Showing posts with label 15 Minutos. Show all posts
Showing posts with label 15 Minutos. Show all posts

Tuesday, April 30, 2013

Música, música y más música para aprendizaje y relajación

 
El primer sentido que desarrolla un bebé al estar en el vientre materno es el del oído, a las doce semanas se empieza a sincronizar con los sonidos, los que genera la madre(latidos de su corazón, respiración, su voz) y los del exterior.

Según estudios del doctor Alfred Tomatis, el bebé al escuchar un  mismo sonido mueve un músculo, en cada bebé el músculo es diferente, esto le permite al bebe, aprender un idioma desde el seno materno.

Por esta razón, el doctor Tomatis recomienda la música de Mozart, las vibraciones que produce activan y sincronizan los movimientos del bebé de tal manera que su cerebro recibe una vibración rítmica y armoniosa y su respuesta será igualmente rítmica y armoniosa.

Al estar expuestos durante mucho tiempo a los sonidos fuertes reduce nuestra capacidad auditiva, además el ruido produce efectos psicológicos nocivos, vuelve a las personas insociables, predispone a la ira generando un comportamiento agresivo.

El doctor Tomatis aplicó este conocimiento a trabajadores de fábricas que habían perdido capacidad auditiva por el constante ruido, provocando que su producción disminuyera. Con música como la barroca, que genera ondas que estimulan al cerebro, logró que incrementaran su productividad noventa y cinco por ciento.

Veamos el siguiente ejemplo, un estudio realizado por Dorothy Retallack de la Universidad de Denver, que quiso reproducir experimentos atribuidos a los indios y los soviéticos respecto al crecimiento de las plantas. Expuso una plantación de calabacín a una música clásica y otra a una música de rock. Los calabacines expuestos a la música clásica crecieron en dirección al altavoz entre 35 y 60 grados(haga de cuenta que jala una planta con un hilo hacia usted), teniendo un mayor crecimiento y alrededor del altavoz, por el contrario los que estaban situados al lado del altavoz de donde salía la música de rock eran más débiles y tenían menos raíces.. ¡Cuándo lograban sobrevivir!. La música clásica utilizada era de Bach, Haydn, Beethoven, Brahms y Shubert. Pero la que más influyo fue la de Ravi Shankar interpretada con cítara india. Ahora permítame hacerle las siguientes preguntas: ¿Las plantas tienen cerebro? ¿Se imagina los efectos de esta música sobre el ser humano?

Una característica importante de la música barroca genera de 56 a 64 pulsaciones por minuto(el corazón tiene en promedio 60 pulsaciones por minuto), ¿Qué nos puede indicar esto? El corazón tiene tendencia a seguir el ritmo de la música, provocando una relajación, conclusiones:La música barroca provoca un descenso de los ritmos cardiaco y respiratorio, beneficioso para el cuerpo. Es recomendable dormirse escuchando este tipo de música, verá como descansa, así como también al despertar escuchar 15 minutos de está, ayudara a empezar de buen animo el día, y si es posible escucharla mientras trabaja, mejor.
 
Las ondas que genera estimulan el cerebro para el aprendizaje, para los que preparan exámenes con música de rock o pop(no es examen de canto, excepto para los que estudian música), les recomiendo cambiar a la música clásica mientras estudian, ya después escuchen la que gusten, ¿qué no les gusta?, bueno, ¿les gustaría tener más tiempo para divertirse habiendo pasado los exámenes con mejores calificaciones?, como dije antes no es examen de canto, denle el beneficio de la duda a la música clásica, los efectos de todas maneras serán generados por la misma.

Para los estudiantes de primaria y de secundaria es bueno que escuchen este tipo de música mientras estudian, si siente que no les va a agradar, no les diga: Te voy a poner música clásica para que estudies, sólo hay que ponerla sin decirles nada, le aseguro que después serán ellos quienes lo hagan.

Así mismo en las escuelas al empezar las clases durante 20 minutos y en el descanso predispondrá a los alumnos al aprendizaje, teniendo mayor comprensión y retención.

Una recomendación final, los niños que tengan problemas para aprender las tablas de multiplicar, consiga canciones de las mismas, y notara los resultados.

Las recomendaciones por lo amena que puedan resultar son las siguientes:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La cuarenta sinfonía de Mozart
La novena sinfonía(El himno a la alegría) de Beethoven
La quinta sinfonía de Beethoven
Todos los valses de Chopin

Igual de benéfica resulta la música con sonidos de la naturaleza(el mar, cantos de pájaros, un día lluvioso, etc.).

