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Tuesday, January 15, 2013

El ejercicio detiene el encogimiento del cerebro (BBC)


El ejercicio regular puede ayudar a evitar el encogimiento cerebral y otros signos vinculados a la demencia, revela un estudio.

La investigación de la Universidad de Edimburgo, Escocia, involucró a 638 personas de 70 años que fueron sometidos a escáneres cerebrales.
Los resultados mostraron que quienes eran más activos físicamente tenían una menor reducción del volumen cerebral que quienes no se ejercitaban.

Y el ejercicio que realizaban, dicen los investigadores, no era vigoroso. Incluso salir a caminar varias veces a la semana ayudó a lograr este efecto.

Por otro lado, quienes llevaban a cabo actividades de estimulación mental e intelectual, como crucigramas, leer un libro o socializar con amigos, no mostraron efectos beneficiosos en el tamaño del cerebro, dice el estudio publicado en la revista Neurology.

Deterioro cerebral

Hombre en bicileta
El ejercicio puede evitar el encogimiento cerebral que se experimenta con la edad.
 
Se sabe que la estructura y funcionamiento del cerebro se deterioran con el paso de los años.

También se ha demostrado que el cerebro tiende a encogerse y ese encogimiento está vinculado a una pérdida de memoria y capacidades cerebrales.

Los estudios han mostrado que las actividades sociales, mentales y físicas pueden tener un rol protector para prevenir este deterioro.

Sin embargo, hasta ahora no se habían llevado a cabo estudios amplios con escáneres cerebrales para observar estos cambios en la estructura y volumen cerebral.

Para el estudio de tres años, el doctor Alan Gow y su equipo pidieron a los participantes que llevaran un registro de sus actividades diarias.

Al final de ese período, cuando los participantes tenían 73 años, se les sometió a escáneres de imágenes de resonancia magnética para analizar los cambios en su cerebro.
"Las personas en sus años 70 que participaban en más ejercicio físico, incluida una caminata varias veces a la semana, mostraron menos encogimiento cerebral y otros signos de envejecimiento del cerebro que aquéllos que eran menos físicamente activos" Dr. Alan Gow
Después de tomar en cuenta factores como la edad, género, estado de salud e inteligencia, los resultados mostraron que la actividad física estaba "significativamente asociada" con menos atrofia cerebral.

"Las personas en sus años 70 que participaban en más ejercicio físico, incluida una caminata varias veces a la semana, mostraron menos encogimiento cerebral y otros signos de envejecimiento del cerebro que aquéllos que eran menos físicamente activos", dice el doctor Gow.

"Por otra parte, nuestro estudio no mostró ningún beneficio real en el tamaño del cerebro con la participación en actividades mental y socialmente estimulantes, según lo observado en los escáneres de resonancia magnética, durante los tres años de estudio", agrega.

Según el investigador, la actividad física también resultó vinculada a un incremento en el volumen de materia gris.

Esta es la parte del cerebro donde se originan las percepciones y emociones y en estudios pasados se ha visto asociada a una mejora en la memoria de corto plazo.

Cuando los científicos analizaron el volumen de la materia blanca, la encargada de transmitir mensajes en el cerebro, encontraron que los individuos más activos físicamente tenían menos lesiones en esta área que los menos activos.

Causas

Aunque estudios en el pasado han mostrado los beneficios del ejercicio para evitar o retrasar la demencia, hasta ahora no se sabe con claridad por qué.

Los investigadores creen que los efectos beneficios del ejercicio podrían deberse a que éste incrementa el flujo de sangre, oxígeno y nutrientes al cerebro.

Pero otra teoría es que como el cerebro de la gente se encoge con la edad, estas personas tienden a ejercitarse menos y por lo tanto a obtener menos beneficios.
"Este estudio vuelve a poner de manifiesto que realmente nunca es demasiado tarde para beneficiarse del ejercicio" Dr. James Goodwin
Cualquiera sea la explicación, dicen los expertos, los resultados muestran que el ejercicio beneficia la salud.

"Este estudio vincula la actividad física a menos signos de envejecimiento del cerebro, lo que sugiere que es una forma de proteger nuestra salud cognitiva" afirma el doctor Simon Ridley, de la organización Alzheimer's Research UK

"Aunque no podemos decir que la actividad física es el factor causal en este estudio, sí sabemos que ejercitarse en la mediana edad puede reducir el riesgo de demencia más tarde en la vida".

"Será importante seguir a estos voluntarios para ver si estas características estructurales están asociadas con un mayor deterioro cognitivo en los próximos años".

"También será necesario realizar más investigaciones para conocer con más detalle porqué la actividad física está teniendo este efecto beneficioso", añade.

Por su parte, el profesor James Goodwin, de la organización Age UK, que financió la investigación, expresa que "este estudio vuelve a poner de manifiesto que realmente nunca es demasiado tarde para beneficiarse del ejercicio, así sea una caminata vigorosa a las tiendas, hacer el jardín o participar en carreras de diversión".

"Es crucial que, si podemos hacerlo, nos mantengamos activos a medida que envejecemos" agrega.

Monday, December 31, 2012

Cómo piensan y se comportan los hombres (laguia2000.com)


Louann Brizendine, doctora en medicina, especialista en neurobiología y neuropsiquiatra de la Universidad de San Francisco; ha escrito muchos artículos sobre su especialidad y ha publicado dos libros que han tenido amplia repercusión: “El Cerebro de las mujeres” y posteriormente “El cerebro de los hombres”. En cada uno de estos dos libros señala la influencia que tienen las hormonas en el cerebro del hombre y de la mujer y cómo condicionan sus conductas.

En el cerebro masculino actúan las siguientes hormonas:

La testosterona, principal hormona masculina, es la que le da la característica dominante y agresiva; y el afán de poder; es la que lo orienta hacia sus objetivos y la que lo impulsa a destacarse entre los demás hombres. Esta hormona hace que genere la androstenediona, que le da al sudor masculino su olor característico, activa su conducta sexual y agresiva y lo conduce a buscar la pareja.

La vasopresina, es la que propicia el ritual de apareamiento; y también es la hormona de la monogamia, que lo estimula a proteger y defender su territorio, a su mujer y a sus hijos.

La testosterona y la vasopresina son las hormonas que exaltan la masculinidad.

La sustancia inhibidora mülleriana (SIM), es la que hace al hombre intrépido y la que lo libera de su parte femenina; y es esencial para generar su impulso exploratorio.

La oxitocina, le brinda la capacidad de empatía y hace posible sus sentimientos de amor, confianza y apego; es la que disminuye la hormona del estrés y de la presión sanguínea, la que lo ayuda a generar sentimientos de seguridad y la que hace que se quede dormido después del coito.

La prolactina, favorece la conducta paterna y disminuye el deseo sexual.

El cortisol, hace reaccionar al hombre con violencia cuando se siente en peligro y lo predispone a la lucha.

La androstenediona, es la ferormona que segrega la piel, que es el afrodisíaco natural que atrae a las mujeres.

La dopamina tiene una función vigorizante que produce exceso de entusiasmo en el hombre, tanto en el juego brusco como en el disfrute sexual.

El estrógeno en el hombre es capaz de aumentar su deseo de brindar muestras de cariño a su pareja, de ser más amoroso y afectuoso.

Las hormonas rigen todas las conductas y condicionan activamente el comportamiento sexual y social, son las que lo impulsan al hombre a competir, a destacarse, a ganar, a explorar y a resolver problemas.

El cerebro del hombre y su biología hace que viva una realidad propia, muy distinta a la femenina, que trasciende ampliamente su conducta sexual y lo convierte además en una máquina para encontrar soluciones.

El cerebro masculino es diferente del femenino desde su concepción y todas sus células son masculinas, ya que el hombre dispone del cromosoma Y, que la mujer no posee; y esa base genética es clave para el desarrollo de las hormonas.

Los avances científicos y la nueva tecnología de neuroimágenes, permiten observar hoy en día las diferencias genéticas, hormonales, químicas y estructurales entre hombres y mujeres; y cómo funcionan y procesan la información. Se puede constatar que los cerebros de ambos sexos tienen similitudes, pero que operan de una manera diferente.

