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Friday, May 29, 2015

Creativo, va (Vocabulario)

Creativo, va

  1. adj. Que posee o estimula la capacidad de creación:
    es un escritor muy creativo.
  2. m. y f. Persona que crea los anuncios y campañas de promoción para una empresa, agencia de publicidad, etc.:
    el equipo lo formaban varios creativos y un comercial.
 

Tuesday, March 3, 2015

Subliminal (Vocabulario)

Subliminal

adj. [Percepción sensorial,emoción o sensación] que el hombre percibe y experimenta sin tener conciencia de ello:
la propaganda subliminal está prohibida en publicidad y cine.

Wednesday, January 29, 2014

Sensacionalismo (Wikipedia)


Sensacionalismo es un término periodístico peyorativo, que denuncia la manipulación informativa tendente a producir sensación, emoción o impresión.1 Es aplicable a todos los medios de comunicación (especialmente la prensa escrita, la radio y la televisión). También se utilizan otros términos: amarillismo o "prensa amarilla" y periodismo del corazón o "prensa rosa" (para los asuntos de escasa trascendencia objetiva, pero que despiertan gran interés entre el público, como la vida privada de personas famosas).

Los medios de comunicación sensacionalistas se caracterizan por difundir información polémica, chocante o que llama mucho la atención, en perjuicio de otros asuntos o de los aspectos objetivamente más importantes de tales asuntos. Es común que en los medios de comunicación sensacionalistas se tienda a vertir repetidamente información falsa o dañina. Los objetivos del sensacionalismo son espurios para el periodismo: la obtención a toda costa de mayor repercusión (audiencia o tirada), y por tanto mayores beneficios económicos, o la manipulación de la opinión pública (con un determinado propósito: empresarial, político, social o ideológico).

Esta forma de prensa popular se inició con la llegada de los periódicos New York Sun (1883) y New York Herald (1885), que además de abaratar sus precios, editaba artículos de interés humano tales eran como sucesos en las ciudades, casos policiales, noticias de farándula y espectáculos. Más tarde en Argentina nace el diario Crítica (1913), que se le atribuye a Natalio Felix Botana, éste tenía las mismas características que los anteriores.

El sensacionalismo también se puede dar en otros ámbitos, como la música. El sensacionalismo musical se concreta en las campañas publicitarias realizadas por parte de las discográficas para poner de moda a un grupo o artista, explotar su imagen y conseguir las mayores ventas posibles (a estos grupos o artistas se les suele catalogar como "comerciales" -música comercial-).

Tuesday, January 14, 2014

Industria Cultural (Wikipedia)


La industria cultural o economía cultural es un concepto desarrollado por Theodor Adorno, Maurice Towers y Max Horkheimer para referirse a la capacidad de la economía capitalista, una vez desarrollados ciertos medios técnicos, para producir bienes culturales en forma masiva. En una definición más amplia, es el sector de la economía que se desarrolla en torno a bienes culturales tales como el arte, el entretenimiento, el diseño, la arquitectura, la publicidad, la gastronomía y el turismo.

Orígenes del concepto


El concepto fue introducido por los teóricos alemanes Theodor Adorno y Max Horkheimer y el ingles Maurice Towers en el artículo "La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas", escrito por ambos entre 1944 y 1947, y publicado en el libro "Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos" o "Dialéctica del Iluminismo", en otra traducción. Supone una mirada crítica y profundamente pesimista sobre la función de los medios de comunicación (cine, radio, fotografía), que estaba consolidándose en las sociedades desarrolladas luego de la Primera Guerra Mundial. Adorno y Horkheimer analizan especialmente la industria del entretenimiento ("amusement" en el texto) en Estados Unidos, donde se encontraban exiliados, como efecto del avance del nazismo en su Alemania de origen. Ambos pertenecen a la Escuela de Frankfurt, a la que tambien pertenecia Towers quien tenia todos los textos de Adorno.

