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Tuesday, April 30, 2013

Siete prácticos consejos para no subir y sí bajar de peso en vacaciones (emol.com)


¿Eres de las mujeres que durante los últimos meses de 2012 se inscribió en el gimnasio para sudar la gota gorda y lograr el ansiado "verano sin pareo"? ¿O quizás invertiste una considerable suma de dinero en algún tratamiento estético para eliminar algunos rollitos y así poder lucir el bikini con dignidad?

Si es así, quizás ahora temas que las innumerables tentaciones que tiene la temporada estival te hagan echar por la borda todos tus esfuerzos y termines por recuperar los kilos que tanto te costó bajar.

Sin embargo, debes saber que no necesariamente tiene que ser así y que es posible mantener el peso durante las vacaciones o, incluso, bajarlo. ¿Cuál es la receta?, seguramente te preguntarás. La doctora cubana Yaisy Picrin, especialista en ayudar a adelgazar a quienes lo necesitan, entrega prácticos y sencillos consejos para lograrlo. ¡Toma nota!

1.- Mantener el equilibrio de las hormonas: en especial de las que tienen relación con el peso, es decir, las tiroideas. "Una de las maneras de poder estimular estas hormonas es mediante el consumo de yodo a través de frutos como el mango", afirma. La idea es incluir una o dos unidades de esta fruta en el desayuno, lo cual no implicaría sobrepasar la dosis de azúcar que se recomienda a diario, esto es, un 10% de la dieta total.

Otros productos que contienen yodo son el cochayuyo -que puede incorporarse a las ensaladas-, los mariscos en general, y en menor porcentaje verduras como el brócoli, la zanahoria y las espinacas.  


2.- Disminuir la ingesta de comida en las noches: esto optimiza la liberación de melatonina u hormona del sueño, la cual mueve los depósitos de grasa y permite que ésta se empiece a ocupar. "Durante el sueño tenemos una quema de grasas importante y es por esto que siempre en las mañanas el organismo está con un peso más bajo", sostiene.

Eso sí advierte que para que esto se logre es necesario un buen dormir, es decir, de seis a ocho horas de descanso. "No intermitente, ni despertándose en la noche, ni acordándose de los sueños (…) De sueño profundo, de sueño REM que es el reparador", aclara.

Y, si se trasnocha, la doctora recomienda recuperar las horas necesarias durmiendo hasta más tarde.


3.- Optimizar la función de la insulina: es decir, que la hormona efectivamente tome toda el azúcar y la lleve a la grasa donde se va a metabolizar. "Esto se logra consumiendo pocos alimentos con azúcar, sobre todo los azúcares refinados que son los típicos de los dulces o chocolates", dice Yaisy Picrin.

Pero también existe la opción de que si se va a consumir azúcar, tratar de agregarle algún alimento integral. "Por ejemplo, si se comen esos cereales que son un poco más dulces a la hora del desayuno, se puede incorporar algo de fibra como linaza, chía o incluso arroz integral", recomienda.


4.- Tener una buena digestión: "Una persona que vaya al baño todos los días va a lograr perder peso", asegura. Para lograrlo es importante comer bastante fibra en la mañana, acompañada con jugo de pomelo, naranja o limonada sin azúcar, yogurt sin lactosa y productos con probióticos de última generación.

En el caso de las comidas, aconseja que éstas estén conformadas por un 70% de vegetales y proteínas blancas, como pollo o pescado. Un buen truco -dice- es aliñar las ensaladas con aceite de canola. "Los aceites vegetales son más ricos en Omega 3 y éste tiene una actividad pro-inflamatoria, por lo tanto neutraliza toda la actividad del adiposito, de la célula grasa. Entonces, ahí ayuda a no tener ningún tipo de complicación, mejorar la memoria, es protector neurológico general", sostiene la doctora.


5.- Poner el cuerpo en movimiento: no es necesario convertirse en un deportista de elite durante los meses de verano, si es que el resto del año no se mueve un dedo. Según Yaisy Picrin, "una meta de siete mil a 10 mil pasos diarios es lo que ayuda a realmente ocupar los depósitos de grasas y evitar que se acumule el exceso".

Asimismo, sugiere hacer caminatas a pie pelado sobre la arena, con lo que se logra un "mejor bombeo de los vasos sanguíneos y linfáticos, lo que estimula el metabolismo de los órganos, controlando el peso".

Otra recomendación es hacer 50 abdominales e igual número de sentadillas, pero en ayunas. ¿La razón? "En ayunas es donde más grasa se quema. Como en el sueño ya acabaste con todas las reservas que hay dando vuelta, en ayunas como hay pocos ácidos grasos se busca el que está depositado dentro de la célula y ahí si se quema grasa. La otra gimnasia, la del día, es para compensar calorías", aclara.


6.- Beber dos litros de agua diarios: lo ideal es que ésta no contenga minerales y ¡ojo! advierte que en esa cantidad no están incluidos los jugos de frutas, a los que hay que prestar atención sobre todo en relación al aporte de azúcar que tienen. "Los dos litros de agua se consideran puros, o bien incorporándole verduras como pepino. Pero con otra fruta, no", señala.

7.- Aplicar la dieta del 50%: ¿y qué hacer con las tentaciones veraniegas como las palmeras, el pan de huevo, los cuchuflíes, los helados, los churros rellenos, el pan amasado y un largo etcétera? "Todo eso se puede, pero en pequeñas cantidades. La dieta del 50%: si uno está expuesto a cosas muy calóricas, entonces hay que comerse la mitad para poder disfrutarlo igual", sostiene.

Según Yaisy Picrin, estos consejos pueden ser aplicados por personas de todas las edades. "El dicho 'desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo' sirve para todos", asegura.


Friday, March 15, 2013

Glándulas endocrinas

Las glándulas son órganos pequeños pero poderosos que están situados en todo el cuerpo y que controlan importantes funciones del organismo por medio de la liberación de hormonas.
 