Sin embargo, tanto los hombres como las mujeres no conocen la diferencia de los instintos básicos que mueven a actuar al otro sexo; no se entienden mutuamente ni pueden darse cuenta que en todas las conductas existen bases genéticas y hormonales poderosas que los impulsan a comportarse como lo hacen.

No obstante, la biología no es totalmente determinante, porque los seres humanos tienen la capacidad de aprender, la posibilidad de vivir experiencias diferentes y de estar inmersos en un medio social y en una cultura que puede influir en la remodelación de sus cerebros, cuya arquitectura es plástica y sigue cambiando toda la vida.

Hombres y mujeres son principalmente seres sociales y sus cerebros aprenden a adoptar conductas socialmente aceptables y a inhibir gran parte de sus instintos innatos.

No sabemos en qué medida influye lo adquirido en un ser humano, pero lo que si puede ser positivo para las relaciones humanas es aprender a conocer los impulsos más profundos del cerebro de cada sexo para llegar a comprender la importancia de las diferencias biológicas entre ellos.

Fuente: “El cerebro masculino”, Louann Brizendine.

Testosterona incide en carreras de mujeres de negocios


WASHINGTON (Reuters) – Niveles de testosterona más altos podrían explicar el porqué algunas mujeres buscan empleos en intermediación financiera, mientras otras tienen carreras de negocios más estables, dijeron el lunes investigadores estadounidenses.

Las estudiantes de maestrías en administración de empresas (MBA) que tienen más testosterona, la hormona masculina, eligen con mayor probabilidad carreras financieras como en banca de inversión -más lucrativas pero también más riesgosas- que las alumnas con un nivel más bajo de la hormona, según un estudio de un equipo de Northwestern University y la Universidad de Chicago.

“Este estudio tiene derivaciones significativas sobre cómo pueden impactar los efectos de la testosterona en la toma de riesgos en los mercados financieros, debido a que muchas de esas estudiantes apuntarán a transformarse en grandes jugadoras en el mundo financiero“, dijo en un comunicado Luigi Zingales, de la Universidad de Chicago, quien trabajó en el estudio.

Además, puede arrojar luz sobre las diferencias de género en la elección de las carreras. Estudios futuros deberían explorar más sobre los mecanismos a través de los cuales la testosterona afecta al cerebro“, añadió.

Zingales y sus colegas estudiaron a 550 estudiantes del MBA de la Universidad de Chicago, a quienes se exigió como parte de sus estudios proporcionar saliva para los estudios de testosterona.

Los investigadores fueron capaces de descubrir las elecciones de carreras de 379 estudiantes, dos años después de la graduación.

Los individuos con altos niveles de testosterona y baja aversión al riesgo tenían más probabilidades de elegir carreras riesgosas en finanzas“, escribieron en minutas de la Academia Nacional de Ciencias.

Los hombres y las mujeres producen testosterona en sus cuerpos, pero los hombres generalmente tienen niveles mucho más altos.

El mayor nivel de testosterona está relacionado con rasgos distintivos como la agresión y el gusto por el riesgo

“En general, las mujeres tienen más aversión al riesgo que los hombres al tomar decisiones financieras importantes, lo que a su vez afecta sus elecciones de carreras“, dijo Paola Sapienza de Northwestern University, en un comunicado.

Pero las mujeres con mayores niveles de testosterona terminaban eligiendo carreras más riesgosas, según el estudio.

Fuente: Reuters.com
Reuters.com

Cómo actúa el efecto placebo (laguia2000.com)


El placebo es una sustancia que administrada como un medicamento, puede ser eficaz para curar una dolencia y en algunos casos llegar a superar la efectividad de una medicina científicamente comprobada.

El placebo no contiene ningún componente activo de poder curativo, sin embargo puede producir un efecto beneficioso en un enfermo.

Este es un fenómeno que no ha sido debidamente investigado, porque desde el punto de vista académico el efecto placebo se ha asociado a prácticas esotéricas que producen un efecto de sugestión; sin embargo podría revelar la capacidad de la mente para curar el cuerpo.

Sin embargo, el efecto placebo, aunque es ignorado por los científicos, es utilizado en ensayos clínicos para comprobar la eficacia de los medicamentos, administrándole a un grupo el remedio que se quiere probar y a un grupo control un placebo, sin que los probandos sepan cuál de las dos medicinas ha recibido. 

Si el medicamento en cuestión resulta ser más eficaz que el placebo, quedará demostrada la eficacia de ese fármaco, caso contrario, no recibirá la aprobación para ser elaborado.

La mejoría que a veces producen los placebos ha sido asociada a la autosugestión, sin embargo, actualmente la neurobiología y la psicología están realizando investigaciones de este fenómeno que podrían permitir descubrir inesperados hallazgos que podrían llegar a esclarecer el misterio que encierra este curioso tema.

No solamente los placebos en forma de pastilla o inyecciones pueden ejercer una influencia positiva en los pacientes, también la confianza en el médico, su apoyo tranquilizador o un diagnóstico favorable que no se esperaba. O sea, que la anticipación de buenas noticias sobre la propia salud y las expectativas conscientes de los pacientes son las que tienen importancia y pueden hacer que la persona se sienta mejor.

El efecto placebo actúa principalmente en patologías que producen dolor, en enfermedades mentales, en afecciones del sistema endócrino e inmunológico, como la artritis y las alergias y en los procesos inflamatorios.

El efecto placebo produce liberación de endorfinas y otras sustancias cerebrales como la dopamina, que es un neuroquímico vinculado con el placer y el bienestar, en el caso de enfermos de Parkinson.

Se pudo observar que los pacientes respondían de la misma manera a la administración de una solución fisiológica que al medicamento específico para su enfermedad.

Las investigaciones demuestran que el placebo no es un efecto solamente psicológico, sino que también, por imitación, realiza el curso de las mismas vías neurológicas que realizan los fármacos específicos y puede producir efectos bioquímicos que pueden demostrar y también medir.

Al tomar el placebo, la persona siente menos dolor porque su cerebro produce endorfinas que es lo que hace que su malestar se atenúe.

El efecto de todo medicamento se acentúa si se tienen expectativas de que resulte eficaz. Esto se ha demostrado aplicando la misma dosis a otra persona que no tiene la misma expectativa.

De manera que la creencia de que un remedio puede curar, forma parte del proceso de sanación.

También se ha demostrado que cuanto más costoso, más complejo y sofisticado sea un tratamiento o más grande la pastilla que un enfermo tiene que tomar, mayor es el efecto que produce.

El hecho de llevar a un paciente a un quirófano, anestesiarlo y practicarle solamente una incisión también tiene un efecto placebo.

Algunos experimentos han demostrado que sustituir un medicamento determinado por un placebo, produce el mismo efecto que el fármaco.

Todos estos experimentos muestran el extraordinario potencial del placebo en la función terapéutica, como por ejemplo utilizando placebos para reducir la administración de medicamentos que tienen la desventaja de provocar efectos secundarios; o el uso de placebos para enfermedades que no tienen tratamiento.

De ningún modo los placebos sustituirán a los medicamentos específicos que requiere cada enfermedad, pero sí pueden representar una nueva forma de encarar los tratamientos y brindar más posibilidades a los enfermos, dándole más importancia a la relación entre el bienestar mental y el físico.

Fuente: “Vivir mejor con el Dr. Cormillot”; “Ciencia”; “Cómo funciona el misterios efecto placebo”; 08/2012

La Psicología y la Sugestión (laguia2000.com)

Enamorarse, concentrarse y entregarse son estados de trance.

La sugestión es un estado psíquico provocado en el cual un individuo experimenta las sensaciones e ideas que le son sugeridas y deja de experimentar lo que se le indica que no siente.

Existen distintas maneras de producir este estado, una de ellas es la hipnosis, otra se basa en la autoridad, y otra forma sería insinuando ideas de tal modo que se llegan a considerar como propias.

La hipnosis puede ser una herramienta eficaz como tratamiento, para erradicar hábitos nocivos y también para el tratamiento de las fobias.

