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Friday, August 31, 2012

¿Por qué comemos en exceso, incluso cuando estamos satisfechos? (vidaysalud.com)


A la hora de controlarse con las comidas, no todo es cuestión de fuerza de voluntad. Un grupo de investigadores italianos se dedicó a estudiar este tema y ha encontrado que podrían existir motivos fisiológicos que nos llevan a comer en exceso, aun cuando estemos satisfechos. En este artículo te contamos más detalles sobre este hallazgo.
 
No importa si son dulces, chocolates o bocadillos de crema, ya sean dos o diez, si Guadalupe los tiene al alcance de la vista no puede dejar de comerse todos, aún luego de una cena abundante que la ha dejado satisfecha. A Pablo le pasa algo similar, pero con los bocadillos salados. En general, luego del almuerzo, cuando todos están por servirse el postre, él no puede resistirse y, si es posible, vuelve a repetir el menú principal.

Todos tenemos alimentos preferidos que nos hacen perder la cabeza y ponen en riesgo nuestra dieta. Tanto, que hasta es posible que ni necesites pensar en cuáles son los que siempre se te apetecen, porque sólo basta con pensar en algo sabroso para que te vengan a la cabeza. Y si pudieras comerlos, la tentación sería tan fuerte que no importaría que tuvieras el estómago vacío o lleno. ¿Por qué ocurre eso y por qué comemos en exceso, incluso cuando estamos satisfechos?

Un grupo de investigadores italianos se hizo esta pregunta y se dedicó a investigar la respuesta. Para ello hicieron un pequeño estudio que consideran preliminar (pues sólo consideraron a ocho participantes) pero que ofrece un nuevo punto de vista sobre este tema: independientemente de qué tan “llena” se sienta una persona, si se le atrae con alimentos sabrosos, parecería que el cuerpo está programado para recompensarse comiendo de más.

Lo novedoso es, además, que no solo se trataría de una cuestión de fuerza de voluntad ni de una necesidad “calórica”, sino que habría factores físicos que intervienen en esta decisión. Por ejemplo, ante la tentación, los científicos detectaron un aumento en los niveles de dos compuestos químicos claves: la grelina, una hormona producida en el estómago que ayuda a regular la recompensa y la motivación, y el denominado “2-AG” (2-araquidonilglicerol), que se relaciona con el apetito.

Para llegar a este hallazgo, que fue publicado en la edición de junio de la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, los investigadores del departamento de psiquiatría de la Universidad SUN de Nápoles en Italia, analizaron a cinco mujeres y a tres hombres sanos de entre 21 a 33 años de edad, que no tenían sobrepeso ni obesidad, ni tampoco conductas problemáticas con la dieta o atracones con la comida.

Cada participante estuvo en dos pruebas de alimentación, con un intervalo de un mes, en las que consumieron un desayuno de 300 calorías (compuesto de 77 por ciento de carbohidratos, 10 por ciento de proteína y 13 por ciento de grasa) y luego debieron calificar su nivel de hambre mientras esperaban que pasara una hora.

Luego, en la primera oportunidad, se les permitió oler o ver durante cinco minutos lo que ya se había establecido que era su comida favorita o una comida que desearían comer incluso después de sentirse llenos. En la segunda prueba, en cambio, luego del desayuno se les ofreció un alimento poco apetitoso, que contenía exactamente los mismos nutrientes y calorías que el alimento sabroso de la primera prueba.

El resultado fue que, a pesar de una sensación general de saciedad tras el desayuno, los participantes dijeron que su impulso por comer y la cantidad que pensaban consumir eran significativamente mayores ante su comida favorita, en comparación con el alimento poco apetitoso.

Además, los investigadores tomaron pruebas sanguíneas que revelaron que, cuando los participantes comían su alimento favorito, los niveles de grelina aumentaban significativamente y permanecían elevados hasta dos horas después. En cambio, tras comer el equivalente nutricional poco apetitoso, los niveles de grelina bajaron progresivamente.

Por su parte, los niveles del compuesto 2-AG se redujeron tras comer tanto la comida favorita como la poco apetitosa, pero siguieron siendo mucho más altos (hasta dos horas más tarde) tras la exposición y el consumo del alimento favorito.

¿Cuál es ese bocadillo que te hace perder la cabeza y olvidarte de la dieta? La próxima vez que lo tengas frente a tus ojos, piensa dos veces antes de entregarte a la tentación (y a las fluctuaciones de las hormonas).

¿Qué desató la epidemia de obesidad en el mundo? (BBC)


En las últimas tres décadas las tasas de obesidad global se han duplicado y ahora viven en el mundo más de 500 millones de personas obesas.

Este exceso en el peso corporal está causando tres millones de muertes cada año, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Pero ¿qué fue lo que causó está epidemia?

Algunos culpan a nuestro estilo de vida, que nos ha vuelto cada vez más sedentarios, pasando horas sentados frente al computador o la televisión.

Pero otros expertos creen que los responsables son los alimentos que comemos. Y más específicamente, dicen, las enormes cantidades de azúcar que consumimos.

"Genéticamente, los seres humanos no hemos cambiado, pero nuestro ambiente y nuestro acceso a la comida sí han cambiado", explica a la BBC el profesor Jimmy Bell, especialista en obesidad del Imperial College de Londres.

"Todos los días estamos siendo bombardeados por la industria alimentaria para que consumamos más comida".

"Es una guerra entre nuestro cuerpo y las demandas de nuestro organismo con el acceso a la comida que se tiene en una sociedad moderna. Y como científico me siento realmente deprimido, porque estamos perdiendo la batalla contra la obesidad" agrega.

Uno de los más grandes cambios en nuestra dieta se remonta a los años 70, cuando la industria agrícola de Estados Unidos se embarcó en la producción masiva del maíz y del jarabe de maíz de alta fructosa, comúnmente utilizado hoy en todo el mundo como edulcorante en alimentos procesados.
"Es una guerra entre nuestro cuerpo y las demandas de nuestro organismo con el acceso a la comida que se tiene en una sociedad moderna. Y como científico me siento realmente deprimido, porque estamos perdiendo la batalla contra la obesidad" - Jimmy Bell, Imperial College de Londres
Esto provocó un incremento masivo en las cantidades de alimentos baratos abastecidos a los supermercados estadounidenses: desde cereal hasta galletas de bajo precio.

Como resultado, las hamburguesas se hicieron más grandes y las papas fritas se hicieron más grasosas.

Esto, según la nutricionista Marion Nestle, preparó el terreno para la epidemia de obesidad.

"El número de calorías producidas en Estados Unidos, y disponibles a los consumidores estadounidenses, se incrementó de 3.200 por persona en los años 70 a 3.900, casi el doble de lo que un individuo necesita".

"Este incremento es enorme y pienso que es la causa de muchos problemas", señala.

¿Adictivo?

El jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) es un subproducto de desecho del maíz, increíblemente azucarado e increíblemente barato.

Al principio se le utilizaba en casi todos los alimentos: pizza, ensaladas, carne, pasteles y pan.

Para mediados de los años 80 el JMAF ya había reemplazado al azúcar en las bebidas gaseosas, lo cual tenía sentido para la industria, ya que era un 35% más barato.

Pero según algunos científicos, además de más dulce, también es más adictivo que el azúcar.

En un principio, el jarabe de maíz de alta fructosa se utilizaba en pizzas, ensaladas, pasteles y toda clase de comidas.

Y esto, dicen, ha provocado que en las últimas dos décadas el consumo promedio de estas bebidas se duplique.

La industria, por su parte, afirma que este incremento no ha causado la epidemia de obesidad, sino el hecho de que la gente consume demasiadas calorías.