Ambos autores expresan sus planteamientos en citas como las siguientes:

"El amusement es la prolongación del trabajo bajo el capitalismo tardío. Es buscado por quien quiere sustraerse al proceso del trabajo mecanizado para ponerse de nuevo en condiciones de poder afrontarlo. Pero al mismo tiempo la mecanización ha conquistado tanto poder sobre el hombre durante el tiempo libre y sobre su felicidad, determina tan íntegramente la fabricación de los productos para distraerse, que el hombre no tiene acceso más que a las copias y a las reproducciones del proceso de trabajo mismo. El supuesto contenido no es más que una pálida fachada; lo que se imprime es la sucesión automática de operaciones reguladas. Sólo se puede escapar al proceso de trabajo en la fábrica y en la oficina adecuándose a él en el ocio. De ello sufre incurablemente todo amusement. El placer se petrifica en aburrimiento, pues, para que siga siendo placer, no debe costar esfuerzos y debe por lo tanto moverse estrechamente a lo largo de los rieles de las asociaciones habituales. El espectador no debe trabajar con su propia cabeza: toda conexión lógica que requiera esfuerzo intelectual es cuidadosamente evitada."1

Años más tarde (1967), Adorno retoma esta idea y la profundiza en el texto "La industria cultural":

"Los comerciantes culturales de la industria se basan, como dijeron Brecht y Suhrkamp hace ya treinta años, sobre el principio de su comercialización y no en su propio contenido y su construcción exacta. Toda la praxis de la industria cultural aplica decididamente la motivación del beneficio a los productos autónomos del espíritu. Ya que en tanto que mercancías esos productos dan de vivir a sus autores, estarían un poco contaminados. Pero no se esforzaban por alcanzar ningún beneficio que no fuera inmediato, a través de su propia realidad. Lo que es nuevo en la industria cultural es la primacía inmediata y confesada del efecto, muy bien estudiado en sus productos más típicos. La autonomía de las obras de arte, que ciertamente no ha existido casi jamás en forma pura, y ha estado siempre señalada por la búsqueda del efecto, se vio abolida finalmente por la industria cultural."2

Adorno y Horkheimer establecen, con esta conceptualización crítica de las producciones culturales difundidas por los medios masivos de comunicación, una clara jerarquización negativa respecto de las obras de arte tradicionales, así como del condicionamiento que ésto supone para los artistas que las producen.

"La industria cultural puede jactarse de haber actuado con energía y de haber erigido como principio la transposición —a menudo torpe— del arte a la esfera del consumo, de haber liberado al amusement de sus ingenuidades más molestas y de haber mejorado la confección de las mercancías. Cuanto más total ha llegado a ser, cuanto más despiadadamente ha obligado a todo outsider a quebrar o a entrar en la corporación, tanto más fina se ha vuelto, hasta terminar en una síntesis de Beethoven con el Casino de París."3

Por ejemplo, dirán respecto a los dibujos animados, como una de las formas en las que la industria cultural "defrauda continuamente a sus consumidores respecto a aquello que les promete":

"Los dibujos animados eran en una época exponentes de la fantasía contra el racionalismo. Hacían justicia a los animales y a las cosas electrizados por su técnica, pues pese a mutilarlos les conferían una segunda vida. Ahora no hacen más que confirmar la victoria de la razón tecnológica sobre la verdad. Hace algunos años tenían una acción coherente, que se disolvía sólo en los últimos minutos en el ritmo endiablado de los acontecimientos. Su desarrollo se asemejaba en esto al viejo esquema de la slapstick comedy. Pero ahora las relaciones de tiempo han cambiado. En las primeras secuencias del dibujo animado se anuncia un tema de acción sobre el cual se ejercitará la destrucción: entre los aplausos del público el protagonista es golpeado por todos como una pelota. De tal forma la cantidad de la diversión organizada se transfiere a la calidad de la ferocidad organizada. Los censores autodesignados de la industria cinematográfica, unidos a ésta por una afinidad electiva vigilan la duración del delito prolongado como espectáculo divertido. La hilaridad quiebra el placer que podría proporcionar, en apariencia, la visión del abrazo, y remite la satisfacción al día del pogrom. Si los dibujos animados tienen otro efecto fuera del de acostumbrar los sentidos al nuevo ritmos es el de martillar en todos los cerebros la antigua verdad de que el maltrato continuo, el quebrantamiento de toda resistencia individual es la condición de vida en esta sociedad. El Pato Donald en los dibujos animados como los desdichados en la realidad reciben sus puntapiés a fin de que los espectadores se habitúen a los suyos."4