La mayoría de las personas pueden ser hipnotizadas y llegar a un estado de trance. Este estado se logra cuando se puede concentrar la atención en un objeto y se logra perder la atención periférica, desapareciendo en este estado la inhibición y el juicio crítico.

Todos tendemos a concentrar la atención frente a estímulos repetitivos. Cuando estamos absortos logramos la concentración necesaria para caer en un estado de trance.

Enamorarse es un estado hipnótico, se pierde la atención a todo lo demás y no se razona.

La hipnosis de carretera es la que se produce cuando manejamos un vehículo en línea recta por largo tiempo.

Durante el estado hipnótico la percepción cambia y es dirigida para ver cosas que no existen o para ver la realidad diferente.

Sin embargo, la sugestión no es pasiva; la evidencia indica que los hipnotizados “eligen” concentrarse, se entregan y estan más dispuestos.

Durante el estado de hipnosis no se corrigen los errores, el cerebro está consciente pero hay una parte del mismo que no le importa.

La fe y la creencia juegan un papel importante. Se le puede enseñar a un paciente a anestesiar una parte de su cuerpo para practicarle una operación quirúrgica (por ejemplo: concentrándose en mantener la boca húmeda).

El cerebro es como una computadora que podemos programar con nuestro pensamiento.

El poder de la sugestión permite que el cerebro decida como interpretar las sensaciones.

El dolor bajo hipnosis se interpreta diferente porque el cerebro puede disociarse para no sentir dolor.

Una forma de sugestión basada en la autoridad es la que se utiliza con fines bélicos. Las fuerzas armadas pueden reorganizar la mente de los soldados y convencerlos que están haciendo lo correcto.

Hitler tenía una personalidad hipnótica, voluntad, fuerza, dominio, atracción y carisma y la gente podía ser adoctrinada y manipulada, obedeciendo ciegamente sus órdenes.

Las sectas usan métodos de disuasión para atraer a la gente, cambian sus mentes, se quedan con su dinero y los convencen para que hagan lo que ellos quieran.

La hipnosis también se utiliza en la práctica forense. Bajo hipnosis los testigos pueden recordar nombres de personas y lugares que habían olvidado.

Pero también bajo hipnosis se pueden implantar recuerdos, induciendo a recordar cosas no vividas propuestas por el hipnotizador.

La meditación es una forma de autohipnosis y sólo se puede lograr con la concentración y la entrega.

La salud física también puede ser afectada por sugestión según lo que pensamos o creemos.

El efecto placebo es un ejemplo. Experimentos con ultrasonido contra el dolor de muelas comprobaron que el grupo al cual se le hacía la aplicación con el aparato desconectado también dejó de sentir dolor e inclusive mejoró de la inflamación.

La clave está en creer. Si creemos funciona.

Saturday, December 15, 2012

LA RECETA PARA EL ESTRÉS: Emociones y estrés - Dra. Sonia Lupien y Eduard Punset


ENTREVISTA DE EDUARD PUNSET a la Dra. Sonia Lupien, en su programa de REDES en TVE.
 