Rigoberto Valdelamar Juárez

Bibliografía:
- Aprendiendo a aprender, Christian Drapeau, Oceano Robin Book
- Aprende mejor con gimnasia cerebral, Luz María Ibarra, Garnik Ediciones


Tuesday, October 30, 2012

Pronunciación en inglés – 10 tips para mejorar


Aquí 10 consejos que no puedes perderte para mejorar tu pronunciación en inglés
No te gustaría…
  • Que te entiendan cuando hablas por teléfono en inglés
  • Tener mas confianza en tu manejo del idioma al reunirte con personas de habla inglesa
  • Mejorar tu pronunciación en general
  • Eliminar por completo la desesperante pregunta “Can you repeat it please?” (Por favor, me lo puedes repetir?)
  • Lograr presentaciones de negocios más efectivas
Si contestaste “SI” a por lo menos una de estas preguntas, ¡te conviene seguir leyendo!

Antes que nada, déjame decirte que es completamente NORMAL que no tengas una buena pronunciación en inglés. Los sonidos en nuestro idioma son muy diferentes y no estamos “entrenados” para poder emitir los sonidos particulares del inglés y de otros idiomas.

Por consiguiente, los problemas de pronunciación que tu puedas tener son probablemente muy similares a los problemas que tienen otros estudiantes de habla hispana.

Por ejemplo: el 70% de las personas que hablan español como su primera lengua tienen problemas pronunciando la “st” o “th” – sonidos adheridos -. Algunos ejemplos de palabras en inglés que contienen estos sonidos son: first, third, thirsty, stand, etc.

En otro ejemplo, varias investigaciones muestran que el sonido “l” al final de la palabra (ejemplo: retrial, patrol, appeal, mail , etc.) se omite en un 70% por los que hablan mandarín como lengua natal, pero solo un 20% de los que hablan español omiten ese sonido.

Como ya habrás notado, tu lengua nativa puede proporcionar mucha información acerca de los problemas de pronunciación que pudieras tener al hablar inglés. Muy interesante, no?

Ahora bien, los siguientes 10 consejos te ayudaran a reducir la influencia de tu primera lengua para lograr una mejor pronunciación en inglés:

1.- Observa los movimientos de la boca de una persona nativa en inglés y trata de imitarlos. Esto lo puedes practicar cuando estes viendo algún programa de TV en inglés. Fíjate en el movimiento de la boca, repite lo que están diciendo, imita la entonación y el ritmo de la conversación.

2.- Mientras que aprendes la correcta entonación y el ritmo del idioma, disminuye la velocidad de tu conversación al hablar en inglés. Si tu hablas muy rápido y sin la correcta entonación y ritmo, la persona a la que te estás dirigiendo pasará un momento difícil para entenderte. No te preocupes si la persona que te esta escuchando se impacienta un poco. A fin de cuentas es más importante que se entienda claramente lo que estás diciendo, ¿no crees?

3.- Escucha música en inglés. Cada lenguaje tiene su propia manera de “cantarse”. Trata de seguir el ritmo, la entonación e imitar el sonido de las palabras para que mejore tu pronunciación.

4.- Utiliza un diccionario. Familiarízate con los símbolos fonéticos que aparecen en tu diccionario, ejemplo: “delete” [di´lit]. Observa que lo que viene dentro de los corchetes es cómo pronuncias la palabra en español. Se separa en sílabas para que tu le des la entonación a cada una y generes una mejor pronunciación del vocablo. Cada vez que puedas revisa tu diccionario y busca la correcta pronunciación de las palabras que te causan problemas al utilizarlas en inglés.

5.- Elabora una lista de palabras que se te dificulta pronunciar en inglés y que usas frecuentemente en el trabajo, en tus presentaciones, en la escuela, etc. Seguramente conoces a alguna persona que tenga acento nativo en inglés o mejor aún, que sea de procedencia extranjera; pídele que te pronuncie correctamente todas y cada una de las palabras de tu lista y grábalas. Después escúchalas y repítelas tal cual. Practícalas en voz alta una y otra vez.

6.- Compra libros con casettes o CD’s de audio integrados. Leélos al mismo tiempo que escuchas el audio. Después lee alguna sección del libro en voz alta y graba tu voz. Compara el sonido de tu inglés con la del narrador poniendo atención e identificando las palabras que pronunciaste incorrectamente. ¡Toma notas y sigue practicando!

7.- Pronuncia el final de cada palabra correctamente. Presta especial atención a las terminaciones del plural y a la 3ª persona del verbo singular “-s”. (dogs,tables, telephones, plays, runs, swims, etc.) y de los verbos regulares en pasado “-ed” (opened, mentioned, writed, studied, etc.).

8.- Lee en voz alta en inglés de 15 a 20 minutos cada día. Esto te ayudará a ejercitar los músculos de la lengua y boca cuando hablas en inglés. Varias investigaciones demuestran que toma cerca de 3 meses de práctica diaria adquirir músculos fuertes para hablar otro idioma.