La glándula pituitaria
 
La glándula pituitariaLa glándula pituitaria a veces se denomina la "glándula maestra" porque ejerce gran influencia en los otros órganos del cuerpo. Su función es compleja e importante para el bienestar general. La glándula pituitaria está dividida en dos partes, la parte anterior y la posterior.
La pituitaria anterior produce diversas hormonas:
  • Prolactina - La prolactina (o PRL por sus siglas en inglés) estimula la secreción láctea en la mujer después del parto y puede afectar los niveles hormonales de los ovarios en las mujeres y de los testículos en los hombres.
  • Hormona del crecimiento - La hormona del crecimiento (GH por sus siglas en inglés) estimula el crecimiento infantil y es importante para mantener una composición corporal saludable. En adultos también es importante para mantener la masa muscular y ósea. Puede afectar la distribución de grasa en el cuerpo.
  • Adrenocorticotropina - La adrenocorticotropina (ACTH por sus siglas en inglés) estimula la producción de cortisol por las glándulas adrenales. Cortisol se denomina una "hormona del estrés" porque es esencial para sobrevivir. Ayuda a mantener la presión arterial y los niveles de glucosa en la sangre.
  • Hormona estimulante de la tiroides - La hormona estimulante de la tiroides (TSH por sus siglas en inglés) estimula la glándula tiroides para que produzca hormonas tiroideas, las cuales, a su vez, regulan el metabolismo del cuerpo, la energía, el crecimiento y el desarrollo, y la actividad del sistema nervioso.
  • Hormona luteinizante - La hormona luteinizante (LH por sus siglas en inglés) regula la testosterona en los hombres y el estrógeno en las mujeres.
  • Hormona estimuladora de folículos - Esta hormona (también llamada FSH por sus siglas en inglés) fomenta la producción de espermatozoides en los hombres y estimula los ovarios para que suelten los óvulos en las mujeres. La hormona luteinizante y la estimuladora de folículos trabajan conjuntamente para permitir el funcionamiento normal de los ovarios o los testículos.
La pituitaria posterior produce dos hormonas:
  • Oxitocina - La oxitocina causa el reflejo de lactancia materna (eyección) y causa contracciones durante el parto.
  • Hormona antidiurética - La hormona antidiurética (ADH por sus siglas en inglés), también llamada vasopresina, se almacena en la parte posterior de la glándula pituitaria y regula el equilibrio de fluido en el cuerpo. Si la secreción de esta hormona no es normal, pueden producirse problemas entre el equilibrio de sodio (sal) y fluido, y también puede afectar los riñones de manera que funcionen deficientemente.
En reacción al exceso o deficiencia de las hormonas pituitarias, las glándulas afectadas por estas hormonas pueden producir un exceso o una deficiencia de sus propias hormonas. Por ejemplo, demasiada hormona del crecimiento puede causar gigantismo, o crecimiento excesivo, y una deficiencia puede causar enanismo, o sea muy baja estatura.
 
El hipotálamo
 
El hipotálamo es la parte del cerebro situada arriba de la glándula pituitaria. Libera hormonas que inician o paran la secreción de las hormonas pituitarias. El hipotálamo controla la producción de hormonas en la glándula pituitaria por medio de varias hormonas "liberadoras." Algunas de éstas son: la hormona que libera la hormona del crecimiento, o GHRH (que controla la liberación de la hormona del crecimiento); la hormona liberadora de tirotropina o TRH (que controla la liberación de la hormona estimulante de la tiroides); y la hormona liberadora de corticotropina, o CRH (que controla la liberación de adrenocorticotropina). La hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) le indica a la glándula pituitaria que produzca la hormona luteinizante (LH) y la hormona estimuladora de folículos (FSH), que son importantes para una pubertad normal.
 
El timo
El timoEl timo es una glándula que se necesita en los primeros años para tener una función inmune normal. Es bastante grande inmediatamente después de que nace un niño y tiene un peso máximo cuando el niño llega a la pubertad, momento en que su tejido es reemplazado por grasa. La glándula del timo secreta hormonas llamadas humores. Estas hormonas ayudan a desarrollar el sistema linfoide o sistema inmune, que es el sistema que ayuda al cuerpo a tener una reacción inmune madura en las células para protegerlas contra la invasión de cuerpos invasores, tales como la bacteria.
 
La glándula pineal
 
La glándula pinealLos científicos aún están determinando cómo funciona la glándula pineal. Hasta ahora han descubierto una hormona producida por esta glándula: la melatonina. ésta puede parar la acción (inhibir) de las hormonas que producen la gonadotropina, la cual controla el desarrollo y funcionamiento de los ovarios y los testículos. También puede ayudar a controlar los ritmos del sueño.
 
Los testículos
Los testículosLos hombres tienen glándulas reproductivas gemelas, llamadas testículos, que producen la hormona testosterona. La testosterona ayuda a que el niño varón se desarrolle y mantenga sus características sexuales. Durante la pubertad, la testosterona ayuda a producir los cambios físicos que hacen que el niño se convierta en un hombre adulto, tales como el crecimiento del pene y los testículos, el crecimiento del vello facial y púbico, el engrosamiento de la voz, el aumento de masa muscular y fuerza, y el aumento de tamaño. Durante la vida adulta, la testosterona ayuda a mantener el vigor sexual, la producción de espermatozoides, el crecimiento del cabello, y la masa muscular y ósea.

El cáncer testicular, que es el cáncer más común en varones de 15 a 35 años, puede ser tratado por la extirpación de uno o ambos testículos. La reducción o falta de testosterona puede causar una disminución del impulso sexual, impotencia, una imagen alterada del cuerpo y otros síntomas.
 
Los ovarios
 
Los ovariosLas dos hormonas femeninas más importantes producidas por las glándulas reproductivas gemelas, los ovarios, son el estrógeno y la progesterona. Estas hormonas son las responsables de desarrollar y mantener las características sexuales femeninas y de mantener el embarazo. Junto con las gonadotropinas pituitarias (FH y LSH), también controlan el ciclo menstrual. Los ovarios también producen inhibina, una proteína que inhibe la liberación de la hormona estimuladora de folículos producida por la pituitaria anterior y ayuda a controlar el desarrollo de los óvulos.
El cambio más común en las hormonas ovarianas ocurre con el inicio de la menopausia que es parte del proceso natural de envejecimiento. También puede ocurrir cuando los ovarios se extirpan quirúrgicamente. La pérdida de función ovariana significa la pérdida de estrógeno, lo cual puede producir sofocos, adelgazamiento del tejido vaginal, suspensión de la menstruación, cambios de estado de ánimo y pérdida ósea u osteoporosis.
Una condición llamada síndrome de ovario poliquístico (PCOS) es causada por la producción excesiva de hormonas masculinas en las mujeres. El síndrome PCOS puede afectar los ciclos menstruales, la fertilidad y los niveles hormonales, y puede causar acne, crecimiento de vello facial y calvicie de configuración masculina.
 