Eduard Punset:Es curioso, pero, una vez más, nos encontramos en una situación en la que la gente en general tiende a creer que el estrés lo provoca el exceso de trabajo y la falta de tiempo. Y luego, cuando empezamos a escarbar lo que le pasa a la gente por dentro, descubrimos que ésa no es la razón, que las razones del estrés son otras. Lo van a ver en Redes esta noche. Sonia, según dices, lo que sucede en nuestro cuerpo cuando un mamut lanudo está a punto de comernos y cuando estamos hartos de estar al volante y nos ponemos de los nervios en un atasco de tráfico es muy similar.
Sonia Lupien:Lo que quiero decir es que el cerebro es un detector de amenazas, de información amenazante. Y cada vez que nuestro cerebro detecta algo que supone una amenaza, ya sea para nuestro tiempo o para nuestra vida (como en el caso del mamut) generará hormonas del estrés para aportarnos la energía necesaria.
Eduard Punset:
Ante exactamente los mismos motivos, algunas personas se estresan más que otras. Y no me resultaba fácil entenderlo, hasta que tú explicaste el porqué. ¿Por qué no nos lo cuentas o nos lo recuerdas?
Sonia Lupien:
Creo que es un error colosal pensar que a todos nos estresan las mismas situaciones. Eso es totalmente imposible. Y lo sabemos porque hemos descubierto, tras 30 años de investigación científica, que hay cuatro características de una situación que provocan estrés. ¡Y no es necesario que estén presentes las cuatro! Cuantas más se cumplan, mayor será el estrés. Las cuatro características de una situación de estrés son las siguientes:
la primera es la novedad (lo que nos pasa tiene que ser nuevo),
la segunda es la impredecibilidad (tiene que ser impredecible),
la tercera es la sensación de que no controlamos en absoluto la situación
y la cuarta es que debe representar una amenaza para nuestra persona; por ejemplo, cuando alguien se cuestiona nuestra capacidad para realizar correctamente nuestro trabajo, o algo así.
Si eso sucede, lo que experimentaremos será una respuesta de estrés.
Eduard Punset:No resulta sorprendente que, en épocas de crisis, las personas tiendan a sentirse más estresadas, ¿no? Es una situación nueva, es una situación impredecible…
Sonia Lupien: Sí.
Eduard Punset: Y el caso es que la gente controla mucho menos la situación. Por eso, en épocas de crisis, las personas se estresan más. ¿Pero cómo se lucha contra el estrés? ¿Se puede evitar?
Sonia Lupien: Lo primero que hay que hacer es entenderlo. Tras 20 años investigando el estrés, ¡no creo que la gente sepa lo que es! Todo el mundo cree saberlo. Pero el caso es que no tienen ni idea de qué es. Una vez hice un sondeo entre mil personas. Les pedí que me dijeran qué era el estrés para ellos, y la mayoría lo definió como presión por falta de tiempo.
Según eso, nos estresamos cuando no tenemos tiempo para hacer todo lo que querríamos hacer en el período que nos hemos reservado para ello. Por culpa de esta definición, la mayoría me dijo que los niños y las personas mayores no padecen estrés.
Eduard Punset:…no se estresan.
Sonia Lupien: Porque las personas mayores están jubiladas y tienen todo el tiempo del mundo, así que no es posible que se estresen. Y los niños no tienen una montaña de facturas por pagar, y cosas de ese estilo, así que también se libran del estrés. ¡Es un error garrafal! Hoy en día sabemos que los niños y las personas mayores son mucho más vulnerables al estrés. Su cerebro es más vulnerable: en el caso de los niños, porque todavía se está desarrollando; en el caso de las personas mayores, por el proceso de envejecimiento. Por eso, si empezamos a contarle a la gente lo que es el estrés, podrán empezar a entender cómo abordarlo, porque la mejor manera
de afrontar el estrés es conocer sus cuatro características y encontrar un «plan B», como yo lo llamo. Hay que preguntarse: «¿qué puedo hacer para que esto que me pasa sea menos nuevo, menos impredecible…?» y luego buscar una estrategia para hacer frente a los factores estresantes de la vida.
Eduard Punset: ¿Investigar sobre el estrés te ha enseñado algo sobre la felicidad, o sobre por qué las personas tienden a ser infelices, o cuándo podrían ser felices? Si estás estresado tienes miedo, probablemente, que es la negación de la felicidad… así que las personas estresadas son infelices…
Sonia Lupien: Pues no sé yo si estudiar el estrés durante 20 años me ha enseñado algo sobre la felicidad… lo que sí sé (y de eso estoy segura) es que la felicidad no consiste en la ausencia de estrés. ¿Sabes? Una vez leí un libro cuyo título decía algo así como Libérese del estrés para siempre. Pues bien, si te liberas completamente del estrés, estás muerto; vamos, que en esta vida necesitas un poco de estrés. Cuando hablas con personas felices, verás que siempre se marcan pequeños retos que desean conseguir, pero la diferencia es que conocen, por así decirlo, su resistencia al estrés, y cuando el estrés es excesivo, frenan.
Eduard Punset: ¿Y qué hay de los distintos tipos de estrés? Me refiero a que está el estrés absoluto (un tsunami o algo así, ante lo que no se puede hacer nada, absolutamente nada) y está el estrés relativo. ¿Es posible? ¿O el estrés siempre es igual?
Sonia Lupien: No, ahora establecemos una diferencia entre factores estresantes absolutos y relativos. Un factor estresante absoluto supone una amenaza para tu supervivencia. El problema que tenemos ahora (si es que puede considerarse un problema) es que ya no hay muchos factores estresantes absolutos en nuestras vidas: ¡ya no hay mamuts! Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud predice que, en el año 2020, la depresión relacionada con el estrés crónico será la segunda causa de invalidez en el mundo. Y si ya no hay mamuts, ¿por qué pasa eso? Creemos que es porque ahora los factores estresantes son relativos, lo que significa que generamos una respuesta de estrés si estamos expuestos a situaciones nuevas, impredecibles, que no controlamos, etcétera, y esas sí que abundan ahora. ¿Te has fijado alguna vez en los titulares de los periódicos? Está todo lleno de información amenazante. Siempre se mencionan cócteles explosivos y demás peligros, y ahora creemos que cuando el cerebro lee ese titular negativo y amenazador, tal vez genere una respuesta de estrés simplemente por haber leído el periódico. Así que hoy en día estamos rodeados de información que el cerebro puede procesar como si fuera la amenaza de un mamut, y sufrimos respuestas de estrés todo el rato.
Eduard Punset: ¿Cómo puedo saber si soy una víctima del estrés crónico? ¿Cómo saber si es crónico?
Sonia Lupien: Yo siempre lo divido en tres fases para que la gente pueda hacerse una idea de cómo funciona.
La primera fase es cuando el estrés empieza a cronificarse. La digestión cambia. Cuando empiezas a tener problemillas con la digestión y debes tomarte pastillas cada dos por tres es cuando tienes el primer signo de que algo va mal. Con los niños es la primera señal. Se quejarán de dolor abdominal, pero es el estrés. Y luego sigues adelante. Sigues y sigues y sigues… Además de problemas digestivos, pronto empiezas a tener algunas pistas que deberían ayudarte a reconocer que algo va mal. En algún
momento, el cerebro te pedirá algo bueno. Es como si te dijera: «he trabajado muchísimo estos días, necesito algo bueno».
En este punto beberás más alcohol. Fumarás más. Y si no bebes ni fumas, qué sé yo, tal vez empieces a tomar más helados... cualquier cosa que te guste… empezarás a tomarla más, porque el cerebro necesita algo para calmarse. Ésta sería la segunda fase.
En la tercera fase es cuando enfermas. Ahora tienes problemas de memoria, cambios en la personalidad. Te enojas más rápidamente. Aquí es cuando puede aparecer la sensación de estar quemado y la depresión.
Eduard Punset: Cuando alguien se disgusta o altera muy a menudo, ¿qué significa?
Sonia Lupien: La explicación la encontramos en la investigación con animales. Creemos que sucede lo siguiente: si se experimenta con una rata a la que se estresa de modo crónico con el mismo factor estresante en todo momento, la respuesta de estrés de la rata disminuirá, se habituará. Pero lo que se ha demostrado es que la rata se habituará a ese factor concreto de estrés, pero se volverá más reactiva de lo normal ante cualquier otro factor estresante, por lo que estará hipersensible. Lo que vemos en personas con estrés crónico es que pueden habituarse a un factor estresante crónico: pongamos que estás pasando por un divorcio muy, muy difícil, y cada día tienes una respuesta de estrés. Logras sobreponerte, pero de repente sucede algo en el
trabajo, alguien te dice algo (que no es tan grave) y explotas. Cuando alguien se enoja con facilidad, se trata de un signo de que padece estrés crónico, de que está intentando abordar un factor estresante, pero se ha vuelto excesivamente reactivo a los demás.
Eduard Punset: Hay algo que me fascina de todo esto, Sonia, y es que afirmas, después de haber hablado tan mal sobre el estrés, dices: «oye, necesitáis un poco, es necesario un poco de estrés para mantener la memoria». ¿A qué te refieres?
Sonia Lupien: Sí, y aquí hay que distinguir entre el estrés agudo y el estrés crónico. Hay que evitar el estrés crónico. Pero el estrés agudo es siempre muy bueno para la supervivencia, como he dicho antes. Y lo que hemos descubierto es que la relación entre la memoria y el estrés es una función con forma de U invertida. Un poquito de estrés aumenta la memoria.
(...) Pero cuando es excesivo, entonces disminuye totalmente la memoria. La razón es que el estrés, las hormonas del estrés, te ponen en guardia. Se trata del «subidón» que busca la gente cuando está trabajando y quiere terminar un proyecto. Pero si es excesivo, en algún momento el cerebro empieza a confundir todo lo que hay que memorizar y, por culpa del estrés, el rendimiento de la memoria disminuye.
Eduard Punset: ¿Sería correcto decir que un poco de estrés tal vez agudice la memoria a corto plazo y, sin embargo, algo irá mal si intentas atender a diferentes cosas a la vez, si prestas atención a dos o tres cosas simultáneamente, porque entonces probablemente te estresarás? ¿Es así?
Sonia Lupien: Existe la idea de que la multitarea es algo nuevo. ¡Pero al cerebro le encanta la multitarea! Si el cerebro solamente hiciera una cosa cada vez, ¡seguiríamos persiguiendo mamuts! Lo que pasa es que cuando aparece el estrés, añade otra tarea que va por encima de todo lo que estás haciendo. ¿Y por qué? Como he dicho antes, el cerebro es un detector de amenazas, y está ahí para ayudarte a detectar la información amenazante y hacer algo al respecto. Imagina que intentas hacer 2 ó 3 cosas a la vez y que estás pasando por un divorcio muy complicado. ¿Qué crees que pensarás mientras estás aquí hablando conmigo? A la vez estarás preguntándote si podrás hacerlo, si podrás hacer eso y aquello con tu esposa… Es otra tarea que persiste en tu mente todo el rato, se vuelve difícil de procesar y perjudica el resto de tareas. Y esto es lo que hace el estrés: siempre que hay una información estresante, porque amenaza tu ego o tu supervivencia, o lo que sea, el cerebro la procesa primero, y todo lo demás se vuelve irrelevante.
Eduard Punset: Teniendo en cuenta tu investigación sobre el estrés, ¿has llegado a algunas conclusiones sobre si los distintos sexos se comportan de un modo diferente ante el estrés?
Sonia Lupien: Lo que sabemos hasta ahora sobre el estrés es que, si se somete a mujeres y hombres a estrés en el laboratorio, los hombres son tres veces más reactivos, producen más hormonas del estrés que las mujeres. Al principio, los científicos dijeron que por este motivo los hombres tenían más problemas cardiovasculares, pero luego alguien apuntó que sí, pero que las mujeres también padecían más depresión, así que no tenía sentido. Y hay muchos, muchísimos estudios que intentan analizar qué puede provocarlo. Se han estudiado los efectos del apoyo social en la reactividad al estrés, porque la mejor protección contra el estrés es el apoyo social: cuando te rodeas de personas con las que hablar, eso es muy bueno contra el estrés. No obstante, se ha demostrado que, si les pides a los hombres que traigan a sus parejas para que les brinden apoyo antes de verse sometidos a estrés, y les pides a las mujeres que también lo hagan y luego las sometes a estrés, sucede lo contrario.(...)
Sí, resulta que los hombres sufren menos estrés cuando tienen a sus parejas consigo, pero las mujeres se estresan más. ¡No me preguntes por qué!
Eduard Punset: ¡No me extraña!
Sonia Lupien: No se sabe por qué… Primero dijimos que era una diferencia entre sexos, porque se trataba de hombres y mujeres. Y entonces se rehizo el estudio, y se les pidió a los hombres que trajeran a su mejor amigo (un hombre) para que les diera apoyo social antes de ser sometidos a estrés. Las mujeres debían traer a una amiga. Entonces, tras someter a ambos grupos a estrés, la cosa volvió al principio: ahora eran los hombres los que estaban más estresados. ¿Qué nos dice esto? Nos dice que los hombres y las mujeres no se benefician de las mismas personas en momentos de estrés. A los hombres les va muy bien estar con su pareja, mientras que a las mujeres parece que les va muy bien estar con las amigas. ¿Será porque en la prehistoria los
hombres perseguían mamuts mientras las mujeres recolectaban frutas? No lo sabemos, pero se trata de algo que va quedando bastante claro: no nos beneficiamos de las mismas personas. Una vez que lo sabes, puedes hacer algo al respecto…
Eduard Punset: ¿Sabes? Mientras escuchaba lo que decías, pensaba que a la gente le va muy bien que le digan (un centenar de veces, si es necesario) que el cerebro no está ahí para buscar la verdad, sino que está ahí para protegernos…
Sonia Lupien: Para sobrevivir.
Eduard Punset: Para enseñarnos a sobrevivir. ¡Y es increíble ver que tantas personas pasan tanto tiempo supuestamente buscando la verdad (sea lo que sea lo que signifique) y tan poco tiempo cuidándose y cuidando a la gente que tienen a su lado!
 

