Thursday, November 15, 2012

Temor a hablar en público (laguia2000.com)


Hay gente que se bloquea cuando es el centro de atención de un grupo numeroso y esta condición puede limitar su rol profesional y también su vida personal.

Para ese problema, existen técnicas muy eficaces que permiten enfrentar ese temor en poco tiempo y trascenderlo.

La vida actual exige participar en reuniones, intervenir en grupos, proponer ideas o atreverse a decir lo que a uno no le agrada; y lo que todos desean es hablar con voz tranquila y firme sin mostrar inseguridad.

La Programación Neurolingüística puede ayudar a convertirse en un buen orador y a poder hablar en público tan bien o mejor todavía de como lo hacen otros.

Hay algunos errores que hay que evitar, como por ejemplo, usar muletillas al hablar, que no aportan nada pero en las que muchos se apoyan para poder pensar.

Lo mejor siempre será ser natural y espontáneo, diciendo al público todo lo que les ocurre y cómo se sienten, si se dan cuenta que olvidaron algo o si cometieron algún error involuntario

Los conceptos básicos es prudente repetirlos varias veces, en el momento oportuno, para que las personas que escuchan los retengan y puedan aprender de la disertación.

Las pausas demasiado largas aburren al público y si necesitan consultar sus notas no hay que tener ningún escrúpulo y hacerlo con naturalidad.

En toda charla, es importante no perder de vista el objetivo y no irse por las ramas. No es necesario demostrar al público todo lo que saben sino procurar ser pertinente, preciso y principalmente breve.

Si se trata de participar en una reunión, lo mejor es llevar una lista de las cosas que desean decir y participar en el momento oportuno.

Es necesario olvidarse de uno mismo y renunciar al deseo de dar una buena impresión; porque lo más importante es el mensaje que desean dar.

No solamente es útil exponer una idea sino que también es importante señalar los beneficios que puede tener para todos el eventual desarrollo de esa idea.

Si se trata de responder a algo que dijo alguien, se pueden sentir más cómodos si sólo se dirigen a él, como si estuvieran solos y no a todos.

El temor a ser convocado para presidir una reunión no debe ser un obstáculo para hacerlo. No necesariamente el que preside una reunión tiene que decirlo todo; más bien su tarea será la de informar de algunos temas, con la ayuda de otros, coordinar algunas tareas y básicamente deberá escuchar.

Cada uno debe aprender que en una reunión debe decir lo suyo y no utilizar a otros para que lo hagan por él; porque solamente la práctica les permitirá adquirir la confianza necesaria para liberarse del temor al público.

La Programación Neurolingüística propone algunas estrategias útiles.
 
Por ejemplo:

-Visualizar, antes de la reunión, la escena que uno teme, actuando con toda naturalidad, muy tranquilo, confiado y relajado.
 
-Visualizar estar respondiendo sobre lo dicho por alguien en particular como si estuvieran ambos a solas.
 
-Llevar anotadas las ideas y sus ventajas; las preocupaciones y las preguntas.
 
-Pensar que el propio punto de vista lo pueden compartir otros y que la opinión propia también puede ser valiosa.
 
-Si no se tienen ideas no es obligatorio hablar, bastará con escuchar a todos con atención, aclarando las dudas y aportando lo que se desee.

Cuanto más oportunidades de participar en grupos se tengan, menor será el temor de enfrentar a la gente.

El perfeccionismo nos limita, y ser perfectos no es necesario, sólo es beneficioso ser espontáneos, honestos y naturales y si nos equivocamos que sea con elegancia, sin sentir que hemos fallado.

Fuente: “Mientras me miran. Hable en público sin perder la calma”, Xavier Guix.

Aumenta la evidencia de que el ejercicio mejora la salud en la mediana edad (vidaysalud.com)

 
Un nuevo estudio brinda más pruebas sobre cuán saludable puede ser el ejercicio en la mediana edad. Lo mejor de todo es que no hace falta que practiques deportes intensos: caminar a paso ligero, andar en bicicleta y hasta el trabajo en casa y en el patio son actividades capaces de reducir la inflamación nociva y mejorar la salud del corazón.
 
El cuerpo humano no está preparado para permanecer sentado todo el día. Sin embargo, la vida moderna transcurre la mayor parte del tiempo sobre algún asiento. ¿Te has puesto a calcular cuánto tiempo te pasas sin moverte o en plena acción? Dedícate dos minutos a reflexionar sobre este tema y es posible que te sorprendas.