"Ciertamente nuestras bebidas gaseosas regulares son una fuente de calorías, pero si tú consumes muchas calorías y ves mucha televisión o no haces suficiente ejercicio, es claro que tendrás un problema", afirma Susan Neely de la Asociación Estadounidense de Bebidas Gaseosas.

Pero el doctor Jean-Marc Schwarz del Hospital General de San Francisco cree que lo peligroso es la enorme cantidad de fructosa que consumimos en todo el mundo.

"Ésta no tiene un efecto tóxico como el plomo o el mercurio, lo que es tóxico es la cantidad que se consume", dice.

La fructosa se convierte fácilmente en grasa en el cuerpo y los científicos han descubierto que también suprime la función de una hormona vital llamada leptina.

Se cree que esta hormona controla la regulación del hambre y apetito en el cerebro.
Cuando el hígado se ve inundado con azúcar, la leptina deja de funcionar y el organismo no sabe cuando está lleno.

"Esto provoca que tu cerebro piense que te estás muriendo de hambre aunque acabes de comer. Lo cual causa un círculo vicioso de consumo, enfermedad y adicción", dice a la BBC el doctor Robert Lustig, profesor de endocrinología de la Universidad de California, en San Francisco.

"Y esto explica lo que ha ocurrido en todo el mundo" agrega.

Grasa por azúcar

"Si la grasa fuera la causa, esto no sería tan malo. Pero si la causa es el azúcar, esto sí es algo desastroso. Y creo que con lo ocurrido en los pasados 30 años hemos respondido ya a esa pregunta" Dr. Robert Lustig
Pero hace dos décadas surgió un fuerte debate entre los expertos sobre lo que estaba causando el incremento de enfermedades cardiovasculares, que en gran parte eran provocadas por el aumento en el peso corporal.

Se dijo que el responsable quizás no era el azúcar sino las grasas.

Esto condujo a un nuevo término en nuestros hábitos de consumo: los alimentos "bajos en grasas".

Estos productos no sólo prometieron enormes ganancias para la industria, sino también acabar con el potencial desastre de salud de las enfermedades del corazón.

De la noche a la mañana, todo el mundo comenzó a comprar yogur, margarinas, postres y galletas "bajos en grasas".

Pero gran parte de la grasa que se retiró a estos productos fue reemplazada con azúcar.

Para cuando los científicos se dieron cuenta de que quizás no era buena idea reemplazar grasa por azúcar, ya era demasiado tarde: el mundo estaba enfrentando una crisis de obesidad.

Hoy, cada vez más expertos están comenzando a pensar que hay algo específico en la fructosa que está acelerando la obesidad.

"Si la grasa fuera la causa, esto no sería tan malo", dice el doctor Lustig.

"Pero si la causa es el azúcar, esto sí es algo desastroso. Y creo que con lo ocurrido en los pasados 30 años hemos respondido ya a esa pregunta", agrega el científico.

Wednesday, August 15, 2012

Comer lento y cuatro veces al día ayuda a mantenerse delgado (BBC)


Los adolescentes que siguen ciertos hábitos alimenticios, como comer lentamente y consumir cuatro comidas o más al día, tienen menores niveles de grasa corporal, independientemente del ejercicio que hagan, revela un estudio en España.
 
Los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estudiaron a cerca de 2.000 adolescentes de entre 13 y 18 años en cinco ciudades españolas.
El objetivo, dice el estudio publicado en Journal of Adolescent Health (Revista de Salud Adolescente), era investigar qué factores específicos del estilo de vida y la nutrición tienen una influencia en la prevención de la obesidad. 

"Son muchos los factores de la dieta que influyen en la prevalencia de obesidad: composición, la cantidad de energía y macronutrientes, el tipo de alimentos, momento en el que se consumen etc." explica a BBC Mundo la doctora Sonia Gómez, quien dirigió el estudio en el ICTAN.

"El objetivo de nuestro trabajo era encontrar patrones de hábitos de alimentación y actividad física relacionados con la obesidad y que pudieran ser utilizados como medida preventiva de este problema que nos genera y generará problemas a corto y medio plazo" agrega.

Para el estudio los investigadores analizaron los registros de jóvenes que estaban participando en el estudio Alimentación y Valoración del Estado Nutricional en Adolescentes (AVENA), un sondeo nacional sobre salud y nutrición de adolescentes españoles.

Los investigadores compararon los hábitos dietéticos de los participantes: las comidas que hacían, el tiempo que pasaban en cada una de ellas, el número de comidas, consumo de bebidas gaseosas y alimentos de comida rápida.

También registraron sus niveles de grasa corporal tomando medidas de los pliegues cutáneos en seis partes del cuerpo y su circunferencia de cintura.

Y se preguntó a los participantes cuánto ejercicio y actividad física llevaban a cabo en su tiempo libre.

Comer más y más lento

"Como conclusión podemos decir que determinados hábitos como comer menos de 4 veces al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal en nuestros adolescentes" Dra. Sonia Gómez

Los resultados, como explica la doctora Gómez mostraron que los pliegues cutáneos y la circunferencia de cintura eran menores entre los adolescentes que consumían más de cuatro comidas.

Estos incluían: un refrigerio a media mañana, un refrigerio a medio día y cuatro comidas cada día.

Y según el estudio, los delgados también pasaban más tiempo del normal en cada comida.

"Nuestros resultados muestran que el consumo de un refrigerio a media mañana, un refrigerio a medio día, consumir más de cuatro comidas al día y pasar un tiempo adecuado en estas comidas son hábitos dietéticos importantes asociados con un nivel más bajo de grasa corporal en adolescentes españoles" dice la doctora Gómez.

El estudio mostró además que los adolescentes que consumían desayuno regularmente eran más delgados que los que se saltaban este alimento. Y los beneficios se observaron principalmente entre los varones que no llevaban a cabo ninguna actividad física en el día.

Tal como explica la doctora Gómez, los estudios en España muestran que 25% de los adolescentes -uno de cada tres niños y una de cada cuatro niñas- son obesos o tienen sobrepeso, y este período de desarrollo "es decisivo en la vida".

"La obesidad es una enfermedad crónica asociada al desarrollo prematuro de enfermedad cardiovascular, diabetes y cáncer" dicen los investigadores.

"Es necesario poner especial atención a la obesidad durante la niñez y adolescencia porque muchos estudios han revelado que los niños obesos tienen más probabilidades de convertirse en adultos obesos" agregan.

Dieta especial

El crecimiento que experimentan los jóvenes durante la pubertad -desarrollan casi 20% de altura y 50% de masa muscular y ósea- determina sus necesidades nutricionales.

Según la doctora Gómez, "durante la adolescencia se requiere una enorme cantidad de energía y nutrientes y se debe diseñar una dieta para satisfacer esas necesidades, especialmente con tres importantes minerales: calcio, hierro y zinc".

La recomendación para los adolescentes, agrega la investigadora, es que incluyan en sus alimentos tres o cuatro vasos de leche o yogur para obtener calcio, vitamina D y riboflavina; cinco o más porciones de frutas y vegetales; dos porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a doce porciones de cereal, pasta, arroz y papas y consumir con moderación alimentos ricos en grasas y azúcar.

"Como conclusión podemos decir que determinados hábitos como comer menos de 4 veces al día o muy deprisa están asociados con mayor cantidad de grasa corporal en nuestros adolescentes" afirma la investigadora.

Tuesday, July 31, 2012

Dime qué comes y te diré… si eres malhumorado (blogdefarmacia.com)


Comer una dieta rica en ácidos grasos trans, un ingrediente que se encuentra en los alimentos fritos, productos horneados y otros platos preparados y snacks, podría estar asociado con un comportamiento negativo, y hasta agresivo.
 