Lo que nos pasa por dentro

El último libro de Eduardo Punset pretende analizar la realidad humana con optimismo y rigor científico

 En 'Lo que nos pasa por dentro' (Destino), Eduardo Punset analiza la realidad humana a partir de las nueve grandes etapas de la existencia, desde que nacemos hasta que morimos, pasando por el enamoramiento, el trabajo y la enfermedad. Las dudas que atenazan al hombre a lo largo de su vida se reducen al miedo a cambiar y a la resistencia a entender cómo es el otro y cómo funcionamos por dentro. El libro pretende ser una guía optimista reforzada por la rigurosidad de los conocimientos científicos. En él se recogen decenas de consultas atendidas durante los dos últimos años por los profesionales de Apoyo Psicológico Online de la Fundación Eduardo Punset. 'Lo que nos pasa por dentro' está a la venta desde este martes 18 de septiembre. Reproducimos un fragmento del capítulo titulado "Cuando crecemos. La adolescencia y sus crisis".


La diferenciación sexual

Uno de los territorios de la experiencia que más inquietud y quebraderos de cabeza genera en los adolescentes es el que tiene por principio y fin la sexualidad en toda su dimensión. Y no es casual. En estos críticos años asistimos a la tercera gran etapa de diferenciación sexual entre hombres y mujeres que tiene lugar en la vida. De las dos anteriores es imposible que tengamos memoria. La primera ocurrió en la octava semana de nuestra vida fetal. En ese germinal momento de gestación, los diminutos testículos de los futuros bebés varones empiezan a generar grandes cantidades de testosterona que inundan los circuitos cerebrales del feto hasta transformar lo que hasta ese instante había sido un embrión femenino -la forma biológica por defecto que se da en la naturaleza- en otro masculino. Los neurólogos llaman «pubertad infantil» al segundo cruce de caminos sexual que afrontamos en nuestra vida: durante los primeros seis meses, los bebés varones vuelven a segregar mucha cantidad de testosterona, mientras las futuras niñas empiezan a liberar estrógenos, algo que estarán haciendo hasta los dos años. No es desatinada la etiqueta que dan los cientí?cos a esta etapa, pues lo que sucede en ella tiene mucho que ver con la revolución sexual que va a tener lugar entre los nueve y los quince años de vida. Así como aquella lluvia de testosterona fetal había logrado doblar el tamaño de la zona del impulso sexual en el cerebro de los futuros bebés varones, en la pubertad adolescente se produce una serie de descargas hormonales que van a terminar por alejar de?nitivamente a chicos y chicas a través de sus diferentes expresiones sexuales, curiosamente, mientras hacen atractivos a unos a los ojos de las otras, y viceversa.

Las consecuencias las conocemos de sobra. Paulatinamente, los chicos empiezan a notar que les cambia la voz, les sale vello donde antes había una piel diáfana, sus facciones se masculinizan, su musculatura se desarrolla y se lanzan, sin saber cómo ni por qué, a tener fantasías sexuales y pulsiones genitales que hasta ese momento desconocían. Las adolescentes experimentan parejas metamorfosis, aunque en sentido femenino, y nace en ellas un repentino interés por el acicalamiento y la coquetería para aparecer atractivas a ojos de los varones. Con frecuencia, padres y tutores se inquietan al sopesar el influjo que los medios de comunicación y el imaginario cultural juvenil puedan estar ejerciendo para potenciar la emergencia de esta curiosidad sexual. Les recomiendo que se relajen y dejen a la naturaleza actuar, pues este furor no es aprendido, ni está condicionado externamente, sino que acontece de forma natural y de modo parecido en todas las regiones y culturas del planeta. Responde a un impulso interior. Ni ellos se ven atraídos por ellas porque lo vean en las películas, ni a ellas les da por coquetear porque lo recomiende la amiga más espabilada de la pandilla. Si viajamos al reverso neurológico de este fenómeno encontraremos un cúmulo de transformaciones que, en muy poco tiempo y con gran ímpetu, van a hacer morfológicamente diferentes los cerebros masculinos y femeninos. Si ya el día de nuestro nacimiento llegamos al mundo con una estructura neuronal distinta entre bebés varones y hembras, esos matices se van a profundizar en este tiempo de metamorfosis.

En el caso de los chicos, la testosterona es el principal combustible que anima el proceso del cambio. Entre los nueve y los quince años, los testículos de los varones aceleran la generación de esta hormona hasta aumentar en un 250 por ciento su caudal en sangre. Louann Brizendine, neuropsiquiatra de la Universidad de California y experta en la influencia que tienen los factores sexuales en el cerebro humano, describe esta transformación de manera muy gráfica: «Es como si el niño de nueve años tuviera una jarra de cerveza de testosterona, pero a los quince acabara portando tres o cuatro litros», compara. En el caso de las chicas, también la testosterona, pero sobre todo el estrógeno, es lo que causa los cambios.

Al final de ese viaje, el cerebro femenino y el masculino van a contar con fisiologías marcadamente diferentes. En los chicos, el área preóptica medial, que es una zona del hipotálamo relacionada con el impulso sexual, llega a crecer 2,5 veces más que en las chicas. En esta parte del cerebro se encuentra también el área premamilar, llamada área de defensa del cerebro, que contiene circuitos neuronales vinculados con la alerta ante amenazas territoriales, y que está más desarrollada en los machos. La amígdala, que detecta el miedo y actúa como un sistema de alarma contra amenazas y peligros, es también más grande en los varones.

Por el contrario, el cerebro de las chicas cuenta con otras regiones más activas y desarrolladas, y una de ellas es la zona de unión temporoparietal, asociada a la empatía y el procesamiento de las emociones. De igual modo, en ellas hay una mayor presencia de neuronas espejo, necesarias para interpretar la carga empática de las personas con las que tratamos. Según Brizendine, mientras las zonas del cerebro destinadas a la actividad sexual y la agresividad son mayores en los varones, las mujeres disponen de un sistema neuronal mejor preparado para procesar la empatía emocional. Pero hay más diferencias: las actuales técnicas de neuroimagen utilizadas para espiar el cerebro mientras trabaja han permitido constatar que unas y otros hacemos funcionar este maravilloso órgano de forma distinta cuando nos enfrentamos a una tarea. Así, según confirma Simon Baron-Cohen, catedrático de psicopatología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), las mujeres tienden a utilizar ambos hemisferios a la vez y muestran señales de actividad bilateral mientras hablan o escuchan. En cambio, los hombres usan preferentemente un solo hemisferio cuando realizan esas actividades. Precisamente, el izquierdo, que es el hemisferio relacionado con el pensamiento lógico y las matemáticas. No ha de extrañarnos pues, que en las universidades la diferencia entre sexos sea tan grande en función de las distintas disciplinas académicas. El propio Baron-Cohen ha calculado que, de media, en las universidades hay trece chicos por cada chica en las carreras matemáticas, pero esta desproporción es imposible que sea cultural, pues se da de forma parecida en países muy distantes entre sí. Los varones parecen estar mejor preparados para todo lo que tiene que ver con la mecánica y la ingeniería intuitiva y las mujeres con las lenguas. Helena Cronin, experta en darwinismo y evolución humana de la London School of Economics, encuentra diferencias de actitud asociadas a esta variabilidad de vocación intelectual: «A los hombres les gustan las cosas y a las mujeres las personas», describe.

