Tuesday, July 31, 2012

7 Obras de Misericordia Corporales


visitar a los enfermos 1. Visitar a los enfermos.Nuestros hospitales estan llenos de enfermos olvidados por sus familiares, o bien, personas que por la lejanía con el centro hospitalario, no reciben visita alguna. Es bueno dar dinero para los necesitados, pero que bueno es darnos nosotros mismos. Compartamos de nuestro tiempo con ellos y llevémosles una palabra de aliento, un rato de compañía a esos cristos en su monte de los olivos.
Dar de comer al hambriento  2. Dar de comer al hambriento.

Jesús nos ordena compartir con el necesitado cunado nos dice, "El que tenga dos capas déle una al que no tiene, y el que tenga alimento, comparta con el que no"(San Lucas, 3-11). Al compartir nuestro alimento, no solo les llenamos el estómago a nuestros hermanos necesitados, sino que les mostramos el amor de Dios que no los deja desfallecer.
Dar de beber al sediento 3. Dar de beber al sediento.Con cuantas ganas nos bebemos un vaso de agua fresca luego de recorrer un largo trecho para calmar nuestra sed. ¿Cuántas veces pensamos en nuestros hermanos que no tienen un lugar donde beberlo?. Pensemos en aquellos que se enferman porque deben calmar su sed con agua contaminada, aquellos que mueren de sed porque otros la desperdician, incluso Jesús, en su trance de muerte, sintió sed y lo exclamó con tanta vehemencia, que un soldado romano le acercó una esponja con hiel y vinagre para que la calmara. ¿Sómos nosotros peores que ese soldado romano como para negar agua al sediento?.
Dar posada al peregrino 4. Dar posada al peregrino.Existen muchos inmigrantes que esperan nuestra ayuda para poder vivir dignamente junto a su familia, ayuda que debe hacerse presente en toda forma y a todo momento. Recordemos que esos hermanos desposeídos son Sagrarios del Espíritu Santo que merecen al menos una Tienda de Encuentro con el amor Divino.
Vestiraldesnudo.jpg (78260 bytes) 5. Vestir al desnudo.A menudo nos encontramos con hermanos que estan vestidos con harapos o bien se encuentran desnudos, viéndose disminuída su dignidad de hijos de Dios. Ayudémosles a recobrarla brindándoles una vestidura limpia y respetable, que les permita reencontrar al Señor en la bondad de los demás.
Visitar a los encarcelados 6. Visitar a los encarcelados.Cada mañana nos levantamos y corremos a los centros de estudio o trabajo, y posiblemente pasemos frente a un centro de reclusión en el que muchos de nuestros hermanos sufren la soledad y la indiferencia. Nuestra Santa Madre Iglesia nos llama a llevarles, no solo cosas materiales, sino el cariño de toda la comunidad a cada uno de ellos, para que se sientan parte del rebaño del Único Pastor.
Enterrar a los muertos 7. Enterrar a los muertos.Sepultarlos no significa olvidarlos, por el contrario, esta obra de misericordia coporal nos lleva a la obra de misericordia espiritual que nos invita a rezar por los vivos y los muertos. Al enterrarlos no debemos olvidar que es nuestro deber mantener sus sepulturas en buen estado, pues en ellas se contienen los restos mortales de aquellos que fueron Templo del Espíritu Santo.

Conoce el ‘reloj biológico’ chino para ver cómo funciona tu cuerpo en el día (emol.com)

El organismo se desintoxica, repara y nutre durante las 24 horas; cada órgano actúa en el momento adecuado.


Acostarse temprano no es sólo un buen consejo. Es una invitación a elevar la calidad de vida. Es que el cuerpo humano es una máquina inteligente, perfecta, pero requiere de ciertos cuidados para evitar daños o enfermedades.

En ese sentido, la medicina tradicional china (MTCH) nos lleva siglos de ventaja en cómo practicar el autocuidado y prevención de males. Según estos milenarios conocimientos, que surgieron a través de la observación minuciosa de la naturaleza y el universo, en el cuerpo humano también existe un horario para cada acción, que llamaron “reloj biológico”.

