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Saturday, June 15, 2013

Triptófano (laguia2000.com)


El Triptófano (que se abrevia Trp o W en la nomenclatura de tres o de una letra respectivamente) es uno de los 20 aminoácidos que son esenciales para el cuerpo humano, puesto que la especie humana somos incapaces de sintetizarlos por nosotros mismos, así que tiene que estar presente en nuestra dieta. No obstante, otros seres vivos son capaces de sintetizarlo, así que no es esencial que esté en su dieta. En el código universal se corresponde con el codón o triplete UGG. Es decir, cuando el ARN está siendo transcrito a proteínas y el complejo ribosomal que las sintetiza se coloca encima de las tres bases dichas UGG (uridina, guanina y guanina), necesita incorporar un triptófano para poder sintetizar esa proteína.

Características químicas: el Trp es un aminoácido apolar, hidrofóbico y aromático, puesto que posee un anillo con dobles enlaces resonantes conjugados, que le otorga a la molécula una grane estabilidad estructural y desprende menos energía en las reacciones en las que participa. Esta cualidad aromática es debido a su grupo R (la cadena lateral específica del aminoácido). Puesto que es un grupo indol, con dos anillos una de seis carbonos y otro de 5 carbonos, ambos con enlaces deslocalizados. Su formula molecular es C11H12N2O2, lo que le da una masa molecular de 204,23 u.

Estructura bidimensional del triptófano.

Propiedades y metabolismo: como ya hemos comentado es esencial para la formación de proteínas y además su metabolismo secundario participa en la síntesis de alcaloides, hormonas y pigmentos. El Trp es un precursor de estas moléculas por lo que si no obtenemos suficiente en nuestra dieta no podemos producir serotonina. El Trp es metabolizado principalmente por dos vías, la de la serotonina y la vía de la quinurenina. 
 
En la vía de la serotonina es un factor indispensable en la secreción de la serotonina en la glándula pineal. La serotonina es un neurotransmisor que regula procesos muy diversos como el sueño, el estrés o el hambre, es el neurotransmisor del positivismo.

La vía de la quinurenina tiene como resultado final la niacina, también llamada vitamina B3, que podemos obtener en los cereales o mediante el catabolismo del Trp. La niacina a su vez es un precursor de las moléculas NADPH y NADH, que son el reservorio de poder reductor de la célula, que empleará para sintetizar moléculas que requieran reducirse o energía.

Alimentos que contienen Trp: en principio todos los alimentos de procedencia animal son siempre más completos, contienen todas las vitaminas y los aminoácidos que necesitamos, puesto que ellos mismos los necesitan para vivir. Pero son los pescados azules y la carne los que se considera que contienen una mayor cantidad de Triptófano. También los huevos o la leche y otros productos lácteos tienen un porcentaje respetable, puesto que son el alimento básico para el pollito que se está gestando o del ternero que solo toma leche. Por otra parte existen también alimentos vegetales que un vegetariano tiene que incluir en su dieta si no quiere tener una deficiencia de triptófano: Cereales como el trigo, legumbres como las lentejas frutas como las fresas o los aguacates y frutos secos como las almendras, son la mejor opción.

Salud y triptófano:
se ha calculado que un adulto tiene unos requerimientos mínimos alrededor de los 220 mg/dia. La dieta típica occidental se considera que contiene entre 650 y 1200 mg de Trp por lo que en una dieta equilibrada consumimos tranquilamente las cantidades recomendadas. El Trp se considera por sus efectos sobre la producción de serotonina un antidepresivo, y tranquilizante eliminando la ansiedad.


Triptófano

 
El triptófano es un aminoácido aromático neutro, al igual que la tirosina y la fenilalanina. Su símbolo es W en código de una letra y Trp en código de tres letras. Es un aminoácido no polar. Es precursor del neurotransmisor serotonina, de la melatonina y de la vitamina B3 o niacina. Se le considera un aminoácido esencial
 
Varios estudios han demostrado que la concentración de serotonina en el cerebro es directamente proporcional a la concentración de triptófano en el plasma y en el cerebro.

El metabolismo del triptófano es complejo y tiene muchos procesos. Requiere una cantidad adecuada de vitamina B6 y magnesio para desempeñar su función de manera adecuada. Las neuronas (células nerviosas) lo utilizan para producir serotonina, un mensajero químico que entre otras funciones corporales, favorece la relajación. A menudo las deficiencias de vitamina B3 y triptófano se combina con las de vitamina B6. Ello se debe a que la transformación de triptófano en niacina depende de esta última vitamina. Por cada 60 mg de triptófano dietético, nuestro organismo elabora 1 mg de vitamina B3.

Durante la biosíntesis del triptófano, participan 4 enzimas:
  • Antranilato fosforibosil transferasa: Se lleva a cabo una SN2 del grupo amino del ácido antranílico.
  • Fosforibosil antralinato isomerasa: Se isomeriza la ribofuranosa a ribosa lineal.
  • Indolil 3-glicerol fosfato sintasa (I3GPS): Se efectúa una descarboxilación con condesación tipo aldólica. En este paso se forma el anillo de indol con el sustituyente glicerilo en posición 3.
  • Triptófano sintasa: Se lleva a cabo una eliminación por condensación aldólica inversa. Se forma un anillo de indol no sustituído y unido a la enzima. Posteriormente se realiza la condensación con serina por una reacción tipo SEA. Se forma el triptófano.
Funciones que desempeña:
 
Estas son algunas de las funciones más importantes que realiza en el organismo:
  • Su papel es muy importante en la estructura y función de las proteínas.
  • Su papel es muy importante en la producción de neurotransmisores como la serotonina.
  • Ayuda a que el sistema inmunológico funcione correctamente.
  • Es materia prima para la síntesis de la vitamina B3.
  • Colabora en la inhibición del dolor.
  • Es muy útil en los problemas de obesidad ya que ayuda a que la serotonina controle el apetito.
  • Puede ayudar a prevenir y combatir el síndrome carcinoide.
  • Ayuda a equilibrar el consumo de hidratos de carbono.
  • Ayuda en la prevención y tratamiento de diferentes alteraciones del sistema nervioso como la esquizofrenia, las manías, la depresión, la ansiedad, estrés, etc.
  • Mejora la inducción al sueño.
  • Ayuda en la prevención de algunas enfermedades cardiacas.
  • Puede ayuda en el exceso de uremia.
  • Aumenta la liberación de hormonas de crecimiento.
Su déficit puede provocar:
 
Su carencia puede ocasionar una serie de trastornos, estos son algunos de ellos:
  • Deficiencia en la absorción correcta de la vitamina B3 o niacina.
  • Mayor predisposición a padecer algunas enfermedades cardiacas.
  • Alteraciones del sistema nervioso.
  • Insomnio.
  • Trastornos del crecimiento.
  • Cáncer.
  • Trastornos del sistema inmunitario.
Precauciones y Datos a tener en cuenta:
  • Las personas con afecciones hepáticas o renales no deben ingerir grandes cantidades de aminoácidos sin las recomendaciones de un profesional de la medicina.
  • Para un buen metabolismo del triptófano se requieren niveles adecuados de vitamina B6 y magnesio.
  • Es importante tomarlo fuera de comidas ya que de lo contrario, no ejerce acción beneficiosa sobre el sistema nervioso.
  • Las personas con niveles de serotonina elevados, deben evitar el uso de este aminoácido.
  • Las mujeres embarazadas y/o en periodos de lactancia, deben evitar el uso de este aminoácido.
  • Las personas que conducen máquinas han de tener especial cuidado al consumir este aminoácido ya que puede causar somnolencia.
Alimentos ricos en Triptófano:
 
Dátiles 

Estos son algunos de ellos: 

Origen animal: Carnes. Pescados. Lácteos. Huevos. 