9.- Graba tu propia voz y escucha los errores de pronunciación. Mucha gente odia escuchar el sonido de su propia voz y evita escucharse hablar. Sin embargo, este es un ejercicio MUY IMPORTANTE, y si me permites EL MAS EFECTIVO, porque te ayudará a estar conciente de los errores que cometes.

10.- Se paciente. Tú puedes cambiar tu forma de hablar pero no será de la noche a la mañana. Las personas muy a menudo esperan resultados instantáneos y se dan por vencidas rápidamente. Tú puedes cambiar la forma en la que suenas si realmente lo deseas y pones esfuerzo en ello.

Si necesitas ayuda adicional para lograr una mejor pronunciación en inglés, te sugiero le eches un ojo al programa Accent Reduction de TestDEN que viene siendo una de las mejores herramientas disponibles en el mercado para este fin.

Wednesday, August 15, 2012

Flojear o descansar, ¿cuál es la mejor opción para recuperar la energía? (emol.com)

Los días grises son propicios para no querer hacer nada. Pero una cosa es el descanso y otra muy distinta la flojera, con la cual se pierde la voluntad.

Quedarse en cama, dormir hasta tarde y no querer hacer nada, son los deseos que nos embargan en la semana, cuando la rutina y el trabajo agotan nuestra energía.

La añoranza por un momento de calma sin obligaciones se vuelve una súplica. Entonces, apenas se lograr tener un momento en calma, el cuerpo se desploma, literalmente hablando. Esto si se tiene suerte, porque hay quienes ni siquiera lo logran y su "descanso" proviene sólo de las horas de sueño que puedan alcanzar.

Sin embargo, cuando la oportunidad de un tiempo libre se vuelve un comportamiento ilícito y se dejan de lado las obligaciones por esa necesidad imperante que doblega la voluntad, se les llama flojera.

¡Uf!, sí. La pereza está en la lista de los pecados capitales o los males del mundo. Así de grave. ¿Por qué tanto?

Tal vez sea porque la flojera no es una pausa en el camino, ni un estado tan agradable como se suele describir en el lenguaje coloquial. Carolina Diomedi, médico de familia (dradiomedi@gmail.com) lo explica.

"Entras a un estado de inercia, donde te paralizas, congelas y comienzas a generar pensamientos derrotistas y no te mueves, es decir, pierdes la voluntad de hacer lo mejor para ti", señala.

Agrega que la flojera tiene que ver con sentir una cierta incapacidad por mantener el control de la vida, donde la rutina diaria termina por invadir y coartar la energía básica que se tiene para funcionar.

"Hay un desgaste físico acumulado que provoca esa inmovilidad, porque como no hay control, los tiempos de recuperación son insuficientes para descansar", sostiene.

Es decir, se gasta más energía de la que está disponible y el cuerpo termina pasando la cuenta: la persona se estresa, cansa y está expuesta a hundirse en la pereza, donde no respondería a nada ni nadie. Mal.

Otra postura

Para el psicólogo Raúl Carvajal de Clínica Santa María, la flojera es un concepto que tiene mala barra porque no se profundiza en las causas de su aparición.

"Creo que está relacionada con un profundo temor por quedar expuesto a lo que no quiero hacer, a sobreexigencias que no tienen sentido para mí en ese momento y que reacciono frente a ese deber ser", asegura.

Por tanto, la flojera según el psicólogo, sería una vía de escape válida para zafarse del juicio social.

"Hay mucha gente que deja de hacer cosas por el temor de quedar expuesto al fracaso y al sentirse incapaz, prefiere pasar por flojo que por incompetente", afirma.

Pero indica que en esa parálisis, emerge la culpa por no hacer lo que se debería hacer. "Se pasa pésimo porque no estás cumpliendo con lo que se espera de uno y eso molesta. Y ni hablar de cómo entras en conflicto con tu voluntad", sostiene.
Días de invierno

Esta época del año tampoco ayuda cuando la flojera se apodera de los estados de ánimo. Y cómo no, sí el invierno es una época donde el ritmo biológico se altera, ralentizándose. "Hay una necesidad de irse para adentro, bajar el ritmo y crear espacios más lentos, tranquilos", comparte Raúl Carvajal.

Por lo que, querer tiempo para descansar y no hacer nada se vuelve natural, comprensible. Pero, ¿qué se puede hacer para no caer en la flojera ni dañar a los demás con mis inacciones?

De acuerdo a los especialistas, lo que salva la situación es permitirse el espacio para descansar. Hablan de unos minutos al día, un día, el fin de semana.

"La idea e regalarse el tiempo para conscientemente romper con mis contradicciones, dejar de pelear con la flojera y dar el valor al descanso que se merece y te lo permites", señala el psicólogo.