En esta disposición de tiempos, el que define cada actividad es la circulación de la energía Qi, la cual pasa a través de 12 meridianos energéticos durante las 24 horas del día, deteniéndose por dos horas por cada órgano y meridianos, según cuenta Luis Pedreros, director y fundador de la Escuela Latinoamericana de MTCH, con sedes en Chile, Argentina y Portugal (www.medicinachina.cl).

Esta energía Qi, dice, está compuesta por yin y yang, donde la primera es una energía fría, y la segunda, caliente que se van alternando. Son complementarias e interdependientes.

“Desde las 12 de la noche hay un cambio ascendente con energía yang, donde el pick es a las 6 de la mañana, luego, desde el mediodía en adelante, aparece la energía yin suave que toma el control. A las 6 de la tarde se produce el decaimiento.

Por eso es que durante la noche las actividades son más relajadas. Eso es lo ideal, pero no necesariamente ocurre”, afirma el experto, con más de 30 años de experiencia.

Los meridianos que menciona serían como canales donde fluye la energía Qi para llegar a los órganos, que también será yin y yang para desintoxicar y nutrir, indistintamente.

Sin embargo, Luis Pedreros, con estudios en Australia y China, indica que las emociones y pensamientos también intervienen en el funcionamiento de los órganos internos y la estructura física.

“El ser humano está influenciado por sus emociones y por su propia percepción de la afectado será el hígado que comanda las emociones. Si tiene sus necesidades básicas cubiertas sus dolencias se manifestarán con fallas en el sistema nervioso”, asegura.

Cada órgano, su hora
Según la MTCH el organismo es capaz de desintoxicarse, nutrir y reparar sus órganos, equilibrar las emociones y para ello tiene horarios específicos. La utilidad práctica de saber las horas de cada órgano, permitiría prevenir y controlar mejor el organismo, de acuerdo, a lo que señala la experiencia oriental. Para conocer el reloj biológico, lo detallamos a continuación:

01.00 a 03.00 horas: Meridiano del hígado. La hora de mayor importancia para el descanso de la mente y el metabolismo, en este horario la energía del hígado limpia las emociones la mente y la sangre.
03.00 a 5.00 horas: Meridiano de pulmones. Dormir profundo. También recomendado para ejecutar ejercicios especiales de respiración acompañados de meditación, para y mejorar la oxigenación del organismo y partir el día con la mente limpia y fresca. El pulmón en medicina china es responsable de distribuir la energía vital más sutil.
05.00 a 07.00 horas: Meridiano del intestino grueso. Momento para levantarse, beber una taza de agua caliente y cumplir con necesidades naturales. Ejecutar masajes al abdomen para aquellas personas que sufran de estreñimiento y malestar del colon.
• 07.00 a 09.00 horas: Absorción de nutrientes en el estómago. Ideal para tomar el desayuno y nutrir el organismo con buen alimento.
09.00 a 11.00 horas: El meridiano del bazo y páncreas está activo, los alimentos son convertidos en sangre y energía para nutrir a los músculos. Las mejores horas para trabajar.
11.00 a 13.00 horas: Hora para el almuerzo. Meridiano del corazón, según la MTCH el corazón también nutre la mente y el espíritu, este es también un horario para revitalizar el espíritu, conversar y compartir.
13.00 a 15.00 horas: El intestino delgado trabaja separando y distribuyendo los nutrientes digeridos. Caminar algunos pasos con masajes en el abdomen.
• 15.00 a 17:00 horas: Los meridianos de la vejiga trabajan. Estas son horas ideales para el trabajo o el estudio. Se aconseja beber té para ayudar a la expulsión de toxinas del cuerpo.
17.00 a 19:00 horas: Meridiano de los riñones. Tiempo para las terapias, meditación e introspección, hablar temas que tengan que ver con principios filosóficos y éticos, estudiar materias del espíritu, escuchar música.
19.00 a 21.00 horas: Meridiano del Pericardio en la Medicina China; este meridiano impulsa la actividad amorosa y la sexualidad, también protege al corazón dándole inspiración, es una buena hora para actividades de grupo que reconforten las emociones compartidas con otros y el espíritu colectivo.
21.00 a 23.00 horas: Meridiano Triple Calentador comprende los 3 sistemas principales, oxigenación, circulación, digestión y asimilación energética. La fuerte energía yin empieza a disminuir y la energía yang a aumentar. Dormir es la mejor manera de acumular energía yang. Se eliminan químicos innecesarios y tóxicos mediante el sistema linfático del organismo. Se recomienda estado de quietud.
23:00 a 01.00 horas: Meridiano de la vesícula biliar. Dormir y relajarse. 

