Caso: el 2002 comence a sufrir de desconcentracion mental, iba al colegio a sentarme todo el dia me habia, ahi estaba en segundo año de la enseñanza media, las materias no me interesan pero me iba bien, solo me gustaba ingles, afortunadamente pudi ir a un instituto en parelelo a las clases, pero ir al liceo me producia desconcentracion, tomaba un libro un podia terminarlo y eso me pasa hasta el dia de hoy, me cuesta concentrarme para ver una pelicula, leer un libro, apreciar la musica.
1 ¿Recuerdas algún evento o cambio significativo en tu vida que pueda haber coincidido con el inicio de tu dificultad para concentrarte en el año 2002? Ir a Liceo era aburrido, solo recuerdo eso, que tenia que esperar que todo el grupo avance para pasar al siguiente ramo, en cambio en el instituto avanzabas mas rapido, el año anterior 2001 estuve un proyecto donde lo hice muy rapido con excelente resultados pero para mostrarlo tenia que esperar que mis otros compañeros termiran ese proyecto para avanzar lo que me frustaba.
2 ¿Has experimentado algún tipo de estrés emocional o situaciones traumáticas que puedan haber afectado tu capacidad de concentración? En ese tiempo solo era mi padre ebrio, no tener pareja, tener poco o nada de amigos, no tener exparcimiento cultural solo ir al liceo y listo, era aburrido.
3 ¿Has buscado ayuda profesional o médica para investigar las causas de tu dificultad para concentrarte? ¿Qué te han dicho o recomendado? En la universidad desarrolle ruido mental y una profesora me sugiero meditacion, bajo mi ruido pero mi distracion sigue.
4 ¿Has notado algún patrón o desencadenante específico que pueda estar relacionado con tu falta de concentración, como ciertos ambientes o actividades en particular? Es cuando tengo que hacer tiempo o esperar.
5 ¿Has explorado diferentes técnicas o métodos para mejorar tu concentración, como la meditación, la organización o la planificación del tiempo? ¿Qué resultados has obtenido? Claro, la meditacion me ayuda con el ruido mental y la organizacion y planificacion que son mi fuerte no los uso en base la experiencia que tuve que aunque sea organizado y eficaz tenia que esperar que todos avancen para avanzar yo.
6 ¿Crees que hay alguna creencia limitante o percepción negativa sobre tu capacidad de concentración que pueda estar afectando tu experiencia actual? El esperar, odio esperar, sobretodo el esperar en base a otras personas, en el presente me ha pasado en curso de superacion personal que tienes que esperar que todos hagan su actividad para avanzar si no tu no avanzas.
7 ¿Cómo te sientes cuando te das cuenta de que tienes dificultad para concentrarte en actividades que solías disfrutar, como leer, ver una película o escuchar música? Mal, porque son actividades que amo y disfruto y ahora las hago desde la monotonia y sin placer.
8 ¿Has experimentado alguna frustración o decepción por no poder disfrutar plenamente de estas actividades debido a tu falta de concentración? Frustracion no no sentir placer en actividades que me gustan.
9 ¿Has notado algún impacto en tu vida diaria o en tus metas personales y profesionales debido a tu dificultad para concentrarte? claro, desmotivacion, desesperanza, limitacion por parte de grupos.
10 ¿Qué te gustaría lograr en términos de tu capacidad de concentración y cómo crees que esto contribuiría a tu bienestar general y tu calidad de vida? En avanzar a mi ritmo y no tener que esperar que otro avance para yo avanzar, en sentir que pierdo mi tiempo.
Diagnóstico: Basado en tu relato, parece haber una dificultad en tu capacidad de concentración, especialmente cuando te encuentras en situaciones de espera o cuando dependes de otros para avanzar. Esto puede estar relacionado con experiencias pasadas en las que te sentiste frustrado y limitado en tu autonomía y progreso personal.
Sugerencia: Para abordar tu dificultad para concentrarte, te recomendaría explorar las siguientes estrategias:
Autoconocimiento: Reflexiona sobre tus patrones de pensamiento y emociones cuando te encuentras en situaciones de espera. Identifica los desencadenantes y las creencias limitantes que pueden estar influyendo en tu capacidad de concentración.
Gestión del tiempo: Desarrolla habilidades de organización y planificación del tiempo para optimizar tu productividad y minimizar los períodos de espera. Establece metas claras y divídelas en tareas más pequeñas y manejables.
Mindfulness y meditación: Practica técnicas de atención plena y meditación para calmar tu mente y reducir el ruido mental que puede interferir en tu capacidad de concentración. Esto te ayudará a estar más presente en el momento y a enfocarte en la tarea en cuestión.