Origen vegetal: Apio. Arroz integral. Avena. Berros. Brotes de alfalfa. Brócoli. Cacahuetes. Cereales integrales. Chocolate. Coliflor. Dátiles. Endibias. Espinacas. Espirulina. Legumbres. Levadura de cerveza. Pipas de calabaza.Pipas de girasol. Productos de soja. Remolacha. Semillas. Zanahoria. Vegetales.

Enfermedades en las cuales su uso puede hacerse aconsejable:
 
Estas son algunas de las enfermedades donde el uso del triptófano, puede ser adecuado:

Sistema Nervioso: Ansiedad. Angustia. Depresión. Esquizofrenia. Estrés. Fobias. Hiperactividad nerviosa. Manías. Trastornos de la personalidad.

OTROS:
Referencias y Bibliografía:
  • den Boer JA, Westenberg HG (1990). «Behavioral, neuroendocrine, and biochemical effects of 5-hydroxytryptophan administration in panic disorder». Psychiatry research 31 (3):  pp. 267–78. doi:10.1016/0165-1781(90)90096-N. PMID 2139731.
  • Angst J, Woggon B, Schoepf J (1977). «The treatment of depression with L-5-hydroxytryptophan versus imipramine. Results of two open and one double-blind study». Archiv für Psychiatrie und Nervenkrankheiten 224 (2):  pp. 175–86. PMID 336002.
  • Artículo en Psychology Today]
  • Turner EH, Loftis JM, Blackwell AD (2006). «Serotonin a la carte: supplementation with the serotonin precursor 5-hydroxytryptophan». Pharmacol. Ther. 109 (3):  pp. 325–38. doi:10.1016/j.pharmthera.2005.06.004. PMID 16023217.
  • Información suplementaria sobre el 5-HTP del Centro Médico de la Universidad de Maryland
  • Wednesday, May 15, 2013

    La Luz Azul del PC


    Según estudios recientes, otro “contaminante” electrónico es la luz azul que se desprende de los ordenadores, smartphones y tablets, ya que puede influir en nuestro reloj biológico. “Y es que la guía que utiliza este reloj para ponerse en hora cada día es sobre todo la luz azul, que abunda en este tipo de gadgets”, comenta Antoni Díez Noguera, experto en Cronobiología de la Universidad de Barcelona

    “No hace mucho que sabemos que, aparte de las estructuras de visión, hay unas células, las ganglionales, que forman parte de la retina y tienen un pigmento fotosensible que también detecta la luz, especialmente la azul. De manera que si durante las horas previas o durante el mismo sueño la detecta, la glándula pineal deja de segregar melatonina. No tiene una consecuencia inmediata, pero puede producirnos problemas de insomnio.”
     
    Por otra parte, también hay trabajos que establecen que la melatonina tiene un efecto anticancerígeno. “En este caso es más difícil encontrar una causa y efecto, pero está claro que si inhibimos la secreción de melatonina por el efecto de la luz, dejamos de tener esa protección”, termina Díaz Noguera .

    Consejos de uso

    Ten mucha luz brillante durante el día, especialmente por la mañana. Te mantendrá más alerta y feliz, y te ayudará a dormir por la noche.

    Atenúa las luces antes de irte a la cama. Eso implica apagar el televisor, el portátil, etc. Si tienes que levantarte por la noche, usa una luz roja tenue para minimizar cualquier alteración. Existen gafas con cristales tintados de ámbar que filtran luz azul. Úsalas para contrarrestrarla si tienes que exponerte a ella de noche.

    Tuesday, April 30, 2013

    Siete prácticos consejos para no subir y sí bajar de peso en vacaciones (emol.com)


    ¿Eres de las mujeres que durante los últimos meses de 2012 se inscribió en el gimnasio para sudar la gota gorda y lograr el ansiado "verano sin pareo"? ¿O quizás invertiste una considerable suma de dinero en algún tratamiento estético para eliminar algunos rollitos y así poder lucir el bikini con dignidad?

    Si es así, quizás ahora temas que las innumerables tentaciones que tiene la temporada estival te hagan echar por la borda todos tus esfuerzos y termines por recuperar los kilos que tanto te costó bajar.

    Sin embargo, debes saber que no necesariamente tiene que ser así y que es posible mantener el peso durante las vacaciones o, incluso, bajarlo. ¿Cuál es la receta?, seguramente te preguntarás. La doctora cubana Yaisy Picrin, especialista en ayudar a adelgazar a quienes lo necesitan, entrega prácticos y sencillos consejos para lograrlo. ¡Toma nota!

    1.- Mantener el equilibrio de las hormonas: en especial de las que tienen relación con el peso, es decir, las tiroideas. "Una de las maneras de poder estimular estas hormonas es mediante el consumo de yodo a través de frutos como el mango", afirma. La idea es incluir una o dos unidades de esta fruta en el desayuno, lo cual no implicaría sobrepasar la dosis de azúcar que se recomienda a diario, esto es, un 10% de la dieta total.

    Otros productos que contienen yodo son el cochayuyo -que puede incorporarse a las ensaladas-, los mariscos en general, y en menor porcentaje verduras como el brócoli, la zanahoria y las espinacas.  


    2.- Disminuir la ingesta de comida en las noches: esto optimiza la liberación de melatonina u hormona del sueño, la cual mueve los depósitos de grasa y permite que ésta se empiece a ocupar. "Durante el sueño tenemos una quema de grasas importante y es por esto que siempre en las mañanas el organismo está con un peso más bajo", sostiene.

    Eso sí advierte que para que esto se logre es necesario un buen dormir, es decir, de seis a ocho horas de descanso. "No intermitente, ni despertándose en la noche, ni acordándose de los sueños (…) De sueño profundo, de sueño REM que es el reparador", aclara.

    Y, si se trasnocha, la doctora recomienda recuperar las horas necesarias durmiendo hasta más tarde.


    3.- Optimizar la función de la insulina: es decir, que la hormona efectivamente tome toda el azúcar y la lleve a la grasa donde se va a metabolizar. "Esto se logra consumiendo pocos alimentos con azúcar, sobre todo los azúcares refinados que son los típicos de los dulces o chocolates", dice Yaisy Picrin.

    Pero también existe la opción de que si se va a consumir azúcar, tratar de agregarle algún alimento integral. "Por ejemplo, si se comen esos cereales que son un poco más dulces a la hora del desayuno, se puede incorporar algo de fibra como linaza, chía o incluso arroz integral", recomienda.


    4.- Tener una buena digestión: "Una persona que vaya al baño todos los días va a lograr perder peso", asegura. Para lograrlo es importante comer bastante fibra en la mañana, acompañada con jugo de pomelo, naranja o limonada sin azúcar, yogurt sin lactosa y productos con probióticos de última generación.

    En el caso de las comidas, aconseja que éstas estén conformadas por un 70% de vegetales y proteínas blancas, como pollo o pescado. Un buen truco -dice- es aliñar las ensaladas con aceite de canola. "Los aceites vegetales son más ricos en Omega 3 y éste tiene una actividad pro-inflamatoria, por lo tanto neutraliza toda la actividad del adiposito, de la célula grasa. Entonces, ahí ayuda a no tener ningún tipo de complicación, mejorar la memoria, es protector neurológico general", sostiene la doctora.