Dime qué comes y te diré… si eres malhumorado (blogdefarmacia.com)


Comer una dieta rica en ácidos grasos trans, un ingrediente que se encuentra en los alimentos fritos, productos horneados y otros platos preparados y snacks, podría estar asociado con un comportamiento negativo, y hasta agresivo.
 
En la realización del estudio, investigadores de la Universidad de California analizaron la dieta y el comportamiento de 945 hombres y mujeres. También consideraron otros factores que pueden contribuir, como el historial de agresividad, así como el consumo de alcohol y tabaco.
 
El estudio halló que las personas que consumían más grasas trans eran más propensas a mostrar comportamientos negativos, tales como impaciencia, irritabilidad y agresión.

Sin embargo, mientras que el estudio descubrió una asociación entre la dieta de ácidos grasos trans y el comportamiento negativo, no se pudo probar una relación causa-efecto.
Si la asociación entre las grasas trans y el comportamiento agresivo resulta ser causal, esto añade más razón a las recomendaciones para evitar el consumo de las mismas, o incluirlas en los alimentos ofrecidos en las instituciones como las escuelas y las prisiones, ya que los efectos perjudiciales de las grasas trans pueden extenderse más allá la persona que los consume y afectar a los demás.

Los ácidos grasos trans son los principales productos de la hidrogenación, un proceso químico que hace que aceites (insaturados) se solidifiquen a temperatura ambiente, de acuerdo a la información de respaldo del estudio. Investigaciones anteriores han relacionado la dieta de ácidos grasos trans a los efectos de salud adversos sobre los lípidos, la función metabólica (cómo el cuerpo convierte los alimentos en energía), resistencia a la insulina, la inflamación y la salud cardíaca en general.

La importancia de desayunar (vidaysalud.com)


¿Quieres hacer que tu dieta para bajar de peso sea más efectiva y a la vez mantenerte llena de energía durante horas? ¡No te saltes el desayuno! Seguramente has oído decir que el desayuno es la comida más importante del día. Y es cierto. Un buen desayuno es una de las bases de una alimentación  y una salud adecuadas, al punto de que hasta reduce el riesgo de desarrollar diabetes. 
 
Cuando Cristina quiso bajar de peso, decidió cortar calorías suprimiendo el desayuno. “Con un poco de jugo o de café tengo más que suficiente”, pensó. ¡Esto es un gran error! A media mañana, Cristina “se moría de hambre” y comía lo que tuviera a la mano. Y si aguantaba hasta la hora del almuerzo, devoraba sin poder contenerse cualquier cosa, como hamburguesas dobles con papas fritas y batidos de chocolate. Pero lo peor era que se pasaba el día decaída y sin energía, incapaz de funcionar bien en su trabajo… ¡y subía de peso! El problema terminó cuando, siguiendo los consejos de una nutricionista registrada, Cristina empezó a desayunar bien todos los días.

El error de Cristina es frecuente, porque muchas personas no comprenden que el desayuno es la primera comida del día, después de 8 a 10 horas de ayuno nocturno. Es importante romper ese ayuno con alimentos que te aporten energía, ya que tu cuerpo necesita reactivarse tras el descanso nocturno. Si te saltas el desayuno, te sientes irritable y agotada, porque tu cuerpo no tiene la glucosa, el combustible que requiere para realizar sus actividades. Y cuando al fin comes, el hambre te impulsa a darte un atracón. Pero tu cuerpo tiene “hambre”, y en lugar de quemar las calorías que recibe, las acumula de reserva en forma de tejido adiposo (grasa).