Una vida sedentaria promueve la obesidad  y todas las enfermedades asociadas a ella como el colesterol elevado y la diabetes. Incluso, aunque no tengas exceso de peso, mantenerte activo te permite conservar la buena salud, de tu corazón por ejemplo, o la flexibilidad, para que tu cuerpo pueda responder mejor a las exigencias de la vida cotidiana, como levantar una caja pesada o jugar con tus nietos durante el fin de semana, sin lesionarte o “quedarte rígido” mientras lo haces.

Los estudios siguen encontrando y difundiendo numerosos beneficios del ejercicio físico para la salud tanto para los hombres como para las mujeres de todas las edades. Ahora, un nuevo estudio se suma a las evidencias y ha comprobado que mantener un régimen de actividad física en el tiempo libre durante una década o más podría ayudar a los adultos de mediana edad a mejorar la salud de su corazón.

Según esta investigación, que fue desarrollada por unos científicos del Colegio Universitario de Londres, en Inglaterra, las actividades rutinarias, como caminar energéticamente, andar en bicicleta y hasta hacer los trabajos de la casa o de jardinería de forma vigorosa pueden, con el tiempo, reducir los marcadores de inflamación que permiten explicar la relación entre la actividad física y el riesgo de la enfermedad cardiaca.

Para llegar a estos resultados, que aparecen en la edición del 13 de agosto de la revista Circulation, los investigadores encuestaron a más de 4,200 participantes de 49 años de edad como promedio y les preguntaron acerca de la cantidad de tiempo y la frecuencia con la que practicaban actividades físicas en su tiempo libre. Paralelamente, analizaron la denominada proteína C reactiva y la interleucina 6, dos marcadores claves de inflamación en el cuerpo, al inicio del estudio y luego de once años.

Así encontraron que los participantes que eran más activos tenían marcadores de inflamación más bajos que las personas que rara vez hacían el mínimo recomendado de actividad física por semana, que equivale a unas 2 ½ horas.

Además, los investigadores hallaron que alrededor del 49 por ciento de los participantes cumplía con las recomendaciones estándares de actividad física para mejorar la salud, algo que mejoró luego del estudio, ya que dicha tasa alcanzó el 83 por ciento, y señalaron que los participantes que eran inactivos al inicio del estudio y que se volvieron físicamente activos durante el periodo de análisis también habían reducido sus marcadores inflamatorios cuando se sometieron a la evaluación de seguimiento.

Si eres joven, no esperes a que pase el tiempo para comenzar a disfrutar los beneficios del ejercicio físico. Si ya has pasado la mediana edad, pues tampoco es motivo para quedarse quieto, ya que la actividad física también puede ayudar a conservar la salud de las personas que ya están en la denominada tercera edad.

En síntesis: no esperes más y conviértete también en un nuevo ejemplo que dé testimonio sobre las ventajas del ejercicio para la salud, sin importar cuál es tu fecha de nacimiento.

La importancia del equilibrio y cómo lo puedes mejorar (vidaysalud.com)

Por Elise Foss

Cuando pensamos en hacer ejercicio generalmente pensamos en hacerlo para perder peso, para definir los músculos, para agrandarlos, pero generalmente no se nos ocurre pensar en el ejercicio para mantener el equilibrio. Sin embargo, el equilibrio es muy importante por muchas razones. Sigue leyendo para que entiendas sus funciones y qué ejercicios te ayudan a mantenerlo y a mejorarlo.

La definición del equilibrio es la capacidad para mantener la posición del cuerpo sobre su base de apoyo, ya sea que la base este en movimiento o estática. Hay una gran variedad de ejercicios que son buenos para mejorar el equilibrio, ya que el equilibrio tiene que ver con muchos factores diferentes, incluyendo la visión, la audición, la propiocepción, la fuerza y la flexibilidad, entre otros. Algunas de estas capacidades se deterioran a medida que envejecemos y no podemos controlar. Un ejemplo de ello es que nuestra visión periférica no es tan buena con el pasar del tiempo. Pero por suerte, hay algunas cosas que si podemos hacer, como mejorar nuestra fuerza y flexibilidad.

¿Por qué el fortalecimiento de los músculos ayuda a nuestro balance? Por un lado, al fortalecer los músculos de la espalda mejora tu postura, y si tu postura es mejor, tu balance mejora también. Si tu cuerpo no está en la postura correcta, es más difícil mantener la posición del cuerpo sobre su base de apoyo, por lo que ya te encuentras en una situación de desventaja. Además, tendemos a perder masa muscular a medida que envejecemos, lo cual nos debilita. La investigación ha encontrado que empezamos a perder masa muscular durante nuestra tercera década de la vida. Los músculos más débiles tienen más dificultades para reaccionar a un cambio de peso que los músculos más fuertes, por lo que es más difícil de equilibrar. Por lo tanto, el fortalecimiento de los músculos ayudará a tu balance. Los ejercicios de fortalecimiento se pueden hacer con el uso de pesas, máquinas, bandas de refuerzo o el peso corporal (por ejemplo, flexiones).