    5.- Poner el cuerpo en movimiento: no es necesario convertirse en un deportista de elite durante los meses de verano, si es que el resto del año no se mueve un dedo. Según Yaisy Picrin, "una meta de siete mil a 10 mil pasos diarios es lo que ayuda a realmente ocupar los depósitos de grasas y evitar que se acumule el exceso".

    Asimismo, sugiere hacer caminatas a pie pelado sobre la arena, con lo que se logra un "mejor bombeo de los vasos sanguíneos y linfáticos, lo que estimula el metabolismo de los órganos, controlando el peso".

    Otra recomendación es hacer 50 abdominales e igual número de sentadillas, pero en ayunas. ¿La razón? "En ayunas es donde más grasa se quema. Como en el sueño ya acabaste con todas las reservas que hay dando vuelta, en ayunas como hay pocos ácidos grasos se busca el que está depositado dentro de la célula y ahí si se quema grasa. La otra gimnasia, la del día, es para compensar calorías", aclara.


    6.- Beber dos litros de agua diarios: lo ideal es que ésta no contenga minerales y ¡ojo! advierte que en esa cantidad no están incluidos los jugos de frutas, a los que hay que prestar atención sobre todo en relación al aporte de azúcar que tienen. "Los dos litros de agua se consideran puros, o bien incorporándole verduras como pepino. Pero con otra fruta, no", señala.

    7.- Aplicar la dieta del 50%: ¿y qué hacer con las tentaciones veraniegas como las palmeras, el pan de huevo, los cuchuflíes, los helados, los churros rellenos, el pan amasado y un largo etcétera? "Todo eso se puede, pero en pequeñas cantidades. La dieta del 50%: si uno está expuesto a cosas muy calóricas, entonces hay que comerse la mitad para poder disfrutarlo igual", sostiene.

    Según Yaisy Picrin, estos consejos pueden ser aplicados por personas de todas las edades. "El dicho 'desayuna como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo' sirve para todos", asegura.


    Friday, February 15, 2013

    Estrategias para combatir la depresión y el bajón (semillasdevida.com.ar)


    A todos nos puede pasar de vez en cuando. Una sensación de agustia, tristeza y cero ganas de nada. La depresión puede tener diversos origenes, problemas nutricionales, psicológicos, espirituales o un desbalance en los neurotransmisores. Si se producen muy a menudo es importante consultar a un médico para determinar el origen y solucionarlo de la manera adecuada. Pero mientras tanto veamos algunas cosas que podemos hacer para luchar contra la fuerza que nos mantiene abajo.

    Buena alimentación y abundante agua

    Parece un detalle insignificante pero influye enormemente en la energía y el ánimo. El cuerpo necesita carbohidratos, proteínas, minerales, aminoácidos y vitaminas escenciales para poder crear los neurotransmisores que manejan las emociones y los pensamientos. Si no hay suficiente combustible el coche no arranca. Si no están todos los ingredientes necesarios, el cerebro no funciona bien.

    La dieta debe ser variada y sana. No hablamos de comer lechuga sino al contrario alimentarse bien con harinas, cereales, quesos, carne, verduras varias y frutas, que aportaran todo lo necesario para un cerebro fuerte. Se debe evitar la comida chatarra.

    Mucho cuidado con las cosas con mucha azúcar como las gaseosas, ya que lo que produce la azúcar excesiva es que el pancreas libere insulina en gran cantidad para contrarrestarla, y esto a su vez ocasiona que el azúcar de nuestra sangre baje por debajo de lo normal, generando una sensación de cansancio.

    La hidratación es fundamental. Se sabe que la falta de suficiente agua durante el día es uno de los principales causantes de la fatiga crónica.

    Ojo con el alcohol y las drogas

    Una cerveza o un porro pueden parecer buenas opciones para contrarrestar un bajón pero la realidad es absolutamente opuesta a eso. Al caer en ese tipo de hábitos estamos empeorando el panorama, sentimos un alivio leve por un momento para luego caer en una depresión mayor. El alcohol de hecho es un depresor del sistema nervioso central. El uso de la marihuana ocasiona que se vayan cerrando los receptores de dopamina en las neuronas, lo que ocasiona que después de esa alegría simulada inicial nuestro cerebro tenga más dificultad aún para captar los neurotransmisores, dejando como única salida consumir más marihuana para volver a recibir dopamina, eso hace que se cierren más receptores y así vamos descendiendo en la espiral.

    Hacer ejercicio

    Otro factor de vital importancia es la actividad física, ya que sin ella, el cuerpo tampoco puede metabolizar los alimentos y todo el sistema se estanca. La vida sedentaria es muy influyente en la depresión y la fatiga inexplicable. A veces uno se puede preguntar ¿porqué estoy cansado si no hice nada? ¡Precisamente ese es el problema! El cuerpo necesita moverse y gastar energías.

    Tenés variedad de actividades para elegir como hacerlo;
    • Un trote ligero por la plaza en las mañanas o en las noches
    • Un paseo en bici por el barrio (de por lo menos media hora)
    • Andar en rollers ó skate
    • Un rato en el gimnasio
    • Practicar algún deporte (básquet, hockey, fútbol, natación)
    • Practicar algún arte marcial (kung fu, karate, aikido, jiu-jistu, ninjutsu)
    No importa lo que sea, lo importante es no quedarse en el “algún día” y hacerlo. Empeza hoy.

    Regularizar horarios de sueño

    El cuerpo rige todas sus funciones mediante un reloj interno, un reloj biológico (también conocido como ritmo circadiano). Este reloj se guía por cuando hay sol y cuando hay oscuridad. Si te acostás tarde de noche, y te levantás tarde de día, estás provocando un desbalance en tu reloj biológico, y esta alteración hace que tengas más sueño durante el día, cansancio y fatiga crónica. Para que todo funcione adecuadamente es necesario irse a dormir de noche a una hora razonable y levantarse a la mañana lo más temprano posible. Consulta el post con consejos sobre como levantarse temprano.

    El refrán “Al que madruga, Dios lo ayuda” es muy cierto. Vas a tener mucha más energía levantandote a las 8 de la mañana que levantandote a las 11, precisamente por el ritmo biológico y sus efectos sobre el organismo. Al principio puede resultar difícil, porque el cuerpo no esta acostumbrado, pero después de algunos días le agarrás el ritmo. No hay nada más lindo que desayunar con el fresquito de la mañana.

    Trabajar

    Muchas veces, se experimenta depresión a causa de no estar ocupado en ninguna actividad concreta. El trabajo puede ser un factor de gran influencia para bien en una persona con depresión. El trabajo impide que estemos todo el día en casa maquinando estupideces en la cabeza. Nos permite concentrarnos en algo puntual, ser productivos, sentirnos valorados y dignos. Aparte de eso, ganamos plata y al llegar cansados a casa podemos descansar mejor por la noche.

    Tampoco es necesario ser gerente general de una gran empresa. Simplemente comenzar por algo sencillo, a nuestro alcance, aunque no ganemos mucha plata, ganamos mucho en ánimo y salud. Siempre se puede conseguir un trabajo mejor, pero si no empezamos por lo menos con el trabajo más fácil y de menor categoría, el ocio y la depresión pueden consumirnos.