Los estudios demuestran que las personas que suprimen esa importante primera comida del día sufren alteraciones en su estado de ánimo, su memoria y sus niveles de energía, y es más probable que suban de peso. Una investigación realizada por National Weight Control Registry (Registro Nacional de Control de Peso) entre las personas que habían tenido éxito en su dieta, demostró que cerca del 80% desayunaba todos los días.

¿En qué consiste un buen desayuno?

El desayuno debe representar entre el 20% y el 25% de las calorías que ingieres durante el día, y es importante que esté bien balanceado para que recibas los nutrientes esenciales. Un buen desayuno debe incluir:
  • Pan o cereales, de preferencia integrales. Además de la fibra que contienen, le proporcionan al cuerpo carbohidratos, que aportan energía, vitaminas y minerales.
  • Productos lácteos. Como leche o yogur (de preferencia bajos en grasa o desgrasados), que contienen proteínas, calcio y vitaminas.
  • Frutas o jugo de frutas. Le aportan al cuerpo carbohidratos, agua, vitaminas y minerales. La fruta en sí y el jugo con pulpa también aportan fibra.
  • Otros productos. Puedes incluir una bebida estimulante, como café o té; productos derivados de la carne, como el jamón en pequeñas cantidades, o huevos (puedes elegir comer las claras únicamente si deseas) que contienen las proteínas que construyen los tejidos y las células; también puedes incluir en pequeñas cantidades queso (bajo en grasa o desgrasado), mantequilla o margarina.
¿Por qué es necesario un buen desayuno? Sobran las razones y entre ellas están:
  • Mantiene un estado nutricional correcto. Si no desayunas o no lo haces adecuadamente, es difícil que completes los requerimientos de energía, calcio y otros elementos nutritivos en las demás comidas. Un buen desayuno contribuye significativamente al consumo diario de vitaminas y minerales. Si incluyes pan o cereales integrales en el desayuno, el consumo de grasa durante el día suele ser menor.
  • Mejora el rendimiento intelectual y físico. Si suprimes el desayuno, pones en marcha en tu organismo un mecanismo que altera el nivel aceptable de azúcar en la sangre. Esos cambios alteran la conducta e influyen de modo negativo en el rendimiento físico e intelectual.
  • Ayuda a bajar de peso o a controlarlo. Al mantener tu estómago lleno hasta la próxima comida, evita que comas de más. Además, no te tienta a “picar” rosquillas, dulces, refrescos o golosinas de cualquier tipo, que siempre aportan calorías extra.
  • Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol. Eso se debe al contenido de fibra de los cereales integrales y las frutas.
Aparte de la importancia del desayuno para el bienestar físico e intelectual y para una buena nutrición, hay algo más. Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, llevado a cabo por 16 años en 29,000 hombres, unos 2,000 de ellos desarrollaron diabetes tipo 2 durante el estudio. Y los hombres que suprimían el desayuno tuvieron un riesgo 21% mayor de desarrollarla.

Otros estudios también han encontrado una relación entre la eliminación del desayuno y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Aunque la razón no está del todo clara, algunos científicos piensan que una buena comida por la mañana ayuda a estabilizar el nivel de azúcar en la sangre durante el día. También, al parecer, consumir una mayor proporción de las calorías normales más tarde durante el día (sobre todo de carbohidratos) tiene un impacto nocivo en los niveles de azúcar y de insulina en la sangre.

Por lo tanto, si quieres una inyección de energía por la mañana que dure todo el día, toma un buen desayuno. Y, sobre todo, no dejes de servírselo a tus hijos para que tengan un rendimiento escolar adecuado. Los niños, más que nadie, necesitan suficiente calcio para sus huesos y su crecimiento, y alimentos de alto contenido energético para sus estudios y sus juegos. Así que si quieres que tus hijos adquieran buenos hábitos alimenticios, acostúmbralos a hacer del desayuno lo que realmente es: la comida más importante del día.

Fuente: http://www.vidaysalud.com/daily/dieta-y-nutricion/la-importancia-de-desayunar/?mqsc=E3247838

Salmos 37


Salmos 37 (RV60) -El camino de los malos
Salmo de David.
1 No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;
13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.
15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.
20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.
23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.
27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.
29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.
32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.
36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.
39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.