Establecer límites: Aprende a establecer límites sanos y comunicar tus necesidades en situaciones en las que te sientes obligado a esperar. Asegúrate de expresar tus preocupaciones y buscar alternativas para evitar sentirte atrapado en la espera.
Terapia individual: Considera buscar el apoyo de un profesional de la psicoterapia para explorar más a fondo tus dificultades de concentración y trabajar en el procesamiento de experiencias pasadas que puedan estar influyendo en tu presente. Un terapeuta puede brindarte herramientas y técnicas específicas para fortalecer tu capacidad de concentración.
Recomendaciones culturales:
Libro: "Fluir: Una psicología de la felicidad" de Mihaly Csikszentmihalyi. Este libro explora el concepto de flujo, un estado de máxima concentración y disfrute en las actividades que realizamos.
Película: "El club de los poetas muertos" (Dead Poets Society). Esta película aborda temas como la pasión, la creatividad y la importancia de seguir nuestros propios intereses, lo cual puede ser inspirador para tu búsqueda de concentración y disfrute en las actividades.
Álbum musical: "Ambient 1: Music for Airports" de Brian Eno. Esta obra musical ambiental puede ayudarte a crear un ambiente tranquilo y propicio para la concentración y la relajación.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante adaptar estas sugerencias a tu situación particular y buscar el apoyo necesario para alcanzar tus metas.
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Creencia limitante: "No soy capaz de concentrarme en las tareas que me gustan".
Frase rompeacuerdo: "Poseo la capacidad de concentrarme y disfrutar plenamente de las actividades que me apasionan. Mi mente es poderosa y enfocada".
Creencia limitante: "Siempre me distraigo fácilmente y no puedo controlar mi atención".
Frase rompeacuerdo: "Tengo el poder de dirigir mi atención hacia lo que elijo. Soy capaz de mantenerme enfocado y concentrado en las tareas importantes".
Creencia limitante: "No puedo avanzar si dependo de otros o tengo que esperar".
Frase rompeacuerdo: "Mi progreso no está limitado por las circunstancias externas. Tengo el control sobre mi propio crecimiento y desarrollo".
Creencia limitante: "Mi falta de concentración es un obstáculo insuperable en mi vida".
Frase rompeacuerdo: "Soy capaz de superar cualquier dificultad y encontrar soluciones creativas. Mi capacidad de concentración se fortalece cada día".
Creencia limitante: "Mi pasado determina mi presente y futuro en cuanto a la concentración".
Frase rompeacuerdo: "Mi pasado no define mi capacidad de concentración en el presente. Tengo el poder de crear un futuro lleno de enfoque y claridad mental".
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Cuento
Había una vez un joven llamado Francisco que desde su adolescencia había experimentado dificultades para concentrarse en sus actividades diarias. A pesar de tener un buen desempeño académico, siempre sentía una desconexión y falta de interés en las materias del colegio, excepto en el idioma inglés, que despertaba su verdadera pasión.
Francisco se dio cuenta de que su falta de concentración no solo se limitaba al entorno escolar, sino que también afectaba su capacidad para disfrutar de las cosas que solía amar, como leer un libro, ver una película o apreciar la música. Esto le causaba una profunda frustración, ya que anhelaba sumergirse en esas actividades y experimentar la plenitud que solían brindarle.
A medida que Francisco reflexionaba sobre su historia, recordaba los momentos en el colegio en los que se sentía aburrido y desmotivado. La espera constante para avanzar en las tareas o proyectos grupales generaba en él una sensación de pérdida de tiempo y limitación. Además, se percató de que la falta de apoyo emocional y la ausencia de un entorno estimulante contribuían a su dificultad para concentrarse.
Sin embargo, Francisco decidió que no permitiría que estas creencias limitantes definieran su realidad. Se comprometió a explorar nuevas estrategias y enfoques para mejorar su concentración. Buscó ayuda profesional y descubrió técnicas de meditación que le permitieron controlar el ruido mental y encontrar momentos de calma y enfoque.
Con el tiempo, Francisco aprendió a establecer límites claros en su vida diaria. Reconoció la importancia de dedicar tiempo a las actividades que realmente disfrutaba y aprendió a gestionar la espera y las distracciones de manera más efectiva. Además, se rodeó de personas que compartían sus intereses y valores, lo que le brindó un entorno más enriquecedor y estimulante.
A medida que Francisco se adentraba en su viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal, descubrió su propia fortaleza y capacidad para superar los obstáculos. Abrazó la idea de que su pasado no tenía que dictar su presente ni su futuro. Se liberó de las creencias limitantes y se empoderó para vivir una vida llena de concentración, disfrute y plenitud.
Y así, Francisco se convirtió en el narrador de su propia historia, reescribiendo las páginas de su vida con enfoque, determinación y una profunda gratitud por las experiencias que lo llevaron a convertirse en la mejor versión de sí mismo.
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