En la realización del estudio, investigadores de la Universidad de California analizaron la dieta y el comportamiento de 945 hombres y mujeres. También consideraron otros factores que pueden contribuir, como el historial de agresividad, así como el consumo de alcohol y tabaco.
 
El estudio halló que las personas que consumían más grasas trans eran más propensas a mostrar comportamientos negativos, tales como impaciencia, irritabilidad y agresión.

Sin embargo, mientras que el estudio descubrió una asociación entre la dieta de ácidos grasos trans y el comportamiento negativo, no se pudo probar una relación causa-efecto.
Si la asociación entre las grasas trans y el comportamiento agresivo resulta ser causal, esto añade más razón a las recomendaciones para evitar el consumo de las mismas, o incluirlas en los alimentos ofrecidos en las instituciones como las escuelas y las prisiones, ya que los efectos perjudiciales de las grasas trans pueden extenderse más allá la persona que los consume y afectar a los demás.

Los ácidos grasos trans son los principales productos de la hidrogenación, un proceso químico que hace que aceites (insaturados) se solidifiquen a temperatura ambiente, de acuerdo a la información de respaldo del estudio. Investigaciones anteriores han relacionado la dieta de ácidos grasos trans a los efectos de salud adversos sobre los lípidos, la función metabólica (cómo el cuerpo convierte los alimentos en energía), resistencia a la insulina, la inflamación y la salud cardíaca en general.

La importancia de desayunar (vidaysalud.com)


¿Quieres hacer que tu dieta para bajar de peso sea más efectiva y a la vez mantenerte llena de energía durante horas? ¡No te saltes el desayuno! Seguramente has oído decir que el desayuno es la comida más importante del día. Y es cierto. Un buen desayuno es una de las bases de una alimentación  y una salud adecuadas, al punto de que hasta reduce el riesgo de desarrollar diabetes. 
 
Cuando Cristina quiso bajar de peso, decidió cortar calorías suprimiendo el desayuno. “Con un poco de jugo o de café tengo más que suficiente”, pensó. ¡Esto es un gran error! A media mañana, Cristina “se moría de hambre” y comía lo que tuviera a la mano. Y si aguantaba hasta la hora del almuerzo, devoraba sin poder contenerse cualquier cosa, como hamburguesas dobles con papas fritas y batidos de chocolate. Pero lo peor era que se pasaba el día decaída y sin energía, incapaz de funcionar bien en su trabajo… ¡y subía de peso! El problema terminó cuando, siguiendo los consejos de una nutricionista registrada, Cristina empezó a desayunar bien todos los días.

El error de Cristina es frecuente, porque muchas personas no comprenden que el desayuno es la primera comida del día, después de 8 a 10 horas de ayuno nocturno. Es importante romper ese ayuno con alimentos que te aporten energía, ya que tu cuerpo necesita reactivarse tras el descanso nocturno. Si te saltas el desayuno, te sientes irritable y agotada, porque tu cuerpo no tiene la glucosa, el combustible que requiere para realizar sus actividades. Y cuando al fin comes, el hambre te impulsa a darte un atracón. Pero tu cuerpo tiene “hambre”, y en lugar de quemar las calorías que recibe, las acumula de reserva en forma de tejido adiposo (grasa).

Los estudios demuestran que las personas que suprimen esa importante primera comida del día sufren alteraciones en su estado de ánimo, su memoria y sus niveles de energía, y es más probable que suban de peso. Una investigación realizada por National Weight Control Registry (Registro Nacional de Control de Peso) entre las personas que habían tenido éxito en su dieta, demostró que cerca del 80% desayunaba todos los días.

¿En qué consiste un buen desayuno?

El desayuno debe representar entre el 20% y el 25% de las calorías que ingieres durante el día, y es importante que esté bien balanceado para que recibas los nutrientes esenciales. Un buen desayuno debe incluir:
  • Pan o cereales, de preferencia integrales. Además de la fibra que contienen, le proporcionan al cuerpo carbohidratos, que aportan energía, vitaminas y minerales.
  • Productos lácteos. Como leche o yogur (de preferencia bajos en grasa o desgrasados), que contienen proteínas, calcio y vitaminas.
  • Frutas o jugo de frutas. Le aportan al cuerpo carbohidratos, agua, vitaminas y minerales. La fruta en sí y el jugo con pulpa también aportan fibra.
  • Otros productos. Puedes incluir una bebida estimulante, como café o té; productos derivados de la carne, como el jamón en pequeñas cantidades, o huevos (puedes elegir comer las claras únicamente si deseas) que contienen las proteínas que construyen los tejidos y las células; también puedes incluir en pequeñas cantidades queso (bajo en grasa o desgrasado), mantequilla o margarina.
¿Por qué es necesario un buen desayuno? Sobran las razones y entre ellas están:
  • Mantiene un estado nutricional correcto. Si no desayunas o no lo haces adecuadamente, es difícil que completes los requerimientos de energía, calcio y otros elementos nutritivos en las demás comidas. Un buen desayuno contribuye significativamente al consumo diario de vitaminas y minerales. Si incluyes pan o cereales integrales en el desayuno, el consumo de grasa durante el día suele ser menor.
  • Mejora el rendimiento intelectual y físico. Si suprimes el desayuno, pones en marcha en tu organismo un mecanismo que altera el nivel aceptable de azúcar en la sangre. Esos cambios alteran la conducta e influyen de modo negativo en el rendimiento físico e intelectual.
  • Ayuda a bajar de peso o a controlarlo. Al mantener tu estómago lleno hasta la próxima comida, evita que comas de más. Además, no te tienta a “picar” rosquillas, dulces, refrescos o golosinas de cualquier tipo, que siempre aportan calorías extra.
  • Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol. Eso se debe al contenido de fibra de los cereales integrales y las frutas.
Aparte de la importancia del desayuno para el bienestar físico e intelectual y para una buena nutrición, hay algo más. Según un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, llevado a cabo por 16 años en 29,000 hombres, unos 2,000 de ellos desarrollaron diabetes tipo 2 durante el estudio. Y los hombres que suprimían el desayuno tuvieron un riesgo 21% mayor de desarrollarla.

Otros estudios también han encontrado una relación entre la eliminación del desayuno y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Aunque la razón no está del todo clara, algunos científicos piensan que una buena comida por la mañana ayuda a estabilizar el nivel de azúcar en la sangre durante el día. También, al parecer, consumir una mayor proporción de las calorías normales más tarde durante el día (sobre todo de carbohidratos) tiene un impacto nocivo en los niveles de azúcar y de insulina en la sangre.

Por lo tanto, si quieres una inyección de energía por la mañana que dure todo el día, toma un buen desayuno. Y, sobre todo, no dejes de servírselo a tus hijos para que tengan un rendimiento escolar adecuado. Los niños, más que nadie, necesitan suficiente calcio para sus huesos y su crecimiento, y alimentos de alto contenido energético para sus estudios y sus juegos. Así que si quieres que tus hijos adquieran buenos hábitos alimenticios, acostúmbralos a hacer del desayuno lo que realmente es: la comida más importante del día.

Fuente: http://www.vidaysalud.com/daily/dieta-y-nutricion/la-importancia-de-desayunar/?mqsc=E3247838

Sunday, July 15, 2012

Conoce los nutrientes a los que se les atribuye propiedades saludables comprobadas (emol.com)


¿Bebes agua porque siempre has escuchado que hace bien? ¿Tomas vitamina C en invierno porque te han dicho que protege de los resfríos? Es probable que por lo menos una vez en tu vida hayas seguido estos o algún otro consejo de salud, creyendo ciegamente en su efectividad y sin preocuparte de buscar estudios o investigaciones que avalen los beneficios que se les atribuyen.