Con la emergencia del capitalismo financiero y el modelo neoliberal en los años 80 del siglo XX el concepto de industria cultural, se amplió a uno con mayor connotación económica, política y de desarrollo social, el de industrias creativas.5 Éste se acuña en 1980 en Australia, pero sólo sería desarrollado en el Reino Unido hasta el primer gobierno de Tony Blair como una estrategia política para abrir nuevos frentes de trabajo, desarrollar nuevos mercados y permitir la inclusión social. El término creció con las aportaciones teóricas de estudiosos de la Economía de la Cultura como Graham Conde, Richard L. Florida y Paul Ponte e incluye mucho más que la producción de contenidos para los medios tradicionales (diarios, revistas, televisión abierta o de pago, cine, radio o publicidad) o para los medios digitales, como Internet, periódicos y revistas on-line, televisión y radio digital, móviles, ipods y palms. Esa es solamente una parte de las industrias creativas que actualmente hacen parte de la Economía de la Cultura. Las industrias creativas incluyen también todas las formas artísticas de la alta cultura a la popular, como la artesanía, el design, el patrimonio cultural, el turismo cultural, los equipos culturales (museos, teatros, cines), así como el trabajo conjunto de la cultura, el turismo y la educación como forma de llegar al desarrollo sustentable.6


En el Reino Unido la iniciativa de Blair fue exitosa y las industrias creativas del país representan actualmente el 8% de su PIB. El gobierno inglés creó el Ministerio de las Industrias Creativas en 2006, con la intención de tornarse en el polo creativo del mundo con la exportación de sus productos.

Wednesday, May 15, 2013

Psicología del Consumidor (laguia2000.com)

A la hora de comprar, todos se comportan igual.


Las Agencias de Publicidad utilizan técnicas psicológicas tanto para captar consumidores, como para modificar hábitos de consumo, promocionar productos, incrementar las ventas y crear necesidades.

Estas empresas se encargan de la promoción de todo tipo de cosas y de personas, incluyendo cantantes, actores, escritores, etc., siempre que estén dispuestos a cumplir con los requisitos que sean necesarios para llegar a ser conocidos por la mayor cantidad de público.

Las campañas publicitarias están compuestas de paquetes de actividades de alto costo, relacionadas con la presentación del producto en todos los medios de difusión por un período determinado, gasto que los productores están dispuestos a arriesgar cuando lo consideran una buena inversión. 

En una sociedad compleja un éxito no nace sino se hace, porque sólo el que está dispuesto a entregarse a la maquinaria del marketing, trituradora de carne, puede alcanzar la fama.

Este fenómeno no es privativo de una cultura determinada sino que ocurre en todo el mundo porque es la mejor forma y la más segura de lograr buenos negocios.

El lanzamiento de un producto alimenticio es cuidadosamente planificado con mucho detalle teniendo en cuenta la preferencia de los consumidores, las cuales son estudiadas minuciosamente antes del lanzamiento. 

Mediante encuestas, se realizan estudios de mercado que determinan las necesidades que existen en plaza y se diseña su presentación que tiene que ser lo suficientemente atractiva como para destacarse de los productos ya existentes.

Para mantener la venta de un producto a niveles deseables, aunque sea muy conocido y prestigioso, la publicidad debe ser constante y periódica, porque si esto no se hace, el público deja de comprarlo. 

Todo lo nuevo aparece como ventajoso en algún aspecto y la necesidad de los consumidores de tenerlo es un impulso irrefrenable que los expertos conocen muy bien. 

