com)


¿Te desvelas a menudo? Antes de lanzarte a tomar medicamentos para dormir, prueba a hacer algunos cambios en tu alimentación, que pueden darte buen resultado. Ciertos alimentos favorecen la liberación de sustancias (como la melatonina y la serotonina), que te ayudan a relajarte y a dormir. Pero también hay otros que tienen el efecto contrario, y que debes evitar para disfrutar de un sueño reparador. 
 
Cuando Carola pasó por un período de gran estrés en su trabajo, una de las primeras cosas en afectarse fue su sueño. Le costaba dormirse, y se despertaba con frecuencia durante la noche. Como nunca dormía el tiempo suficiente, se sentía cansada y tensa al levantarse, lo que le provocaba todavía más estrés… y más problemas cuando trataba de conciliar el sueño. El círculo vicioso terminó cuando una amiga le recomendó que probara “el remedio de su abuelita”: una taza de leche tibia antes de acostarse, endulzada con miel.

El remedio funcionó, y Carola pudo al fin descansar, y enfrentarse más relajada al trabajo del día siguiente. La leche, sin embargo, no es el único remedio tradicional para conciliar el sueño. Hay otros que también pueden dar buen resultado:
  • Los productos lácteos como el queso y el yogur, que participan en mayor o menor grado de la “magia” de la leche. Razón: tanto la leche como esos productos contienen triptofano, un aminoácido que tiene entre sus múltiples funciones favorecer la segregación de serotonina, que tiene un efecto tranquilizante y es además precursora de la melatonina, que regula el ciclo de la vigilia y el sueño.
  • Miel. También contiene triptofano. Si se agrega a la leche, aumenta su poder para dormir mejor.
  • Huevos. Son también una buena fuente de triptofano.
  • Bananos (plátanos). Son unos somníferos naturales. Además de producir melatonina y serotonina, son ricos en magnesio, un buen relajante muscular.
  • Carbohidratos. En general, los alimentos ricos en carbohidratos aumentan el nivel de triptofano en la sangre. Si tienes hambre antes de acostarte o durante la noche, los bocadillos ideales son los que contienen carbohidratos (cereal con leche, yogur y galletas, pan con queso). No debes comer alimentos pesados ni comer demasiado, si tienes el estómago demasiado lleno, no podrás dormir bien.
  • Nueces y almendras. Contienen una buena cantidad de triptofano y de magnesio.
  • Infusión o té de tilo o de manzanilla. Ambas tienen un efecto sedante en el organismo.
  • Semillas de linaza o de triptofano, ambas contienen ácidos grasos del tipo omega 3, que son excelentes para el organismo.
Pero así como hay alimentos que te pueden ayudan a dormir, hay otros que debes evitar para conciliar mejor el sueño. Entre ellos:
  • Alimentos altos en grasa. Deja a un lado las hamburguesas y las papas fritas, sobre todo en la comida de la noche. Los alimentos pesados activan la digestión, lo que da lugar a frecuentes visitas al baño durante la noche, interrumpiendo así el ciclo del sueño.
  • Cafeína. Suprime el café al menos cuatro horas antes de acostarte. La cafeína interrumpe el sueño. Y no olvides que el chocolate, el té y los refrescos de cola también tienen cafeína, así como algunos medicamentos, como ciertos analgésicos (medicinas para el dolor) , píldoras para perder peso, diuréticos y algunas medicinas para el resfriado o catarro.
  • Alcohol antes de acostarte. El alcohol ayuda a que te duermas con más rapidez, pero también hace que te despiertes a menudo, que tengas un sueño más inquieto y sufras de dolores de cabeza, sudoraciones y pesadillas. Trata de no beberlo al menos por cuatro horas antes de acostarte. Y si lo haces, equilibra cada bebida con un vaso de agua para diluir el alcohol en el estómago.
  • Comidas pesadas o muy condimentadas en la noche. Pueden producirte acidez. Y te hacen sentir incómoda(o), porque el sistema digestivo funciona con más lentitud mientras duermes.
  • Proteínas. Deja para el día los alimentos altos en proteína, ya que son más difíciles de digerir. Para un bocadillo nocturno, elige un vaso de leche o galletitas, que inducen al sueño.
  • El exceso de líquido. Es bueno que te mantengas bien hidratada durante el día, pero procura no tomar líquidos antes de acostarte. Tendrías que interrumpir el sueño para ir frecuentemente al baño durante la noche.
Si conoces los alimentos que debes consumir y los que debes evitar para dormir mejor, es muy posible que eso sea suficiente para combatir el desvelo con efectividad. Pero si aun así te es difícil conciliar el sueño o te despiertas a menudo durante la noche, consulta a tu médico. El o ella te podrá dar algunas otras recomendaciones y, si es necesario, te recetará un medicamento para ayudarte a dormir hasta que re-establezcas el ciclo nuevamente.

