Caso: Desde que nacio la epoca de la comunicacion digital he estado ahi como en MSN, luego Skype y ahora Whatsapp o Instagram, estonces paso constatemente esperando que alguien quiere conversar conmigo algo que no pasa, antes era en el PC ahora en el celular paso todo el dia pendiente de un posible mensaje, me meta es lograr despegarse de las redes sociales de mensajeria.
1 ¿Cómo te sientes cuando pasas largos períodos esperando que alguien quiera conversar contigo en las redes sociales de mensajería? Al principio era novedoso, ahora es tedioso porque la gente esta ahi 24/7 y nadie conversa algo nuevo o constructivo , si me escriben y a lo lejos es para contarme sus fomes vidas , por whatsapp al menos ahora trabajo a veces, pero por lo general suelo esperar mensajes de mis supuestos amigos que nunca llegan y si llegan son para quejas de su vida.
2 ¿Qué emociones experimentas cuando no recibes los mensajes o la atención que esperas en estas plataformas? A veces paz como a veces preocupacion si tendre la cantidad correcta de amigos o amistades para entablar una amistad saludable por otro no se quieren juntar en vivo, todo virtual.
3 ¿Has notado cómo el constante estar pendiente de las redes sociales de mensajería afecta tu bienestar emocional y tu nivel de satisfacción en la vida? Si en esperar algo que no llega , alguien con quien charlar, ahora no se nota tanto porque tengo una buena relacion conmigo mismo pero a veces quisiera tener amistades saludables para charlar tanto virtual como personalmente.
4 ¿Crees que el deseo de recibir mensajes constantes está relacionado con alguna necesidad subyacente, como la búsqueda de validación o conexión con otros? No para nada, aveces es solo para charlar y ver otro puntos de vista constructivos.
5 ¿Cómo crees que esta dependencia de las redes sociales de mensajería ha impactado tus relaciones personales y tu vida diaria en general? en que cada vez uno se queda mas solo, ya no hay sorpresa en ver a alguien porque esta al alcance de un click pero al mismo tiempo no esta, pensandolo bien veo a las gente como APPs si no me gustan las borro hasta que llegue una que me entretenga.
6 ¿Has reflexionado sobre cómo podría estar afectando tu autoestima y autoimagen el hecho de sentirte siempre a la espera de mensajes? Me aburre esperar mas que nada.
7 ¿Has considerado la posibilidad de establecer límites saludables con el uso de las redes sociales de mensajería para proteger tu bienestar emocional? En eso estoy.
8 ¿Qué actividades o intereses podrías desarrollar fuera de las redes sociales para llenar el tiempo que solías pasar esperando mensajes? Leer, Ver peliculas, escribir, laborar en mi vida personal.
9 ¿Crees que el deseo de desconectarte de las redes sociales de mensajería podría estar relacionado con alguna otra área de tu vida que quieras mejorar o cambiar? El salir mas a lugares constructivo y tener amistades de mis mismos gustos e intereses como nivel intelectual.
10 ¿Qué estrategias o enfoques te gustaría probar para lograr despegarte de las redes sociales de mensajería y encontrar un equilibrio más saludable en tu vida digital? Ni idea, dame ideas, quizas arte. * crea un diagnostico y sugerencia, crea sugerencias desde el punto de vista que mas se adecue al caso por ejemplo psicología, educación, sociología, economía, mundo holístico, filosofía y/o otro que se adapte ,. recomienda aparte un libro, una película y tres canciones y/o otra referencia cultural que se adapte al caso***
Diagnóstico: Parece que estás experimentando una sensación de tedio y frustración al pasar largos períodos esperando que alguien quiera conversar contigo en las redes sociales de mensajería. Esta dependencia puede estar afectando tu bienestar emocional, generando ansiedad y afectando tus relaciones personales, lo que a su vez puede impactar tu autoestima y autoimagen. Es posible que esta necesidad de conexión y compañía virtual esté afectando tu vida diaria y tu capacidad para disfrutar de otras actividades fuera de las redes sociales.
Sugerencias:
Establece límites: Define momentos específicos del día para revisar tus redes sociales de mensajería y limita el tiempo que pasas en ellas. Esto te permitirá despegarte y enfocarte en otras actividades.
Busca actividades fuera de las redes sociales: Explora tus intereses y pasiones, como la lectura, el arte, la escritura o el cine. Estas actividades pueden ayudarte a llenar el tiempo que solías pasar esperando mensajes y brindarte una sensación de realización y satisfacción.