La tiroides
La tiroidesLa tiroides es una pequeña glándula dentro del cuello, situada adelante de la traquea y abajo de la laringe. Las hormonas tiroideas controlan el metabolismo, que es la capacidad del cuerpo de desintegrar los alimentos y almacenarlos en forma de energía, y convertir los alimentos en productos de desperdicio, liberando energía en el proceso. La tiroides produce dos hormonas, T3 (llamada triyoditironina) y T4 (llamada tiroxina).
Los trastornos de la tiroides resultan de la deficiencia o exceso de la hormona tiroidea. Los síntomas del hipotiroidismo (deficiencia de hormona) incluyen pérdida de energía, reducción del ritmo cardíaco, resecamiento de la piel, estreñimiento y sensación de frío a todo momento. En los niños, el hipotiroidismo comúnmente conduce a un atraso en el crecimiento. Los bebés que nacen con hipotiroidismo pueden tener un atraso en el desarrollo y retraso mental si no se tratan. En los adultos, esta deficiencia muchas veces causa aumento de peso. Puede producirse un crecimiento de la tiroides o bocio.
El hipertiroidismo (exceso de hormona) puede resultar en bocio exoftálmico, o enfermedad de Grave. Los síntomas incluyen ansiedad, ritmo acelerado del corazón, diarrea y pérdida de peso. Es común que la glándula tiroides se agrande (bocio) y que haya una inflamación detrás de los ojos, la cual causa protuberancia de los mismos.
Hyperthyroidism (too much hormone) may result in exophthalmic goiter, or Grave's disease. Symptoms include anxiety, fast heart rate, diarrhea, and weight loss. An enlarged thyroid gland (goiter) and swelling behind the eyes that causes the eyes to push forward, or bulge out, are common.
 
Las glándulas adrenales
 
Las glándulas adrenalesCada glándula adrenal es, en realidad, dos órganos endocrinos. La parte exterior se llama la corteza adrenal. La parte interior se llama la médula adrenal. Las hormonas de la corteza adrenal son esenciales para sostener la vida; las de la médula no lo son.
La corteza adrenal produce glucocorticoides (tales como el cortisol) que ayuda al cuerpo a controlar el azúcar en la sangre, aumentar el consumo de proteína y grasa, y responder a factores estresantes tales como la fiebre, las enfermedades graves y lesiones. Los minerocorticoides (tales como la aldosterona) controlan el volumen de sangre y ayudan a regular la presión arterial actuando sobre los riñones para ayudarles a retener suficiente sal y fluido. La corteza adrenal también produce algunas hormonas sexuales, que son importantes para algunas de las características sexuales secundarias tanto en los hombres como las mujeres.
Dos trastornos importantes causados por problemas en la corteza adrenal son el síndrome de Cushing (un exceso de cortisol) y la enfermedad de Addison (una deficiencia de cortisol).
La médula adrenal produce epinefrina (adrenalina), la cual es secretada por los extremos de los nervios y aumenta el ritmo cardíaco, dilata las vías respiratorias para aumentar la cantidad de oxígeno y aumenta el flujo de sangre a los músculos, generalmente cuando la persona está asustada, emocionada o bajo estrés.
Norepinefrina también se fabrica en la médula adrenal pero esta hormona está asociada con el mantenimiento de actividades normales en vez de reacciones de emergencia. Demasiada norepinefrina puede elevar la presión sanguínea.
 
La paratiroides
La paratiroidesSituadas detrás de la glándula tiroides hay cuatro glándulas paratiroides. éstas fabrican las hormonas que ayudan a controlar los niveles de calcio y fósforo en el cuerpo. Las paratiroides son necesarias para una formación ósea apropiada. En reacción a una deficiencia de calcio en la dieta, las paratiroides fabrican la hormona paratiroidea (PTH por sus siglas en inglés) que toma el calcio de los huesos para que esté disponible en la sangre para conducción en los nervios y contracción de los músculos.
Si las paratiroides se extraen durante una operación de la tiroides, el nivel de calcio bajo en la sangre producirá síntomas tales como un ritmo cardíaco irregular, espasmos musculares, hormigueo en las manos y los pies y, posiblemente, dificultad para respirar. Un tumor o una enfermedad crónica puede causar una secreción excesiva de la hormona paratiroidea y puede producir dolor en los huesos, cálculos renales, aumento de la orina, debilidad muscular y fatiga.
 
El páncreas
 
El páncreasEl páncreas es una glándula grande situada detrás del estómago que ayuda al cuerpo a mantener niveles saludables de azúcar (glucosa) en la sangre. El páncreas secreta insulina, una hormona que ayuda a la glucosa a circular desde la sangre hasta las células donde se utiliza para obtener energía. El páncreas también secreta glucagón cuando el azúcar en la sangre está bajo. El glucagón le indica al hígado que debe enviar glucosa al flujo sanguíneo, la cual se almacena en el hígado en forma de glicógeno.
La diabetes, un desequilibrio en los niveles de azúcar en la sangre, es el principal trastorno del páncreas. La diabetes ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina (Tipo 1) o el cuerpo es resistente a la insulina en la sangre (Tipo 2). Sin suficiente insulina para hacer que la glucosa circule a través del proceso metabólico, los niveles de glucosa en la sangre se elevan excesivamente.
En la diabetes Tipo 1, el paciente tiene que inyectarse insulina. En la diabetes Tipo. 2 puede ser que el paciente no necesite insulina, pudiendo a veces controlar los niveles de azúcar en la sangre con ejercicio, dieta y otros medicamentos.
El exceso de insulina causa una condición llamada hiperinsulismo (HI) que conduce a la hipoglucemia (deficiencia de azúcar en la sangre). La forma hereditaria, llamada hiperinsulismo congénito, causa hipoglucemia grave en la infancia. A veces se puede tratar con medicamentos pero, con frecuencia, se tiene que extraer quirúrgicamente parte o todo el páncreas. Una causa menos común de hipoglucemia es un tumor del páncreas que produce insulina, llamado un insulinoma. Los síntomas de azúcar baja incluyen ansiedad, sudor, aumento del ritmo cardíaco, debilidad, hambre y mareo. La deficiencia de azúcar en la sangre estimula la liberación de epinefrina, glucagón y la hormona de crecimiento, todas las cuales ayudan a regresar el nivel de azúcar a la normalidad.