Y como esto no sólo ocurre en Chile, sino que también en otras partes del mundo, la Unión Europea (UE) elaboró una lista en la que menciona 67 nutrientes cuyas propiedades saludables están comprobadas. El documento, que también indica el mensaje que debe ir en el etiquetado de los productos que los contengan y las cantidades que deben ingerirse para obtener el efecto beneficioso, tiene categoría de reglamento y comenzará a regir el 14 de diciembre de 2012.

La selección incluye productos que son de consumo cotidiano, como por ejemplo el agua, y otros que muchas personas ni se imaginan que tienen beneficios. A continuación se presentamos algunos de ellos:

- Ácido alfa-linoleico: Contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. Se recomienda ingerir 2 gramos diarios de este ácido graso que se encuentra fundamentalmente en el aceite de las semillas vegetales y también en las nueces.

- Agua: Ayuda a mantener las condiciones físicas y cognitivas normales, y a regular la temperatura corporal. Se aconseja ingerir al menos dos litros al día, procedentes de cualquier fuente.

- Biotina: Contribuye, entre otros, al funcionamiento del sistema nervioso, a la función psicológica, al mantenimiento del cabello y de la piel. Se encuentra en la carne, la yema del huevo, las vísceras, la leche, la levadura de cerveza, los cereales integrales, la cebada, las nueces, la soya y las legumbres.

- Calcio: Ayuda, entre otros, a la coagulación sanguínea, al metabolismo energético; al funcionamiento de los músculos y de las enzimas digestivas, además de ser necesario para el mantenimiento de los huesos y de los dientes.

- Carbón activo: Contribuye a reducir una flatulencia excesiva después de comer. El efecto beneficioso se obtiene tomando 1 gramo por lo menos 30 minutos antes de la comida y otro gramo poco después de ésta.

- Carne o pescado: Contribuyen a mejorar la absorción del hierro cuando se toman con otros alimentos que aportan este mineral.

- Creatina: Mejora el rendimiento físico en series sucesivas de ejercicios breves de alta intensidad. Para ello es necesario ingerir 3 gramos diariamente. Se encuentra en forma natural en las carnes, los productos lácteos, el huevo y también en algunas verduras. Sin embargo, la forma más sencilla de obtenerla es como suplemento dietario.

- Cultivos vivos de yogur o de la leche fermentada: Mejoran la digestión de la lactosa del producto en las personas con problemas para digerirla.

- Chicle sin azúcar: Ayuda a mantener la mineralización de los dientes, a neutralizar la placa ácida y a disminuir la sequedad bucal. Los efectos beneficiosos se obtienen mascándolo durante un mínimo de 20 minutos después de la comida o bebida  y cada vez que se sienta sequedad en la boca.

La lista completa
En este link puedes revisar todos los nutrientes que tienen propiedades saludables comprobadas según la UE.

- Fibra de centeno: Contribuye al funcionamiento normal del intestino.

- Fibra de salvado de trigo: Ayuda a la aceleración del tránsito intestinal y a aumentar el volumen de las heces. Esta última propiedad también se le atribuye a la fibra del grano de avena y a la fibra del grano de cebada.

- Hierro: Contribuye a la función cognitiva, al metabolismo energético; a la formación de glóbulos rojos y hemoglobina; al transporte de oxígeno en el cuerpo, al funcionamiento del sistema inmunitario; a disminuir el cansancio y la fatiga; y al proceso de división celular.

- Lactulosa: Contribuye a la aceleración del tránsito intestinal. El efecto beneficioso se obtiene con el consumo de 10 gramos al día en una única ingesta.

- Melatonina: Contribuye a aliviar la sensación subjetiva de desfase horario (jet lag) y a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño.

- Nueces: Ayudan a mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos. Para ello la recomendación es ingerir 30 gramos diariamente.

- Polifenoles del aceite de oliva: Contribuyen a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo. Se aconseja ingerir 20 gramos de aceite de oliva todos los días.

- Vitamina A: Ayuda, entre otros, al metabolismo del hierro; al mantenimiento de las mucosas, de la piel y de la visión; y al funcionamiento del sistema inmunitario. Se puede encontrar en muchos alimentos, entre ellos los productos lácteos, los huevos, algunas carnes, y en todos los vegetales que sean de color amarillo, rojo o verde (zanahoria, zapallo, ají, espinaca, lechuga, tomate, damasco, melón, etc.).

- Vitamina C: Contribuye, entre otros, al funcionamiento del sistema inmunitario y nervioso; a la formación del colágeno, al metabolismo energético, protege a las células del daño oxidativo; disminuye el cansancio y la fatiga; y mejora la absorción del hierro.

- Yodo: Ayuda a la función cognitiva, al metabolismo energético, al funcionamiento del sistema nervioso, al mantenimiento de la piel, a la producción de hormonas tiroideas y a la función tiroidea.

- Zinc: Contribuye, entre otros, a la fertilidad y reproducción; al metabolismo de los macronutrientes, de los ácidos grasos y de la vitamina A; al mantenimiento de los huesos, del cabello, de las uñas, de la piel, de los niveles de testosterona y de la visión.

Friday, June 15, 2012

¿De qué forma nos enferma el estrés? (vidaysalud.com)


El estrés es la plaga del mundo moderno y no es extraño que así sea si consideramos que casi todo en la vida cotidiana contribuye a crearlo o a aumentarlo: los problemas laborales o familiares, las preocupaciones económicas y la falta de tiempo, son sólo algunos ejemplos.  Y si bien no se trata de una enfermedad en sí misma, sí es un factor de riesgo de casi todas las condiciones de salud. ¿Cuál es el mecanismo que hace que el estrés crónico afecte tanto? Busca la respuesta aquí.

Con el ritmo acelerado que caracteriza a las sociedades de hoy, el estrés se ha convertido en parte inseparable de la vida diaria. De esta forma, muchas condiciones pueden ser provocadas por este factor que, si bien no es una enfermedad en sí misma, puede causar problemas de salud concretos y reales, cuando se prolonga a través del tiempo y no se toman medidas para contrarrestarlo o eliminar sus causas.

Lo que sigue siendo un misterio es cómo las preocupaciones del día a día hacen que la salud se vea afectada. Una posibilidad es que las personas bajo estrés crónico (las que están al cuidado de un enfermo, tienen un trabajo exigente o problemas familiares importantes por citar algunos ejemplos), tengan costumbres menos sanas: que fumen, consuman alcohol, no duerman lo suficiente o se alimenten indebidamente. Otra alternativa es que las hormonas del cuerpo que responden al estrés tengan algo que ver en la aparición de enfermedades.

Eso es lo que se ha creído durante las últimas décadas. Ahora, investigaciones recientes parecen acercarse a una respuesta nueva que involucra al sistema inmunológico (de defensas), que es el que ayuda a que te defiendas contra los virus y las bacterias y su relación con el proceso inflamatorio.  Debes tener en cuenta que la inflamación cumple una función positiva cuando el sistema de defensa la crea temporalmente para ayudar al cuerpo a sanar, como en el caso de la inflamación y el enrojecimiento que surge alrededor de una herida, por ejemplo.  Pero cuando la inflamación se prolonga más allá de lo necesario, o se produce sin que el cuerpo la requiera para sanarse, puede crear toda una serie de trastornos y hasta convertirse en una condición crónica en la que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como en el caso de la alergia o el asma).