    Cursos y talleres

    Capacitarnos muchas veces también es una excelente opción. Desarrollar nuestras habilidades nos hace sentir más valiosos y útiles, a la vez que nos entretenemos con lo que nos gusta. Esto también nos sirve para conseguir un trabajo en el area de nuestro interés. Pensá en que te gustaría desarrollarte y busca algún curso para hacerlo. Puede ser algún area del diseño, fotografía, cocina, carpintería o lo que se te ocurra. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires ofrece cursos y talleres gratuitos.

    Socializar

    Cualquier interacción social (cara a cara, no vía facebook) produce un cambio de ánimo positivo. Muchas veces cuando estamos bajón lo último que queremos es salir a relacionarnos con otros, pero cuantas veces te pasó que decías “no quiero ir” y una vez que fuiste, te divertiste y pensaste “¡menos mal que vine!” Hay que poner voluntad y animarse a juntarse con buenos amigos.

    Consulta con un profesional

    Es importante tener en cuenta que el problema de raíz  hay que solucionarlo. Ya sea un problema nutricional, físico, psicológico o neuroquímico, es importante consultar con un especialista en la salud mental para poder resolver el problema y mejorar nuestra calidad de vida. En los hospitales públicos hay muchos profesionales muy buenos, pagados por nuestros impuestos, que pueden ayudarnos. Consulta en el hospital de tu barrio o informate acá.

    Acercate a Dios

    Muchas personas salieron de la depresión como consecuencia de una relación con Dios. Cualquier cristiano puede atestiguar del giro de 180 grados que tomo su vida al tener una relación con Dios. No significa una vida sin dificultades, pero es una vida donde las dificultades se enfrentan de otra manera, y se conquistan. Se tiene paz, y confianza en que todo esta en las manos del Señor.
    Jesús dijo:
    • “El propósito del ladrón es robar, matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.” (Juan 10:9-10)
    • “Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es desbordarán de gozo. Éste es mi mandamiento: Ámense unos a otros de la misma manera en que yo los he amado.” (Juan 15:10-13)
    • “Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)

    Hagas lo que hagas, hacelo hoy

    Hay un refrán que dice “Ama tu vida o cambia tu vida”. Con la depresión y el desgano hay una fuerza muy fuerte que nos quita las ganas de hacer cosas. Pensamos “después lo hago” o “no tengo ganas” pero si no nos gusta la posición en la que estamos, tenemos que hacer algo para cambiarla. El poder esta en nosotros y solo se requiere ejercer la fuerza de voluntad. Puede costar al principio pero a medida que nos animamos a hacer más cosas, la fuerza de voluntad se ejercita y crece como un músculo. Así que si estás enfrentando un bajón, hagas lo que hagas, pone en práctica algunas de las cosas que leíste hoy acá sin falta. ¡De vos depende!
    ¿Conocés otro método para enfrentar el bajón que no mencionamos? ¡Contanos en los comentarios!

    Saturday, December 15, 2012

    Relajación para estudiar (laguia2000.com)

     
    Estudiar es una actividad estresante cuando se la toma con responsabilidad, especialmente durante los períodos de evaluación. La tensión nerviosa que acompaña al estudiante puede provocarle irritabilidad, cambios en los patrones de sueño y alimentación e incluso trastornos digestivos, dolores de cabeza, mareos, etcétera, lo que es obviamente indeseable, ya que el estudio no debe transformarse en una carga traumática sino que es un derecho, deber en algunos casos, que sería bueno poder disfrutarse.
     
    Sin llegar a proponer soluciones mágicas, existen técnicas de relajación, que no demandan en su práctica más que algunos minutos, y que permiten al estudiante controlar sus tensiones, para poder relajarse, y en consecuencia sentirse mejor en su salud física y mental, para poder concentrarse, ya que estando alterado no lo logrará. 

    Dedicarle a la relajación un rato diario, acostándose en una colchoneta, cerrando los ojos y pensando en algo placentero, con una música muy suave, respirar concientemente, inhalando en cuatro pasos y luego expulsando el aire por la nariz, realizar pequeñas caminatas por sitios sin congestión de gente, por ejemplo una plaza, comer en forma sana, beber líquidos en abundancia, no restarle horas al descanso nocturno, puede contribuir a sentirse más tranquilo. No es cuestión de estar muchas horas estudiando, sino hacerlo en óptimas condiciones psicofísicas, para que el tiempo que se le dedique mucho (es lo deseable) o poco (si se está en período de tratar de relajarse) sea eficiente.

    El lugar que se destine al estudio también debe ser adecuado, tratando de que no se sufran interrupciones ni ruidos, que distraigan y perturben.

    El yoga es sumamente aconsejable para los estudiantes, y sus posiciones iniciales (que sirven a estos fines) muy fáciles de practicar.


    Thursday, November 15, 2012

    Todo sobre el sueño


    El sueño -o su falta- es probablemente el aspecto más discutido sobre el cuidado del bebé. Los padres primerizos descubren su fundamental importancia durante las primeras semanas y meses de vida del bebé. La calidad y la cantidad del sueño de un lactante afectan al bienestar de toda la familia.

    Las peleas que giran alrededor del sueño es muy raro que terminen cuando el niño pasa de la cuna a la cama. Solo cambian de forma. En vez de tener que alimentarlo a las 3 de la madrugada, se pasa a las pesadillas y a las peticiones de agua a media noche.

    Entonces, ¿cómo conseguir que su hijo se meta en la cama a pesar de sus llantos, gritos, tácticas de evasión y súplicas? ¿Cómo debe responder cuando su hijo le despierta a media noche? ¿Y cuánto necesitan dormir los niños?

    ¿Cuánto sueño es suficiente?

    Todo depende de la edad el niño. Los gráficos que indican las horas de sueño que suele requerir un lactante o un niño de 2 años pueden generar dudas y preocupaciones en los padres, al no tener en cuenta las diferencias individuales. Estas cifras no son más que simples promedios de grupos extensos de niños de edades concretas.

    No existe un número mágico de horas requeridas por todos los niños de un grupo de edad en concreto. Sarah, de dos años, puede dormir de 8:00 de la tarde a 8:00 de la mañana, mientras que Johny, también de dos años, está igual de alerta al día siguiente después de dormir de 9:00 de la noche a 6:00 de la mañana.

    De todos modos, el sueño es muy importante para el bienestar de los niños. La relación existente entre la falta de sueño y el comportamiento del niño no siempre es evidente. Cuando un adulto está cansado, puede estar irritable y/o tener muy poca energía, pero un niño puede volverse hiperactivo, antipático y presentar comportamientos extremos.

    La mayoría de necesidades de sueño caen dentro de un margen predecible de horas según la edad del niño, pero cada niño es un ser único con sus propias y específicas necesidades de sueño.

    He aquí algunas cifras aproximadas de horas de sueño en función de la edad, acompañadas de tácticas para favorecer el sueño adaptadas a cada grupo de edad.

    Bebés (hasta los 6 meses)

    No existe una fórmula para el sueño en los recién nacidos porque sus relojes internos todavía no están completamente desarrollados. Por lo general, duermen o dormitan de 16 a 20 horas al día, divididas por igual entre el día y la noche.

    Los padres deben despertar a sus recién nacidos cada 3 o 4 horas hasta que se estabilice su ganancia de peso, lo que suele ocurrir aproximadamente a las dos semanas del nacimiento. A partir de ese momento, no pasa nada si un bebé duerme durante períodos de tiempo más largos. Pero no se ilusione demasiado pronto: la mayoría de lactantes no duermen durante mucho tiempo seguido porque los despierta el hambre.

