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Wednesday, June 24, 2015
Maneja, Frank, Maneja
Estoy aprendiendo a manejar porque algún día quisiera tener un automóvil de color bronce metalico (oro) que representa la prosperidad.
Llevo 8 días de clases de un total de 12, la primera semana fue horrible quería puro bajar del auto que estaba conduciendo y encontrar alguna escusa para no ir al día siguiente.
Que sí el embriague, el freno, el acelerador, ceda el paso, para, el semaforo, primera, segunda, tercera, cuarta, saque el pie, me estaba dando dolor de cabeza, sin contar la tortura de tener que levartarse muerto de miedo.
A todo esto ahora que estaba aprendiendo a conducir, justo atropellan a un señor a mis espaldas (en realidad el cruza la calle de manera incorrecta) y me daba más miedo. Escuche como su cuerpo sono al tener contacto con la transantiago.
¿Qué hacer para superar el miedo a conducir?
Bueno como decía anteriormente después de la octava clase recién estoy adquiriendo confianza en mi mismo y ahora disfruto de cada clase, no soy un experto pero disfruto al volante.
Primera regla, dejar los miedos (TODOS) fuera del auto cuando se esta conduciendo, bueno mi instructor me obliga a dejar los miedos ya que si no estoy atento en lo que hago por el miedo puedo causar muchos accidentes.
¿Como dejar el miedo afuera del volante?
Yo opto por varias opciones, antes de ir a clases en la mañana salgo a correr 30 minutos, si llueve porque estamos en invierno, hago bicicleta estatica, escaladora, aerobox, pero todo en 30 minutos. Me ayuda a calmar mi corazón.
Antes de ir tomo té de melisa (muy relajante) como también uso una piedra de granate en mi bolsillo izquierdo (que me da valor) como un colgante de lapislazuli que me abre la intuición, yo creo en esto, si tu no crees es reespetable.
Finalmente cuando estoy en auto manejando con mi instructor al lado mío, rezo el salmo 23 de protección y obviamente le pido a Dios (Universo-ángel protector) que me ayude con mis clases y todo sale bien prometo algo como por ejemplo ayudar a alguien que lo necesite o rezar el rosario.
Estas son mis técnicas para relajarte ante el volante, espero sea de ayuda para las personas que somos más introvertidas que necesitamos aprender a manejar, casi por obligación.
Lo último también y muy importante es disfrutar cada clase, si vamos tensos y temerosos, solo sufriremos en vez de gozar aprender algo que es muy sencillo.
Saludos
Monday, March 9, 2015
Prosperidad (Vocabulario)
Prosperidad
- f. Bienestar,mejora de la situación económica o social.
- Éxito o desarrollo favorable de alguna cosa:
todos los años nos desea paz y prosperidad en su tarjeta de felicitación.
Prosperidad
- progreso, bienestar, expansión, auge, éxito, fortuna, suerte, felicidad
- Antónimos: decadencia, desgracia
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Bienestar,
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Desarrollo,
Éxito,
Expansión,
Felicidad,
Fortuna,
Paz,
Progreso,
Prosperidad,
Suerte
Tuesday, March 3, 2015
Felicidad (Vocabulario)
Felicidad
- f. Estado de ánimo del que disfruta de lo que desea:
el ser humano busca la felicidad. - Satisfacción, alegría, contento:
tu llamada le ha producido mucha felicidad.
Felicidad
- dicha, bienestar, suerte, prosperidad, ventura, fortuna, contento, alegría, bonanza, satisfacción
- Antónimos: desgracia, infelicidad
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Bienestar,
Bonanza,
Contento,
Desear,
Dicha,
Felicidad,
Fortuna,
Infelicidad,
Prosperidad,
Satisfacción,
Suerte,
Ventura
Monday, March 2, 2015
Dicha (Vocabulario)
Dicho, cha
- p. p. irreg. de decir.
- m. Palabra o conjunto de palabras con que se expresa oralmente una máxima, una observación o un consejo popular:
como dice el dicho, el que calla otorga. - Ocurrencia chistosa y oportuna:
dicho malicioso. - f. Felicidad, satisfacción:
la boda llenó de dicha a las dos familias. - Suerte favorable:
espero que te acompañe la dicha. - dicho y hecho loc. Expresión con que se explica la prontitud en hacer una cosa:
fue dicho y hecho, una vez terminaron de cenar se marcharon al cine.
Dicha
- felicidad, placer, alegría, ventura, fortuna, suerte, contento, gusto
- Antónimos: disgusto, infelicidad
- prosperidad, comodidad, auge, bienestar
Feng Shui: Fundamentos
Los chinos tienen un concepto de la
prosperidad y felicidad de la vida basado en ocho directrices muy
claras, derivadas de los ocho triagramas:
1. Alcanzar la prosperidad económica.
2. Conseguir un matrimonio feliz y duradero.
3. Obtener una buena salud y larga vida.
4. Trabajo próspero donde se pueda mejorar.
5. Obtener el respeto y buena fama de los que nos rodean.
6. Que los hijos salgan afortunados.
7. Amistades influyentes y serviciales.
8. Alcanzar una importante sabiduría y estudios
Fuente: "Feng Shui Fundamentos"
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Respeto y Fama,
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Salud,
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Sunday, April 13, 2014
El éxito se mide por la felicidad (Ley del éxito)
Piensa detenidamente si acaso la conquista de la meta que has elegido te significara o no el éxito. ¿qué es lo que constituye el éxito? Si dispones, por ejemplo, de salud y de riquezas, mas tienes conflictos con todo el mundo –incluso contigo mismo- entonces tu vida no es ciertamente exitosa. Vana se vuelve tu existencia cuando no puedes encontrar en ella la felicidad. Cuando pierdes tu fortuna, has perdido poco; cuando pierdes la salud, has perdido algo de mayor trascendencia; mas cuando pierdes tu paz mental, entonces has perdido, en verdad, el mayor tesoro.