El cerebro tiene sexo y hoy sabemos que gran parte de esa diferenciación sexual se desarrolla en la adolescencia, una época en la que tiene lugar un gran aumento de sinapsis entre las dendritas de las neuronas, al tiempo que desaparecen conexiones establecidas en la infancia que habían dejado de ser utilizadas. Este proceso, aparte de ser diferente entre hembras y varones por sus particulares morfologías, no dura el mismo tiempo en ambos casos: mientras la maduración neuronal de las chicas tiene lugar en poco tiempo, los varones van más lentos y están evolucionando durante bien entrada la juventud, sin llegar a alcanzar su plenitud hasta los 22 o los 25 años. Hablamos de una adolescencia muy larga, en la que suceden muchos más acontecimientos de los que vemos por fuera.

Mi hija está dominada por su novio


Tengo una hija de catorce años en plena revolución hormonal. Por lo general es una niña muy sensata, pero últimamente sale con un chico de diecisiete años que no me gusta: bebe, toma drogas, es mentiroso... Me han comentado que se medica, ya que sufre de trastorno bipolar. Siempre que está con él, ella llega cambiada, como si no fuera dueña de sus actos. Incluso nos amenaza. No sé cómo actuar, veo que estoy perdiendo a mi hija y necesito que me aconsejéis. He hablado con ella sobre el tema de manera tranquila, y entonces sí me da la razón, pero en cuanto lo ve se transforma. ¿Cómo actúo ante esta situación?
(septiembre de 2010)

Responde: Gabriel González
Has dado un paso muy grande al crear un espacio de confianza en el que tu hija pueda acudir cuando te necesite. Es importante esperar, ya que si ves la actitud de tu hija inapropiada, querrás controlarla y estar muy pendiente de ella. Esto provocará mayor desconfianza por su parte, lo que la llevará a seguir mostrando actitudes que no te gustan, y en ti crecerá el deseo de controlarla más. Por otra parte, si te sientes angustiada, pídele consejo a tu hija sobre cómo puedes actuar, teniendo claro que hay cosas que como padres no podéis permitir, pues sólo tiene catorce años. A partir de aquí, has de ofrecerte para que acuda a ti si en algún momento necesita ayuda. Lo importante es que tenga la sensación de que, si se mete en cualquier lío, podrá acercarse a vosotros con confianza, y no para escuchar un reproche, ya que entonces dejará de acudir a vosotros y buscará consuelo en otros.

Prefiero las relaciones con hombres mayores que yo


Tengo veinte años y sólo me gusta salir con hombres que me llevan diez años o más. Hace poco tuve un romance con uno de cuarenta, que fue breve, pues lo terminé al sentir que yo a él no le importaba en realidad. Mi problema es que sólo me gustan los hombres mayores. Me atrae su físico y la manera como hablan y sienten. Sólo con ellos me siento feliz en el sexo y en la vida. Mi madre y mis amigos me critican, ya que aún soy muy joven, pero no lo puedo evitar, aunque soy consciente de que esto no es bueno a la hora de buscar una pareja. ¿Tengo un problema? ¿Cómo puedo tratarlo?
(noviembre de 2011)

Responde: Rosa Català
La elección de un proyecto de vida propio sólo tiene posibilidad de éxito si se hace con libertad y responsabilidad. Para conseguirlo, es necesario hacer un verdadero trabajo de artesanía con uno mismo, analizar nuestro itinerario y razones con serenidad, y no dejarnos llevar por las comparaciones u opiniones ajenas. Intentar ser como los demás es un camino estéril. Ser congruentes exige coraje y algunas veces ir a contracorriente, pero nos permite vivir una vida basada en criterios personales, arraigar en nuestro fondo interno, que al fin y al cabo es el que nos sitúa en la perspectiva justa ante la realidad. Las creencias y normas con las que vivimos pueden ser potenciadoras o limitantes. Para un funcionamiento óptimo de las relaciones amorosas es básico tener construida una buena autoestima. Ser generosos con nosotros mismos nos predispone a amar y ser amados. Si eliges como pareja a personas con más edad, piensa que es porque te compensa, y esto en principio no representa ningún conflicto. Al contrario, está más cerca de una existencia con un sentido claro en objetivos.

Mi madre no acepta la orientación sexual de mi hermana


Tengo una hermana que sabe que es homosexual desde los quince años. Yo he vivido junto a ella todas sus dudas. Ahora, a los dieciocho, ha comenzado una relación estable con una chica y se lo ha contado a nuestros padres. Como ambas esperábamos, no se lo han tomado bien. Hemos pasado una temporada muy mala, de broncas constantes. Ahora, siete meses después, mi padre parece llevarlo con algo más de naturalidad, pero mi madre sigue sin aceptarlo. Asegura que no es feliz por culpa de mi hermana, que tener una hija lesbiana es una de las peores desgracias que le podían ocurrir, y que nunca podrá aceptarlo. Yo ya no sé qué hacer. Suponía que mis padres necesitarían un periodo de adaptación para asumirlo, porque la suya es otra generación y ambos vienen de familias bastante tradicionales. Pero la situación empieza a ser insostenible: mi madre se niega a hablar del tema y mi hermana tiene cada vez más ganas de irse de casa.
(octubre de 2011)

Responde: Gabriel González
Comunicar una orientación homosexual no resulta fácil, y menos a unos padres que, en principio, no van a entender dicho proceso siendo tan tradicionales como dices. Sin embargo, todo es cuestión de adaptación, y poco a poco irán aceptándolo. Ese proceso requiere su tiempo y unas estrategias que posibiliten dichos pasos. El modelo de Kübler-Ross sobre el duelo permite conocer las etapas por las que se pasa para llegar a la aceptación de una muerte. Esto mismo podemos aplicar a la aceptación de una noticia así. Lo que podemos hacer es entender que van a sucederse dichas fases y que podemos agilizarlas. Un primer paso para conseguirlo es ofrecer información sobre la orientación sexual. A continuación, actuar con total naturalidad. Se trata de mostrar que ésa es la orientación sexual y no el conjunto de características de tu hermana. Tiene otras capacidades que la hacen especial y única. Eso es lo que debéis hacer entender a tu madre. Dentro de esas características personales, tu hermana ha aprendido unos valores y unos comportamientos que provienen de lo que os han enseñado vuestros padres. Se trata de no ponerse a la defensiva y asumir que todo lo que sois proviene de vuestros progenitores, gracias a los cuales sois unas personas luchadoras, responsables y capaces.

¿Es mi amiga o me gusta?


Acabo de cumplir veinte años y nunca he tenido novio, pero siempre he sabido que soy heterosexual. Al menos lo sabía hasta hace poco. Hace unos meses empecé a estudiar en un colegio sólo de chicas e hice una buena amistad con una compañera. El problema es que empecé a obsesionarme con ella. Me molestaba que hablara con el resto de chicas y quería que me prestara más atención a mí. No podía quitármela de la cabeza. Incluso perdí el apetito. Era como si estuviera enamorada de ella, pero en ningún momento pensé eso, sólo quería tener una amiga en una clase en la que no conocía a nadie. Al tiempo, nuestra relación se afianzó, nos hicimos más amigas y ella me confesó que era lesbiana, y que tenía novia. Ahora estoy más relajada, porque siento que me quiere mucho como amiga y ya no temo perderla. Pero a veces creo que me gusta realmente, que podría tener una relación amorosa con ella, y que si no tuviera novia lo intentaría. ¿Soy lesbiana entonces? No me atrae ninguna otra chica, me gustan los hombres. ¿Será que sólo pienso esas cosas porque ella es lesbiana?
(agosto de 2011)

Responde: Noelia Sancho
Por lo que cuentas, parece que sentiste emociones hacia tu amiga que no sabías identificar, y que pueden deberse más a tu necesidad de caer bien que al enamoramiento. Piensa que enamorarse implica una ilusión por alguien que se parece a la que se tiene por un proyecto muy deseado, pues desencadena emociones y mecanismos quí- micos parecidos. Es un estado en el que sólo piensas en tu objetivo, te obsesionas y dejas otras cosas de lado. Se desencadenan también procesos químicos y fisiológicos, ya que el amor es un estado físico en el que baja la serotonina, y suben la feniltilamina, la dopamina y la endorfina, lo que nos lleva a realizar acciones inusuales. Dices que sientes que en realidad te atraen los hombres, por lo que tu orientación parece clara. No obstante, muéstrate abierta a que esas sensaciones de atracción evolucionen y cambien, no por este episodio, sino para que evites prejuzgarte. Disfruta de tu relación actual de amistad y deja fluir tu orientación y gustos sexuales, para poder disfrutar más de ellos en vez de preocuparte.