La competencia no descansa y continuamente aparecen nuevas marcas con precios más ventajosos que disminuye la demanda de los productos conocidos, los cuales tienen que mantener la publicidad para no perder a sus habituales consumidores.

Los recursos psicológicos que se utilizan en publicidad aprovechan las modas, la actual tendencia de la gente hacia lo saludable, el rechazo creciente del público hacia los productos con muchas calorías, el cambio de las estaciones, el afán de la mayoría por mantenerse jóvenes, y cualquier otro elemento que surja en el escenario social que cree una necesidad.

Los consumidores, sin darse cuenta, son manipulados por la publicidad, porque el público se maneja más emocionalmente que racionalmente.

La publicidad utiliza los colores para movilizar sensaciones. Una lata de tomates cuya etiqueta muestre tomates grandes y muy rojos se vende más que otra que tiene en su exterior un color más atenuado. Lo que sugiere la etiqueta vende, independientemente del precio y la marca.

¿Por qué compra la gente una cosa y no otra? Las razones no existen, porque el impulso de comprar no es racional.

El costo de la publicidad supera ampliamente el costo de la fabricación del producto, de manera que se debe estar dispuesto al principio a no obtener ninguna ganancia.

Una mujer bonita en una publicidad vende más que una mujer madura y también más que un hombre.

Los avances de la técnica fotográfica hacen que una mujer exitosa muy madura se vea siempre como si tuviera treinta años o menos, de modo que una modelo publicitaria, si es famosa y representa la cara de un producto puede permanecer promocionándolo prácticamente siempre.

Porque los objetos se identifican con un rostro bello y querido a quien la mayoría no desea ser desleal.

Un personaje famoso que se dedica a la publicidad, debe mantenerse fiel a esa imagen, porque si llega a alterarla, ya sea por actitudes o comportamientos considerados inapropiados, puede perder su posición, porque él es también el producto que promociona.

Cada segmento del mercado tiene un modelo publicitario adecuado, porque en publicidad no significa lo mismo promocionar leche que perfume. 

Para la promoción de leche la persona elegida para la publicidad tiene que ser intachable y tener un aspecto tan puro como ese producto, porque es el alimento de los niños, y un modelo con aspecto desaliñado no es lo adecuado, aunque esta característica no tenga nada que ver con la leche desde el punto de vista lógico.

Los autos son promocionados por mujeres esculturales que sugieren la posibilidad de conseguirla teniendo el vehículo, idea que existe en el imaginario masculino y que da resultado.

La ropa se exhibe en maniquíes de talles chicos para crear la ilusión en los compradores de verse, con ese atuendo, igual que ellos.

En publicidad no se deja nada librado al azar, porque todo se orienta a enviar mensajes psicológicos subliminales para manipular y atraer a los consumidores.

Monday, April 15, 2013

La cantidad demandada y preferencias de los consumidores


El cuarto factor que determina la cantidad demandada de un bien o servicio es las preferencias o gustos de los consumidores.

Cuando cambian las preferencias se produce un desplazamiento de la curva de demanda: si un bien se pone de moda, los consumidores estarán dispuestos a comprar más cantidad por el mismo precio, provocando un aumento de demanda o desplazamiento a la derecha de la curva; el desplazamiento será hacia la izquierda si disminuye la demanda al dejar de gustar el bien o servicio.


Las modas cambian a menudo, unas veces como consecuencia de la publicidad, otras por avances tecnológicos. Existen múltiples ejemplos de este fenómeno: los pantalones pitillo o acampanados, los zapatos en punta o achatados, los mp4 o los móviles con internet que desplazan a los modelos anteriores, o la fidelidad a las marcas comerciales.


En las últimas décadas el marketing se ha desarrollado enormemente, y las grandes empresas estudian la conducta de los consumidores en sus bases psicológicas, guiando sus preferencias y creando necesidades nuevas. Un ejemplo de ello lo aporta el vídeo realizado por una empresa especializada en la investigación de tendencias de comportamiento y de consumo, dedicado a la juventud actual: "Todos queremos ser jóvenes".





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