El éxito, por lo tanto, debería medirse por el criterio de la felicidad, es decir, por tu capacidad para permanecer en serena harmonía con las leyes del cosmos. No es posible medir correctamente el éxito aplicando los barómetros mundanos de la riqueza, el prestigio y el poder, ya que ninguno de ellos garantiza la felicidad, salvo que sean empleados en forma correcta. Y para poder hacer un uso correcto de tales dones, debemos poseer sabiduría, y amar a dios y a los hombres.
Dios no te premia ni te castiga. El te ha dotado del poder de autopremiarte o de autocastigarte, por medio del uso o abuso que hagas de tu propia razón y de tu fuerza de voluntad. Cuando se trasgreden las leyes de la salud, la prosperidad y la sabiduría, inevitablemente se debe sufrir la enfermedad, la pobreza y la ignorancia. Así pues, deberías fortalecer tu mente, y rehusar continuar soportando la carga de tus propias debilidades psicológicas o morales, adquiridas en el pasado: quémalas en el fuego de tus divinas resoluciones presentes y de tus buenas obras actuales; a través de esta constructiva actitud, alcanzaras la libertad.
La felicidad depende en cierto grado de las condiciones externas, pero, fundamentalmente, de nuestras actitudes mentales. Para ser felices deberíamos poseer:
buena salud,
una mente equilibrada,
una vida próspera,
un trabajo adecuado,
un corazón agradecido y,
sobre todo, sabiduría o conocimiento de dios.
Si adoptas la firme resolución de ser feliz, ello te ayudara. No esperes que las circunstancias se modifiquen, pensando erróneamente que es en ellas en donde yace el problema. No hagas de la infelicidad un habito crónico, afligiendo así a quienes te rodean y a ti mismo. El hecho de que seas feliz constituye una verdadera bendición, tanto para timismo como para los demás. Si posees la felicidad, lo posees todo; ser feliz es estar en harmonía con dios. Tal capacidad de ser feliz viene a través de la meditación.
Fuente: La ley de Éxito, Yogananda
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Sunday, March 16, 2014
ORACIÓN - PARA CUANDO ESCASEAN LOS RECURSOS ECONÓMICOS
DIOS ES MI INAGOTABLE PROVISION. En este momento estoy
desorientado y no sé por dónde encontrarla; así vengo a Tí, Señor, en procura
de Luz. Indícame el camino por donde voy a resolver esta necesidad y por
donde voy a encontrar mi prosperidad. Toma mis humildes esfuerzos y hazlos
prosperar. Te doy gracias porque ya ésto está hecho. Veo que mi provisión
viene a mí, amplia, segura, sostenida, Gracias Padre.
desorientado y no sé por dónde encontrarla; así vengo a Tí, Señor, en procura
de Luz. Indícame el camino por donde voy a resolver esta necesidad y por
donde voy a encontrar mi prosperidad. Toma mis humildes esfuerzos y hazlos
prosperar. Te doy gracias porque ya ésto está hecho. Veo que mi provisión
viene a mí, amplia, segura, sostenida, Gracias Padre.
Fuente: Oraciones Poderosas
Sunday, October 20, 2013
Ventura (Vocabulario)
Ventura
- f. Felicidad o dicha:
os deseamos toda la ventura posible en vuestra nueva vida de casados. - Suerte o fortuna:
su buena ventura le ha hecho siempre salir airoso de todos los problemas. - Casualidad:
la ventura quiso que nos conociéramos en el momento apropiado. - a la buena ventura loc. adv. Sin determinado objeto ni designio;
a lo que la suerte depare:
se fue de vacaciones a la buena ventura. - por ventura loc. adv. Quizá:
por ventura, ¿no me amaréis como yo os amo?
Ventura
- dicha, felicidad, fortuna, bienestar, prosperidad, gloria, gozo, alegría, satisfacción, salud
- Antónimos: desventura, desdicha, desgracia
- azar, casualidad, acaso, suerte, eventualidad, destino
- aventura, riesgo, contingencia, trance, fatalidad
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Vocabulario
Friday, February 15, 2013
Afirmaciones para el exito y el trabajo
Para hacer afirmaciones más efectivas, pon en acción toda tu energía
positiva, escribiéndolas y leyéndolas con frecuencia. Visualiza lo que
quieres crear e infórmalo en tus afirmaciones. Una vez que dejes de
actuar desde una posición de escasez y pobreza, comenzarás a crear
condiciones fértiles para tomar decisiones más efectivas, identificar
oportunidades y atraer Abundancia y Prosperidad a tu vida.
- Siempre trabajo en un lugar armonioso, con buen horario y bien pagado.
- Mi nuevo trabajo me está esperando.
- El trabajo perfecto para mi, se presenta facilmente y sin esfuerzo.
- Soy feliz haciendo mi trabajo.
- Cada día mejoran mis habilidades en mi trabajo.
- Aprendo a diario mejores estrategias.
- Soy una persona cumplida.
- Conozco muy bien mis objetivos.
- Cada día me beneficio más económicamente con mi trabajo.