Fuente:  http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/3747/Lo_que_nos_pasa_por_dentro

El efecto de la Música en nuestro Cerebro

 

Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el Cerebro: El efecto de la Música en nuestro Cerebro

part 4

por Margaret Seleme de Guevara

…Eric Jensen, éste enfatiza el hecho de que la música es una parte esencial de la vida humana y que nuestra respuesta hacia ella podría estar entretejida en nuestro Cerebro. Él dice que en el libro “La Música, la Mente y el Cerebro” por Manfred Clynes, PHD. (1982), Clynes explica cómo la música compromete a nuestro cerebro en su totalidad. La estructura, los intervalos, la calidad y el timbre armoniosos de la música y los patrones espaciales temporales de largo plazo son reconocidos por nuestro hemisferio no-dominante (en la mayoría de nosotros el hemisferio derecho). Por otro lado, las signaturas de corto plazo de la música como ser el volumen que cambia rápidamente, la trayectoria exacta y rápida del tono, el tempo (pacing) y la letra son reconocidos por el hemisferio dominante (en la mayoría de nosotros el izquierdo). “

Jensen también añade “Que el impacto de la música también puede sentirse en nuestro latido del corazón, con la medida de nuestro pulso, que tiende a sincronizarse con el compás de la música que estemos oyendo. Cuanto más rápido el compás de la música, más rápido nuestro pulso. Él dice que de acuerdo con Jean Houston, PhD., la música eleva la estructura molecular de nuestro cuerpo. En otras palabras, el cuerpo resuena a una longitud de onda molecular estable. La música tiene sus propias frecuencias vibratorias que o resuenan o chocan con los propios ritmos de nuestro cuerpo. Cuando los dos resuenan en la misma frecuencia nos sentimos “en sintonía”, y es entonces cuando aprendemos mejor y estamos más conscientes y alertas.”

Según lo resume el libro “Aprendizaje Acelerado con Música” (Webb y Webb, 1990), los efectos potenciales de la música en la mente y el cuerpo incluyen lo siguiente:

Aumentan la energía muscular; aumentan la energía molecular; influencian el latido del corazón; alteran el metabolismo; reducen el dolor; aceleran la sanación y la recuperación de pacientes que han atravesado una cirugía; ayudan en la descarga de emociones; estimulan la creatividad, la sensibilidad y el pensamiento.

Existen muchos estudios que han demostrado que la música realmente afecta nuestro cerebro de una manera positiva. La investigación científica sobre los efectos neurológicos y de desarrollo de la música han fascinado a educadores y a padres dándoles la posibilidad de mejorar el aprendizaje en los niños. Comparado con la larga historia de investigación del idioma, nuestro entender científico de la música es nuevo. Afortunadamente para los padres, enriquecer las vidas de nuestros niños con la música puede ser fácil y agradablemente logrado. Desde la música suave en las guarderías a juguetes musicales y lecciones del baile, el alentar el estudio de la música de una manera divertida fortalece el desarrollo educativo, físico, y emocional de los niños.

La inteligencia musical es muy importante para la experiencia humana. Es la inteligencia que surge más temprano – incluso niños de dos meses de edad, ya pueden cantar e igualar estructuras rítmicas. Esta inteligencia está unida muy de cerca a las otras inteligencias – a menudo “sentimos” la música con nuestros cuerpos y nos movemos de manera correspondiente, a menudo “sentimos” la música con nuestras emociones, y lloramos y reímos de manera correspondiente. De hecho, según Howard Gardner en su libro “Estructuras de la Mente” (Frames of Mind”) (1983), muchos científicos creen que “si pudiéramos explicar la música, podríamos encontrar la clave para todo el pensamiento humano”.

En un artículo escrito por Kimberly L. Keith “La Música y el Aprendizaje” ella dice que en un estudio dirigido por la Sociedad de Neurociencia, se encontró que varias áreas del cerebro como la corteza motora primaria y el cerebelo que están involucrados en el movimiento y la coordinación, son más grandes en los músicos adultos que en personas que no son músicas. Otro ejemplo que se dio fue el del cuerpo calloso que conecta los dos hemisferios cerebrales que se pudo comprobar que era más grande en músicos adultos. Un tercer ejemplo es que se comprobó que la corteza auditiva que es responsable de unir la música y el habla en una sola experiencia consciente, también era más grande en ellos.

Un estudio demostró que el escuchar las complejas piezas de Mozart elevaba las capacidades espaciales de los estudiantes de la universidad. A este experimento se lo denominó “El Efecto Mozart”. En el libro ““Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el Cerebro” (“Brain Based Learning”) por Eric Jensen, aprendemos que en un estudio realizado con estudiantes de diferentes edades, imágenes generadas por computadora de la actividad cerebral revelaban similitudes increíbles con las notas musicales de las piezas compuestas por Mozart. Jensen dice que la música realmente puede preparar las conexiones neuronales del cerebro: En un estudio realizado por la investigadora Frances Rausher, PhD., ella sostiene que los patrones neuronales de encendido (el lenguaje eléctrico incorporado del cerebro) son básicamente los mismos tanto para la apreciación musical como para el razonamiento abstracto, y un descubrimiento interesante sobre el tema es que en un estudio que ella llevó a cabo en la Universidad de Irvine, averiguó que el momento en que escuchamos música es también importante, ya que durante este estudio descubrieron que aunque el efecto de escuchar la música de Mozart durante diez minutos antes de tomar una prueba demostraba una mejora en el razonamiento espacial y abstracto de los estudiantes, el efecto sólo era temporal, y tenía una duración de 5 a 15 minutos, y que aunque escuchar a Mozart antes de la prueba era valioso, si se escuchaba a Mozart durante el examen esto causaba una competencia neuronal que interfería con los patrones neuronales de encendido eléctrico (Félix 1993).

De esa manera el estudio demuestra que existe un momento apropiado para escuchar música en el proceso de aprendizaje así como existe un momento apropiado para estar en silencio. Basado en estos estudios, Eric Jensen aconseja tomar el Efecto Mozart con discreción al aplicar e interpretar sus resultados. Él dice que por el momento, el llamado “Efecto Mozart” está todavía incierto.

Eric Jensen dice también que según el neurocientífico Larry Parsons, del Centro de Imágenes de la Universidad de Texas en San Antonio, mientras Mozart ayudó al grupo de control a mejorar su razonamiento, otros subgéneros de la música realmente ayudaron más a los estudiantes que eran parte del experimento, lo que demuestra que pueden ser los ritmos, tonos o patrones de música lo que realmente mejora el aprendizaje.

Dee Dickinson, en su artículo la “Música y la Mente” detalla estos datos muy interesantes sobre la música y el logro académico: ” Recientemente en un estudio sobre la capacidad de estudiantes de ciencia de catorce años en diecisiete países, los tres países que ganaron fueron Hungría, Países Bajos, y Japón. Todos estos países incluyen música a lo largo de su plan de estudios desde Kindergarten hasta cursos de secundaria. En los años 60, el sistema Kodály de educación musical se instituyó en las escuelas de Hungría como resultado del excelente logro académico de los niños en sus “escuelas de canto”. Hoy en día no existe en ese país ningún estudiante de tercer grado que no cante bien entonado y bellamente. Además, el logro académico de los estudiantes húngaros, sobre todo en matemáticas y ciencias, continúa siendo excelente. Los Países Bajos comenzaron su programa de música en 1968, y le siguió Japón aprendiendo de la experiencia de estos otros países.

