Monday, August 20, 2012

Tercer principio: las personas racionales piensan en términos marginales.


Muchas decisiones que se toman en la vida obligan a realizar pequeños ajustes adicionales en un plan de acción que ya existía. Los economistas los llaman cambios marginales. En muchas situaciones, los individuos toman las mejores decisiones posibles pensando en términos marginales.

Supongamos, por ejemplo, que un amigo nos pide consejo sobre el número de años que debe permanecer estudiando. Si comparamos el estilo de vida de una persona que tenga el doctorado con el de otra que no terminara los estudios primarios, podría quejarse de que esta comparación no le sirve de mucho para tomar su decisión. Lo más probable es que nuestro amigo ya posea algunos estudios y tenga que decidir si estudia uno o dos años más.
Para tomar esta decisión, necesita saber cuáles son los beneficios adicionales de un año más de estudios y los costes adicionales en que incurriría. Comparando estos beneficios y costes marginales, puede averiguar si merece o no la pena estudiar un año más. 

Por poner otro ejemplo que muestra que pensar en términos marginales ayuda a tomar decisiones, consideremos el caso de unas líneas aéreas que tienen que decidir cuánto deben cobrar a los pasajeros que vuelan sin reserva. Supongamos que fletar un avión de 200 plazas que vuele por todo el país le cuesta a la compañía $100.000. En este caso, el coste medio de cada plaza es de $100.000 dividido 200, es decir $500. Podríamos sentirnos tentados de extraer la conclusión de que las líneas aéreas nunca deben vender un billete por menos de $500. 

Sin embargo, las líneas aéreas pueden obtener más beneficios pensando en términos marginales. Supongamos que un avión está a punto de despegar con diez asientos vacíos. 

Hay un pasajero que vuela sin reserva y que está esperando en la puerta de embarque dispuesto a pagar $300 por un asiento. ¿Deben vendérselo las líneas aéreas? Por supuesto que deben. Si el avión tiene asientos vacíos, el coste de llevar un pasajero más es minúsculo. Aunque el coste medio de llevar un pasajero sea de $500, el coste marginal no es más que el coste de la comida que consuma el pasajero adicional. En la medida en que el pasajero que vuela sin reserva pague una cantidad superior al coste marginal, es rentable venderle un billete.

Como muestran estos ejemplos, los individuos y las empresas pueden tomar mejores decisiones pensando en términos marginales. Una persona toma una decisión racional si y sólo si el beneficio marginal es superior al coste marginal. 

La Mentira (laguia2000.com)


La Mentira es faltar a la verdad a sabiendas. Es una afirmación falsa que crea una idea o una imagen también falsa.

Pero la mentira “tiene patas cortas”, es decir, que no llega muy lejos; porque los mentirosos tienen que tener ante todo muy buena memoria, si no quieren ser descubiertos.

El que miente necesita falsear la verdad para dar una imagen diferente de la que realmente tiene. No está conforme consigo mismo y en lugar de mejorarse auténticamente se oculta tras una máscara o disfraz inconsistente.

Una mentira es el comienzo de una cadena de mentiras infinitas que hace que el mentiroso produzca en los demás una imagen de personalidad caótica.

La personalidad paranoide es fabuladora porque se siente perseguida y criticada y necesita continuamente reivindicarse.

El miedo a perder la imagen falsa crea mucha tensión y angustia y se pierde mucha energía mintiendo.

La mentira tiene la función de fabricar personas y mundos falsos que hasta el que los inventa se los cree.

Una vez que se ha instalado el hábito de mentir es muy difícil salir de él; porque la confianza de los otros se pierde diciendo una sola mentira y para recuperarla pueden pasar muchos años.

Además, el que miente se está mintiendo a si mismo convirtiéndose en alguien irreal que no existe.

Hay muchas formas de mentir. Están las mentiras piadosas que son para no herir susceptibilidades, aunque siempre es mejor pecar por omisión antes de caer en una mentira.

También hay mentiras colectivas, como las noticias de los diarios, las revistas, la radio o la televisión que la mayoría de las veces responden a intereses espurios.

Hay mentiras familiares, que son las que sostienen a algunas familias, que aunque mientan todos por lo general igualmente se desmoronan.

Leemos mentiras históricas en muchos libros porque lamentablemente nadie puede ser objetivo contando un hecho del pasado con absoluta fidelidad, porque no puede evitar agregarle datos de su propia experiencia o ideología.