Fuente:  http://www.hormone.org/Spanish/sistema_endocrino/glandulas.cfm

Saturday, December 15, 2012

LA RECETA PARA EL ESTRÉS: Emociones y estrés - Dra. Sonia Lupien y Eduard Punset


ENTREVISTA DE EDUARD PUNSET a la Dra. Sonia Lupien, en su programa de REDES en TVE.
 
Eduard Punset:Es curioso, pero, una vez más, nos encontramos en una situación en la que la gente en general tiende a creer que el estrés lo provoca el exceso de trabajo y la falta de tiempo. Y luego, cuando empezamos a escarbar lo que le pasa a la gente por dentro, descubrimos que ésa no es la razón, que las razones del estrés son otras. Lo van a ver en Redes esta noche. Sonia, según dices, lo que sucede en nuestro cuerpo cuando un mamut lanudo está a punto de comernos y cuando estamos hartos de estar al volante y nos ponemos de los nervios en un atasco de tráfico es muy similar.
Sonia Lupien:Lo que quiero decir es que el cerebro es un detector de amenazas, de información amenazante. Y cada vez que nuestro cerebro detecta algo que supone una amenaza, ya sea para nuestro tiempo o para nuestra vida (como en el caso del mamut) generará hormonas del estrés para aportarnos la energía necesaria.
Eduard Punset:
Ante exactamente los mismos motivos, algunas personas se estresan más que otras. Y no me resultaba fácil entenderlo, hasta que tú explicaste el porqué. ¿Por qué no nos lo cuentas o nos lo recuerdas?
Sonia Lupien:
Creo que es un error colosal pensar que a todos nos estresan las mismas situaciones. Eso es totalmente imposible. Y lo sabemos porque hemos descubierto, tras 30 años de investigación científica, que hay cuatro características de una situación que provocan estrés. ¡Y no es necesario que estén presentes las cuatro! Cuantas más se cumplan, mayor será el estrés. Las cuatro características de una situación de estrés son las siguientes:
la primera es la novedad (lo que nos pasa tiene que ser nuevo),
la segunda es la impredecibilidad (tiene que ser impredecible),
la tercera es la sensación de que no controlamos en absoluto la situación
y la cuarta es que debe representar una amenaza para nuestra persona; por ejemplo, cuando alguien se cuestiona nuestra capacidad para realizar correctamente nuestro trabajo, o algo así.
Si eso sucede, lo que experimentaremos será una respuesta de estrés.
Eduard Punset:No resulta sorprendente que, en épocas de crisis, las personas tiendan a sentirse más estresadas, ¿no? Es una situación nueva, es una situación impredecible…
Sonia Lupien: Sí.
Eduard Punset: Y el caso es que la gente controla mucho menos la situación. Por eso, en épocas de crisis, las personas se estresan más. ¿Pero cómo se lucha contra el estrés? ¿Se puede evitar?
Sonia Lupien: Lo primero que hay que hacer es entenderlo. Tras 20 años investigando el estrés, ¡no creo que la gente sepa lo que es! Todo el mundo cree saberlo. Pero el caso es que no tienen ni idea de qué es. Una vez hice un sondeo entre mil personas. Les pedí que me dijeran qué era el estrés para ellos, y la mayoría lo definió como presión por falta de tiempo.
Según eso, nos estresamos cuando no tenemos tiempo para hacer todo lo que querríamos hacer en el período que nos hemos reservado para ello. Por culpa de esta definición, la mayoría me dijo que los niños y las personas mayores no padecen estrés.
Eduard Punset:…no se estresan.
Sonia Lupien: Porque las personas mayores están jubiladas y tienen todo el tiempo del mundo, así que no es posible que se estresen. Y los niños no tienen una montaña de facturas por pagar, y cosas de ese estilo, así que también se libran del estrés. ¡Es un error garrafal! Hoy en día sabemos que los niños y las personas mayores son mucho más vulnerables al estrés. Su cerebro es más vulnerable: en el caso de los niños, porque todavía se está desarrollando; en el caso de las personas mayores, por el proceso de envejecimiento. Por eso, si empezamos a contarle a la gente lo que es el estrés, podrán empezar a entender cómo abordarlo, porque la mejor manera
de afrontar el estrés es conocer sus cuatro características y encontrar un «plan B», como yo lo llamo. Hay que preguntarse: «¿qué puedo hacer para que esto que me pasa sea menos nuevo, menos impredecible…?» y luego buscar una estrategia para hacer frente a los factores estresantes de la vida.
Eduard Punset: ¿Investigar sobre el estrés te ha enseñado algo sobre la felicidad, o sobre por qué las personas tienden a ser infelices, o cuándo podrían ser felices? Si estás estresado tienes miedo, probablemente, que es la negación de la felicidad… así que las personas estresadas son infelices…
Sonia Lupien: Pues no sé yo si estudiar el estrés durante 20 años me ha enseñado algo sobre la felicidad… lo que sí sé (y de eso estoy segura) es que la felicidad no consiste en la ausencia de estrés. ¿Sabes? Una vez leí un libro cuyo título decía algo así como Libérese del estrés para siempre. Pues bien, si te liberas completamente del estrés, estás muerto; vamos, que en esta vida necesitas un poco de estrés. Cuando hablas con personas felices, verás que siempre se marcan pequeños retos que desean conseguir, pero la diferencia es que conocen, por así decirlo, su resistencia al estrés, y cuando el estrés es excesivo, frenan.
Eduard Punset: ¿Y qué hay de los distintos tipos de estrés? Me refiero a que está el estrés absoluto (un tsunami o algo así, ante lo que no se puede hacer nada, absolutamente nada) y está el estrés relativo. ¿Es posible? ¿O el estrés siempre es igual?
Sonia Lupien: No, ahora establecemos una diferencia entre factores estresantes absolutos y relativos. Un factor estresante absoluto supone una amenaza para tu supervivencia. El problema que tenemos ahora (si es que puede considerarse un problema) es que ya no hay muchos factores estresantes absolutos en nuestras vidas: ¡ya no hay mamuts! Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud predice que, en el año 2020, la depresión relacionada con el estrés crónico será la segunda causa de invalidez en el mundo. Y si ya no hay mamuts, ¿por qué pasa eso? Creemos que es porque ahora los factores estresantes son relativos, lo que significa que generamos una respuesta de estrés si estamos expuestos a situaciones nuevas, impredecibles, que no controlamos, etcétera, y esas sí que abundan ahora. ¿Te has fijado alguna vez en los titulares de los periódicos? Está todo lleno de información amenazante. Siempre se mencionan cócteles explosivos y demás peligros, y ahora creemos que cuando el cerebro lee ese titular negativo y amenazador, tal vez genere una respuesta de estrés simplemente por haber leído el periódico. Así que hoy en día estamos rodeados de información que el cerebro puede procesar como si fuera la amenaza de un mamut, y sufrimos respuestas de estrés todo el rato.
Eduard Punset: ¿Cómo puedo saber si soy una víctima del estrés crónico? ¿Cómo saber si es crónico?
Sonia Lupien: Yo siempre lo divido en tres fases para que la gente pueda hacerse una idea de cómo funciona.