¿Por qué son importantes los ejercicios de flexibilidad? Los ejercicios de flexibilidad te ayudarán a mantener el rango de movimiento de los músculos. A medida que envejecemos, tendemos a volvernos más rígidos y al estar más rígidos se nos hace más difícil reaccionar y recobrar el equilibrio cuando se produce un cambio de peso. Los ejercicios de estiramiento nos pueden ayudar a mejorar el rango de movimiento en las articulaciones y a mejorar la circulación en los músculos que ayudarán a nuestro equilibrio. Además, cuando estamos menos rígidos podemos tener una mejor postura que a su vez ayuda a tener mejor balance. Hay varias técnicas de estiramiento y una sencilla es simplemente mantener la posición del estiramiento durante 20 a 30 segundos. Es importante que sientas la extensión (la elongación o estiramiento) sin sentir ningún malestar.

No importa si estás en buenas condiciones o no has hecho ejercicio durante mucho tiempo, siempre puedes añadir algo nuevo para refrescar tu rutina.

5 ways your TV is slowly killing you


You’ve accepted the idea that TV makes you dumber. You know there are lots of more edifying things you could be doing with your time than cheering on the contestants on "Survivor."

And unless you’re working out to an exercise video, you know those hours sprawled out in front of the screen are going to make you fatter — not to mention the impact of all that junk food you’ve been tempted to scarf down during the commercial breaks.

But you’ll be surprised to learn the host of other bad things TV can do to you.

1. TV makes you deader.  
TV-viewing is a pretty deadly pastime, research suggests. No matter how much time you spend in the gym, every hour you spend in front of the TV increases your risk of dying from heart disease, according to a recent report in Circulation: Journal of the American Heart Association. Australian researchers studied 8,800 adult men and women for an average of six years and found that every hour spent in front of the TV translated into an 11 percent increase in the risk of death from any cause, a 9 percent increase in the risk of death from cancer and an 18 percent increase in the risk of death from cardiovascular disease. So, compared to people who watched less than two hours of TV a day, those who watched four or more hours a day had a 46 percent higher risk of death from any cause and an 80 percent higher risk of death due to cardiovascular disease. And that was true even among people who didn’t smoke, were thin, ate healthy diets and had low blood pressure and cholesterol.

2. TV makes you drunker.  
TV may make you drink more. When it comes to drinking, we’re apparently very susceptible to what we see on TV, according to a report published in Alcohol and Alcoholism. To discover whether what we view actually affects drinking habits, researchers rounded up 80 male university students between the ages of 18 and 29 and plunked them down in a bar-like setting where the students were allowed to watch movies and commercials on TV. The researchers found that men who watched films and commercials in which alcohol was prominently featured immediately reached for a glass of beer or wine and drank an average of 1.5 glasses more than those who watched films and commercials in which alcohol played a less prominent role.

3. TV can make your kid pregnant.  
Teens who watched a lot of TV that included sexual content were twice as likely to get pregnant, according to a study published in Pediatrics. Once a year for three years, Rand Corporation researchers surveyed 1,461 youngsters — ages 12 to 17 at the beginning of the study — about TV-viewing habits and sexual behavior. Boys were asked if they had ever gotten a girl pregnant and girls were asked if they had ever been pregnant. To get a handle on how much sexually charged TV kids were watching, the researchers asked teens if and how often they viewed 23 specific programs.
 
Video: Watching TV leads to heart disease, docs say Another study showed that kids who watch two or more hours of TV a day start having sex earlier, according to a report in the Archives of Pediatric and Adolescent Medicine. Researchers followed 4,808 students for a year. The kids — all ages 15 or younger — had never had sex at the beginning of the study. Among kids with parents who disapproved of teen sex, those who watched two or more hours of TV per day were 72 percent more likely to start having sex by the end of the study. The researchers said they weren’t surprised to find no TV effect among kids with parents who didn’t care about teen sex since those kids were at high risk of early sex anyway.

4. TV weakens your bones.  
Hours spent watching TV can set a kid up for later problems with brittle bones, according to a study published in the Journal of Pediatrics. Until we hit 25 or so, we accumulate bone in a kind of savings account. The more bone we build when we’re younger, the less likely we are to develop the brittle-bone disease osteoporosis.

To see whether TV watching might impact kids’ bone growth, researchers followed 214 3-year-olds for four years. The children’s height and weight were checked every four months, along with their activity levels. At each checkup, parents were asked about their kids’ TV-viewing habits. The more TV kids watched, the less bone they grew, regardless of how active they were at other times.