La Gallina Roja


Había una vez una gallina roja llamada Marcelina, que vivía en una granja rodeada de muchos animales. Era una granja muy grande, en medio del campo.

En el establo vivían las vacas y los caballos; los cerdos tenían su propia cochiquera. Había hasta un estanque con patos y un corral con muchas gallinas. Había en la granja también una familia de granjeros que cuidaba de todos los animales. Un día la gallinita roja, escarbando en la tierra de la granja, encontró un grano de trigo.

El valor del esfuerzo

Pensó que si lo sembraba crecería y después podría hacer pan para ella y todos sus amigos.

-¿Quién me ayudará a sembrar el trigo?, les preguntó.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, pues lo sembraré yo, dijo la gallinita.

Y así, Marcelina sembró sola su grano de trigo con mucho cuidado. Abrió un agujerito en la tierra y lo tapó. Pasó algún tiempo y al cabo el trigo creció y maduró, convirtiéndose en una bonita planta.

-¿Quién me ayudará a segar el trigo?, preguntó la gallinita roja.
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, si no me queréis ayudar, lo segaré yo, exclamó Marcelina.

Y la gallina, con mucho esfuerzo, segó ella sola el trigo. Tuvo que cortar con su piquito uno a uno todos los tallos. Cuando acabó, habló muy cansada a sus compañeros:

-¿Quién me ayudará a trillar el trigo?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo trillaré yo.

Estaba muy enfadada con los otros animales, así que se puso ella sola a trillarlo. Lo trituró con paciencia hasta que consiguió separar el grano de la paja. Cuando acabó, volvió a preguntar:

-¿Quién me ayudará a llevar el trigo al molino para convertirlo en harina?
- Yo no, dijo el pato.
- Yo no, dijo el gato.
- Yo no, dijo el perro.
- Muy bien, lo llevaré y lo amasaré yo, contestó Marcelina.

Y con la harina hizo una hermosa y jugosa barra de pan. Cuando la tuvo terminada, muy tranquilamente preguntó:

- Y ahora, ¿quién comerá la barra de pan? volvió a preguntar la gallinita roja.
-¡Yo, yo! dijo el pato.
-¡Yo, yo! dijo el gato.
-¡Yo, yo! dijo el perro.
-¡Pues NO os la comeréis ninguno de vosotros! contestó Marcelina. Me la comeré yo, con todos mis hijos.
Y así lo hizo. Llamó a sus pollitos y la compartió con ellos.

Autor: Byron Barton. Escritor e ilustrador de libros infantiles.

7 formas de aliviar el estrés (vidaysalud.com)


El estrés es la enfermedad moderna. Todo el mundo se queja de padecerlo y muchas otras enfermedades se deben a él. ¿Qué puedes hacer para aliviarlo y disfrutar más de la vida? En Vida y Salud te contamos sobre algunas estrategias para relajarte y dejar a un lado el estrés. 
 
Sales temprano de casa, y te encuentras con tanto tráfico, que terminas llegando tarde al trabajo o a una cita importante. A partir de ese retraso, todo el día se te complica y las cosas no salen como pensabas. ¿La reacción normal de estos tiempos? Estresarse, como si eso solucionara algo. Pero en realidad, el estrés no ayuda, por el contrario, te causa problemas de salud y te produce más estrés y preocupaciones. Es un círculo vicioso. Para romperlo, lo mejor es seguir técnicas de relajación para el cuerpo y la mente.
Si eres de las personas que vives agobiadas por el estrés, te servirá aprender cómo combatirlo.

1. ¡Ríete del estrés! No es broma. Una buena carcajada tiene efectos positivos para tu salud a corto y a largo plazo. Esos efectos son físicos. A corto plazo: aumenta tu frecuencia cardíaca y con esto el oxígeno en tu sangre, también se liberan más endorfinas, unas sustancias del cerebro, el resultado es una sensación de bienestar. Además, si te ríes, cualquier situación por difícil que parezca, se torna mucho más fácil de manejar.

2. Expresa tus sentimientos. ¡Deja salir tus emociones! Habla con tus amigos, llora, ríete, grita…el expresarte es sano y es una buena forma de dejar salir la tensión del estrés.