La primera fase es cuando el estrés empieza a cronificarse. La digestión cambia. Cuando empiezas a tener problemillas con la digestión y debes tomarte pastillas cada dos por tres es cuando tienes el primer signo de que algo va mal. Con los niños es la primera señal. Se quejarán de dolor abdominal, pero es el estrés. Y luego sigues adelante. Sigues y sigues y sigues… Además de problemas digestivos, pronto empiezas a tener algunas pistas que deberían ayudarte a reconocer que algo va mal. En algún
momento, el cerebro te pedirá algo bueno. Es como si te dijera: «he trabajado muchísimo estos días, necesito algo bueno».
En este punto beberás más alcohol. Fumarás más. Y si no bebes ni fumas, qué sé yo, tal vez empieces a tomar más helados... cualquier cosa que te guste… empezarás a tomarla más, porque el cerebro necesita algo para calmarse. Ésta sería la segunda fase.
En la tercera fase es cuando enfermas. Ahora tienes problemas de memoria, cambios en la personalidad. Te enojas más rápidamente. Aquí es cuando puede aparecer la sensación de estar quemado y la depresión.
Eduard Punset: Cuando alguien se disgusta o altera muy a menudo, ¿qué significa?
Sonia Lupien: La explicación la encontramos en la investigación con animales. Creemos que sucede lo siguiente: si se experimenta con una rata a la que se estresa de modo crónico con el mismo factor estresante en todo momento, la respuesta de estrés de la rata disminuirá, se habituará. Pero lo que se ha demostrado es que la rata se habituará a ese factor concreto de estrés, pero se volverá más reactiva de lo normal ante cualquier otro factor estresante, por lo que estará hipersensible. Lo que vemos en personas con estrés crónico es que pueden habituarse a un factor estresante crónico: pongamos que estás pasando por un divorcio muy, muy difícil, y cada día tienes una respuesta de estrés. Logras sobreponerte, pero de repente sucede algo en el
trabajo, alguien te dice algo (que no es tan grave) y explotas. Cuando alguien se enoja con facilidad, se trata de un signo de que padece estrés crónico, de que está intentando abordar un factor estresante, pero se ha vuelto excesivamente reactivo a los demás.
Eduard Punset: Hay algo que me fascina de todo esto, Sonia, y es que afirmas, después de haber hablado tan mal sobre el estrés, dices: «oye, necesitáis un poco, es necesario un poco de estrés para mantener la memoria». ¿A qué te refieres?
Sonia Lupien: Sí, y aquí hay que distinguir entre el estrés agudo y el estrés crónico. Hay que evitar el estrés crónico. Pero el estrés agudo es siempre muy bueno para la supervivencia, como he dicho antes. Y lo que hemos descubierto es que la relación entre la memoria y el estrés es una función con forma de U invertida. Un poquito de estrés aumenta la memoria.
(...) Pero cuando es excesivo, entonces disminuye totalmente la memoria. La razón es que el estrés, las hormonas del estrés, te ponen en guardia. Se trata del «subidón» que busca la gente cuando está trabajando y quiere terminar un proyecto. Pero si es excesivo, en algún momento el cerebro empieza a confundir todo lo que hay que memorizar y, por culpa del estrés, el rendimiento de la memoria disminuye.
Eduard Punset: ¿Sería correcto decir que un poco de estrés tal vez agudice la memoria a corto plazo y, sin embargo, algo irá mal si intentas atender a diferentes cosas a la vez, si prestas atención a dos o tres cosas simultáneamente, porque entonces probablemente te estresarás? ¿Es así?
Sonia Lupien: Existe la idea de que la multitarea es algo nuevo. ¡Pero al cerebro le encanta la multitarea! Si el cerebro solamente hiciera una cosa cada vez, ¡seguiríamos persiguiendo mamuts! Lo que pasa es que cuando aparece el estrés, añade otra tarea que va por encima de todo lo que estás haciendo. ¿Y por qué? Como he dicho antes, el cerebro es un detector de amenazas, y está ahí para ayudarte a detectar la información amenazante y hacer algo al respecto. Imagina que intentas hacer 2 ó 3 cosas a la vez y que estás pasando por un divorcio muy complicado. ¿Qué crees que pensarás mientras estás aquí hablando conmigo? A la vez estarás preguntándote si podrás hacerlo, si podrás hacer eso y aquello con tu esposa… Es otra tarea que persiste en tu mente todo el rato, se vuelve difícil de procesar y perjudica el resto de tareas. Y esto es lo que hace el estrés: siempre que hay una información estresante, porque amenaza tu ego o tu supervivencia, o lo que sea, el cerebro la procesa primero, y todo lo demás se vuelve irrelevante.
Eduard Punset: Teniendo en cuenta tu investigación sobre el estrés, ¿has llegado a algunas conclusiones sobre si los distintos sexos se comportan de un modo diferente ante el estrés?
Sonia Lupien: Lo que sabemos hasta ahora sobre el estrés es que, si se somete a mujeres y hombres a estrés en el laboratorio, los hombres son tres veces más reactivos, producen más hormonas del estrés que las mujeres. Al principio, los científicos dijeron que por este motivo los hombres tenían más problemas cardiovasculares, pero luego alguien apuntó que sí, pero que las mujeres también padecían más depresión, así que no tenía sentido. Y hay muchos, muchísimos estudios que intentan analizar qué puede provocarlo. Se han estudiado los efectos del apoyo social en la reactividad al estrés, porque la mejor protección contra el estrés es el apoyo social: cuando te rodeas de personas con las que hablar, eso es muy bueno contra el estrés. No obstante, se ha demostrado que, si les pides a los hombres que traigan a sus parejas para que les brinden apoyo antes de verse sometidos a estrés, y les pides a las mujeres que también lo hagan y luego las sometes a estrés, sucede lo contrario.(...)
Sí, resulta que los hombres sufren menos estrés cuando tienen a sus parejas consigo, pero las mujeres se estresan más. ¡No me preguntes por qué!
Eduard Punset: ¡No me extraña!
Sonia Lupien: No se sabe por qué… Primero dijimos que era una diferencia entre sexos, porque se trataba de hombres y mujeres. Y entonces se rehizo el estudio, y se les pidió a los hombres que trajeran a su mejor amigo (un hombre) para que les diera apoyo social antes de ser sometidos a estrés. Las mujeres debían traer a una amiga. Entonces, tras someter a ambos grupos a estrés, la cosa volvió al principio: ahora eran los hombres los que estaban más estresados. ¿Qué nos dice esto? Nos dice que los hombres y las mujeres no se benefician de las mismas personas en momentos de estrés. A los hombres les va muy bien estar con su pareja, mientras que a las mujeres parece que les va muy bien estar con las amigas. ¿Será porque en la prehistoria los
hombres perseguían mamuts mientras las mujeres recolectaban frutas? No lo sabemos, pero se trata de algo que va quedando bastante claro: no nos beneficiamos de las mismas personas. Una vez que lo sabes, puedes hacer algo al respecto…
Eduard Punset: ¿Sabes? Mientras escuchaba lo que decías, pensaba que a la gente le va muy bien que le digan (un centenar de veces, si es necesario) que el cerebro no está ahí para buscar la verdad, sino que está ahí para protegernos…
Sonia Lupien: Para sobrevivir.
Eduard Punset: Para enseñarnos a sobrevivir. ¡Y es increíble ver que tantas personas pasan tanto tiempo supuestamente buscando la verdad (sea lo que sea lo que signifique) y tan poco tiempo cuidándose y cuidando a la gente que tienen a su lado!
 