Habla que es sano asumir que hay momentos en que no se puede hacer nada y comenta que el doctor Ernest Lawrence Rossi, médico y psicoterapeuta ericksoniano, aconseja que las personas cada 90 minutos de trabajo, deberían hacer una pausa de 5 minutos y no hacer nada.

"Es que está comprobado que después de una hora y media empezamos a bostezar o nos da hambre, se pierde la concentración y para retenerla se gasta más energía, por eso se recomienda parar y luego seguir", explica.

Advierte que no es una siesta, sino que permitir que la mente y cuerpo se borren, descansen.

Aprender a descansar

En ese sentido, la doctora Diomedi de orientación antroposófica, recomienda no olvidar que el descanso diario debe ser reparador, acorde a las necesidades y proporcional al esfuerzo que se hace.

Agrega que lo importante es conectarse con el cuerpo físico y no solo usar las horas del sueño para recuperarse. Es necesario ir más allá.

"Es bueno complementar con una alimentación que mejore mi vitalidad, por ejemplo, incluyendo verduras verdes, frutas, agua y dejar de lado los hidratos de carbono procesados, el azúcar, las bebidas alcohólicas, que lo único que hacen es intoxicar el cuerpo y al hígado", afirma.

Invita también a comer poco si se va a tomar una siesta para que el cuerpo se regenere y desintoxique con mayor facilidad. Pero ojo, no pasarse en las horas de sueño.

"Respira profundo y detente, regálate unos minutos diarios para llevar la atención al sentir el cuerpo sin distracciones de TV, computador o teléfonos. Y si es posible, date un baño de tina antes de dormir", incita.

Otra opción para no caer en la flojera en estos días grises, es optar por el ocio y verlo como un espacio para la creatividad y recuperación de la chispa que nos da vida. Tomar ese tiempo como el "vacío fértil", donde pueden surgir muchas cosas buenas.

Tal vez lo más importante sea el consejo de ambos de evitar caer en los sobreesfuerzos que tiran para abajo, porque se practica el autocuidado, hay ánimo y energía para desplegar en las labores diarias, donde nada se hace cuesta arriba. Al contrario, la adversidad se mira con otros ojos.

Tuesday, August 7, 2012

21 días para crear un hábito


Todas queremos alcanzar éxito a nivel personal, profesional, laboral y familiar. Pero ser exitosas no es algo que nos caerá del cielo, debemos trabajar duro para conseguirlo.

Desarrollar destrezas y habilidades es el primer paso. Por ejemplo, si lo que anhelamos es alcanzar un título profesional debemos optimizar el uso del tiempo y combinarlo para no quedar mal en ninguna de las dos responsabilidades adquiridas.

Lo mismo si queremos tener un cuerpo envidiable y buena salud. Hacer ejercicio, alejarnos de la comida basura y alimentarnos de forma equilibrada.

Aunque suene sencillo, tener una vida disciplinada para muchas no lo es, por lo que siempre estamos posponiendo las decisiones que nos aseguran bienestar.

Cada año que comienza entre nuestros propósitos nunca faltan el famoso ‘este año entro al gimnasio’ o el típico ‘bajaré 10 kilos’.

Al final seguimos siendo sedentarias y estando con kilos de más. Pero, ¿cómo desarrollar las destrezas para lograr lo propuesto?

La especialista en Programación Neurolingüística (PNL) Martha Ramírez explica que los seres humanos sí podemos cambiar hábitos en nuestra vida.

Los hábitos, buenos o malos, son  funciones potentes que tienen su sede en el subconsciente.

“Cuando yo trabajo durante 21 días sobre algo que quiero cambiar en mí logro hacerlo porque cada 21 días regeneramos células y las células nuevas vienen grabadas con la información adquirida”, menciona.

“Si todos los días me despierto y hago un ejercicio tan sencillo como mirarme al espejo y decirme a mí misma que me amo y me acepto como soy, mi mente terminará por creerlo, porque la parte inconsciente lo manda a la consciente”, agrega la experta. El solo repetir la frase crea una destreza y una habilidad para el cambio.

Esta teoría de los 21 días fue descrita en 1960 por el psicólogo Maxwell Maltz, célebre cirujano plástico de la Universidad de Columbia, y autor de ‘La Psicocibernética’, que habla de que debemos tomar 15 minutos al día a la misma hora en el mismo lugar para cualquier nuevo hábito que se desee tener y es importante continuarlo hasta que se cumplan los 21 días consecutivos de práctica inequívoca. De esta manera se genera un cambio perceptible en la persona.

Si fallas un solo día debes empezar desde el principio.

Recuerda
Nunca te des por vencida, tú eres capaz de lograrlo todo. Solo debes ser paciente.

21 días para crear un hábito, SUSANA LANDÍVAR

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...