- Comparto mi conocimiento con los demás.
- Mi riqueza es el fruto de mi trabajo.
- Hago lo que me gusta.
- El éxito es un estado natural en mi vida.
- Tengo la capacidad de triunfar con mis proyectos.
- Merezco triunfar y vivir una vida exitosa.
- Comparto con otros mi conocimiento.
- Sé muy bien donde quiero llegar.
- Creo en las habilidades para realizar mi trabajo.
- Me siento orgullososo(a) del éxito en mi trabajo.
- Tengo el trabajo perfecto para mí.
- Atraigo nuevas oportunidades en mi trabajo.
- Trabajan conmigo las personas adecuadas.
- Soy admirado(a) por las personas a mi alrededor.
- Siempre tengo lo suficiente para cubrir mis necesidades.
- Elijo abrirme a la abundancia.
- Elijo gastar sabiamente.
- Se que siempre hay suficiente de todo.
- Estoy agradecido por toda la abundancia que tengo en mi vida.
- Espero ver cada día mas regalos de Dios.
- Amo la prosperidad, me abro a la prosperidad.
- Bendigo la prosperidad que tengo y la veo como se acrecenta.
- Elijo sentirme próspero.
- Elijo sentirme cuidado y protegido por mi fuente divina.
- Elijo creer que esta situación cambiará de la noche a la mañana.
- En todos lados veo evidencia de que sí existe la prosperidad.
- Me veo como una persona exitosa y satisfecha.
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Afirmaciones para atraer dinero
- El dinero viene a mi vida de manera fácil
- El dinero es un afluente normal y permanente en mi vida
- Puedo atraer el dinero que necesito de manera sencilla
- El dinero es un recurso ilimitado de nuestro universo
- Vivo en un universo rico, hay más que suficiente dinero para todos
- Merezco vivir bien económicamente
- Mi riqueza tiene su fuente en la infinita abundancia de mi universo
- Me siento una persona productiva, todo cuanto hago retorna riqueza a mi vida
- Mis ingresos aumentan constantemente
- Doy gracias a la vida por el caudal de riqueza que ha puesto en mi camino
- Siempre gasto mi dinero sabiamente
- Tener dinero me convierte en una mejor persona
- La riqueza es un bien material y espiritual en mi vida
- Atraigo a mi vida toda la riqueza que deseo y que merezco
- La riqueza es mi amiga y mi aliada
- Abro las puertas de mi vida a la riqueza infinita del universo
- El dinero me da la libertad y la tranquilidad que complementan mi felicidad
- Gracias universo por toda la riqueza y el dinero que pones en mi camino
- Mis emociones y pensamientos están perfectamente alineados con la fuente de riqueza ilimitada del universo
- Estoy abierto a recibir toda la riqueza que el universo desee darme
- Elijo vivir una fabulosa vida de riqueza
- El dinero que llega a mis manos viene para ser multiplicado y llenarme de felicidad
- Todo el dinero que tengo trabaja para hacer de mi vida un camino de amor
- El dinero es un medio maravilloso para vivir una vida llena de amor y de altruismo
- El dinero llega a mi incansablemente por múltiples fuentes
- Siento un gran amor por mi prójimo sé que siendo rico puedo dar lo mejor de mí a quienes me rodean
- Las ideas para hacer dinero llegan a mí fácilmente
Eliana EL
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Monday, October 15, 2012
Decretando Abundancia
YO SOY ABUNDANCIA Y PROSPERIDAD UNIVERSAL
DECRETOS PARA LA ABUNDANCIA
YO SOY, el uso de la ilimitada Opulencia de Dios. Merezco recibir todo lo bueno del Padre, porque su abundancia es ilimitada.
YO SOY, las riquezas de la luz fluyendo para mis manos y buen uso, que nada puede detener.
YO SOY, la mano de Dios cargando, cargando, cargando cada electrón alrededor mío con la energía de la Abundancia, la Prosperidad y todas las cosas buenas.
YO SOY, la Opulencia de Dios hecha visible para su uso correcto en mi presente y por siempre.
YO SOY, la fuerza Magnética en mi vida, AHORA!
Usa estos decretos para establecer una vida abundante en todos los aspectos. Memorízalos y los repites siempre que puedas.
DECRETOS PARA LA ABUNDANCIA
YO SOY, el uso de la ilimitada Opulencia de Dios. Merezco recibir todo lo bueno del Padre, porque su abundancia es ilimitada.
YO SOY, las riquezas de la luz fluyendo para mis manos y buen uso, que nada puede detener.
YO SOY, la mano de Dios cargando, cargando, cargando cada electrón alrededor mío con la energía de la Abundancia, la Prosperidad y todas las cosas buenas.
YO SOY, la Opulencia de Dios hecha visible para su uso correcto en mi presente y por siempre.
YO SOY, la fuerza Magnética en mi vida, AHORA!
Usa estos decretos para establecer una vida abundante en todos los aspectos. Memorízalos y los repites siempre que puedas.
No te quedes, por favor, en la queja, decreta la abundancia en tu vida.Tu la mereces. Convéncete que la mereces y ella se establecerá en tu vida.
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Tuesday, July 31, 2012
Salmos 37
Salmos 37 (RV60) -El camino de los malos
Salmo de David.1 No te impacientes a causa de los malignos,
Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán.
3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
4 Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
5 Encomienda a Jehová tu camino,
Y confía en él; y él hará.
6 Exhibirá tu justicia como la luz,
Y tu derecho como el mediodía.