Y por supuesto hay muchas mentiras políticas que todos hemos podido comprobar después de las elecciones.

En realidad, vivimos en una sociedad mentirosa donde todos nos manejamos con tacto, que en última instancia significa mentir.

Siempre se puede cambiar este modo de ser, comenzando por emprender la maravillosa aventura de ser sincero y aprender a valorarse.

El mentiroso cree muy en el fondo que es despreciable y desde esa baja autoestima surgen las mentiras; que en definitiva son inútiles porque la verdad siempre se filtra por algún lado.

El que miente es como un barco que hace agua hasta que se hunde irremediablemente en lo más profundo, a veces perdiendo lo que más quiere.

El que quiere cambiar puede hacerlo sea quien sea, lo importante es querer hacerlo, porque querer cambiar es ya haber cambiado.

Porque somos los dueños de nosotros mismos y estamos condenados a elegir todo en esta vida y es probable que también en la muerte, en que como algunos suponen, tendremos que elegir el destino del alma.

Calidad de Vida


Calidad de vida es un concepto utilizado para evaluar el bienestar social general de individuos y sociedades por si, es decir, informalmente la calidad de vida es el grado en que los individuos o sociedades tienen altos valores en los índices de bienestar social.

El término se utiliza en una generalidad de contextos, tales como sociología, ciencia política, estudios médicos, estudios del desarrollo, etc. No debe ser confundido con el concepto de estándar o nivel de vida, que se basa primariamente en ingresos. Indicadores de calidad de vida incluyen no solo elementos de riqueza y empleo sino también de ambiente físico y arquitectónico, salud física y mental, educación, recreación y pertenencia o cohesión social



Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Calidad_de_vida

Proverbios 15

Proverbios 15
1 La blanda respuesta quita la ira;
Mas la palabra áspera hace subir el furor.
2 La lengua de los sabios adornará la sabiduría;
Mas la boca de los necios hablará sandeces.
3 Los ojos de Jehová están en todo lugar,
Mirando a los malos y a los buenos.
4 La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
5 El necio menosprecia el consejo de su padre;
Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.
6 En la casa del justo hay gran provisión;
Pero turbación en las ganancias del impío.
7 La boca de los sabios esparce sabiduría;
No así el corazón de los necios.
8 El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová;
Mas la oración de los rectos es su gozo.
9 Abominación es a Jehová el camino del impío;
Mas él ama al que sigue justicia.
10 La reconvención es molesta al que deja el camino;
Y el que aborrece la corrección morirá.
11 El Seol y el Abadón están delante de Jehová;
!!Cuánto más los corazones de los hombres!
12 El escarnecedor no ama al que le reprende,
Ni se junta con los sabios.
13 El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.
14 El corazón entendido busca la sabiduría;
Mas la boca de los necios se alimenta de necedades.
15 Todos los días del afligido son difíciles;
Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.
16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová,
Que el gran tesoro donde hay turbación.
17 Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,
Que de buey engordado donde hay odio.
18 El hombre iracundo promueve contiendas;
Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.
19 El camino del perezoso es como seto de espinos;
Mas la vereda de los rectos, como una calzada.
20 El hijo sabio alegra al padre;
Mas el hombre necio menosprecia a su madre.
21 La necedad es alegría al falto de entendimiento;
Mas el hombre entendido endereza sus pasos.
22 Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo;
Mas en la multitud de consejeros se afirman.
23 El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
Y la palabra a su tiempo, !!cuán buena es!
24 El camino de la vida es hacia arriba al entendido,
Para apartarse del Seol abajo.
25 Jehová asolará la casa de los soberbios;
Pero afirmará la heredad de la viuda.
26 Abominación son a Jehová los pensamientos del malo;
Mas las expresiones de los limpios son limpias.
27 Alborota su casa el codicioso;
Mas el que aborrece el soborno vivirá.
28 El corazón del justo piensa para responder;
Mas la boca de los impíos derrama malas cosas.
29 Jehová está lejos de los impíos;
Pero él oye la oración de los justos.
30 La luz de los ojos alegra el corazón,
Y la buena nueva conforta los huesos.
31 El oído que escucha las amonestaciones de la vida,
Entre los sabios morará.
32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;
Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.
33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría;
Y a la honra precede la humildad.


Comentario al Proverbio  15-
Tomado de "Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia."
Libros poéticos -Proverbios Tomo-2. Editorial CLIE.