    Pasadas las dos primeras semanas, los lactantes pueden dormir hasta 4 o 5 horas seguidas; esta es la cantidad aproximada de tiempo que sus pequeños estómagos pueden aguantar sin recibir alimento entre tomas consecutivas. Si un bebé duerme durante mucho tiempo seguido por la noche, probablemente querrá mamar o tomar el biberón más a menudo durante el día.

    Justo cuando los padres piensan que dormir toda la noche de un tirón parece un sueño inalcanzable, las horas de sueño del bebé empiezan a concentrarse en mayor medida por la noche. A los 3 meses, un bebé promedio duerme unas 13 horas en cada período de 24 horas (4 o 5 horas de sueño durante el día, repartidas en varias siestas, y de 8 a 9 horas de sueño por la noche, generalmente con una o dos interrupciones). Aproximadamente el 90% de los bebés de esta edad duerme más por la noche, durante períodos de 5 a 6 horas de duración.

    Pero es importante saber que los bebés no siempre están despiertos cuando suenan como si lo estuvieran; pueden llorar y hacer todo tipo de ruidos durante el sueño ligero. Incluso, si se despiertan por la noche, es posible que solo pasen unos minutos despiertos antes de volver a conciliar el sueño por sí solos.

    Si un bebé de menos de 6 meses sigue llorando, usted deberá atenderlo. Es posible que el bebé esté realmente incómodo: hambriento, mojado, frío o incluso enfermo. Pero el hecho de levantar al bebé por la noche para cambiarlo o alimentarlo debería ser un proceso lo más rápido y silencioso posible. No le aporte ningún estímulo innecesario como hablar, jugar o encender la luz. Fomente la idea de que la noche es para dormir. Es usted quien debe trasmitirle esta disciplina y enseñarle a dormirse solo por la noche, ya que a los bebés nunca les importa qué hora es siempre y cuando se satisfagan sus necesidades.

    Idealmente, se debe colocar al bebé en la cuna antes de que se duerma. Y no es demasiado pronto para establecer una rutina sencilla para la hora de dormir. Cualquier actividad relajante llevada a cabo con regularidad y siguiendo el mismo orden cada noche, puede formar parte de la rutina. Su bebé asociará esas actividades con la hora de dormir y le ayudarán a tranquilizarse.

    El objetivo consiste en que el bebé sepa dormirse de forma independiente y que aprenda a calmarse y a volverse a dormir en caso de que se despierte a media noche.

    De 6 a 12 meses

    A los 6 meses, un lactante duerme unas 3 horas durante el día y aproximadamente de 9 a 11 horas por la noche. A esta edad, usted puede empezar a modificar su respuesta cuando el bebé se despierte y llore por la noche.

    Puede dejar al bebé un poco más de tiempo para que se calme por sí solo y vuelva a quedarse dormido. Si no lo consigue, tranquilícelo sin levantarlo en brazos (hablándole con suavidad, acariciándole o frotándole la espalda) y luego márchese de la habitación del bebé, a menos que parezca enfermo. Cuando un bebé está enfermo necesita que lo levanten en brazos y lo cuiden. Si el bebé no parece enfermo y continúa llorando, la próxima vez usted podrá esperar un poco más para repetir la breve visita a su habitación.

    Entre los 6 y los 12 meses, la ansiedad de separación, una fase normal del desarrollo, entra en juego. Pero las reglas sobre cómo reaccionar ante los despertares nocturnos del pequeño seguirán siendo las mismas cuando su hijo cumpla un año. Intente no levantarlo en brazos, encender la luz, cantarle, hablarle, jugar con él ni alimentarle. Todas estas actividades no permiten que el pequeño aprenda a dormirse solo y fomentan los despertares nocturnos.

    De 1 a 3 años

    En las edades comprendidas entre el primer y el tercer cumpleaños, la mayoría de los niños duermen un promedio de 10 a 13 horas por la noche. La ansiedad de separación o sencillamente las ganas de estar despierto con papá y mamá (y de no perderse de nada), pueden llevar a un niño a no quererse dormir por la noche. Y lo mismo puede conseguir la tendencia a llevar la contra propia de los niños de esta edad.

    Los padres a veces cometen el error de pensar que, si mantienen a su hijo despierto hasta tarde, estará más cansado a la hora de dormir. De hecho, a un niño puede costarle más conciliar el sueño cuando está demasiado cansado. Establezca horarios regulares para la siesta y la hora de acostarse por la noche. Aunque la mayoría de niños de esta edad hacen la siesta durante el día, no debe forzar a su hijo a hacerla. Pero es importante que programe un período de tiempo para que se relaje y repose, aunque su hijo prefiera no dormir.

    Establecer una rutina para la hora de acostarse ayuda a los niños a relajarse y prepararse para dormir. Para un niño de 1 a 3 años, la rutina puede durar de 15 a 30 minutos e incluir actividades tranquilizadoras, como leerles un cuento, bañarlos o escuchar música relajante.

    Independientemente del ritual nocturno que elija, su hijo probablemente insistirá en que sea el mismo todas las noches. Pero no permita que los rituales se alarguen demasiado ni que sean demasiado complicados. En la medida de lo posible, permita que su hijo escoja entre algunas alternativas de la rutina: qué pijama ponerse, qué muñeco de peluche llevarse a la cama, que música escuchar. Estas decisiones darán a su pequeño la sensación de que controla en cierto modo la rutina.

    Pero incluso los niños que duermen mejor pueden despertarse y llamar a sus padres por la noche. La salida de los dientes y los sueños pueden despertar a los niños de esta edad. Los sueños activos empiezan en esta etapa y pueden resultar realmente alarmantes para unos niños tan pequeños. Las pesadillas, en concreto, asustan mucho a los niños de esta edad, que todavía no distinguen entre realidad e imaginación. (Por lo tanto, seleccione atentamente los programas de televisión que ve su hijo antes de acostarse, en el caso de que vea alguno.)

    Consuele o tranquilice a su hijo, abrazándolo cuando le despierta un sueño o una pesadilla. Permita que le hable sobre el sueño si quiere hacerlo y permanezca a su lado hasta que se calme. Luego anímele a que vuelva a conciliar el sueño en cuanto sea posible.

    Etapa preescolar (de 3 a 5 años)

    Los niños en etapa preescolar necesitan aproximadamente de 10 a 12 horas de sueño nocturno. Un niño de esta edad que duerma lo suficiente por la noche, puede no necesitar hacer la siesta durante el día. Esta puede ser sustituida por un período de tranquilidad y reposo.

    En la mayoría de guarderías y jardines de infantes se establecen breves períodos de tranquilidad, donde los niños se acuestan en colchonetas o descansan de otro modo. Cuando un niño deja de hacer la siesta, su hora de acostarse por la noche puede adelantarse con respecto a la etapa anterior.

    Etapa escolar y preadolescencia

    Los niños en edad escolar necesitan de 10 a 12 horas de sueño nocturno. Los problemas para irse a la cama pueden obedecer a diversas razones. Los deberes, la práctica de actividades deportivas extraescolares, la televisión, las computadoras y los juegos de vídeo, así como horarios familiares caóticos pueden contribuir a que los niños no duerman lo suficiente.