7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades.
8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
9 Porque los malignos serán destruidos,
Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
10 Pues de aquí a poco no existirá el malo;
Observarás su lugar, y no estará allí.
11 Pero los mansos heredarán la tierra,
Y se recrearán con abundancia de paz.
12 Maquina el impío contra el justo,
Y cruje contra él sus dientes;
13 El Señor se reirá de él;
Porque ve que viene su día.
14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso,
Para matar a los de recto proceder.
15 Su espada entrará en su mismo corazón,
Y su arco será quebrado.
16 Mejor es lo poco del justo,
Que las riquezas de muchos pecadores.
17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová.
18 Conoce Jehová los días de los perfectos,
Y la heredad de ellos será para siempre.
19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados.
20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo.
21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da.
22 Porque los benditos de él heredarán la tierra;
Y los malditos de él serán destruidos.
23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino.
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado,
Porque Jehová sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido,
Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan.
26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta;
Y su descendencia es para bendición.
27 Apártate del mal, y haz el bien,
Y vivirás para siempre.
28 Porque Jehová ama la rectitud,
Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados;
Mas la descendencia de los impíos será destruida.
29 Los justos heredarán la tierra,
Y vivirán para siempre sobre ella.
30 La boca del justo habla sabiduría,
Y su lengua habla justicia.
31 La ley de su Dios está en su corazón;
Por tanto, sus pies no resbalarán.
32 Acecha el impío al justo,
Y procura matarlo.
33 Jehová no lo dejará en sus manos,
Ni lo condenará cuando le juzgaren.
34 Espera en Jehová, y guarda su camino,
Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.
35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde.
36 Pero él pasó, y he aquí ya no estaba;
Lo busqué, y no fue hallado.
37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida.
39 Pero la salvación de los justos es de Jehová,
Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
40 Jehová los ayudará y los librará;
Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron.
____________________________________________________
Tomado de "Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia."
Libros poéticos -Salmos Tomo-1. Editorial CLIE.
Libros poéticos -Salmos Tomo-1. Editorial CLIE.
Este salmo es
acróstico, es decir, alfabético, pues cada dos líneas sucesivas se
comienza por una letra del alfabeto hebreo, excepto en los VV. 7, 20 y 34,
en que se agrupan tres líneas bajo una sola letra, y en otras tres
ocasiones en que son cinco las líneas que se agrupan bajo una sola letra
(vv. 14, 15; 25, 26; 39,40). En este salmo de exhortación sapiencial,
David, I. Nos prohíbe impacientamos ante la prosperidad de los
malvados (vv. 1, 7, 8). II. Nos aporta muy buenas razones para
ello: 1. El carácter escandaloso de los malvados (vv. 12, 14, 21, 32), a
pesar de su prosperidad; y el carácter honorable de los justos (vv. 21,
26, 30, 31). 2. La inminente ruina de los malvados (vv. 2, 9, 10, 20, 35,
36, 38) y la salvación y preservación con que los justos están protegidos
de todos los malvados planes de los impíos (vv. 13, 15, 17, 28, 33, 39,
40). 3. La especial misericordia que Dios tiene reservada para todos los
buenos y el favor que les dispensa (vv. 11, 16, 18, 19,22-25,28,29,37).
III. Prescribe muy buenos remedios contra el pecado de envidiar la
prosperidad de los impíos y anima grandemente a hacer uso de dichos
remedios (vv. 3-6,27, 34).
Versículos 1-6
1. Se nos precave
aquí contra el descontento ante la prosperidad y los éxitos de los malhechores
(v. 1): «No te impacientes... ni tengas envidia... » Podemos imaginarnos que
David se había predicado a sí mismo esta exhortación. No hay sermón que tenga
tantas posibilidades de llevar fruto como el que nos hemos predicado antes a
nosotros mismos. Cuando miramos en derredor nuestro, vemos el mundo lleno de
malhechores y obradores de iniquidad que prosperan y tienen éxito en sus
negocios. Esto nos tienta a impacientamos y tener envidia, como si Dios hiciese
la vista gorda al permitir que tales hombres prosperen florecientes. Estamos
tentados a tener envidia de la forma en que se enriquecen, aun cuando lo hagan
por medios ilícitos, y de los placeres de que disfrutan; hasta llegamos a desear
el sacudirnos el freno de la conciencia para disfrutar también nosotros de los
mismos placeres que ellos. Pero si miramos hacia delante con los ojos de la fe,
no hallaremos motivo para envidiar la prosperidad de los malvados, pues su ruina
está ya a las puertas (v. 2). Florecen, sí, pero como la hierba, de la cual
nadie tiene envidia, pues pronto se marchitarán. La prosperidad material es algo
que se desvanece rápidamente, como la vida terrenal a la cual está confinada.
2. Se nos aconseja
luego vivir una vida de confianza en Dios; esto nos preservará de impacientamos
ante la prosperidad de los malhechores. Si buscamos el bien de nuestra alma,
hallaremos pocos motivos para envidiar a quienes tanto mal procuran a su alma.
Tenemos aquí tres excelentes preceptos y tres preciosas promesas:
(A). Hemos de poner
en Dios nuestra esperanza en cuanto al camino del deber; así hallaremos en este
mundo consuelos y ventajas que el pecado no puede dar (v. 3). Se nos pide
confiar en Yahweh y hacer el bien. No podemos confiar en Dios si estamos
inclinados a vivir como nos plazca. Se nos promete que tendremos en este mundo
todo lo necesario para subsistir (v. 3b): «Habita tu tierra y pace en la
fidelidad» (lit.; es decir, aliméntate de las promesas fieles de Dios -v. Is.