La relación del estrés, la inflamación y las condiciones de salud ha sido el motivo de varios estudios recientes. Uno de ellos se publicó a principios de año en el medio especializado Proceedings of the National Academy of Sciences. Fue desarrollado por unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, que llevaron un registro diario sobre las actividades de 122 adultos jóvenes (53 hombres y 69 mujeres) durante ocho días, enfocándose en sus relaciones con los demás y si éstas relaciones eran positivas o negativas. Además, los participantes tuvieron que hacerse pruebas de estrés y se les tomaron muestras de saliva antes y después de las pruebas, para medir los marcadores biológicos de la inflamación.

Los investigadores buscaban determinar si el estrés que provocan los conflictos personales podía desencadenar la liberación de moléculas conocidas como citoquinas, que se relacionan con los procesos inflamatorios. ¿Qué encontraron? Que los niveles de las citoquinas aumentaban tras las interacciones “negativas” de los participantes, por lo general las discusiones.

Esto implica que un nivel de estrés prolongado por una situación difícil activa las citoquinas.  Estas provocan procesos inflamatorios que a su vez puede contribuir a la aparición de condiciones como el asma, la enfermedad cardíaca e incuso los trastornos autoinmunes, es decir, en las que el sistema de defensas ataca al propio organismo (como la artritis, por ejemplo).  El estudio apunta a que el tipo de enfermedades más afectadas por el estrés son precisamente aquéllas en las que la inflamación del organismo juega un papel clave.

Otro estudio más reciente que el anterior y que se reportó en la misma publicación, consideró la respuesta del sistema de defensas de más de 300 personas que, en dos experimentos diferentes, fueron interrogadas sobre el estrés en sus vidas y luego expuestas al virus del resfriado (o catarro), para ver si se enfermaban.

¿El resultado? Tras ajustar las estadísticas para tomar en cuenta varios factores, los investigadores — en este caso de la Universidad de Carnegie Mellon en Pittsburgh — hallaron que las personas cuyos organismos tenían niveles más altos de estrés psicológico continuo (como el que provoca un divorcio o la pérdida de un ser querido) eran menos capaces de reducir la inflamación, al parecer porque las células de sus sistemas de defensa eran menos sensibles a una hormona que desactiva la inflamación.  El organismo queda entonces bajo los efectos de una inflamación prolongada con las consecuencias que antes te explicamos, es decir, un organismo más susceptible a condiciones como enfermedad cardiaca, asma y otros trastornos del sistema de defensas.

Por todo esto, prevenir y manejar el estrés crónico puede ayudarte a reducir el riesgo de tener problemas de salud serios como los que mencionamos antes. Para que puedas lidiar con estas situaciones, he aquí algunas claves:
  • Planea tu día con anticipación y aprende a decir que no. Así evitas comprometerte con tantas actividades que después no puedas cumplir con todas.
  • Decide qué cosas tienes que hacer primero y cuáles puedes aplazar.
  • Toma tiempo para relajarte y hacer actividades que disfrutes.
  • Realiza más actividad física y come alimentos saludables.
  • Habla de tus emociones con tu familia y amigos.
  • Prueba algunas técnicas de relajación, como yoga, meditación o técnicas de respiración.
Y en todo momento, trata de darles a las cosas el valor que en verdad tienen, sin preocuparte por cuestiones menores o que no puedes controlar, como el clima o un tapón en el tráfico. Si te sientes muy preocupada(o) o ansiosa(o) al punto de que interfiere con tu trabajo o tu vida familiar, busca ayuda profesional calificada.  Es importante que cuides la salud de tu mente para evitar repercusiones negativas en la salud de tu cuerpo.

Thursday, May 31, 2012

Comida rápida: consejos para no sumar muchas calorías (vidaysalud.com)


Cada vez más personas quieren cambiar su forma de alimentarse con el fin de perder peso y estar más sanas. Sin embargo, la comida rápida aparece en nuestra vida, muchas veces, como la única alternativa que hay, ya sea debido al tiempo o por el lugar en el que estamos a la hora de comer. Si tienes que ir a un restaurante de comida rápida, no necesariamente tienes que comer mal. Aquí te cuento qué puedes hacer para evitar que una comida rápida sea una explosión de calorías que saboteen tu plan de comer de forma saludable.
 
Si te prometiste comer bien y abandonar las frituras y las comidas rápidas, haz dado un gran paso para bajar de peso y estar saludable. Sin embargo, en ocasiones, nuestros esfuerzos por comer siempre de forma balanceada y sana se ven comprometidos si estamos en algún lugar en donde la única opción es la comida rápida. Tal vez estés en un centro comercial o de viaje con tu familia y no encuentras nada más que cadenas de comida rápida cuando es hora de comer.

Pero encontrarte en un restaurante de comida rápida no significa que no tienes opciones y que tienes que consumir muchas calorías. Afortunadamente, existen formas de comer ahí sin excederte. Toma nota de estos consejos que de seguro no sabotearán tu dieta:
  • Algunos restaurantes de comida rápida publican el contenido nutricional de sus alimentos en su sitio de Internet (sitio Web) o en el mismo restaurante. Así que allí podrás ver cuántas calorías tiene cada platillo y podrás elegir la mejor opción
  • Es común que los restaurantes de comida rápida ahora ofrezcan un menú con menos calorías.
  • Si no encuentras estas opciones, entonces opta por las porciones pequeñas. Pedir un sándwich (emparedado) pequeño es mejor que una hamburguesa de tres pisos que puede tener hasta 1,000 calorías. Incluso las opciones del menú infantil son ideales para no excederte en calorías.
  • Si te ofrecen agrandar las papas o los anillos de cebolla, no aceptes aunque la tentación sea grande. Mejor aún: elige un plato para acompañar que sea saludable como por ejemplo, una ensalada pequeña, papas al horno, trocitos de manzana, o de maíz.
  • Aprende qué significan palabras como “crujiente” y “cremoso”. Estas se refieren a métodos de preparación que involucran mucha mantequilla, queso y crema. Las palabras que debes elegir son “al horno”, “hervido” y “a la parrilla”.
  • Elige siempre una ensalada para acompañar o simplemente, para que sea tu plato fuerte. Puedes agregarle pollo a la parrilla o camarones. Recuerda pedir el aderezo en un recipiente aparte y no agregar queso ni pedacitos de tocino  pues suman calorías que quieres evitar.
  • Comparte: aprovecha los tamaños agrandados de las comidas para compartirla con alguien.
  • Pregunta si hay una porción más pequeña de lo que ordenaste o simplemente guarda la mitad para el día siguiente.
  • Ten cuidado con las bebidas: las sodas grandes contienen un promedio de 300 calorías. Así que mejor refréscate con agua mineral o con gas, té que no contenga azúcar o soda (refresco) de dieta. Las malteadas ni las contemples: una de tamaño grande puede llegar a tener 800 calorías.
  • Pide siempre opciones más saludables: mayonesa baja en grasa, pan integral o queso bajo en grasa.
Con estos consejos y teniendo siempre en cuenta el tamaño de las porciones, puedes salir de un restaurante de comida rápida sin sentirte culpable. La clave es saber elegir y buscar otras opciones más sanas para tu menú.
Así que no hay excusa: incluso en los lugares de comida rápida puedes ganarle la batalla a las calorías.

Sunday, May 6, 2012

Cinco formas de plantarle cara a la ansiedad (kidshealth.org)


Todo el mundo se siente estresado, nervioso, ansioso o tenso de vez en cuando. He aquí cinco consejos para afrontar mejor este tipo de situaciones.