    La falta de sueño puede desencadenar un comportamiento irritable o hiperactivo e impedir que los niños presten atención en clase. Es importante tener un horario regular para acostarse, sobre todo en los días lectivos. Asegúrese de dejar suficiente tiempo a su hijo para que se tranquilice antes de que apague la luz.

    Adolescencia

    Los adolescentes necesitan de 8,5 a 9,5 horas de sueño por la noche, pero muchos de ellos no las duermen. Debido a que los centros de estudios empiezan muy pronto y a la sobrecarga de trabajos escolares, deberes y actividades sociales y extraacadémicas, los adolescentes suelen tener una falta de sueño de carácter crónico.

    Y la falta de sueño se acumula a los largo del tiempo, de modo que una hora menos de sueño por la noche cada día equivale a una noche entera sin dormir al final de la semana. Entre otras cosas, la falta de sueño puede producir:
    • una reducción de la atención
    • una disminución de la memoria a corto plazo
    • un rendimiento inconsistente
    • retrasos en el tiempo de respuesta
    Estos efectos pueden provocar mal carácter, problemas en la escuela, uso de estimulantes y accidentes de tráfico (más de la mitad de los accidentes de coche “por dormirse al volante” están provocados por adolescentes).

    Los adolescentes también experimentan un cambio en sus patrones de sueño: sus cuerpos desean permanecer despiertos más tiempo por la noche y despertarse más tarde por la mañana, lo que generalmente hace que intenten recuperar el sueño perdido durante el fin de semana. Esta irregularidad en el horario del sueño puede agravar todavía más el problema, haciendo que acostarse a una hora razonable durante la semana les resulte todavía más difícil.

    En el caso ideal, un adolescente debería acostarse a la misma hora todas las noches y levantarse a la misma hora todas las mañanas, durmiendo un mínimo de 8 a 9 horas diarias.

    Rutinas para la hora de acostarse

    Independientemente de la edad que tenga su hijo, establezca una buena rutina para la hora de acostarse que fomente unos buenos hábitos de sueño. Los siguientes consejos pueden ayudar a los niños a tener un sueño nocturno reparador:
    • Incluya un período para relajarse en la rutina.
    • Establezca y cumpla una hora para acostarse, avisando a su hijo dos veces, con media hora y 10 minutos de antelación.
    • Si su hijo es mayor o adolescente, anímele a que siga y mantenga una hora de acostarse que le permita obtener la cantidad de horas de sueño necesaria para su edad.
    Revisado por: Mary L. Gavin, MD
    Fecha de revisión: enero de 2011

    Monday, September 3, 2012

    CAPITULO 64: Trastornos del sueño

    Los trastornos del sueño son alteraciones en la conciliación del sueño o durante el mismo, o bien alteraciones relativas a la duración del sueño, o a comportamientos anormales asociados al sueño, como el terror nocturno y el sonambulismo. 


    El sueño es algo necesario para sobrevivir y gozar de buena salud, pero todavía no se sabe por qué se necesita el sueño ni exactamente cómo nos beneficia. Las necesidades individuales de sueño varían ampliamente y en los adultos sanos van desde tan sólo 4 horas diarias de sueño hasta incluso 9 horas. En general, las personas duermen de noche aunque muchas lo hacen durante el día debido a sus horarios de trabajo, situación que a menudo ocasiona trastornos del sueño. Muchos de los trastornos del sueño son frecuentes.

    Muchos factores, como la excitación o el estrés emocional, pueden determinar las horas de sueño de una persona y cómo se siente al despertar. Los medicamentos también pueden desempeñar un papel, algunos producen somnolencia mientras que otros dificultan el sueño. Incluso ciertos alimentos o aditivos como la cafeína, las especias fuertes y el glutamato monosódico pueden afectar al sueño.

    El patrón del sueño no es uniforme sino que tiene varias fases diferenciadas. Durante un sueño nocturno normal hay 5 o 6 ciclos de sueño El sueño empieza por la fase 1 (el grado más superficial, en que la persona se despierta fácilmente) y avanza hasta la fase 4 (el grado de profundidad mayor, en que la persona se despierta con dificultad). En la fase 4, el tono muscular, la presión arterial y la frecuencia cardíaca y respiratoria están disminuidos al máximo. Además de estas 4 fases existe un tipo de sueño acompañado de movimientos oculares rápidos (REM) y de actividad cerebral. La actividad eléctrica en el cerebro es inusualmente alta durante el sueño REM, algo semejante a un estado de vigilia. En un electroencefalograma (EEG) puede registrarse la movilidad ocular y los cambios en las ondas cerebrales que se producen durante el sueño REM. 

    En el sueño REM, tanto la frecuencia como la profundidad de las respiraciones están aumentadas, pero el tono muscular está deprimido, incluso en mayor medida que en las fases de máxima profundidad del sueño no-REM. La mayoría de los sueños ocurre durante el sueño REM y en la fase 3 del sueño, mientras que el hablar dormido, los terrores nocturnos y el sonambulismo suelen ocurrir sobre todo durante las fases 3 y 4. Durante un sueño nocturno normal el sueño REM sigue inmediatamente después de cada uno de los 5 o 6 ciclos de la fase 4 del sueño no-REM, pero en realidad el sueño REM puede ocurrir en cualquier fase.

    Fases del ciclo del sueño
    El sueño atraviesa normalmente fases diferenciadas unas 5 o 6 veces durante la noche.
    El tiempo del sueño profundo es relativamente corto (fases 3 y 4). A medida que la noche transcurre se pasa más tiempo en el sueño con movimientos oculares rápidos (REM), pero esta fase es interrumpida por breves regresos al sueño ligero (fase 1). Durante la noche se producen breves despertares.


    Insomnio

    El insomnio es la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, o una alteración en el patrón del sueño que, al despertarse, lleva a la percepción de que el sueño ha sido insuficiente.

    El insomnio no es una enfermedad sino un síntoma. Puede ser consecuencia de diversos trastornos emocionales y físicos y del uso de medicamentos. La dificultad para conciliar el sueño es frecuente entre jóvenes y ancianos y a menudo se manifiesta en el curso de alteraciones emocionales como ansiedad, nerviosismo, depresión o temor. Incluso hay personas que tienen dificultades para conciliar el sueño simplemente porque no experimentan cansancio, ni físico ni mental.

    Las personas tienden a dormir menos a medida que envejecen y también se producen cambios en las fases del sueño. El sueño de la fase 4 disminuye y con el tiempo desaparece, en tanto que la persona se despierta con más frecuencia durante las demás fases. Aunque normales, estos cambios en el patrón del sueño hacen que la gente mayor piense que no está durmiendo lo suficiente. Sin embargo, no existen pruebas de que las personas sanas de edad avanzada necesiten dormir tanto como los jóvenes ni que requieran medicamentos para dormir con el fin de evitar estos cambios normales asociados con la edad. 


    El patrón del insomnio de primera hora de la mañana es más frecuente en las personas de edad avanzada. Algunas personas concilian el sueño normalmente, pero se despiertan varias horas antes de la hora habitual, no pueden volver a dormirse con facilidad y, a veces, tienen un sueño inquieto y poco reparador. A cualquier edad, el hecho de despertarse muy temprano puede ser un síntoma de depresión.

    Las personas con una alteración en su patrón de sueño pueden experimentar inversiones en el ritmo del sueño, es decir, concilian el sueño a horas inadecuadas y no pueden dormir cuando deberían hacerlo. Las inversiones en el ritmo del sueño reflejan generalmente un desfase horario por un viaje en avión (especialmente de este a oeste), turnos de trabajo nocturnos irregulares, cambios frecuentes de horarios o el abuso de bebidas alcohólicas. A veces se debe al efecto secundario de un fármaco. El patrón de sueño puede verse alterado por lesiones al reloj interno del cerebro (causadas por una encefalitis, un ictus, o una enfermedad de Alzheimer, por ejemplo).