Monday, July 16, 2012

Anatomía


SECCION 1 > FUNDAMENTOS
CAPITULO 1

Anatomía

La biología es la ciencia que trata de los seres vivos e incluye la anatomía y la fisiología. La anatomía estudia las estructuras del organismo y la fisiología estudia sus funciones. Dado que la estructura de los seres vivos es muy compleja, la anatomía abarca desde los componentes más pequeños de las células hasta los órganos más grandes, así como la relación de éstos con otros órganos. La anatomía general estudia los órganos tal como aparecen durante una inspección visual o una disección. Por otra parte, la anatomía celular estudia las células y sus componentes mediante el uso de instrumental específico como los microscopios; también utiliza otras técnicas especiales para su observación.


Interior del cuerpo

Células

A pesar de que las células se consideran como la unidad más pequeña de los organismos vivos, están constituidas por elementos aun menores, cada uno de ellos dotado de una función propia. El tamaño de las células humanas es variable aunque es siempre microscópico; un óvulo fecundado es la célula más grande, y sin embargo resulta tan pequeña que no es perceptible por el ojo humano. Las células humanas están envueltas por una membrana que las mantiene unidas; no se trata de una simple envoltura ya que esta membrana tiene unos receptores que permiten a las diversas células identificarse entre sí. Además, estos receptores son capaces de reaccionar ante sustancias producidas por el organismo así como ante los fármacos introducidos en él y debido a esta característica pueden seleccionar las sustancias o los medicamentos que entran en la célula o salen de ella. Las reacciones que tienen lugar en los receptores a menudo alteran y controlan las funciones celulares. Dentro de la membrana celular existen dos componentes principales: el citoplasma y el núcleo. El primero contiene estructuras que consumen y transforman la energía y dirigen las funciones de la célula; el segundo contiene el material genético de la célula y las estructuras que controlan su división y reproducción. Son muchas y muy diversas las células que constituyen el organismo y cada una está dotada de estructura y vida propias. Algunas, como los glóbulos blancos, se mueven libremente sin adherirse a otras células; en cambio las células musculares están firmemente unidas entre sí. Las de la piel se dividen y reproducen con rapidez; las nerviosas, por el contrario, no se reproducen en absoluto. Así mismo determinadas células, sobre todo las glandulares, tienen como función principal la producción de sustancias complejas como hormonas o enzimas. Por ejemplo, las células de las mamas producen leche; las del páncreas, insulina; las del revestimiento de los pulmones, mucosidad y las de la boca, saliva. Por último, existen otras células cuya función primordial no es la producción de sustancias, como las células que se encargan de la contracción, tanto de los músculos como del corazón. También es el caso de las células nerviosas que conducen impulsos eléctricos y permiten la comunicación entre el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y el resto del organismo.

Tejidos y órganos
Se denomina tejido a una agrupación de células relacionadas entre sí, aunque no idénticas, que forman un conjunto para llevar a cabo funciones específicas. Cuando se analiza al microscopio una muestra de tejido (biopsia), se observan diversos tipos de células, aunque el interés del médico se centre en un tipo determinado.

El tejido conectivo, resistente y frecuentemente fibroso, tiene la función de mantener la estructura corporal unida y darle soporte. Se encuentra en casi todos los órganos aunque la mayor parte se halla en la piel, los tendones y los músculos. Las características del tejido conectivo y de los tipos de células que contiene varían según su localización.