Aviso: Cuando la ansiedad o la preocupación son extremas, puede ser un signo de un trastorno de ansiedad. Las personas que padecen trastornos de ansiedad es muy importante que pidan ayuda a un profesional de la salud. Es indudable que los siguientes consejos también les pueden ayudar. Pero el tratamiento profesional es imprescindible en estos casos.
  1. Conviértete en un experto en relajación. Todos creemos que sabemos relajarnos. Pero repanchingarse delante de la pantalle del ordenador no es relajarse de verdad. (Dependiendo de lo que veas en la televisión o de lo que hagas con el ordenador, hasta es posible que te ponga más tenso.) Lo mismo ocurre con el alcohol, las drogas o el tabaco. Tal vez parezca que alivian la ansiedad o el estrés, pero inducen un falso estado de relajación que sólo es temporal. Lo que necesita el cuerpo son técnicas de relajación —como la respiración profunda, el taichi o el yoga— que producen efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que va del diafragma hasta el cerebro, enviando un mensaje a todo el cuerpo para que se relaje y se deje ir.

  2. Duerme lo suficiente, aliméntate bien y haz ejercicio físico. ¿Quieres que tu mente y tu cuerpo estén lo bastante fuertes y relajados para poder afrontar sin problemas los altibajos de la vida diaria? Duerme el tiempo adecuado para satisfacer tus necesidades —ni demasiado ni demasiado poco. Aliméntate bien: elige la fruta, la verdura, las proteínas magras y los cereales integrales, que proporcionan energía a largo plazo (en vez de la inyección de energía de corta duración que proporciona un exceso de azúcar o la cafeína). Y haz ejercicio regularmente para enviar oxígeno a todas las células de tu cuerpo a fin de que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar al cien por cien.

  3. Conectate con otras personas. Pasa tiempo con amigos o familiares. Las actividades organizadas son estupendas, pero salir simplemente a dar una vuelta también va bien. Hacer cosas con personas que nos aprecian y a quienes apreciamos nos ayuda a estrechar lazos y a sentirnos apoyados y seguros. Y la diversión y la experiencia de compartir nos alegra la vida y nos ayuda a preocuparnos menos por las cosas. Si hay algo que te preocupa o estresa, el hecho de hablar sobre ello con alguien que sepa escuchar y que te aprecie puede ayudarte a sentirte comprendido y más capaz de afrontar tus problemas. Te ayudará a recordar que todo el mundo se siente estresado de vez en cuando y que no estás solo.

  4. Conectate con la naturaleza. Dar un paseo por un parque, hacer una excusión por el monte o adentrarse en un bosque puede ayudar a cualquiera a sentirse en paz y conectado con la tierra. (Elige un lugar donde te sientas seguro para que te puedas relajar y disfrutar del entorno.) Actividades como pasear, hacer montañismo, coger la bicicleta de montaña o calzarse unas raquetas de nieve ofrecen el beneficio añadido del ejercicio físico. Invita a un par de amigos —o familiares— y disfruta al mismo tiempo de la sensación de conexión.

  5. Piensa en positivo. Una buena forma de alejar las preocupaciones de tu mente es centrándote en cosas que sean buenas, bonitas y positivas. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que puede ocurrir.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD
Fecha de la revisión: octubre de 2010

Tuesday, April 24, 2012

Dieta hot para mejorar la "performance" masculina en la cama (lanación.cl)

Sandía, cerezas y jengibre son algunos de los alimentos que podrían ayudar a reemplazar a la píldora azul del velador. Afrodisiacos naturales, que aumentan la irrigación sanguínea y bajan los niveles de colesterol, 2 problemas que inciden directamente en el buen funcionamiento del aparato reproductor masculino.

Una tarea que se puede hacer a cualquier hora del día, sin contraindicaciones y las veces que quieras o tu cuerpo te lo permita, parece un asunto muy fácil. Pero lograr una erección en el hombre es un proceso bioquímico un poco más complicado que eso, y requiere que todo el cuerpo trabaje a su máxima potencia.

Según la revista para hombres GQ México, el cuerpo masculino necesita contar con las arterias del cuerpo totalmente despejadas, o sea libres de colesterol, y una gran capacidad para lograr la dilatación express de sus vasos sanguíneos para conseguir una excelente perfomance en la cama.

Mecanismos que se basan en la producción de oxido nítrico por el cuerpo, el mismo químico que utilizan los fármacos para tratar los problemas de disfunción eréctil como el Viagra, y que las células endoteliales del organismo deben liberar por el torrente sanguineo para una noche de pasión.

Químicos que el hombre puede adquirir o potenciar su producción a través de la ingesta de alimentos ricos en esta proteína, como las frutas primaverales,  para proteger su virilidad y de paso, dejar contenta a sus mujeres.

“Los alimentos adecuados ayudan a estar bien y a revertir pequeñas anomalías vasculares antes de no tener más remedio que utilizar medicamentos", explica el doctor Steven Lamn, profesor de la Escuela de Medicina de Nueva York  a la publicación mexicana.

ALIMENTOS VIRILES

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Acá le entregamos la lista de frutas que ayudan a una erección segura y duradera sin tener que tomar la famosa "pastillita" antes del encuentro amoroso. Lea y anote:

1.- Sandía
: Tiene un alto contenido de citrulina, que como la pequeña píldora azul estimula la producción de óxido nítrico y aumenta el flujo sanguíneo hacia el pene, lo que fortalece la erección.

2.- Cerezas: Los estudios muestran que los flavonoides de las bayas rojas, azules y púrpuras limpian los radicales libres de las arterias, lo que las relaja y mejora el flujo sanguíneo.

3.- Plátanos: Son ricos en potasio, que relaja las paredes de los vasos sanguíneos y permite un mejor flujo sanguíneo por todo el cuerpo. Además, compensa una dieta alta en sodio, al mantener la presión arterial bajo control, según un estudio publicado en la revista Hypertension.

4.- Nueces: El aminoácido L-arginina, que abunda en las nueces, es uno de los bloques de construcción del óxido nítrico. Traducción: Una dieta que incluye estos frutos secos de cáscara dura como una piedra contribuye a erecciones consecuentemente igual de duras.

5.- Jengibre: Mediante el lavado de radicales libres de los vasos sanguíneos y la disminución de la inflamación, el jengibre relaja las arterias y mejora el flujo sanguíneo. Según un estudio publicado de la revista International Journal of Cardiology, aproximadamente 1 cucharadita unas cuantas veces a la semana es todo lo que se necesita para cosechar las recompensas cardiovasculares del jengibre.

6.- Pistachos: Un puñado de pistachos al día puede mejorar la función eréctil, "la satisfacción sexual, la función orgásmica, el deseo sexual y la satisfacción en general", según un estudio publicado en la revista International Journal of Impotence Research. Estos snacks son ricos en arginina, lo que aumenta la producción de óxido nítrico.
 
7.- Almendras : La vitamina E, de la cuales las almendras son una fuente principal, aumenta la producción de óxido nítrico, según el British Journal of Urology International.

8.- Aceite de oliva: Según un estudio publicado en la revista Lipids, el aceite de oliva ayuda a aumentar la producción de testosterona.

Fuente: http://www.lanacion.cl/dieta-hot-para-mejorar-la-performance-masculina-en-la-cama/noticias/2011-09-29/153748.html

Friday, April 20, 2012

Estudiar cansado (laguia2000.com)


Jamás hay que olvidar que quien estudia es un ser humano, dotado de una mente capaz de conocer, pero también de un cuerpo que posee necesidades entre las cuales las más elementales son comer y dormir.