14:30). Dios no niega el panal que practica la justicia (v. 25; Mt. 6:33). Hay
quienes leen: «Serás alimentado por fe», del mismo modo que leemos: «El justo
por fe vivirá» (Nota del traductor: el vocablo hebreo emunah significa, en
efecto, tanto fe como fidelidad).
(B) Hemos de hacer
de Dios el deleite de nuestro corazón, y así tendremos lo que nuestro corazón
desea (v. 4). Se nos mandaba (v. 3) hacer el bien, y a este mandamiento sigue el
de poner nuestra delicia en Yahweh, lo cual es un privilegio tanto como un
deber. Y este delicioso deber lleva anexa una promesa: «Y El te concederá los
deseos (lit.) de tu corazón.» No nos promete satisfacer los apetitos del cuerpo,
sino concedernos los deseos del corazón, todo aquello a lo que aspira lo más
íntimo de nuestro ser. ¿Cuáles son los deseos de una buena persona? Conocer y
amar a Dios, vivir para él, agradarle y agradarse en El.
(C) Hemos de hacer
de Dios nuestro guía y someternos en todo a sus direcciones e instrucciones;
entonces, todos nuestros asuntos, aun los que nos parecen más intrincados y
difíciles, tendrán buen resultado (vv. 5, 6). El deber es muy sencillo; y si lo
cumplimos bien, nos facilitará y hará cómoda la existencia misma: «Encomienda a
Yahweh (lit, haz rodar hasta Yahweh) tu camino (esto es, todas tus empresas,
todos tus asuntos)» (comp. 55:22; Pr. 16:3). Así como extendió Ezequías ante
Dios las cartas de Senaquerib (2 R. 19:14; 2 cm. 32:17), así hemos de extender
ante Dios nuestros problemas, asuntos y deseos, seguros de que los dejamos en
buenas manos y satisfechos plenamente de lo que resulte, pues todo lo que Dios
hace está bien hecho. Pero hemos de seguir la Providencia sin forzarla, y
suscribir lo que dice la Sabiduría Infinita sin prescribirle lo que ha de hacer.
La promesa es deliciosa: «El actuará» (lit. hará, obrará). Todo lo que le hayas
encomendado, El lo hará prosperar, si no para tu gusto, ciertamente para tu
bien. El hallará medios de sacarte de tus apuros, de desvanecer tus temores y de
cumplir tus deseos. «Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el
mediodía» (v. 6), es decir, hará que se manifieste que eres persona honesta y
que tus asuntos marchen bien, por muy oscuro que haya sido el cariz que hayan
tomado tus negocios. Si nos esmeramos en guardar una buena conciencia, bien
podemos dejar a Dios el cuidado de preservamos un buen nombre.
Versículos 7-20
I. Aquí se
inculcan y remachan los anteriores preceptos. 1. Estemos tranquilos y seamos
pacientes, si creemos en Dios (v. 7): «Guarda silencio ante Yahweh y espera en
El»; esto es, quédate tranquilo con todo lo que Dios haga, y ten la seguridad de
que todo cooperará para tu bien (Ro. 8:28), aunque no sepas cómo ni cuándo.
«Guarda silencio», no un silencio de resentimiento, sino de sumisión. 2. No
descompongamos nuestras emociones ante el espectáculo de la prosperidad en medio
de la maldad: «No te alteres con motivo del que prospera en su camino (v.
7)...Deja la ira, depón el enojo (v. 8)», al ver que prospera el que hace
maldades; que no te estimule ello a imitar su maldad: «No te excites (lit. no te
inflames) en manera alguna a hacerlo malo»; es decir, no les envidies en su
prosperidad, no sea que te sientas tentado a seguir el mismo camino que ellos
para enriquecerte, o a recurrir a medios violentos para deshacerte de su
preponderancia.
II. Se repiten
y recalcan las anteriores razones.
1. Los justos no
tienen motivo para envidiar la prosperidad material de los malvados (v. 9):
«Porque los malhechores serán destruidos» por algún azote repentino de la
justicia divina en medio de su prosperidad. La condición de los justos, incluso
en esta vida, es, en todo y por todo, mejor y más deseable que la de los
malvados (v. 16). En verdad, lo poco del justo vale más que las muchas riquezas
del impío (comp. Pr. 15:16, 17; 16:8; 28:6), porque viene de mejor mano, de la
mano de un amor especial, no meramente de la mano de una providencia ordinaria.
«Los que esperan en Yahweh heredarán la tierra» (v. 9; comp. v. 11 y Mt. 5:5),
esto es, disfrutarán de las bendiciones incluidas en el pacto. Comenta Arconada:
« Este principio, aplicable al orden personal, familiar, social, nacional e
internacional, pudiera ser aquí una vislumbre de la futura época mesiánica (Mt.
5, 4).» También «se recrearán con abundancia de paz» (v. 11b), de esa paz que el
mundo no puede dar (Jn. 14:27). «Conoce Yahweh los días de los íntegros» (v.
18), esto es, cuida especialmente de ellos por medio de su providencia, aun en
los momentos más amargos y difíciles, que por eso se cuentan aquí por «días»
(comp. Gn. 47:9; Job 14:1), pero tampoco quedará sin recompensa la obra de un
solo día.