    Diagnóstico

    Con el fin de diagnosticar el insomnio, el médico valorará el patrón de sueño de la persona, el uso que ésta haga de medicamentos, alcohol y drogas ilegales, el grado del estrés psicológico, la historia clínica y su nivel de actividad física. Algunas personas necesitan menos sueño que otras y por ello el diagnóstico de insomnio se basará en las necesidades individuales. Los médicos pueden clasificar el insomnio como primario, una alteración del sueño de larga duración que aparentemente no está asociada a factores de estrés ni a vivencias, o como secundario, una alteración causada por dolor, ansiedad, fármacos, depresión o un estrés desmesurado.

    Tratamiento

    El tratamiento del insomnio se basa en su causa y en el grado de gravedad. Las personas de edad experimentan cambios asociados con el sueño que habitualmente no requieren tratamiento porque se trata de cambios normales. Dado que probablemente el número total de horas de sueño disminuye con la edad, puede ser útil para las personas mayores irse a dormir más tarde o levantarse más temprano. Las personas con insomnio pueden mejorar su estado si permanecen tranquilas y relajadas durante la hora antes de acostarse, procurando crear en sus habitaciones una atmósfera que invite al sueño. Para ello se requiere luz tenue, el mínimo de ruido posible y una temperatura agradable en la habitación.

    Si la causa del insomnio se debe al estrés emocional, resultará más útil un tratamiento para aliviar el estrés en lugar de tomar medicamentos para dormir. Cuando el insomnio se manifiesta con depresión se debe acudir al médico, quien hará una valoración global y prescribirá un tratamiento. Ciertos antidepresivos suelen inducir el sueño debido a sus propiedades sedantes.

    El uso intermitente de medicamentos para dormir (sedantes e hipnóticos) puede ser útil en caso de que los trastornos del sueño interfieran con las actividades personales y con la sensación de bienestar. 

    Hipersomnia

    La hipersomnia es un aumento en las horas absolutas de sueño, aproximadamente en un 25 por ciento más del patrón normal de sueño de una persona.

    Aunque es menos frecuente que el insomnio, la hipersomnia es un síntoma que a menudo indica la posibilidad de una enfermedad grave. Las personas sanas pueden experimentar una hipersomnia temporal durante algunas noches o días como consecuencia de un período de privación de sueño continuado o debido a un esfuerzo físico inusual. Si la hipersomnia se prolonga más allá de unos días, puede ser síntoma de un trastorno psicológico (ansiedad o depresión grave), o del abuso de hipnóticos, falta de oxígeno y acumulación de anhídrido carbónico en el cuerpo como consecuencia de la apnea durante el sueño, o bien debido a trastornos cerebrales. La hipersomnia crónica que se presenta en una edad temprana puede ser un síntoma de narcolepsia.

    Cuando la hipersomnia es de desarrollo reciente y repentino, el médico se informará acerca del estado de ánimo de la persona, acontecimientos actuales y cualquier medicamento que pueda estar tomando. Puesto que la causa podría tratarse de una enfermedad, el médico examinará el corazón, los pulmones y el hígado. Las pruebas de laboratorio pueden confirmar la enfermedad. La hipersomnia reciente que no tiene una explicación fácil como la existencia de una enfermedad o el abuso de fármacos, puede estar causada por un trastorno psiquiátrico (como depresión) o un problema neurológico (como encefalitis, meningitis o un tumor en la cabeza). Una exploración neurológica puede indicar depresión, deterioro de la memoria o síntomas neurológicos anormales. En la persona con síntomas de algún problema neurológico, se realizan pruebas de imágenes como una tomografía computadorizada (TC) o una resonancia magnética (RM) y la persona se remite al neurólogo.

    Narcolepsia

    La narcolepsia es una alteración poco frecuente del sueño, que se caracteriza por crisis recidivantes de sueño durante las horas normales de vigilia y también de cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones.

    Se desconoce la causa, pero el trastorno suele presentarse en personas con antecedentes familiares, lo que sugiere una predisposición genética. Aunque la narcolepsia no tenga consecuencias graves para la salud, puede producir un sentimiento de temor y aumentar el riesgo de accidentes.

    Síntomas

    Los síntomas suelen iniciarse en la adolescencia o al comienzo de la edad adulta, sin que exista enfermedad previa, y persisten durante toda la vida Una persona con narcolepsia puede tener una crisis de sueño en cualquier momento y el deseo de dormir sólo podrá resistirlo temporalmente. La persona despierta del sueño narcoléptico con igual facilidad que del sueño normal. Pueden producirse una o varias crisis al día y es habitual que cada una de ellas se prolongue durante una hora o menos. Es más probable que las crisis se presenten en situaciones monótonas como las reuniones aburridas o la conducción prolongada por autopistas. La persona puede sentirse bien al despertarse y, sin embargo, puede volver a dormirse a los pocos minutos.

    La persona afectada de narcolepsia puede manifestar una parálisis momentánea sin pérdida de la consciencia (un trastorno denominado cataplejía) en respuesta a reacciones emocionales bruscas, como sentimientos de enfado, temor, alegría, gozo, o sorpresa. Dicha persona puede experimentar una debilidad en las extremidades, puede soltar lo que esté sosteniendo en las manos o puede caerse. También pueden producirse episodios esporádicos de parálisis del sueño en los que, al quedarse dormida, o inmediatamente después de despertarse, la persona quiere moverse pero es incapaz de hacerlo. Estos episodios suelen asociarse a un gran sentimiento de terror. Pueden producirse alucinaciones vívidas en que la persona tiene ilusiones visuales o auditivas, al inicio del sueño o, con menor frecuencia, al despertar. Las alucinaciones son semejantes a las de los sueños normales, pero más intensas. Sólo un 10 por ciento de los afectados de narcolepsia manifiesta todos estos síntomas; la mayoría experimenta tan sólo algunos.

    Diagnóstico

    Aunque el diagnóstico por lo general está basado en los síntomas, no significa necesariamente que síntomas similares indiquen un trastorno narcoléptico. Los fenómenos de cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones se presentan con frecuencia en niños pequeños y a veces en adultos sanos que no manifiestan otros trastornos del sueño Si existen dudas acerca del diagnóstico por parte del médico, la persona podrá ser remitida a un laboratorio de estudio del sueño. El registro de la actividad eléctrica del cerebro mediante un electroencefalograma (EEG) puede mostrar los patrones del sueño REM que se producen cuando la persona concilia el sueño, lo cual es típico de la narcolepsia. No se han observado cambios estructurales en el cerebro ni se han detectado anomalías en los análisis de sangre.

    Tratamiento

    Para el alivio de la narcolepsia pueden ser útiles los fármacos estimulantes como efedrina, anfetaminas, dextroanfetamina y metilfenidato, pudiendo ser necesario un ajuste de la dosis para prevenir los efectos secundarios como sacudidas, hiperactividad o pérdida de peso. De ahí que los médicos controlen cuidadosamente a los pacientes cuando se inicia el tratamiento farmacológico. La imipramina, un antidepresivo, es el fármaco de elección en el tratamiento de la cataplejía.