Versículo 1

El mejor medio de mantener la paz es el uso de palabras suaves. Si el furor se levanta como una tormenta amenazante, la respuesta blanda dispersa las nubes y hace salir el sol. Las razones que no van en compañía de la mansedumbre no llegan a convencer (comp. 1a P. 3:15). No hay nada que tanto atice el fuego de la discordia como las palabras ásperas, hirientes, en las que abunda el insulto y la recriminación.

Versículo 2

La lengua de los sabios adorna el conocimiento (lit.). Así se usa este verbo en 2a R. 9:30 (<...adornó su cabeza»). El sentido es que el sabio conoce el modo de expresar sus ideas en bellas frases, que deleitan y edifican a otros (comp. con Tito 2:10). En cambio, la boca de los necios derrama necedad. Un corazón necio y malvado hace que la boca rebose necedad y suciedad.

Versículo 3

Los ojos de Yahweh están en todo lugar; no sólo lo ve todo desde lo alto (Sal. 33:13), sino que está presente en todas partes; por lo que no se le oculta nada: pecados secretos, servicios que nadie ve, penas que a nadie se comunican, todo está abierto a su vista. Esto sirve de gran consuelo a los buenos y de tenor a los malos.

Versículo 4

La lengua apacible es árbol de vida. La diferencia entre esta frase y la del versículo 1 es que allí se trataba de apaciguar la ira, mientras que aquí se trata de dar instrucción sana, curativa, y edificante. Una vez más se menciona el árbol de vida, cuyas hojas sirven para la sanidad de las naciones (Ap. 22; 2). En efecto, una buena lengua puede curar las almas enfermas convenciéndolas de pecado y presentándoles la salvación que hay en Cristo, y puede también reconciliar a quienes han estado enemistados. En cambio, la lengua malvada, en lugar de sanar, hiere, hace daño a los demás y a su propio dueño.

Versículo 5

Los superiores (Padres, tutores, maestros, etc.) han de dar instrucción y reprensión a los que están a su cargo. No sólo los han de educar con la luz del conocimiento, sino también con el calor del celo; ambas cosas se han de hacer con afecto, a la vez que con autoridad. Es cierto que la corrección, aun viniendo de Dios (v. He. 12:11), causa tristeza; pero mejor es el dolor que causa el cirujano que la muerte que ocasiona un tumor maligno. Y toda persona prudente presta atención a cualquier corrección o consejo que sirva para mejorar su carácter y sus actos.

Versículo 6

Donde hay honestidad, puede esperarse que haya prosperidad. Y, si no llegan a conseguirse muchos de los bienes de este mundo, hay siempre un gran tesoro en la gracia de Dios. Además, los que poseen poco, pero tienen el corazón dispuesto a contentarse con poco, pueden disfrutar de la necesaria comodidad en esta vida. En cambio, donde hay maldad, aunque llegue a abundar la riqueza, no puede haber bendición de Dios y es frecuente que haya maldición de parte de quienes son víctimas de la opresión del malvado.

Versículo 7

Bien se usan los conocimientos cuando se comunican, no cuando se reservan para uno mismo o para unos pocos íntimos. Hemos de esforzamos en propagar los buenos conocimientos, enseñando a los más posible, a fin de que éstos los comuniquen, a su vez, a otros (v. 2 Ti. 2:2).

Versículo 8

También muchos malvados ofrecían, y ofrecen, sacrificios a Dios, pero estos sacrificios, por muy costosos y numerosos que fuesen, no eran aceptados por Dios, porque no se ofrecían con las debidas disposiciones de fe y sinceridad de corazón. En cambio, la oración de los rectos es la delicia de Dios. No estará de más advertir que el proverbio no trata de contraponer la oración al sacrificio, siendo el sacrificio la expresión externa de la oración interior, por lo que han de estar juntos. La antítesis está en la disposición de justos y malvados.

Versículo 9

Este proverbio es como una secuencia del anterior y, al mismo tiempo, como el criterio supremo que define la religión de una persona. El carácter piadoso de una persona no se mide por la cantidad de actos religiosos que lleva a cabo, sino por el camino que ha escogido, es decir, por la pauta que ha marcado a su conducta. No hay acto religioso, por elevado o costoso que sea, que pueda compensar por la desobediencia a la voluntad de Dios (comp. Mt. 7:21 y SS.).

Versículo 10

Esto muestra que los que no soportan ser corregidos han de esperar ser destruidos. De todos los pecadores, los que dejan el camino, esto es, los apóstatas, son los que peor reciben la corrección.