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Tomado de "Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia."
Libros poéticos -Salmos Tomo-1. Editorial CLIE.
Este salmo es acróstico, es decir, alfabético, pues cada dos líneas sucesivas se comienza por una letra del alfabeto hebreo, excepto en los VV. 7, 20 y 34, en que se agrupan tres líneas bajo una sola letra, y en otras tres ocasiones en que son cinco las líneas que se agrupan bajo una sola letra (vv. 14, 15; 25, 26; 39,40). En este salmo de exhortación sapiencial, David, I. Nos prohíbe impacientamos ante la prosperidad de los malvados (vv. 1, 7, 8). II. Nos aporta muy buenas razones para ello: 1. El carácter escandaloso de los malvados (vv. 12, 14, 21, 32), a pesar de su prosperidad; y el carácter honorable de los justos (vv. 21, 26, 30, 31). 2. La inminente ruina de los malvados (vv. 2, 9, 10, 20, 35, 36, 38) y la salvación y preservación con que los justos están protegidos de todos los malvados planes de los impíos (vv. 13, 15, 17, 28, 33, 39, 40). 3. La especial misericordia que Dios tiene reservada para todos los buenos y el favor que les dispensa (vv. 11, 16, 18, 19,22-25,28,29,37). III. Prescribe muy buenos remedios contra el pecado de envidiar la prosperidad de los impíos y anima grandemente a hacer uso de dichos remedios (vv. 3-6,27, 34).
Versículos 1-6
1. Se nos precave aquí contra el descontento ante la prosperidad y los éxitos de los malhechores (v. 1): «No te impacientes... ni tengas envidia... » Podemos imaginarnos que David se había predicado a sí mismo esta exhortación. No hay sermón que tenga tantas posibilidades de llevar fruto como el que nos hemos predicado antes a nosotros mismos. Cuando miramos en derredor nuestro, vemos el mundo lleno de malhechores y obradores de iniquidad que prosperan y tienen éxito en sus negocios. Esto nos tienta a impacientamos y tener envidia, como si Dios hiciese la vista gorda al permitir que tales hombres prosperen florecientes. Estamos tentados a tener envidia de la forma en que se enriquecen, aun cuando lo hagan por medios ilícitos, y de los placeres de que disfrutan; hasta llegamos a desear el sacudirnos el freno de la conciencia para disfrutar también nosotros de los mismos placeres que ellos. Pero si miramos hacia delante con los ojos de la fe, no hallaremos motivo para envidiar la prosperidad de los malvados, pues su ruina está ya a las puertas (v. 2). Florecen, sí, pero como la hierba, de la cual nadie tiene envidia, pues pronto se marchitarán. La prosperidad material es algo que se desvanece rápidamente, como la vida terrenal a la cual está confinada.
2. Se nos aconseja luego vivir una vida de confianza en Dios; esto nos preservará de impacientamos ante la prosperidad de los malhechores. Si buscamos el bien de nuestra alma, hallaremos pocos motivos para envidiar a quienes tanto mal procuran a su alma. Tenemos aquí tres excelentes preceptos y tres preciosas promesas:
(A). Hemos de poner en Dios nuestra esperanza en cuanto al camino del deber; así hallaremos en este mundo consuelos y ventajas que el pecado no puede dar (v. 3). Se nos pide confiar en Yahweh y hacer el bien. No podemos confiar en Dios si estamos inclinados a vivir como nos plazca. Se nos promete que tendremos en este mundo todo lo necesario para subsistir (v. 3b): «Habita tu tierra y pace en la fidelidad» (lit.; es decir, aliméntate de las promesas fieles de Dios -v. Is. 14:30). Dios no niega el panal que practica la justicia (v. 25; Mt. 6:33). Hay quienes leen: «Serás alimentado por fe», del mismo modo que leemos: «El justo por fe vivirá» (Nota del traductor: el vocablo hebreo emunah significa, en efecto, tanto fe como fidelidad).