3. Aprende a decir ¡no! Si sientes que tienes que hacer demasiadas cosas, y pareces un(a) malabarista con todas las tareas que tienes que cumplir, simplemente di “no”. No te sientas culpable o que eres egoísta. El decir no, tiene sus beneficios pues puedes aprovechar el tiempo para hacer lo que te gusta, con tu familia y tus amigos cuando no estas ocupado en los compromisos con las cosas a las que ya dijiste, “sí”. El hacer más de lo que puedes, sin duda, te causará estrés.

4. Escribe. El poner en un papel una lista de las cosas que te causan estrés puede ser una herramienta útil, pues al visualizarlas, puedes ir resolviendo una por una. El escribir es siempre una terapia, porque te expresas y ayuda a aclarar tus pensamientos.

5. Haz ejercicio. El ejercitarte con regularidad es una de las mejores maneras de manejar el estrés. Cuando haces ejercicio tu cuerpo libera unas sustancias que te hacen sentir mejor emocionalmente. Además, liberas la tensión de los músculos. ¿Qué esperas? Te prometo que el ejercicio, entre otros beneficios, es un antídoto contra las preocupaciones y el estrés.

6. Prueba técnicas de relajación. El hacer yoga, meditar, el aprender técnicas para respirar mejor son estrategias que contribuyen a tranquilizarte y a alejar el estrés de tu vida. Además, te ayudan a concentrarte en el presente y a dejar a un lado las preocupaciones por cosas que aún no han sucedido. Los masajes también son una excelente manera de relajarte y sentirte como nuevo(a).

7. Haz algo que disfrutes, sólo por el placer de hacerlo. Dedica tiempo a tu “hobby”, ten más contacto con la naturaleza, haz algo creativo como pintar, escribir o algún trabajo manual. Si tienes mascotas, juega con ellas. El hacer trabajo de voluntario(a) también te ayuda a sentirte bien y a despejar tu mente ayudando a otros.

Encuentra tiempo para ti. Recuerda que no vale la pena anticipar las cosas que aún no han sucedido. El único momento real es el presente, así que disfrútalo y no sobrecargues a tu cuerpo y a tu mente con tantas preocupaciones. El estrés lo único que te causará, es más problemas.

¿Sabes qué es el síndrome del corazón roto? (vidaysalud.com)


El síndrome del corazón roto no es la frase que usamos cuando una persona sufre mal de amores. Se trata de una condición del corazón que puede afectar a muchos, incluso a quienes no han tenido o tienen problemas emocionales fuertes. Para que te mimes más y cuides a tu corazón, aquí te contamos de qué se trata el síndrome del corazón roto y cómo aliviarlo. 
 
Historias de corazones rotos hay por miles y llenan páginas completas de la literatura mundial. Pero a veces estos problemas se salen de los libros y se manifiestan en el cuerpo. No es por nada que los sentimientos se relacionen con el corazón y no con la cabeza.   Así, cuando alguien tiene problemas sentimentales, se dice que anda mal del corazón o que tiene el corazón roto, no solamente a causa de un desencanto amoroso, sino también por la muerte de un familiar muy querido, o por haber pasado un disgusto muy grande.

¿Cómo se trasladan estas emociones al corazón? Pues el denominado “síndrome del corazón roto” se refiere a una forma temporal de insuficiencia cardiaca aguda, causada por un debilitamiento repentino del músculo del corazón, producido en general por emociones fuertes.

Hay estudios que corroboran esta idea. Hubo uno publicado a mediados de 2011 en la revista especializada JAMA, según el cual el llamado síndrome del corazón roto, también conocido como “cardiomiopatía por estrés”, podría afectar a más personas de lo que se pensaba.

Hasta el momento, se sabía que por lo general le ocurría a mujeres postmenopáusicas, y que normalmente se desencadenaba por un evento profundamente estresante, como una separación sentimental, el abuso doméstico o la muerte inesperada de un ser querido.

Desde entonces, según dicho estudio, parece que este problema también puede desarrollarse en adultos más jóvenes, en hombres y hasta en personas que no pueden identificar ningún evento estresante que lo haya provocado.

El término cardiomiopatía se refiere a las enfermedades del músculo cardíaco, que aumentan el tamaño del corazón o lo hacen más grueso y rígido que lo normal.

Algunas personas viven sanas por mucho tiempo con una cardiomiopatía y otras ni se dan cuenta de que la tienen, pero en algunos casos, esta condición puede hacer que el corazón sea menos capaz de bombear sangre a todo el cuerpo.

Cuando el corazón no puede bombear la sangre a todo el cuerpo es posible que cause problemas serios, como insuficiencia cardiaca, ritmos cardíacos anormales (arritmias), acumulación de líquido en los pulmones o las piernas y una inflamación de la membrana interna del corazón que se llama endocarditis.