Quien pretenda estudiar de modo eficiente, no debe dejar todo para último momento, sino que se aprende mejor cuando se lo hace de a poco, en forma ordenada, repartiendo previa planificación, lo que se estudiará cada día; habiendo desayunado bien, y almorzado, merendado y cenado de modo liviano, consumiendo alimentos sanos y nutritivos y no comidas de las llamadas rápidas, como por ejemplo hamburguesas.

El descanso es fundamental para lograr la concentración, no dormir solo contribuirá a que el alumno esté más nervioso, cansado y mal predispuesto para aprender. Las salidas nocturnas deben ser evitadas cuando se esté próximo a rendir una evaluación, y las diurnas limitarse, pero el descanso de ocho horas diarios debe respetarse si se desea conservar la salud física y mental, pues tal vez resulte quedarse sin dormir para aprobar un examen pero este ritmo será insostenible a largo plazo, pues el cuerpo se enfermará.

Incluso no conviene estudiar durante varias horas sin tomarse un pequeño recreo (10 minutos cada hora y media suele ser suficiente).

Hay personas que prefieren estudiar por las noches, y aunque esto no es recomendable, muchas veces lo hacen porque durante el día la casa está poblada de ruidos que impiden la concentración, o porque trabajan, pero en estos casos también debe compensarse con el sueño diurno. Si es por trabajo, se debe dormir cuando se vuelve, y hasta comenzar a estudiar, pero nunca intentar hacerlo sin previo descanso.

Sunday, April 15, 2012

Comidas que mejoran el estado de ánimo (saludybelleza.org)


Se ha demostrado que algunos alimentos estimulan la producción de sustancias cerebrales que tienen una enorme influencia en el humor, el desempeño físico y mental, e incluso en el comportamiento de las personas.

En las últimas dos décadas se han realizado diferentes estudios acerca del vínculo que existe entre el consumo de determinados alimentos y el estado anímico, y se ha comprobado que las sustancias que contienen algunos alimentos pueden provocar reacciones en la química cerebral originando cambios benéficos en el humor del ser humano.

Estos son algunos de los alimentos que fueron más estudiados y cuya efectividad ha sido demostrada:

Pan Integral: la gran mayoría de los panes integrales contienen aminoácidos, entre ellos uno llamado triptófano, es un importante precursor de la serotonina (neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo que mejora la depresión leve y el insomnio). Se aconseja consumir 4 rebanadas por la mañana.

Espinaca y legumbres: contienen folatos (precursores de la adenosilmetionina). Se demostró que el 30% de los pacientes deprimidos tienen deficiencia de este elemento. También se lo puede obtener de los cereales.

Agua: se puede padecer de agotamiento y depresión leve simplemente por no tomar suficiente agua, la deshidratación pasa inadvertida y se cree que es cansancio lo que en realidad se debe a la falta de líquidos. Se recomienda tomar 8 vasos de agua al día para un buen funcionamiento del organismo.

Carbohidratos: algunos experimentos revelan que alimentos como el arroz, las papas y el pan causan calma y sedación porque elevan la concentración de serotonina.

Pavo: carne de bajo contenido calórico, es rica en tirosina, aminoácido que eleva la producción de dopamina y noradrenalina en el cerebro, lo que causa un efecto vigorizante e incrementa la resistencia del organismo al estrés. Basta con una porción de 300gramos de pechuga.

Frutos secos: contienen una gran cantidad de magnesio. Un puñado diario ayuda a reducir los dolores de cabeza y a controlar el estrés.

Naranja y mandarina: una dosis diaria de 150 miligramos de Vitamina C (equivalente a dos naranjas) bastan para disminuir el nerviosismo y el mal humor. En dosis mayores (ejemplo: dos vasos de jugo de naranja fresco todas las mañanas) actúa como un eficaz energizante, y por supuesto como protector de enfermedades cardiorrespiratorias y como estimulante del sistema inmunológico. La vitamina C también puede obtenerse de otros cítricos como el pomelo, limón, etc. La naranja, además, contiene folatos.

Nuez: contiene una gran cantidad de selenio, mineral que según los investigadores aumenta la energía y disminuye la ansiedad con tan sólo comer un puñado de nueces diarias. Otras fuentes de selenio son los mariscos y la carne de vaca.

Lácteos: la leche y sus derivados son ricos en triptófano, que regula el estado de ánimo a través del incremento de la serotonina. Se aconseja el consumo de 3 porciones diarias.

Fresa: contiene vitaminas, sobre todo C (cuya cantidad es importante), fibras y potasio. Es una fruta de un enorme valor nutricional y energético. Además eleva las defensas del organismo, mejora el ánimo y según los investigadores produce tranquilidad y alivio durante la menstruación.

Chocolate: contiene triptófano y produce feniletilamina, sustancia de efecto antidepresivo y que normaliza el humor. Además también es un efectivo antiestrés. Una porción pequeña por día (de chocolate negro) es suficiente.

Ahora podemos mejorar nuestra calidad de vida doblemente, incluyendo en la dieta diaria alimentos variados que proporcionen al cuerpo los nutrientes que necesita para desempeñar sus funciones más importantes, y que además nos alegren.

Carina Barber / Asteriscos.Tv

Fuente: http://www.saludybelleza.org/alimentos-mejoran-estado-animo/

Cuidando el corazón (blogdefarmacia.com)

El corazón es un músculo increíble. Comienza a latir después de las seis semanas de gestación en el vientre materno y continúa firmemente hasta el día en que morimos. En el camino, puede ser asaltado por enfermedades sin que nosotros lo sepamos.

Las enfermedades cardíacas fluyen lentamente, muchas veces sin ser detectadas hasta encontrarnos en un momento crítico. Se ha avanzado en el control de las enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y altos niveles de colesterol. Pero la epidemia de la obesidad y la diabetes adquirida aún son problemas de considerable importancia.

El hecho está en que la mayoría de las personas pueden controlar los factores de los hábitos de vida que previenen las enfermedades cardíacas, puesto que solo un 30% de la forma en que envejecemos depende de nuestra genética y un 70% está en control directo de cada persona (eso es en la ausencia de enfermedades específicas que no se relacionan con los hábitos de vida).

Las siguientes recomendaciones son verdaderas salvavidas:

1. Evitar el humo del cigarrillo, ya sea como fumador activo o pasivo.
2. Ejercitarse regularmente. Se fortalece al corazón y como un bono, se fortalece la mente.
3. Lo que comemos importa, y mucho. Una dieta rica en frutas, vegetales y granos enteros nos ayuda a mantenernos saludables.
4. Disminuir la presión arterial. Mientras más tenga que trabajar el corazón, peor será para la longevidad del mismo. 
5. Mantener un control sobre los niveles de colesterol en sangre.
6. Ser dulce por fuera, no por dentro. Niveles elevados de azúcar en sangre daña los vasos sanguíneos y los tejidos, además de aumentar el riesgo de desarrollar diabetes.

La dieta puede influir en el estado de ánimo (revista.consumer.es)


A pesar de que el cerebro sólo representa el 2-3% del peso corporal total, es responsable del consumo del 20% de la energía que extraemos de los alimentos. Su funcionamiento requiere tan sólo de oxígeno y de glucosa, sin embargo, son necesarios otros nutrientes para el desarrollo de funciones de la mente como la memoria, la concentración, el pensamiento? que tienen su sede en el cerebro. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias específicas de vitaminas o minerales que se manifiestan mediante síntomas o sensaciones como apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo, cansancio, falta de atención, fallos de memoria, de concentración e incluso depresión. 

Nutrientes del sistema nervioso

Ciertos componentes de los alimentos desempeñan una labor específica en el funcionamiento del cerebro y de las neuronas (células especializadas del sistema nervioso que producen y trasmiten el impulso nervioso) y el cerebro los requiere en buena cantidad, dado que alberga más del 90% de las neuronas del cuerpo.