    Apnea durante el sueño

    La apnea durante el sueño es un grupo de trastornos graves en los que la respiración se detiene repetidamente durante el sueño (apnea) un tiempo lo bastante prolongado como para provocar una desoxigena-ción sanguínea y cerebral y aumentar la cantidad de anhídrido carbónico.

    La apnea durante el sueño suele ser obstructiva o central. La apnea obstructiva se debe a una obstrucción en la garganta o en las vías respiratorias superiores. La apnea central es consecuencia de una disfunción en la parte del cerebro que controla la respiración. En la apnea obstructiva durante el sueño a veces se presentan una combinación de concentraciones bajas de oxígeno en sangre y altas de anhídrido carbónico de forma prolongada que reducen la sensibilidad del cerebro a tales anomalías, añadiendo un elemento de apnea central al trastorno obstructivo.

    Apnea del sueño
    Individuo típico con apnea del sueño: obeso, cuello corto y fumador.

    En general, la apnea obstructiva durante el sueño se presenta en varones obesos que, en su mayoría, suelen intentar dormir de espaldas. Este trastorno es mucho menos frecuente en mujeres. La obesidad, probablemente como consecuencia del envejecimiento de los tejidos corporales y de otros factores, produce un estrechamiento de las vías aéreas superiores. El riesgo de desarrollar la apnea obstructiva durante el sueño se incrementa debido al tabaquismo, al abuso de bebidas alcohólicas y por enfermedades pulmonares como el enfisema. Puede existir una predisposición hereditaria a la apnea del sueño (estrechamiento de la garganta y de las vías aéreas superiores), afectando en este caso a varios miembros de una misma familia.

    Síntomas

    Dado que los síntomas aparecen durante el sueño, la descripción debe hacerla alguien que observe al individuo dormido. Los ronquidos son el síntoma más frecuente y están asociados con jadeos, ahogo, pausas en la respiración y despertares bruscos. En los casos graves las personas afectadas tienen repetidas crisis de ahogo obstructivo asociadas al sueño, tanto de noche como de día, y con el tiempo interfieren con el trabajo diurno y aumentan el riesgo de complicaciones. La apnea del sueño grave y prolongada puede producir cefaleas, hipersomnia diurna, actividad mental disminuida y finalmente insuficiencia cardíaca y pulmonar. En esta última fase, los pulmones no son capaces de oxigenar la sangre adecuadamente ni de eliminar el anhídrido carbónico.

    Diagnóstico

    La apnea del sueño se diagnostica a menudo en sus fases iniciales, basándose en la información aportada por la pareja con quien duerme el afectado; ésta puede describir ronquidos intensos o jadeos y los despertares con grandes sobresaltos, todo ello con ahogo o empeoramiento del cansancio diurno. La confirmación del diagnóstico y la valoración de la gravedad del caso se realiza mejor en un laboratorio de estudio del sueño. Las pruebas realizadas servirán al médico para diferenciar la apnea obstructiva del sueño de la central.
    Tratamiento

    Para los afectados de apnea obstructiva durante el sueño los primeros pasos son: dejar de fumar, evitar el abuso de bebidas alcohólicas y perder peso. El tratamiento con tranquilizantes, fármacos para dormir u otros sedantes no son recomendables para las personas con ronquidos intensos ni tampoco para las que sufren ahogo durante el sueño. Las personas con apnea central suelen beneficiarse del uso de un instrumento que les ayuda a respirar mientras duermen. También es importante el cambio postural durante el sueño y se recomienda a las personas que roncan que duerman de lado o boca abajo.

    Si no fuera posible controlar la apnea del sueño con estos sencillos procedimientos, puede aplicarse una presión positiva continua a las vías aéreas mediante un dispositivo similar a una mascarilla de oxígeno que suministra una mezcla de oxígeno y aire a través de la nariz. El dispositivo en cuestión mantiene la vía aérea abierta y ayuda a regularizar la respiración. La mayoría de las personas se adapta rápidamente a estos aparatos, con excepción de los alcohólicos. Por otro lado, los odontólogos fabrican unos dispositivos bucales que suelen ser útiles para reducir la apnea y los ronquidos en muchos individuos.

    Muy raramente, una persona con apnea grave del sueño necesita una traqueostomía. Se trata de un procedimiento quirúrgico que crea una abertura permanente en la tráquea a través del cuello. Para solucionar el problema se recurre a veces a otros procedimientos quirúrgicos para ensanchar la vía aérea superior. No obstante, estas medidas extremas están indicadas en pocas ocasiones y habitualmente las realiza un especialista.

    Parasomnias

    Las parasomnias son sueños y actividades físicas particularmente vívidas que se presentan durante el sueño.

    Durante el sueño pueden ocurrir diversos movimientos inconscientes que en su mayoría no se recuerdan y que son más frecuentes en los niños que en los adultos. Justo antes de conciliar el sueño, prácticamente todas las personas en ocasiones experimentan una sacudida breve e involuntaria de todo el cuerpo. Algunas también tienen parálisis del sueño o breves alucinaciones. Normalmente, durante el sueño las personas tienen sacudidas esporádicas de las piernas; los adultos pueden hacer rechinar los dientes intensamente (bruxismo), tener movimientos periódicos y sufrir pesadillas. Los estados de sonambulismo, los golpes de cabeza, los terrores nocturnos y las pesadillas son más frecuentes en los niños, y causan gran angustia. Las crisis epilépticas pueden manifestarse a cualquier edad.

    El síndrome de las piernas inquietas (acatisia) es un trastorno bastante común que suele aparecer justo antes de dormirse, particularmente entre los mayores de 50 años, Sobre todo en situaciones de estrés, las personas con acatisia experimentan un ligero malestar en las piernas, junto con movimientos espontáneos e incontrolables de las mismas. Se desconoce la causa de este trastorno, pero más de un tercio de los afectados tienen antecedentes familiares. A veces puede prevenirse tomando benzodiacepinas antes de acostarse.

    Los terrores nocturnos son episodios de temor con gritos y agitación y a menudo se acompañan de sonambulismo. Estos episodios suelen aparecer durante las fases no-REM del ciclo del sueño. Puede ser útil el tratamiento con benzodiacepinas, como el diazepam.

    Las pesadillas afectan a niños y adultos y son sueños particularmente vívidos y aterradores, seguidos de un brusco despertar. Las pesadillas se producen durante el sueño REM y son más frecuentes en estados febriles, situaciones de cansancio excesivo o tras la ingesta de bebidas alcohólicas. No existe un tratamiento específico para corregir el trastorno.

    El sonambulismo es el acto de caminar de forma semiconsciente durante el sueño sin darse cuenta de ello y es más frecuente al final de la niñez y durante la adolescencia. Las personas no sueñan durante los estados de sonambulismo; de hecho, la actividad cerebral en este período, aunque anormal, se parece más a la de un individuo despierto que a la de un estado de sueño. Los sonámbulos pueden murmurar de forma repetida y algunos se lesionan al tropezar con obstáculos. Por lo general, la mayoría no recuerda el episodio.

    No existe un tratamiento específico para corregir el trastorno. La tendencia al sonambulismo puede a veces reducirse dejando una luz encendida en la habitación o en el pasillo. No se recomienda despertar al sonámbulo bruscamente ya que puede reaccionar con violencia. Debería despejarse el camino del sonámbulo retirando los obstáculos u objetos que puedan romperse y también deberían cerrarse con llave las ventanas que sean de fácil acceso. 


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