5. TV makes you less engaging.
 
A recent study found that when the TV is on — even if it’s just in the background — parents interact less with their kids. To learn more about TV’s effects, researchers brought 51 infants and toddlers, each accompanied by a parent, to a university child study center, according to the report published Child Development. Parents and kids were observed for half an hour in a playroom without a TV and then for a half hour with the TV tuned to an adult program such as "Jeopardy!" When the TV was on, parents spent about 20 percent less time talking to their children. And when parents did pay attention to their kids, the quality of the interactions was lower: With a program on in the background, parents were less active, attentive and responsive to their youngsters.


Wednesday, October 31, 2012

Cómo el ambiente de un restaurante nos hace comer más (BBC)


La luz brillante y el ruido de un establecimiento de comida rápida influyen en la cantidad de alimento que consumimos. En un restaurante más refinado y tranquilo comemos menos, revela una investigación en Estados Unidos.

Los científicos de la Universidad de Cornell, Nueva York, y el Instituto de Tecnología de Georgia, querían investigar cuál es el impacto del ambiente de los lugares donde comemos en el número de calorías que consumimos.
Para llevar a cabo la investigación sometieron a varios participantes a dos experiencias distintas de comida.

El profesor Brian Wansink y su equipo convirtieron la mitad de un conocido restaurante de comida rápida en Illinois en un establecimiento de "alimentación refinada".

Analizaron cuántas calorías consumían los participantes en cada uno de los ambientes: el de comida rápida, con decoración amarilla y rojo, luces brillantes, música de rock a volumen alto y prisa y el ambiente más refinado y tranquilo, con luces a media luz y música instrumental de jazz a volumen bajo.

En ambos ambientes ofrecieron a los participantes el mismo menú del restaurante de comida rápida.

Más rápido, más comida

El estudio, publicado en Psychological Reports, encontró que en el ambiente relajado y más sofisticado los individuos consumieron, en promedio, 175 calorías menos.

Según los investigadores, "un ambiente de restaurante más estimulado y energético provoca que la gente coma en exceso porque se le alienta a comer más rápido".

"Pero si la atmósfera del restaurante provoca que la gente se sienta más relajada y pase más tiempo disfrutando su comida esto conduce a que coma menos".

Tal como expresan los autores, el hallazgo pone en entredicho la noción de que en un restaurante refinado consumimos más porque la atmósfera relajada nos permite quedarnos más tiempo que en un establecimiento de comida rápida.
"Estos resultados indican que suavizar las luces y la música de los establecimientos conduce a que la gente coma menos, goce más su comida y gaste exactamente el mismo dinero" Psychological Reports
El doctor Wansink explica que la luz y el ruido parecen influir en el consumo de alimentos porque tienen un impacto en el tiempo que pasa un individuo comiendo.

"Con música de rock pesado tenemos la urgencia de comer rápidamente", afirman los autores.

Además, se ha demostrado en los estudios de psicología de la alimentación que las luces brillantes y los colores rojo y amarillo también pueden crear una atmósfera agitada y frenética que hace que un individuo coma más y más rápidamente.

Los expertos creen que los productos que se ofrecen en los establecimientos de comida rápida están contribuyendo a la epidemia de obesidad por sus grandes porciones y la cantidad de calorías que contienen.

En calma

Lo que no se sabía hasta ahora es qué ocurre cuando esta misma comida se consume en un ambiente más calmado y tranquilo.

Para el estudio los participantes, que eran los clientes habituales del establecimiento de comida rápida, eligieron en qué parte del restaurante querían sentarse: el área "refinada" o el área normal.

Comida
La gente que gasta más, no necesariamente come más.

Los investigadores llevaron un registro del tiempo que pasaban comiendo y la cantidad de comida que consumían.

Asimismo, pidieron a los participantes antes de irse que calificaran la calidad de los alimentos que habían comido.

Algo que sorprendió a los investigadores fue que aún cuando los sujetos del área refinada ordenaron, en promedio, más alimentos (muchos pidieron, por ejemplo, un postre), en general consumieron menos calorías.

Además, a pesar de comer menos, los clientes del área refinada calificaron su experiencia y su comida de "más agradable".

Estos resultados, dicen los investigadores, ofrecen información valiosa para los restaurantes y la población general: si quieren consumir menos calorías y gozar más sus alimentos hay que comer más lentamente y reconocer cuando se está satisfecho.

Y el mensaje para los restaurantes, dicen los autores, es que "a diferencia de lo que se cree (de que la gente que gasta más come más) estos resultados indican que suavizar las luces y la música de los establecimientos conduce a que la gente coma menos, goce más su comida y gaste exactamente el mismo dinero".

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