Cuando el corazón se agranda debido a emociones fuertes o problemas sentimentales, se dice que es una cardiomiopatía por estrés, que debe ser atendida de la misma manera que cualquier otro problema del corazón para evitar problemas mayores.

Si has tenido alguna pérdida o tienes un sufrimiento muy grande que no se va, puedes pedir ayuda psicológica para poder superar este momento tan doloroso. Asimismo, existen varias técnicas para combatir el estrés, es importante que procures disminuir el estrés ya que no sólo le hace daño al corazón sino también a otras partes del cuerpo.

Por último, recuerda que una dieta saludable y una rutina regular de ejercicios son los aliados perfectos para mantener un corazón sano y fuerte por más tiempo, para soportar hasta los momentos más difíciles. ¡Animo!

Thursday, April 12, 2012

Chicos Estresados (laguia2000.com)


Cada vez más los chicos son sobre exigidos con agendas repletas de actividades extra escolares, que no les dejan tiempo para jugar.

Como a los adultos, este estilo de vida que se observa en la clase media y media alta de sociedades urbanas, a los chicos les produce estrés.

Es una realidad que preocupa a maestros, pediatras y psicólogos cuando detectan en niños de siete a diez años trastornos similares a los de los adultos, como contracturas, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales recurrentes que son signos de estrés, pudiendo presentar además problemas neurolingüísticos asociados al proceso de comprensión.

Carl Honoré, autor del libro “Bajo presión”, señala que estamos viviendo la época del “niño dirigido”, demasiado cuidado y controlado, y amarrado a una maraña de cursos, talleres y actividades varias reguladas, que hacen que los chicos se enfermen más por permanecer mucho tiempo en lugares cerrados y poco tiempo al aire libre, por falta de movimiento, por tener que asistir a largas jornadas escolares, por no poder jugar en forma espontánea y sufrir mucha presión, con padres a su vez exigidos que tienen altas expectativas puestas en sus hijos. Pero este deseo de los padres de que sus hijos los superen, tiene un alto costo en los niños.

Los padres de clase media no pueden dejar grandes herencias a sus hijos como para asegurarles el futuro, por eso se preocupan en darles por lo menos la oportunidad de una buena educación, para que se puedan defender en la vida.

Algunos chicos no son aptos para colegios de doble escolaridad bilingües, ya sea porque les resulta difícil o porque son demasiado inquietos como para prestar atención tanto tiempo.

Cuando el nivel de exigencia es mayor del que pueden soportar, los chicos se enferman, desafían a sus padres, se rebelan, se portan mal en la escuela y terminan desbaratando los planes de sus padres creando serios conflictos.

Estamos viviendo una época que se caracteriza tanto por el nivel de exigencia como por los desbordes y la irresponsabilidad generalizada de niños y jóvenes; y la falta de comunicación los convierte en bombas en potencia si no tienen la oportunidad de hablar de sus problemas.

Ni en la casa ni en la escuela tienen un espacio para reflexionar, un canal para decir lo que les molesta, porque tanto padres como maestros sofocan los conflictos castigando a quienes los provocan pero no los enfrentan, cuando en realidad pueden ser constructivos y útiles para promover los cambios necesarios y favorecer el crecimiento.

Hoy en día los chicos como los adultos tienen que llevar agendas para anotar todas sus ocupaciones y obligaciones; y hasta los cumpleaños les producen estrés, un festejo que debería ser espontáneo pero que se ha convertido en un complejo ritual rígidamente estructurado que no deja lugar para ser distinto.

El mercado no puede dejar de lado la potencial fuente de recursos que representan los niños, por lo tanto crea la necesidad de hacer ciertas cosas que todos creen que deben hacer para pertenecer y ser aceptados.

Es necesario reflexionar sobre lo pernicioso de estas prácticas que nos llevan a hacer lo que quieren otros y no lo que deseamos nosotros, discriminando entre lo que es manipulación y lo que se ajusta realmente a nuestros deseos y principalmente a los deseos de nuestros hijos.

Carl Honoré se pregunta hasta qué punto es beneficioso que los chicos se formen de tal modo en lo funcional, en el cumplimiento de los objetivos y en la necesidad de destacarse del resto, sin tener la oportunidad de disfrutar de un tiempo improductivo que le permita ver más allá de lo convencional conocido y poder ser así más creativos.

Fuente: “Bajo presión”; Carl Honoré.
http://psicologia.laguia2000.com/psicologia-de-ninos/chicos-estresados
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