Versículo 11

Este proverbio corrobora lo dicho en el v. 3 acerca de la omnipresencia de Dios, en orden a sus juicios sobre el mal y el bien. En particular, el proverbio quiere poner de relieve que aun las regiones que para el hombre son un profundo misterio (el Seol y el Abadón), para Dios son enteramente conocidas. El hebreo Abaddón significa ‘destrucción’ y es uno de los nombres que, en Ap. 9:11, se le dan al diablo. Este destructor, aunque tiene poder para engañar a los hombres, no puede evadirse del conocimiento que Dios tiene de él. Dios conoce todas sus mafias y todos sus disfraces (Job. 26:6). Y si Dios puede atravesar las profundidades de Satanás, mucho mejor puede escudriñar el corazón humano. Dios es mayor que nuestro corazón (1a Jn. 3:20), lo cual es un aviso para no ser remisos, pero también un consuelo para no ser demasiado escrupulosos.

Versículo 12

El escarnecedor hace burla de Dios y de la religión y, además, odia a los que tratan de convencerle y corregirle. No quiere volver en sí y reflexionar sobre lo que le conviene, pues no puede soportar el que su conciencia le acuse. Triste en verdad es el caso del hombre que no está dispuesto a razonar consigo mismo ni, mucho menos, con Dios (v. Is. 1:18).

Versículo 13

El corazón alegre (con santa, sana y sabia alegría) contribuye a la salud de la persona (comp. 14:30; 17:22), pues se siente dichosa (v. 15), y eso se refleja en el rostro, el cual, aun cuando no sea naturalmente bello, aparece radiante y agradable a los que lo contemplan. Un ánimo sanamente gozoso, bajo el gobierno de la prudencia y de la gracia, es un gran ornamento de la religión, pues añade lustre a la hermosura de la santidad y capacita al hombre para mejor hacer el bien. En cambio, la melancolía insana es un gran enemigo del hombre; «la tristeza del mundo produce muerte» (2aCo. 7:10).

Versículo 14

El sabio no se satisface con lo que ya sabe, sino que busca aumentar su sabiduría, mientras que el necio se satisface con sus necedades y no intenta buscarles remedio.

Versículo 15

Hay personas de ánimo depresivo, con lo que todos sus días resultan difíciles, es decir, malos. No hay que censurar a tales personas ni menospreciarlas, sino compadecerlas, consolarlas y orar por ellas. El humor de una persona depende, en gran medida, de su temperamento, y es difícil de remediar. Otras, en cambio, están bien dispuestas a ver el lado rosa de la vida, por lo que tienen un banquete continuo, aceite para las ruedas de su obediencia a Dios.

Versículos 16-17

El gozo cristiano produce contentamiento y hace agradable y fácil la vida. Santidad y amor le bastan al hombre, aunque posea pocas cosas del mundo.

Los que tienen grandes tesoros, tienen grandes temores y corren grandes peligros, especialmente cuando no tienen en cuenta a Dios ni a los pobres. Cuando los hermanos habitan juntos en armonía (Sal. 133:1), sienta mejor una sobria comida de legumbres o verduras que el más opíparo banquete. En cambio, donde reina el odio, la enemistad y la desconfianza, ni un buey engordado servirá para alegrar la vida.

Versículo 18

El enojo enciende un fuego que consume ciudades e iglesias, pues el hombre iracundo suscita contiendas y hace que otros se peleen entre sí también. En cambio, el que es tardo en airarse, no sólo impide la contienda, sino que, cuando se ha encendido, contribuye grandemente a apagar el incendio, uniendo a los que se habían enemistado y trayéndolos a concordia mediante mutuas concesiones.

Versículo 19

El perezoso inventa toda clase de excusas para librarse del trabajo; intenta convencer a los demás de que su camino está bordeado de espinos, por lo que podría rasgarse el vestido; de ahí su repugnancia a emprender cualquier tarea. En cambio, el que se esfuerza por cumplir honestamente con su deber, lo halla fácil por la gracia de Dios y, lo que para el otro es camino de espinas, para él es una gran avenida bordeada de rosales.

Versículo 20

Los hijos buenos son el gozo de sus padres, quienes bien pueden gozarse en ellos, después de los cuidados y fatigas que les han costado. Y un motivo más de satisfacción para los hijos es saber que han servido de consuelo y ayuda a sus padres cuando éstos han llegado a la ancianidad. En cambio, los malos hijos menosprecian a sus padres, no reconocen su autoridad y les pagan con malos tratos los beneficios que de ellos recibieron.