(B) Hemos de hacer de Dios el deleite de nuestro corazón, y así tendremos lo que nuestro corazón desea (v. 4). Se nos mandaba (v. 3) hacer el bien, y a este mandamiento sigue el de poner nuestra delicia en Yahweh, lo cual es un privilegio tanto como un deber. Y este delicioso deber lleva anexa una promesa: «Y El te concederá los deseos (lit.) de tu corazón.» No nos promete satisfacer los apetitos del cuerpo, sino concedernos los deseos del corazón, todo aquello a lo que aspira lo más íntimo de nuestro ser. ¿Cuáles son los deseos de una buena persona? Conocer y amar a Dios, vivir para él, agradarle y agradarse en El.
(C) Hemos de hacer de Dios nuestro guía y someternos en todo a sus direcciones e instrucciones; entonces, todos nuestros asuntos, aun los que nos parecen más intrincados y difíciles, tendrán buen resultado (vv. 5, 6). El deber es muy sencillo; y si lo cumplimos bien, nos facilitará y hará cómoda la existencia misma: «Encomienda a Yahweh (lit, haz rodar hasta Yahweh) tu camino (esto es, todas tus empresas, todos tus asuntos)» (comp. 55:22; Pr. 16:3). Así como extendió Ezequías ante Dios las cartas de Senaquerib (2 R. 19:14; 2 cm. 32:17), así hemos de extender ante Dios nuestros problemas, asuntos y deseos, seguros de que los dejamos en buenas manos y satisfechos plenamente de lo que resulte, pues todo lo que Dios hace está bien hecho. Pero hemos de seguir la Providencia sin forzarla, y suscribir lo que dice la Sabiduría Infinita sin prescribirle lo que ha de hacer. La promesa es deliciosa: «El actuará» (lit. hará, obrará). Todo lo que le hayas encomendado, El lo hará prosperar, si no para tu gusto, ciertamente para tu bien. El hallará medios de sacarte de tus apuros, de desvanecer tus temores y de cumplir tus deseos. «Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía» (v. 6), es decir, hará que se manifieste que eres persona honesta y que tus asuntos marchen bien, por muy oscuro que haya sido el cariz que hayan tomado tus negocios. Si nos esmeramos en guardar una buena conciencia, bien podemos dejar a Dios el cuidado de preservamos un buen nombre.
Versículos 7-20
I. Aquí se inculcan y remachan los anteriores preceptos. 1. Estemos tranquilos y seamos pacientes, si creemos en Dios (v. 7): «Guarda silencio ante Yahweh y espera en El»; esto es, quédate tranquilo con todo lo que Dios haga, y ten la seguridad de que todo cooperará para tu bien (Ro. 8:28), aunque no sepas cómo ni cuándo. «Guarda silencio», no un silencio de resentimiento, sino de sumisión. 2. No descompongamos nuestras emociones ante el espectáculo de la prosperidad en medio de la maldad: «No te alteres con motivo del que prospera en su camino (v. 7)...Deja la ira, depón el enojo (v. 8)», al ver que prospera el que hace maldades; que no te estimule ello a imitar su maldad: «No te excites (lit. no te inflames) en manera alguna a hacerlo malo»; es decir, no les envidies en su prosperidad, no sea que te sientas tentado a seguir el mismo camino que ellos para enriquecerte, o a recurrir a medios violentos para deshacerte de su preponderancia.
II. Se repiten y recalcan las anteriores razones.
1. Los justos no tienen motivo para envidiar la prosperidad material de los malvados (v. 9): «Porque los malhechores serán destruidos» por algún azote repentino de la justicia divina en medio de su prosperidad. La condición de los justos, incluso en esta vida, es, en todo y por todo, mejor y más deseable que la de los malvados (v. 16). En verdad, lo poco del justo vale más que las muchas riquezas del impío (comp. Pr. 15:16, 17; 16:8; 28:6), porque viene de mejor mano, de la mano de un amor especial, no meramente de la mano de una providencia ordinaria. «Los que esperan en Yahweh heredarán la tierra» (v. 9; comp. v. 11 y Mt. 5:5), esto es, disfrutarán de las bendiciones incluidas en el pacto. Comenta Arconada: « Este principio, aplicable al orden personal, familiar, social, nacional e internacional, pudiera ser aquí una vislumbre de la futura época mesiánica (Mt. 5, 4).» También «se recrearán con abundancia de paz» (v. 11b), de esa paz que el mundo no puede dar (Jn. 14:27). «Conoce Yahweh los días de los íntegros» (v. 18), esto es, cuida especialmente de ellos por medio de su providencia, aun en los momentos más amargos y difíciles, que por eso se cuentan aquí por «días» (comp. Gn. 47:9; Job 14:1), pero tampoco quedará sin recompensa la obra de un solo día.