Los órganos desempeñan las funciones del organismo y cada órgano está provisto de una estructura diferenciada capaz de desarrollar funciones específicas. Es el caso del corazón, los pulmones, el hígado, los ojos y el estómago. Distintos tejidos y, por lo tanto diversas células, intervienen en la constitución de un órgano. El corazón está formado por tejido muscular que al contraerse produce la circulación de la sangre; también está constituido por tejido fibroso que forma las válvulas y por células especiales que controlan la frecuencia y el ritmo cardíacos. El globo ocular está formado por células musculares que abren o contraen la pupila, por células transparentes que constituyen el cristalino y la córnea, y por otras que producen fluidos que ocupan el espacio entre la córnea y el cristalino. También está formado por células fotosensibles y células nerviosas que llevan los impulsos al cerebro. Incluso un órgano tan simple en apariencia como la vesícula biliar contiene distintas células. Unas son las células de revestimiento interior resistentes a los efectos irritantes de la bilis, otras son las musculares, que se contraen para expulsar la bilis, y otras las que forman la pared externa fibrosa que contiene la vésicula.
Interior de la célula
Si bien existen distintos tipos de células, la mayoría posee los mismos componentes. Una célula consta de un núcleo, un citoplasma y la membrana celular; ésta constituye su límite y regula los intercambios con el exterior. El núcleo controla la producción de proteínas y contiene cromosomas, el material genético de la célula, y un nucléolo que produce ribosomas. El citoplasma es un material fluido con organelas, las cuales se consideran los órganos de la célula. Por su parte, el retículo endoplasmático transporta materiales en el interior de la célula. Los ribosomas producen proteínas, que son agrupadas por el aparato de Golgi a fin de que abandonen la célula. Las mitocondrias generan la energía necesaria para las actividades celulares. Los lisosomas contienen enzimas que pueden descomponer las partículas que entran en la célula. Por ejemplo, ciertos glóbulos blancos (una variedad de las células de la sangre) ingieren las bacterias que luego destruyen las enzimas lisosómicas. Por último, los centríolos participan en la división de la célula.
Sistemas orgánicos

Aunque un órgano en particular desempeñe funciones específicas, hay órganos que funcionan como parte de un grupo denominado sistema; es la unidad de organización en que se basa el estudio de la medicina, la clasificación de las enfermedades y la planificación de los tratamientos. En este Manual la exposición de los temas está organizada en unidades didácticas alrededor de este concepto.

El aparato cardiovascular es un ejemplo de un sistema. Está compuesto por el corazón (cardio) y por los vasos sanguíneos (vascular). Este sistema es el encargado de la circulación de la sangre. Otro ejemplo es el aparato digestivo que se extiende desde la boca hasta el ano; recibe los alimentos, los digiere y elimina los residuos en las heces. Está formado por el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso, que movilizan los alimentos. También incluye órganos como el páncreas, el hígado y la vesícula biliar, los cuales producen enzimas digestivas, eliminan sustancias tóxicas y almacenan las sustancias necesarias para la digestión. El sistema musculosquelético está formado por huesos, músculos, ligamentos, tendones y articulaciones que, en su conjunto, sostienen y dan movilidad al cuerpo.

La función de un sistema está relacionada con la de otros sistemas. A modo de ejemplo, el aparato digestivo necesita más sangre para realizar sus funciones cuando se ingiere una comida abundante y para ello recurrirá a los sistemas cardiovascular y nervioso. En este caso, los vasos sanguíneos del aparato digestivo se dilatan para transportar más sangre, al tiempo que el cerebro recibe impulsos nerviosos indicándole que hay un aumento de trabajo. Es más, el aparato digestivo estimula de forma directa el corazón mediante impulsos nerviosos y sustancias químicas liberadas en el flujo sanguíneo. El corazón responde con una mayor irrigación sanguínea; el cerebro, por su parte, reduce la sensación de apetito, aumenta la de saciedad y disminuye el interés por realizar actividades que supongan un gasto energético.

La comunicación entre órganos y sistemas es fundamental ya que permite regular el funcionamiento de cada órgano de acuerdo con las necesidades generales del organismo. El corazón debe saber si el cuerpo está en reposo para reducir el ritmo cardíaco y aumentarlo cuando los órganos requieran más sangre. Los riñones necesitan saber si existe un exceso o un defecto de líquido en el organismo, para proceder a su eliminación en la orina o a su conservación cuando el cuerpo está deshidratado.

Las constantes biológicas se mantienen gracias a la comunicación. Gracias a este equilibrio, que se denomina homeostasis, no existe ni exceso ni defecto en el funcionamiento de los órganos y cada uno facilita las funciones de los demás.

La comunicación necesaria para la homeostasis se produce a través del sistema nervioso o mediante estímulos de sustancias químicas. La compleja red de comunicación que regula las funciones corporales está controlada, en su mayoría, por el sistema nervioso autónomo. Este sistema funciona sin que la persona tenga consciencia de ello y sin que se perciba una señal evidente de que está actuando.

Se denominan transmisores a las sustancias químicas utilizadas en la comunicación. Las hormonas son transmisores producidos por un órgano, que viajan hacia otros órganos a través de la sangre. Los transmisores que conducen los mensajes a distintas partes del sistema nervioso se denominan neurotransmisores.

La hormona adrenalina es uno de los transmisores más conocidos. Cuando alguien se encuentra de manera repentina ante una situación de estrés o de miedo, el cerebro envía un mensaje a las glándulas suprarrenales para que de inmediato liberen la adrenalina; esta sustancia química pone rápidamente al organismo en estado de alerta para que pueda reaccionar de manera adecuada al estímulo. El corazón late más rápido y con más intensidad, las pupilas se dilatan para recibir más luz, la respiración se acelera y la actividad del aparato digestivo disminuye para permitir que llegue más sangre a los músculos. El efecto es rápido e intenso.

Otras comunicaciones químicas son menos espectaculares pero igual de efectivas. A este respecto, cuando el cuerpo se deshidrata y por lo tanto necesita más agua, decrece el volumen de sangre que circula por el sistema cardiovascular. Esta disminución la perciben los receptores de las arterias del cuello que responden enviando impulsos a través de los nervios hacia la hipófisis, una glándula situada en la base del cerebro, que produce entonces la hormona antidiurética, la que a su vez estimula al riñón para que disminuya la producción de orina y retenga más agua. Simultáneamente, la sensación de sed que se percibe en el cerebro estimula la ingestión de líquidos.