Los hidratos de carbono, fuente de glucosa

La glucosa, molécula en la que se descomponen los hidratos de carbono, es el nutriente energético que preferentemente el cerebro utiliza, de ahí que resulte esencial mantener estable su nivel en sangre (conocido como glucemia). Esto se consigue consumiendo con la frecuencia adecuada alimentos ricos en hidratos de carbono complejos -como pan, arroz y otros cereales, pasta, patatas y legumbres- y simples -como frutas, azúcar, miel y alimentos dulces en general-.

Se aconseja que los hidratos de carbono complejos prevalezcan sobre los simples porque permiten que la glucosa se libere paulatinamente y se mantenga estable la glucemia. Además, la distribución de la alimentación en varias tomas, es decir, comer 4 ó 5 veces al día, a horas regulares, y no dejar pasar más de 3-4 horas entre comidas, ayudan a mantener estable la glucemia.

También conviene romper el ayuno nocturno, bien con un buen desayuno bien con un almuerzo equilibrado, y en estas ingestas no pueden faltar los hidratos de carbono. Una hipoglucemia mantenida durante horas puede ser la causa del nerviosismo, la irritabilidad, el cansancio, la falta de concentración o los mareos, entre otros síntomas, que experimentan muchas personas durante la mañana si no se han alimentado bien.

El triptófano

La serotonina, también llamada hormona del humor, es un neurotransmisor (mensajero químico) relacionado con el sueño saludable, el estado de ánimo y el buen humor, y su concentración en el cerebro es directamente proporcional a la concentración de triptófano en el plasma y el cerebro. Los neurotransmisores son compuestos químicos que producen excitación entre las neuronas, lo que hace que éstas se comuniquen entre sí y trasmitan los mensajes. Diversas investigaciones han confirmado que la serotonina es muy abundante en los lugares del cerebro que dirigen el estado de ánimo y el afecto, y por tanto, los cambios en los niveles de serotonina afectan al ánimo. Esta sustancia también actúa como el reloj interno de nuestro cuerpo, y determina nuestros ciclos de sueño y de vigilia. 

El triptófano es un aminoácido esencial, es decir, un componente de las proteínas que ha de ser aportado necesariamente a través de la alimentación. A través de complejos ciclos metabólicos se transforma en serotonina; y en esta conversión participa también la vitamina B6.
Alimentos ricos en triptófano: huevos, lácteos, pescados, carnes, legumbres (soja), frutos secos, frutas (plátano, piña, aguacate).

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas del grupo B son las que más influyen en el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso en su conjunto.
  • B1 o tiamina. La tiamina juega un papel fundamental en el metabolismo de los hidratos de carbono, por lo que su carencia afecta sobre todo a los tejidos que dependen mucho de este suministro energético, como el cerebro. Un consumo excesivo de alimentos dulces (azúcar, chocolate, bollería, repostería, pastelería, chucherías?) puede reducir las reservas de vitaminas B1, y esta es una de las razones por la que conviene moderar el consumo de estos alimentos superfluos. La escasez de esta vitamina produce irritabilidad nerviosa, falta de concentración y de memoria, y puede ser causa de depresión. Abunda en: soja fresca, germen de trigo, carnes, pescados, frutos secos (nuez del Brasil, anacardo, pipas?), legumbres o cereales integrales, especialmente en la avena.
  • B6 o piridoxina. Interviene en diversos aspectos del metabolismo y la biosíntesis de diversos neurotransmisores -entre ellos la serotonina a partir de triptófano-, y en la formación de las vainas de mielina de las neuronas, aislamiento necesario para que las neuronas y las fibras nerviosas puedan transmitir correctamente las señales y, por tanto, las órdenes de nuestro cerebro a los músculos del cuerpo. Su aporte deficiente puede causar irritabilidad, nerviosismo, fatiga e incluso depresión.
    Encontramos esta vitamina en: germen de trigo, sesos y vísceras, pescado azul, quesos curados, frutos secos, cereales integrales, legumbres, levadura de cerveza.
  • B12: Interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso, por lo que su deficiencia produce trastornos neurológicos, como neuropatía sensitiva con irritabilidad y depresión. Los alimentos de origen animal son las fuentes dietéticas de esta vitamina, y destacan: hígado y vísceras, pescado azul (sardinas), solomillo, paté de hígado, huevos y queso.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, son necesarios para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro por su abundancia en la membrana de las neuronas.
Un aporte adecuado de ácidos grasos esenciales se consigue consumiendo aceite de semillas, frutos secos, germen de cereales, aguacate, margarina 100% vegetal, cereales integrales, soja y aceite de hígado de bacalao, o complementos dietéticos como el aceite de onagra y el germen de trigo.

Fosfolípidos

Los fosfolípidos son una mezcla compleja de grasas, ácidos grasos esenciales, ácido fosfórico y dos vitaminas del grupo B como la colina y el inositol.

Estas sustancias forman parte de la membrana de todas las células, incluidas las neuronas, por lo que es preciso una concentración adecuada de estos compuestos en el organismo para el buen funcionamiento celular.

Abundan en: hígado, sesos, corazón y yema de huevo.

Hierro

Las células cerebrales utilizan hierro para su funcionamiento normal a cualquier edad y este mineral interviene en la función y síntesis de neurotransmisores. Por ello, la deficiencia en hierro se relaciona con menor capacidad de concentración, de atención y de memoria y menor rendimiento escolar o laboral.

Los alimentos más ricos en hierro son: almejas, berberechos y similares, levadura, morcilla, vísceras (hígado, riñón), germen de trigo, foie gras, carnes (sobre todo de caballo), pescados, legumbres, frutos secos o cereales integrales. Los alimentos vegetales contienen hierro de menor absorción por el organismo. No obstante, combinándolos con alimentos ricos en vitamina C o en proteínas, aumenta la absorción orgánica de este mineral.

Excitantes y relajantes

Además de los alimentos que nutren y favorecen el funcionamiento normal del sistema nervioso, también hay otros que contienen sustancias excitantes que pueden acelerar su actividad provocando nerviosismo o agravando la excitación. 

El estimulante por excelencia es la cafeína, un alcaloide abundante en el café, el té (teína), las bebidas de cola, el cacao y el chocolate (teobromina). El ginseng también es un potente excitante y se añade a ciertas bebidas estimulantes o se consume como complemento. Asimismo, el alcohol que contienen en mayor o menor cantidad las bebidas alcohólicas altera al sistema nervioso porque es un potente tóxico para las neuronas. 

Las sustancias estimulantes excitan pero no nutren y, aunque momentáneamente pueden proporcionar cierta ayuda, su uso continuado y exagerado acaba produciendo desgaste nervioso, agotamiento y falta de adaptación al estrés.

Para combatir el exceso de nerviosismo, se debe asegurar que el tejido nervioso esté bien nutrido, incluyendo alimentos ricos en los nutrientes descritos (hidratos de carbono, triptófano, vitaminas del grupo BB, hierro y fosfolípidos). 

En estos casos, además de revisar que la dieta sea equilibrada, se aconseja incluir alimentos integrales, cereales como la avena, frutos secos, legumbres, aceite de semillas y complementos dietéticos como la levadura de cerveza, el germen de trigo o la lecitina de soja. También se puede hacer uso (siempre consultando a una persona experta) de plantas que contienen sustancias que ralentizan la función nerviosa y proporcionan al organismo la sensación de relajación esperada. Algunas plantas relajantes: avena, azahar, espino albar, melisa, pasiflora, valeriana, tila.

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