2. Los justos no tienen motivo para impacientarse ante los posibles éxitos que los malvados obtengan en sus planes contra los justos, ya que:
(A) Sus maquinaciones se volverán contra ellos, pues terminarán en el fracaso y en el ridículo (vv. 12, 13). Son orgullosos e insolentes, pero Dios los contempla con desprecio, pues ve que sus intentos van a quedar fallidos. Los hombres tienen ahora su día, pero el día de Dios es el que dará el juicio decisivo. (B) Sus intentos acabarán en su propia destrucción (yv. 14, 15): «Su espada entrará en su mismo corazón.» Todo lo que ellos han preparado para derribar al pobre y para matar al justo ( . 14), se volverá contra ellos. (C) Los que no sean repentinamente quitados de en medio, quedarán inhabilitados para hacer el mal, pues les serán inutilizados los instrumentos de su maldad: «Su arco será quebrado» ( v. 15b); más aún, «sus brazos serán quebrados» (v. 17), de forma que no podrán seguir adelante con sus perversas maquinaciones.
Versículos 2 1-23
1. Qué se requiere de nosotros como camino para nuestra felicidad. Si queremos obtener las bendiciones de Dios:
1. Hemos de tomar conciencia de nuestro deber de dar a cada uno lo suyo, porque «el impío toma prestado y no devuelve» (v. 21). Esto es lo primero que Dios demanda de nosotros: hacer justicia (v. Miq. 6:8), dando a cada uno lo que le pertenece.
2. Hemos de estar prestos a amar misericordia; a todas las obras de caridad, compasión, beneficencia, etc. (v. 21 b), pues así como es una prueba de la bondad de Dios el poner el bien en nuestras manos, así es una prueba de nuestra bondad poner nuestro corazón donde está el bien de nuestras manos, a fin de dar y prestar a otros.
3. Hemos de apartamos del pecado y empeñamos en la práctica de una piedad seria y sincera (v. 27): «Apártate del mal y haz el bien» (com. 34:14; Is. 1:16, 17).
4. Debemos abundar en buena conversación y usar nuestra lengua para glorificar a Dios y edificar al prójimo. Es parte del carácter del justo el que su boca derrama sabiduría (v. 30), pues de la abundancia de un buen corazón hablará la boca lo que es bueno y útil para edificar a otros.
5. Hemos de tener nuestra voluntad enteramente sometida a la voluntad y a la palabra de Dios (v. 31): «La ley de su Dios está en su corazón.» En vano pretenderíamos que Dios es nuestro Dios, si su ley no está dentro de nuestro corazón para hacer de ella la norma de nuestra conducta.
II. Qué se nos promete, bajo estas condiciones, como ejemplos de nuestra dicha.
1. Que tendremos la bendición de Dios, y que esta bendición será la fuente dulce y segura de todos nuestros consuelos y gozos temporales (v. 22): «Los que Dios bendice heredarán la tierra» (v. lo dicho en la sección anterior).
2. Que Dios dirigirá y dispondrá todos los asuntos de ellos en la forma que más convenga para la gloria de Dios (v. 23): «Por Yahweh son afianzados los pasos del hombre (hebr. guéber, esforzado, guerrero, etc. Aquí, el que se esfuerza en cumplir con los requisitos del pacto), y El (Yahweh) aprueba su camino.» Señal de esta aprobación es el éxito que Dios le concede y la protección con que le rodea, pues le guía paso a paso y así le conserva en continua dependencia de la dirección diyina.
3. Que Dios le preservará de quedar tendido en el suelo si cae en pecado o sufre algún grave apuro (v. 24): «Cuando cayere, no quedará postrado, porque Yahweh sostiene su mano.» Una persona piadosa podrá caer en pecado, pero la gracia de Dios le hará recobrarse mediante el arrepentimiento, a fin de que no quede postrado en el pecado. Podrá, por algún tiempo, perder el gozo de la salvación, pero le será luego restaurado, pues Dios le extenderá su mano y le levantará por medio de su Santo Espíritu. Aunque la hoja se marchite, la raíz quedará salva y sana; ya llegará la primavera después del invierno.