El cuerpo además está dotado de un grupo de órganos, el sistema endocrino, cuya función principal es la de producir hormonas que regulen el funcionamiento de los demás órganos. La glándula tiroides produce la hormona tiroidea que controla el ritmo metabólico (velocidad de las funciones químicas del cuerpo), el páncreas produce la insulina, que controla el consumo de azúcares, y las glándulas suprarrenales producen la adrenalina, que estimula a varios órganos y prepara al organismo para afrontar el estrés.

Barreras externas e internas

Por extraño que parezca, no es fácil definir qué es lo que está dentro o fuera del cuerpo ya que éste tiene varias superficies. La piel como tal es en realidad un sistema que forma una barrera que impide la entrada de sustancias nocivas en el organismo. Aunque lo cubra una fina capa de piel, el canal auditivo se considera como una parte interior del cuerpo porque penetra en la profundidad de la cabeza. El aparato digestivo es un largo tubo que comienza en la boca, serpentea a lo largo del cuerpo y desemboca en el ano; no es fácil determinar si los alimentos que se absorben parcialmente a medida que pasan por este tubo se encuentran dentro o fuera del cuerpo. De hecho, los nutrientes y líquidos no están en el interior del organismo hasta el momento en que son absorbidos y entran en el flujo sanguíneo.

El aire entra por la nariz y la garganta pasando por la tráquea hasta las extensas ramificaciones de las vías respiratorias pulmonares (bronquios). Podríamos preguntarnos en qué punto este sistema de conducción deja de ser exterior para convertirse en interior, puesto que el oxígeno que está dentro de los pulmones no es útil para el cuerpo hasta que no pasa al flujo sanguíneo. Para ello, el oxígeno debe atravesar una fina capa de células que recubren los pulmones y que actúan como barrera contra los virus y las bacterias que contiene el aire inspirado, como los gérmenes de la tuberculosis. Sin embargo, estos microorganismos no producen trastornos a menos que penetren en las células o en el flujo sanguíneo. La mayoría de los organismos infecciosos no causan enfermedades gracias a varios mecanismos de protección que tienen los pulmones, como los anticuerpos que combaten las infecciones y las células ciliadas que expulsan los desechos de las vías respiratorias.


Además de separar el exterior del interior, las superficies del cuerpo mantienen en su lugar las sustancias y estructuras del cuerpo, haciendo que funcionen correctamente. Es evidente que los órganos internos no flotan en un charco de sangre, sino que ésta circula normalmente dentro de los vasos sanguíneos. Si la sangre sale de los vasos sanguíneos hacia otras partes del cuerpo (hemorragia), se pueden producir lesiones graves, y no sólo porque deja de llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos. A modo de ejemplo, una hemorragia muy pequeña en el cerebro destruye parte del tejido cerebral ya que no puede extenderse más allá de los límites del cráneo; en cambio, una cantidad similar de sangre en el abdomen no destruye los tejidos.

La saliva es importante en la boca, pero puede causar daños significativos si es aspirada por los pulmones. El ácido clorhídrico producido por el estómago rara vez produce daños en este órgano pero puede quemar y lesionar el esófago si fluye en dirección contraria. También puede dañar otros órganos si se escapa a través de la pared del estómago. Por último, las heces, la parte no digerida de los alimentos que se expulsa por el ano, pueden causar infecciones peligrosas cuando pasan a través de la pared del intestino hacia el interior de la cavidad abdominal.

Anatomía y enfermedad

El diseño del cuerpo humano es admirable. La mayoría de sus órganos dispone de una buena capacidad adicional o de reserva; de hecho funcionan de forma adecuada aunque estén deteriorados. Por ejemplo, se tendrían que destruir más de dos tercios del hígado antes de que se produjeran consecuencias graves. Una persona puede sobrevivir a la extirpación quirúrgica de un pulmón, siempre que el funcionamiento del otro sea normal. Sin embargo, otros órganos no pueden funcionar adecuadamente si llegan a sufrir leves trastornos. Si un ictus destruye una pequeña cantidad del tejido nervioso en determinadas regiones del cerebro, la persona puede quedar incapacitada para hablar, mover una extremidad o mantener el equilibrio. Un infarto de miocardio destruye el tejido cardíaco y puede causar un leve deterioro en su capacidad para bombear la sangre; puede también causar la muerte.

Si bien es cierto que las enfermedades afectan a la anatomía del organismo, también los cambios en la anatomía pueden causar enfermedades. Tumores como el cáncer destruyen directamente el tejido sano o lo comprimen hasta que acaban destruyéndolo. Si se obstruye o interrumpe el flujo de sangre hacia un tejido, éste se destruye (infarto), como en un ataque cardíaco (infarto de miocardio) o un ictus (infarto cerebral).

Dada la estrecha relación entre la enfermedad y sus repercusiones anatómicas, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades se apoyan principalmente en los métodos para observar el interior del cuerpo. Los rayos X fueron el primer descubrimiento importante que permitió observar el interior del cuerpo y examinar los órganos sin necesidad de una intervención quirúrgica. La tomografía computadorizada (TC) es otro importante adelanto que asocia los rayos X con el computador. Una TC produce imágenes detalladas y bidimensionales de las estructuras internas.

Entre los métodos para observar las estructuras internas a través de la imagen también cabría destacar la ecografía, basada en la utilización de ondas sonoras (ultrasonidos); la resonancia magnética (RM), que se basa en el movimiento de los átomos dentro de un campo magnético; la gammagrafía o las imágenes que proporciona ésta gracias a la utilización de isótopos radiactivos (para ello se inyectan en el cuerpo elementos químicos radiactivos). Todas estas técnicas permiten observar el interior del cuerpo y, a diferencia de la cirugía, no son procedimientos invasivos.

La anatomía en este Manual

Dada la importancia de la anatomía en medicina, casi todas las secciones de este Manual empiezan por describir la anatomía de un sistema determinado. Las ilustraciones se centran en aquella parte de la anatomía que se esté tratando.

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