Otro informe, dice ella, descubre el hecho que los diseñadores técnicos y los ingenieros de Silicon Valley son casi todos músicos practicantes.

Un tercer informe revela que las escuelas que produjeron el logro académico más alto en los Estados Unidos están usando del 20% al 30% del día en las artes, dándole especial énfasis a la música. Se incluye en estas escuelas la escuela elemental St. Augustine del Bronx que, cuando estaba a punto de fracasar en 1984, llevó a cabo un programa de música intensivo. Hoy, el 90% de los estudiantes están leyendo al nivel o a nivel superior al de su grado escolar.

En otro estudio encontrado en el libro “Giros, Las Ventajas Extra-Musicales de una Educación Musical” United Musical Instruments, USA Inc., 1995. pp. 18-24, (Spin-Offs, The Extra-Musical Advantages of a Musical Education, United Musical Instruments USA, Inc., 1995. pp. 18-24) podemos ver que los estudiantes que participaron en grupos musicales y de apreciación musical son los estudiantes con el C.I. más elevado. Los programas de música atraen a estudiantes a los que las escuelas normalmente consideran como sus mejores alumnos. La información suministrada, nos brinda una base fuerte para promover la existencia de programas de música a lo largo de la vida académica del niño.

Un estudio también demostró la relación existente entre el logro en matemáticas y la participación en la instrucción de música instrumental. Se demostró que los estudiantes que participaron en instrucción de música instrumental en la escuela secundaria tomaron como promedio 2.9 más cursos de matemática más avanzada que los que tomaron los estudiantes que no participaron en ningún programa de música. Esto demuestra que la instrucción musical es atractiva para los estudiantes que son excelentes en matemáticas.

Otro estudio encontró que cuanto mejor pueda leer música una persona, mejor puede hacerlo en matemáticas. Lo contrario es también cierto – cuanto mas alto es el logro en el nivel de matemáticas mejor será el estudiante en leer música. Con esto, parece claro que los estudiantes que lo hacen bien en matemáticas, también lo harán bien en música.

Existen muchos métodos que se pueden usar como medio para aprender música. Uno de ellos es el método Suzuki para la enseñanza de música. Al respecto Howard Gardner opina lo siguiente:

“Todos tenemos algo de potencial musical, pero representa una gran diferencia si uno vive en una sociedad donde se espera que todos cantemos o toquemos un instrumento, o si uno tiene padres que se sientan con uno todos los días y cultivan esta inteligencia en particular. Sabemos, por medio del método Suzuki de enseñanza de música, que uno puede tomar a niños ordinarios y hacerlos parecer sensacionales si uno está dispuesto a pasar mucho tiempo y energía en ellos. Y yo pienso que lo mismo sería verdad para cualquiera de las inteligencias. Realmente se trata más de un tema de cuánto tiempo deseamos invertir en cada inteligencia.”

Dee Dickinson nos ilumina con esta información que citaré a continuación:

“El trabajo del Dr. Paul MacLean en el Instituto Nacional de Salud Mental nos da más luces en cuanto al valor de la educación musical. Su teoría sobre el cerebro trino sostiene que el cerebro humano es realmente tres cerebros en uno. La parte más pequeña, aproximadamente 5% del cerebro, la formación reticular, es la entrada para la información de los sentidos y se consagra en mantener el funcionamiento del proceso automático del cuerpo, como ser la respiración y el latido del corazón. Es también el lugar del comportamiento habitual o automático. La segunda parte, el sistema límbico, forma otro 10% del cerebro y es el lugar de las emociones, ciertos tipos de memoria, y del control glandular. La parte más grande, la corteza cerebral, que forma aproximadamente el 85% del cerebro, se consagra a los procesos de más altos de pensamiento.”

“MacLean señala que el sistema límbico es tan poderoso que literalmente puede facilitar o inhibir el aprendizaje y el pensamiento del orden más alto. Parece ser que las emociones positivas, como ser el amor, la ternura y el humor, pueden facilitar las capacidades de pensamiento de orden más alto; considerando que las emociones negativas, como el enojo, la hostilidad, y el miedo, pueden literalmente bajar al cerebro al pensamiento de supervivencia básico.”

“La relación hacia la educación musical es clara cuando observamos a alumnos que practican música alegremente juntos y cuando recogemos información sobre sus logros académicos en otras áreas. En un estudio por Bloom sobre músicos dotados revela que la mayoría tenían experiencias muy tempranas de aprendizaje con maestros que eran pacientes, apoyadores y amorosos. Los maestros de entrenamiento entraron después en sus vidas.”

La Dra. Marian Diamond, neurofisióloga de Berkeley y una de las pioneras en este campo del estudio del cerebro, ha investigado también las ciencias cognitivas y ofrece información sobre cómo cambia el cerebro fisiológicamente en relación al aprendizaje y a la experiencia -para bien o para mal. Ella encontró que las experiencias de aprendizaje positivas, nutritivas y estimulantes que ofrecen oportunidades para interacción y respuesta pueden producir redes neuronales más ricas, que son el “hardware” de la inteligencia. La calidad dinámica de hacer música puede ser una de esos tipos de experiencia.”

Entonces, con toda esta información, pienso que sería del máximo interés de parte de los maestros dedicarse a aprender sobre todas estas técnicas, (El Efecto Mozart, la teoría de Hemi-Sync de Robert Monroe, el Método Suzuki de Enseñanza Musical, y otras) que están disponibles para todos, ya sea en libros o en el Internet, y comiencen a introducir la música en sus sistemas de instrucción.

Éste es el último artículo sobre esta serie de cómo aprende el cerebro, y cómo las emociones y la música pueden influir en nuestro proceso de aprendizaje.

Yo creo que es tiempo que empecemos a buscar más información, la estudiemos e implementemos estos nuevos sistemas en las escuelas. Es tiempo que sintamos que queremos ser parte del gran cambio en la educación, ser parte de las personas que van a provocar ese cambio. Con todas las herramientas que tenemos disponibles ahora, yo considero que es casi irresponsable, como maestros, no hacer uso de toda esa información.

Éstos son cambios revolucionarios, y en la medida en que más y más maestros empiecen a implementar estos nuevos sistemas en sus aulas, estaremos contribuyendo a la conciencia colectiva de la educación y la estaremos cambiando poco a poco, hasta que un día nos demos cuenta de que todos lo estamos haciendo. Nos daremos cuenta de que esto ha pasado finalmente cuando comencemos a ver estudiantes más felices, niños más felices, niños a los que les gusta ir a la escuela, niños a los que les gusta aprender lo que los maestros le están intentando enseñar. Niños que se sientan reconocidos, respetados, con una alta autoestima, queriendo contribuir con sus talentos a la paz mundial. De esta manera estaremos contribuyendo a la nueva humanidad y sabremos que hemos contribuido para que los nuevos niños cumplan con su misión.

ABOUT THE AUTHOR

Margaret Seleme de Guevara is President of the Indigo Foundation of Bolivia. She holds a Masters Degree in Education from Framingham State College and has extensively travelled the world.
Fundación Indigo Bolivia is a non-profit organization whose objective is to divulge the existence of the New Children, their nature, their needs, their mission. It also seeks to instruct teachers how to recognize and manage these children more efficiently in the classroom and, finally, it tries to explain to parents who the new children, in all their denominations (Indigo, Crystal, Rainbow, etc.) are and how they should be incorporated and educated at home and at school. It also seeks to guide parents and teachers in a process of self discovery that will lead them to be better parents and teachers for these children, because as we know, the problem is not in the children, the problem is us, adults.
She dictates education workshops for teachers around the country and leads the School for Parents. The School for Parents (which is free of cost for attendants) meets each Tuesday every other week with parents of the new children. At these meetings we share experiences, feel that we are not alone with this “problem” and learn or better yet, remember, how to be better human beings and thus better parents for our children. We also invite guests with various skills and knowledge who share them with the attending parents.
 
Margaret can be reached at margaretseleme@hotmail.com

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