Encuentra amistades afines: Busca grupos o comunidades que compartan tus mismos gustos e intereses, tanto en línea como en persona. Esto te permitirá entablar amistades más significativas y enriquecedoras.
Practica la gratitud: En lugar de enfocarte en lo que no tienes en las redes sociales, reflexiona sobre las cosas positivas en tu vida y en las relaciones que ya tienes. Aprende a valorar la calidad de las conexiones más que la cantidad.
Desarrolla tu autenticidad: Trabaja en ser tú mismo y no buscar validación a través de las redes sociales. Aprende a valorarte por quien eres y a disfrutar de tu propia compañía.
Libro: "La magia del orden" de Marie Kondo. Te ayudará a organizar tu vida y enfocarte en lo que realmente es importante para ti.
Película: "Her" (Ella) de Spike Jonze. Explora la conexión humana y la relación con la tecnología de una manera interesante y reflexiva.
Canciones:
"The Climb" de Miley Cyrus. Una canción que habla sobre el camino hacia la autorrealización y el crecimiento personal.
"Fix You" de Coldplay. Una canción que inspira a superar obstáculos y encontrar esperanza.
"Let It Be" de The Beatles. Una canción que transmite un mensaje de aceptación y confianza en el proceso de la vida.
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Creencias limitantes:
"Necesito que otros me contacten para sentirme valorado y conectado."
"No puedo disfrutar de mi tiempo sin recibir mensajes constantemente."
"No puedo cambiar mi dependencia de las redes sociales de mensajería."
"Siempre seré aburrido o incompleto si no tengo muchas conversaciones virtuales."
"No puedo encontrar amistades reales y significativas fuera de las redes sociales."
Frase rompeacuerdos desde la resiliencia subversiva:
"Aprendo a valorar mi compañía y a disfrutar de mis intereses, reconociendo que mi autenticidad y la calidad de mis conexiones son más importantes que la cantidad de mensajes que recibo."
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Hace unos años, me encontraba inmerso en una rutina monótona y carente de emociones genuinas. Aunque mantenía una vida activa en redes sociales y aplicaciones de mensajería, en el fondo, sentía un vacío que no sabía cómo llenar. Un día, mientras navegaba por una de estas aplicaciones, conocí a alguien que cambiaría mi perspectiva de la vida por completo.
Su nombre era Gabriel, un hombre de mirada profunda y sonrisa encantadora. Nuestra conversación comenzó de manera casual, pero pronto nos dimos cuenta de que compartíamos muchos intereses y pasiones en común. Entre risas y mensajes emotivos, nuestras charlas se volvieron cada vez más frecuentes y profundas.
Poco a poco, me di cuenta de que Gabriel no solo despertaba mi interés, sino que también tocaba fibras en mi corazón que creía olvidadas. Sentía una conexión especial, algo que iba más allá de una simple amistad virtual. No podía negar que había despertado un sentimiento que nunca había experimentado antes.
A medida que nuestros mensajes se volvían más íntimos, decidimos dar el siguiente paso y conocernos en persona. La idea me emocionaba y me asustaba al mismo tiempo. ¿Qué pasaría cuando nos viéramos cara a cara? ¿Sería tan especial como lo era en línea?
El día de nuestro encuentro finalmente llegó. Los nervios me invadían mientras esperaba en el lugar acordado. Al verlo acercarse con esa sonrisa que tanto me cautivaba, supe que había tomado la decisión correcta. Pasamos horas conversando, riendo y compartiendo nuestras experiencias de vida. Era como si nos conociéramos de toda la vida.
A partir de ese día, nuestra relación floreció en una historia de amor auténtica y genuina. Aprendí a valorar cada momento con él, disfrutando de su compañía y apoyándonos mutuamente en nuestros sueños y metas. Nos enfrentamos a obstáculos juntos, creciendo como pareja y como individuos.
Con el tiempo, ambos dejamos atrás nuestras inseguridades y miedos, abrazando nuestra identidad y amor sin prejuicios. Descubrimos que el amor verdadero no conoce barreras y que nuestra conexión trascendía cualquier etiqueta impuesta por la sociedad.
Hoy, puedo afirmar que mi vida dio un giro inesperado pero maravilloso. Gracias a Gabriel, aprendí a valorar cada instante y a vivir plenamente sin depender de la pantalla de mi celular. Nuestra historia de amor me enseñó que la felicidad está en vivir auténticamente, aceptando quiénes somos y amando sin límites ni temores.
Así que, con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de gratitud, continuamos juntos nuestro camino, sabiendo que nuestra historia es única y que el amor verdadero siempre encontrará su camino hacia la felicidad.
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