2. Los justos no
tienen motivo para impacientarse ante los posibles éxitos que los malvados
obtengan en sus planes contra los justos, ya que:
(A) Sus
maquinaciones se volverán contra ellos, pues terminarán en el fracaso y en el
ridículo (vv. 12, 13). Son orgullosos e insolentes, pero Dios los contempla con
desprecio, pues ve que sus intentos van a quedar fallidos. Los hombres tienen
ahora su día, pero el día de Dios es el que dará el juicio decisivo. (B) Sus
intentos acabarán en su propia destrucción (yv. 14, 15): «Su espada entrará en
su mismo corazón.» Todo lo que ellos han preparado para derribar al pobre y para
matar al justo ( . 14), se volverá contra ellos. (C) Los que no sean
repentinamente quitados de en medio, quedarán inhabilitados para hacer el mal,
pues les serán inutilizados los instrumentos de su maldad: «Su arco será
quebrado» ( v. 15b); más aún, «sus brazos serán quebrados» (v. 17), de forma que
no podrán seguir adelante con sus perversas maquinaciones.
Versículos 2 1-23
1. Qué se requiere
de nosotros como camino para nuestra felicidad. Si queremos obtener las
bendiciones de Dios:
1. Hemos de tomar
conciencia de nuestro deber de dar a cada uno lo suyo, porque «el impío toma
prestado y no devuelve» (v. 21). Esto es lo primero que Dios demanda de
nosotros: hacer justicia (v. Miq. 6:8), dando a cada uno lo que le pertenece.
2. Hemos de estar
prestos a amar misericordia; a todas las obras de caridad, compasión,
beneficencia, etc. (v. 21 b), pues así como es una prueba de la bondad de Dios
el poner el bien en nuestras manos, así es una prueba de nuestra bondad poner
nuestro corazón donde está el bien de nuestras manos, a fin de dar y prestar a
otros.
3. Hemos de
apartamos del pecado y empeñamos en la práctica de una piedad seria y sincera
(v. 27): «Apártate del mal y haz el bien» (com. 34:14; Is. 1:16, 17).
4. Debemos abundar
en buena conversación y usar nuestra lengua para glorificar a Dios y edificar al
prójimo. Es parte del carácter del justo el que su boca derrama sabiduría (v.
30), pues de la abundancia de un buen corazón hablará la boca lo que es bueno y
útil para edificar a otros.
5. Hemos de tener
nuestra voluntad enteramente sometida a la voluntad y a la palabra de Dios (v.
31): «La ley de su Dios está en su corazón.» En vano pretenderíamos que Dios es
nuestro Dios, si su ley no está dentro de nuestro corazón para hacer de ella la
norma de nuestra conducta.
II. Qué se nos
promete, bajo estas condiciones, como ejemplos de nuestra dicha.
1. Que tendremos la
bendición de Dios, y que esta bendición será la fuente dulce y segura de todos
nuestros consuelos y gozos temporales (v. 22): «Los que Dios bendice heredarán
la tierra» (v. lo dicho en la sección anterior).
2. Que Dios
dirigirá y dispondrá todos los asuntos de ellos en la forma que más convenga
para la gloria de Dios (v. 23): «Por Yahweh son afianzados los pasos del hombre
(hebr. guéber, esforzado, guerrero, etc. Aquí, el que se esfuerza en cumplir con
los requisitos del pacto), y El (Yahweh) aprueba su camino.» Señal de esta
aprobación es el éxito que Dios le concede y la protección con que le rodea,
pues le guía paso a paso y así le conserva en continua dependencia de la
dirección diyina.
3. Que Dios le
preservará de quedar tendido en el suelo si cae en pecado o sufre algún grave
apuro (v. 24): «Cuando cayere, no quedará postrado, porque Yahweh sostiene su
mano.» Una persona piadosa podrá caer en pecado, pero la gracia de Dios le hará
recobrarse mediante el arrepentimiento, a fin de que no quede postrado en el
pecado. Podrá, por algún tiempo, perder el gozo de la salvación, pero le será
luego restaurado, pues Dios le extenderá su mano y le levantará por medio de su
Santo Espíritu. Aunque la hoja se marchite, la raíz quedará salva y sana; ya
llegará la primavera después del invierno.
4. Que no nos
faltará lo necesario para la vida (v. 25): «Joven fui y ya he envejecido, y no
he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando el pan.» A pesar
de las muchas vicisitudes por las que puede pasar un hombre ya envejecido, David
declara su personal experiencia, fruto de la observación (no sólo como hombre,
sino aún más como rey interesado por el bien de sus súbditos), de no haber visto
a ninguna persona piadosa y, por tanto, honesta y trabajadora, que se viese
reducida a la extrema necesidad.
5. Que Dios no nos
abandonará, sino que nos protegerá amorosamente en nuestras dificultades y
estrecheces (v. 28): «Porque Yahweh ama la rectitud y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados. » Dios se deleita en hacer justicia y en los que
hacen justicia.
6. Que dispondremos
de las suficientes comodidades en este mundo, y mucho más cuando salgamos de él:
Tendremos para siempre una morada (hebr. shikhón --morarás--, vocablo de la
misma raíz que shekinah), ya en este mundo (v. 27), sin ser cortado (lit.), como
la descendencia de los impíos (v. 28b). Por tercera vez se repite que «los
justos heredarán la tierra» (el país pactado). No obstante, en este mundo no
tenemos ciudad permanente (He. 13:14); morada perpetua nos está reservada en el
Cielo (Jn. 14:2, 3).