4. Que no nos faltará lo necesario para la vida (v. 25): «Joven fui y ya he envejecido, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando el pan.» A pesar de las muchas vicisitudes por las que puede pasar un hombre ya envejecido, David declara su personal experiencia, fruto de la observación (no sólo como hombre, sino aún más como rey interesado por el bien de sus súbditos), de no haber visto a ninguna persona piadosa y, por tanto, honesta y trabajadora, que se viese reducida a la extrema necesidad.
5. Que Dios no nos abandonará, sino que nos protegerá amorosamente en nuestras dificultades y estrecheces (v. 28): «Porque Yahweh ama la rectitud y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados. » Dios se deleita en hacer justicia y en los que hacen justicia.
6. Que dispondremos de las suficientes comodidades en este mundo, y mucho más cuando salgamos de él: Tendremos para siempre una morada (hebr. shikhón --morarás--, vocablo de la misma raíz que shekinah), ya en este mundo (v. 27), sin ser cortado (lit.), como la descendencia de los impíos (v. 28b). Por tercera vez se repite que «los justos heredarán la tierra» (el país pactado). No obstante, en este mundo no tenemos ciudad permanente (He. 13:14); morada perpetua nos está reservada en el Cielo (Jn. 14:2, 3).
7. Que no llegaremos a ser presa de nuestros adversarios que buscan nuestra ruina (vv. 32, 33).
Versículos 34-40
El salmista concluye aquí su sermón, diciéndonos:
1. Que el deber en que aquí insiste es el mismo que ha declarado anteriormente (v. 34): «Espera en Yahweh y guarda su camino.» Si nos esmeramos en guardar el camino de Dios, bien podemos poner gozosamente nuestra confianza en El y encomendarle nuestro camino (v. 5), pues hallaremos en Él un buen Amo, lo mismo para sus criados que trabajan que para los que esperan sus órdenes y sus dones.
2. Las razones con que refuerza esa exhortación son también similares a las anteriores, basadas en la cierta destrucción de los malvados y en la segura salvación de los justos.
(A) Vemos, por fin, la miseria de los malvados, por mucho que hayan prosperado algunos años: «El final de los perversos es cortado» (v. 38b, literalmente), aunque también puede significar la posteridad, conforme al doble sentido del vocablo hebreo ajarit. Si se admite dicha versión literal, tenemos paralelismo con la primera parte del versículo; si se admite la versión de ajarit por «posteridad», hay paralelismo antitético con el versículo anterior, aunque también allí aparece el vocablo ajarit, con lo que tendríamos un contraste entre el final pacífico, lleno de tranquilidad y consuelo, de los justos, y el final terrible, repentino, de los malvados. A este final rápido aluden los versículos 35 y 36.
(B) En cambio, vemos la dicha y bendición de los justos; al menos, en su fin terrenal. Aun en el caso de que hayan carecido de heredad en este mundo, les está reservada mansión en los cielos: dignidad, honor, verdadera riqueza, en la Nueva Jerusalén, de la que Canaán era tipo. Que todos tomen buena nota de esto (v. 37): «Considera al íntegro y mira al justo. Fíjate en el resultado de su conducta (He. 13:7) y hallarás que su fin es paz. » No es el justo el que se ha procurado su salvación; es obra de la iniciativa libre y amorosa —soberana— de Dios: «La salvación de los justos. Viene de Yahweh» (v. 39, comp. con don. 2:9 y Ef. 2:8 _<y esto no proviene de vosotros, pues es don de Dios»). El v. 40 dice literalmente: «Les ayudará Yahweh y los libertará; los libertará de los perversos y los salvará, porque en El se han refugiado.» El, que se refugia bajo las alas del Todo suficiente, no sólo hallará en El ayuda y libertad, sino también segura salvación.
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