Versículo 21

El malvado peca, no sólo sin pesar, sino aun con placer. Careciendo de buena norma, carece también de sinceridad y dirección sabia, pero el hombre entendido, el que tiene los ojos y el corazón iluminados por el Espíritu Santo (Ef. 1:18), vive una vida bien ordenada y trata en todo de conformar su voluntad a la de Dios (Ro. 12:1, 2).

Versículo 22

Este proverbio viene a ser una repetición de 11:14, por lo que no necesita especial comentario.

Versículo 23

Bien suele hablar el que habla a tiempo; es decir, cuando sus palabras pueden hacer bien y se presenta la oportunidad de decir algo útil, edificante. Muchas buenas palabras han sido, a veces, inútiles y hasta contraproducentes por haber sido pronunciadas de mala manera o a destiempo.

Versículo 24

EL camino de la sabiduría y de la santidad es un camino de vida y, por camino hacia arriba (en último término, hacia el Cielo); es el del Seol abajo, de la muerte (en último término, del infierno

Versículo 25

Los soberbios, es decir, los arrogantes que se valen de su posición de autoridad para oprimir a los pobres, serán destruidos ellos y sus casas, en justo castigo por las expoliaciones que cometieron. En cambio, Dios es el gran protector de los oprimidos y despojados. Se menciona la viuda como tipo de una persona sin protección, expuesta a la voracidad de los opresores.

Versículo 26

Los pensamientos de los malvados son malvados y, por ello, no pueden menos de ser abominación a Yahweh, quien los ve y juzga conforme a toda su perversidad; en cambio, las expresiones (lo que del corazón sale por la boca) de los limpios son agradables (versión más probable). Advierte Cohen que el vocablo hebreo para ‘limpios’ (o ‘puros’) parece ser usado aquí en su sentido técnico conforme se aplica a ‘los animales limpios’ que son aceptables para el sacrificio.

Versículo 27

El codicioso (comp. 1:19) alborota (es decir, pone en desorden) su casa (ya visto en 11:29), por lo que el dinero que gana, por mucho que sea, sirve de poco provecho.

El contexto sugiere, en realidad, que gran parte de esa ganancia se debe al soborno, por lo que no es de extrañar que su casa sufra ‘alboroto’, es decir, contiendas y reclamaciones de los que se creen perjudicados por la conducta deshonesta del codicioso. En cambio, el que aborrece el soborno, vivirá libre de preocupaciones.

Versículo 28

El justo, como prudente que es, medita (lit.), es decir, reflexiona antes de hablar, de forma que las palabras que profiere son beneficiosas y edificantes. En cambio, el malvado, presto a echar por su boca la maldad que rebosa su corazón, no se para a reflexionar, pues tiene de sí mismo tan alta opinión que no piensa necesitar de mesura ni ponderación.

Versículo 29

Dios se distancia de los que le desafían, aunque le invoquen con los labios; en cambio está cercano y escucha a los que oran de veras (comp. Sal. 145:18).

Versículo 30

Por el contexto se deduce, como advierten Ryrie y Cohen, que la luz de los ojos significa el brillo que resplandece en los ojos cuando se recibe una buena noticia. Dice que esa buena nueva conforta los huesos porque penetra muy hondo. Para una persona buena, no hay mejor buena nueva que oír cosas buenas de otros (v. 3a Jn. versículo 4).

Versículo 31

El oído que escucha bien la buena admonición ama al que amonesta. Las amonestaciones de los buenos amigos son llamadas aquí reprensiones (lit.) de vida, porque son medios para sustentar la vida espiritual y, en el sentido directo del proverbio, para prolongar la vida natural. Al que tal escucha, se le asegura un lugar entre los sabios, porque quienes saben escuchar y obedecer, también sabrán enseñar y dirigir bien.

Versículo 32

El que rehúsa la corrección (lit.), menosprecia su alma; es decir (probablemente), lo hace con peligro de su vida, ya que sus malos caminos, no rectificados, pueden conducirle a situaciones peligrosas y aun fatales. El error fundamental de los pecadores es que tienen en poco su propia alma; por eso, la dañan por complacer al cuerpo. En cambio, el que escucha la corrección adquiere (lit.) entendimiento y, de este modo, se aparta de los malos caminos y anda por buenas sendas, las que llevan a la vida eterna y aun favorecen aquí a la salud corporal.