7. Que no
llegaremos a ser presa de nuestros adversarios que buscan nuestra ruina (vv. 32,
33).
Versículos 34-40
El salmista
concluye aquí su sermón, diciéndonos:
1. Que el deber en
que aquí insiste es el mismo que ha declarado anteriormente (v. 34): «Espera en
Yahweh y guarda su camino.» Si nos esmeramos en guardar el camino de Dios, bien
podemos poner gozosamente nuestra confianza en El y encomendarle nuestro camino
(v. 5), pues hallaremos en Él un buen Amo, lo mismo para sus criados que
trabajan que para los que esperan sus órdenes y sus dones.
2. Las razones con
que refuerza esa exhortación son también similares a las anteriores, basadas en
la cierta destrucción de los malvados y en la segura salvación de los justos.
(A) Vemos, por fin,
la miseria de los malvados, por mucho que hayan prosperado algunos años: «El
final de los perversos es cortado» (v. 38b, literalmente), aunque también puede
significar la posteridad, conforme al doble sentido del vocablo hebreo ajarit.
Si se admite dicha versión literal, tenemos paralelismo con la primera parte del
versículo; si se admite la versión de ajarit por «posteridad», hay paralelismo
antitético con el versículo anterior, aunque también allí aparece el vocablo
ajarit, con lo que tendríamos un contraste entre el final pacífico, lleno de
tranquilidad y consuelo, de los justos, y el final terrible, repentino, de los
malvados. A este final rápido aluden los versículos 35 y 36.
(B) En cambio,
vemos la dicha y bendición de los justos; al menos, en su fin terrenal. Aun en
el caso de que hayan carecido de heredad en este mundo, les está reservada
mansión en los cielos: dignidad, honor, verdadera riqueza, en la Nueva
Jerusalén, de la que Canaán era tipo. Que todos tomen buena nota de esto (v.
37): «Considera al íntegro y mira al justo. Fíjate en el resultado de su
conducta (He. 13:7) y hallarás que su fin es paz. » No es el justo el que se ha
procurado su salvación; es obra de la iniciativa libre y amorosa —soberana— de
Dios: «La salvación de los justos. Viene de Yahweh» (v. 39, comp. con don. 2:9 y
Ef. 2:8 _<y esto no proviene de vosotros, pues es don de Dios»). El v. 40 dice
literalmente: «Les ayudará Yahweh y los libertará; los libertará de los
perversos y los salvará, porque en El se han refugiado.» El, que se refugia bajo
las alas del Todo suficiente, no sólo hallará en El ayuda y libertad, sino
también segura salvación.
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Saturday, April 7, 2012
Los principios de Taylor.
1. - Substituir las reglas por la ciencia
(conocimiento
organizado).
2. - Obtener armonía más que discordia en
la acción de grupo.
3. - Lograr la cooperación entre los seres
humanos, en vez del individualismo caótico.
4. - Trabajar en busca de una producción
máxima en vez de una producción
restringida.
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Thursday, January 26, 2012
Saturday, January 21, 2012
12.02 Abundancia Divina (Parte II)
SÍNTOMAS DEL TEMOR A LA POBREZA
Indiferencia.
Suele expresarse a través de una falta de ambición; de una
predisposición a tolerar la pobreza; de una aceptación, sin
protestar, de toda aquella compensación que la vida pueda ofrecer;
de una pereza mental y física; de una falta de iniciativa,
imaginación, entusiasmo y autocontrol.
Indecisión.
El hábito de permitir que los demás piensen por uno. El de
mantenerse «al margen».
Duda.
Expresada generalmente por medio de justificaciones y excusas
diseñadas para encubrirse, rechazar con explicaciones, o disculpar
los propios errores, lo que a veces se expresa en forma de envidia
hacia aquellos que han alcanzado el éxito, o bien se los critica.
Preocupación.
Suele expresarse por el descubrimiento de faltas en los otros, una
tendencia a gastar más de los ingresos propios, un descuido del
aspecto personal, la burla y el fruncimiento de cejas; la
intemperancia en el uso de las bebidas alcohólicas y, a veces, en el
uso de narcóticos; nerviosismo, falta de severidad y de
autoconciencia.
Precaución excesiva.
La costumbre de mirar el lado negativo de toda circunstancia, de
pensar y hablar de posible fracaso, en lugar de concentrarse en los
medios para alcanzar el éxito. Se conocen todos los caminos que
conducen al desastre, pero nunca se buscan los planes precisos para
evitarlo. Se espera «el momento adecuado» para empezar a poner en
acción ideas y planes, hasta que la espera se transforma en un
hábito permanente. Se recuerda a aquellos que han fracasado, y se
olvida a los que han tenido éxito. Se ve el agujero del donuts, pero
no se ve el donuts. Es el pesimismo, que conduce a la indigestión,
al estreñimiento, a la autointoxicación, a la mala respiración y a
una mala disposición.
Dilación.
La costumbre de dejar para mañana aquello que se debería haber hecho
el año anterior. Pasarse mucho tiempo buscando justificaciones y
excusas para no realizar el trabajo. Este síntoma se halla
estrechamente relacionado con el de la precaución excesiva, la duda
y la preocupación. La negativa a aceptar la responsabilidad siempre
que ésta se pueda evitar. La voluntad de encontrar un compromiso, en
lugar de levantarse y luchar a pie firme. El comprometerse con las
dificultades, en lugar de dominarlas y utilizarlas como peldaños
para seguir subiendo.