Versículo 33

El temor reverencial de Yahweh es instrucción (lit, hebr. musar) de sabiduría; es decir, en sabiduría o para sabiduría (comp. 1:7; 9:10). La 2a. parte del versículo, además de asegurar la verdad corriente en la Biblia de que «el que se humilla será ensalzado», parece indicar que el que es humilde para ser instruido y corregido, puesto que es temeroso, alcanzará el honor que la sabiduría lleva consigo.

Los 50 libros que hay que leer antes de los 18


Esta lista más bien, debería ser los libros que tienes que leer para adorar la lectura. Ya lo comenté en otros posts, las primeras experiencias en algo te marcan, si no lees libros que te atrapen, que sean de lectura relajada y amena al principio de tu inmersión en este fantástico mundo, puedes abandonarlo, puedes decirte a ti mismo que no te gusta leer. En ese caso te perderás los inmensos placeres futuros que un "100 años de soledad" o "El Quijote" o "Macbeth" te podrían proporcionar.

Cuando me dispuse a crear la lista, vi que muchos se repetían de la de la lista anterior . La cual imagino que conocen ya. Obvio que antes de los 18, Juan Salvador Gaviota, Moby Dick, Quo Vadis, Robinson Crusoe, Papillon, El caballero de la armadura oxidada, El principito..etc son novelas que se gozaría leyéndolas, pero para no mezclar listas, voy a poner 50 libros que no he citado anteriormente, para que así su abánico de posibilidades se expanda más y más. ¡Son tantos los libros por leer!

Si quieren que cite los que considero que se tendría que leer antes de los 18 del post anterior, pongan un comentario y con mucho gusto los identifico desde mi humilde punto de vista.

Estos libros son fáciles de leer, te atraparán mientras los leas y los recordarás siempre.

Recuerden que pueden ampliar la información sobre alguno de estos libros en el buscador personalizado de la izquierda de esta página.

Disfruten la lista.

1 Diez Negritos Agatha Christie
2 Los tres mosqueteros Alejandro Dumas
3 Raíces Alex Halley
4 El diario Ana Frank
5 Drácula Bram Stroker
6 El tesoro de Sierra Madre Bruno Traven
7 Oliver Twist Charles Dickens
8 David Copperfield Charles Dickens
9 Papeles postumos del Club pickwick Charles Dickens
10 Grandes Esperanzas Charles Dickens
11 Cuento de Navidad Charles Dickens
12 Almacén de Antigüedades Charles Dickens
13 Cuentos Charles Perrault
14 Narraciones Extraordinarias Edgar Allan Poe
15 El corsario negro Emilio Salgari
16 El viejo y el Mar Ernest Hemingway
17 El ultimo mohicano Fenimore Cooper
18 Las cenizas de Angela Frank McCourt
19 El amor en tiempos del cólera Gabriel Garcia Marquez
20 Rebelión en la Granja George Orwell
21 La maquina del tiempo H. G. Wells
22 La guerra de los mundos H.G. Wells
23 Cuentos Hans Cristian Andersen
24 Cuentos Hermanos Grimm
25 El Hobbit J.R.R Tolkien
26 Colmillo Blanco Jack London
27 La llamada de la selva Jack London
28 Los viajes de Gulliver Jonathan Swift
29 Platero y yo Juan Ramon Jimenez
30 Un capitán de quince años Julio Verne
31 20,000 leguas de viaje submarino Julio Verne
32 Los hijos del Capitán Grant Julio Verne
33 Viaje al centro de la Tierra Julio Verne
34 De la Tierra a la Luna Julio Verne
35 El país de las pieles Julio Verne
36 Príncipe y Mendigo Mark Twain
37 Las aventuras de Tom Sawyer Mark Twain
38 Un yanqui en la corte del Rey Arturo Mark Twain
39 Frankestein Mary Shelley
40 La historia interminable Michael Ende
41 Momo Michael Ende
42 El príncipe destronado Miguel Delibes
43 El medico Noah Gordon
44 El fantasma de los Canterville Oscar Wilde
45 El perfume Patrick Suskind
46 Fábulas Samaniego
47 El mundo perdido Sir Arthur Conan Doyle
48 El sabueso de los Baskerville Sir Arthur Conan Doyle
49 El rojo emblema del valor Stephen Crane
50 Misery Stephen King

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