El intentar conseguir gangas de la vida, en lugar de exigir prosperidad, opulencia, riquezas, satisfacción y felicidad. Planificar lo que se ha de hacer sólo cuando se ha producido el fracaso, en lugar de quemar todas las naves y hacer que la retirada sea imposible. La debilidad de la confianza en uno mismo, y, a menudo, la total ausencia de la misma, así como de la definición de propósito, autocontrol, iniciativa, entusiasmo, ambición, frugalidad y una sana habilidad para el razonamiento. El esperar la pobreza, en lugar de exigir la riqueza. El asociarse con aquellos que aceptan la pobreza, y no buscar la compañía de quienes exigen y reciben la riqueza.
El intentar conseguir gangas de la vida, en lugar de exigir prosperidad, opulencia, riquezas, satisfacción y felicidad. Planificar lo que se ha de hacer sólo cuando se ha producido el fracaso, en lugar de quemar todas las naves y hacer que la retirada sea imposible. La debilidad de la confianza en uno mismo, y, a menudo, la total ausencia de la misma, así como de la definición de propósito, autocontrol, iniciativa, entusiasmo, ambición, frugalidad y una sana habilidad para el razonamiento. El esperar la pobreza, en lugar de exigir la riqueza. El asociarse con aquellos que aceptan la pobreza, y no buscar la compañía de quienes exigen y reciben la riqueza.
EL DINERO HABLA
Algunos preguntarán: «¿Por qué ha escrito un libro sobre el dinero?
¿Por qué medir las riquezas en dólares?». Algunos pensarán que hay
otras formas de riqueza mucho más deseables que el dinero, y tendrán
razón. Sí, hay riquezas que no pueden medirse en términos
monetarios, pero millones de personas dirán:
«Dame todo el dinero que necesito, y yo me encargaré de encontrar
aquello que deseo».
La razón principal por la que he escrito este libro es porque millones de hombres y mujeres se encuentran paralizados por el temor a la pobreza. Lo que esa clase de temor es capaz de hacerle a uno fue muy bien descrito por Westbrook Pegler:
El dinero no es más que conchas de almejas, o discos de metal o
trozos de papel, y hay tesoros del corazón y del alma que el dinero
no puede comprar, pero la mayoría de la gente sin dinero es incapaz
de tenerlo en cuenta y sostener su espíritu. Cuando un hombre se
encuentra en lo más bajo, está en la calle y es incapaz de conseguir
trabajo, a su espíritu le sucede algo que se refleja en la caída de
sus hombros, la forma de llevar el sombrero, su modo de caminar y su
mirada. No puede escapar a una sensación de inferioridad con
respecto a la gente que tiene un empleo seguro, aun cuando sepa que
esas personas no son sus iguales en carácter, inteligencia o
habilidad.
Por su parte, los demás, incluso sus amigos, experimentan una sensación de superioridad y lo consideran una víctima, quizá de una manera in consciente. Tal vez ese hombre pida prestado durante un tiempo, pero no el suficiente como para continuar con la vida a la que está acostumbrado, y tampoco podrá continuar pidiendo durante mucho tiempo. Pero pedir, aun cuando sea para vivir, es una experiencia deprimente y al dinero así obtenido le falta el poder que el dinero ganado con su propio esfuerzo tiene. Evidentemente, nada de esto se aplica a los zánganos y los pordioseros, sino sólo a los hombres con ambiciones normales y que se respetan a sí mismos.
Las mujeres que se encuentran en la misma situación son algo diferentes. De algún modo, no las consideramos como personas marginadas. Raras veces viven en la miseria o piden por las calles, y cuando se encuentran entre la gente, no se las reconoce por las mismas señales que identifican a los hombres mendigos.
Desde luego, no me refiero a las harapientas de la gran ciudad, que son la parte opuesta de los vagabundos masculinos confirmados. Me refiero a mujeres bastante jóvenes, decentes y con inteligencia. Tiene que haber muchas mujeres así, pero su desesperación no resulta tan evidente. Quizá se suiciden.
Cuando un hombre se encuentra sin dinero y desempleado, dispone de tiempo para lamentarse. Es posible que viaje muchos kilómetros para buscar un trabajo y descubra que el puesto ha sido ocupado ya, o que sólo se trata de uno de esos puestos sin salario fijo, con sólo una comisión sobre las ventas de algún cachivache inútil que nadie compraría, excepto por piedad. El hombre vuelve a encontrarse en la calle, sin un sitio al que ir, excepto a cualquier parte. Así que camina, y camina. Contempla los escaparates de las tiendas, observa lujos que no son para él; se siente inferior y deja paso a otras personas que se detienen a mirar con un interés activo. Deambula por la estación, y entra en la biblioteca para descansar los pies y calentarse un poco, pero eso no es lo mismo que buscar un trabajo, de modo que no tarda en reanudar la marcha. Es posible que no lo sepa, pero su falta de objetivo le delatará aunque las líneas de su figura no lo hagan. Es posible que vaya bien vestido, con las ropas que le quedaron de cuando tenía un trabajo estable, pero esas ropas no sirven para ocultar su caída.
Ve a miles de otras personas a su alrededor, todas ellas ocupadas con sus trabajos, y las envidia desde lo más profundo de su alma. Todas tienen su independencia, su autorrespeto y su orgullo, y él no puede convencerse a sí mismo de que también es un buen hombre, por mucho que reflexione y llegue a un veredicto favorable hora tras hora.
Precisamente el dinero es lo que establece esta diferencia en él. Con un poco de dinero, volvería a ser él mismo.
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